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¡Nomofobia, adicción al celular! Parte 4 (¡Ana se está volviendo salvaje!)

La niña hizo oídos sordos a la advertencia y nada más su madre salió de la habitación, tomo el celular de su mesita de noche y se puso a teclear. La voz del chico cuyas intervenciones son regulares se sobreponía a la escena.

—Oh no. Oh lo va a hacer. Oh Dios. ¡Oh! ¡Oh no! ¡Lo hizo!

—Sabía que lo iba a hacer... —Jigoro negaba fuertemente, definitivamente la madre lo que tenía que hacer era quitárselo.

—La niña es retrasada —Kaigaku hablaba con su verdad, no solo prefería andar de enamorada a estudiar, si no que también jugaba con fuego al desafiar a un superior que si quisiera podría echarla de casa por su comportamiento ¿Qué sigue? ¿Qué ponga en riesgo su vida por ese objeto?

—Es... rebelde —Zenitsu admite, le recordó un poco a como a pesar de las ordenes de su abuelo de quedarse y seguir entrenando, en muchas ocasiones prefirió escaparse.

—Esa niña sobra en el mundo la verdad —Gyūtarō bufaba, debería ser pecado que gente como esa niña existe, solo viven para malgastar su respiración.

—Parece que esta parte es el inicio del descenso de Ana a su adicción —Ume se percataba, lo raro es que a penas y llevan a lo mucho 6 minutos.

¿Y la madre nunca volvió para ver si de verdad se durmió? —Nakime pensaba, si no volvió sería un hueco argumental en la historia, o en su caso, haría que las advertencias de la mujer sean amenazas vacías que harían que su participación en la obra carecieran de importancia.

—Esa niña no le teme a que su madre la encuentre en esas a mitad de la noche —Managi reía un poco.

—La madre da amenazas vacías y carentes de autoridad, es normal que le reste importancia y valor a sus advertencias —el chico de expresión deprimente miraba hacia arriba un momento —. Aunque creo que tampoco le importaría si la amenaza fuera más fuerte. Eso es deprimente.

—¿Desobedeció una orden directa acompañada con amenaza? —Hakuji estaba sorprendido, eso es... Muy idiota.

—Parece que ve más importante un celular que las advertencias de su madre —Keizo veía este comportamiento como lamentable ¿Qué va a hacer con el celular? Hablar no será ¿Jugar? ¿Eso es más importante que comer un desayuno? ¿Es más importante que aprender?

—Si sigue así, podría cometer un crimen por su celular —Koyuki murmura asustada.

La niña sucumbió más rápido de lo que creí —Dōma reconocía —. Por ahora sus acciones solo la afectan a ella y a una parte de su circulo social cercano... Me pregunto cuanto tardara en afectar a personas ajenas a ella.

—Que niña más desobediente —la madre de Dōma estaba disgustada.

—Sinceramente, ahora comprendo porque se requiere de un "Milagro" para corregirla —el padre de Dōma admite.

—¿Es en serio? —Michikatsu preguntaba —¿Así es la humanidad en el futuro? —preguntaba, así hasta hace ver que los demonios son piadosos al matar humanos.

—Ten fe en que no todos son así —Yorīchi intenta convencer a su hermano.

Una transición barata acompañada de un sonido parecido al de una presentación de power point aparecía. Ahora se podía ver a Ana escribiéndose con su por ahora amigo, Héctor.

"Sí... Así nos la pasaremos mejor en lugar de estarle poniendo atención a la maestra"

Héctor respondía con una cara amarilla que parecía estar riéndose.

"Sí Héctor, sí, soñé anoche contigo"

Era lo que estaba escribiendo Ana con su teclado a pesar de que visiblemente ella solo estaba tocando teclas al azar, al parecer en este universo el autocorrector ha evolucionado a tales niveles que no necesitas si quiera teclear letras relacionadas con la palabra que quieres escribir para que te las corrija de forma eficiente.

—¿Soñó con él? —Ume preguntaba con un sonrojo en sus mejillas ¿Cómo se sentirá soñar con el chico que te gusta?

—¿Qué? —Gyūtarō al ver el sonrojo de su hermana, se preocupo, y mucho.

—Me pregunto como se sentirá eso —Zenitsu admite algo avergonzado, soñar con la chica que te gusta, tal vez si duerme pueda soñar con Nezuko-chan.

—¿Qué? —Kaigaku al escuchar lo que dijo Zenitsu, aunque no sorprenderse porque era esperable, le incomodo muchisimo.

Tanto Gyūtarō como Kaigaku dirigieron su mirada a la pantalla, ambos pensaron lo mismo.

¿Cómo puede decirle a la persona que le gusta que soñó con él/ella? 

Era incomodo, desvergonzado, penoso y sobretodo muy ridículo, además de que eso se puede sobreentender, muchos relacionarían tus sueños con un tipo de sueños para nada inocentes. Pero eso no era lo que los afecto tanto, lo que los afecto tanto es que tanto Zenitsu como Ume eran capaces de tener una situación similar. 

—Oye microbio... —Kaigaku miraba de reojo a Gyūtarō —¿Lo harás? —preguntaba forzándose a hablar como si no le hubiera afectado mucho. 

—Jodete —respondió también con un tono forzado —Sí... —añadía. 

—Que así sea entonces —Kaigaku suspiraba. Lanzo una moneda de las muchas que tenía en su envase. 

—Maldita niña caliente —Gyūtarō maldecía. Lanzo una moneda de todas las que tenía al envase que estaba delante suyo.

—¿Oni-chan... Dio tanta vergüenza que soñara con el chico que le gusta? —Ume preguntaba avergonzada. 

Gyūtarō no respondió, solo acarició la cabeza de su hermana con gentileza, no iba a responder esa pregunta.

—Aniki... ¿No que Ana no te podía dar pena ajena? —Zenitsu preguntaba extrañado.

—¡Cállate, esto por tu puta culpa! —Kaigaku decía enojado —Joder... ¿Por qué tienes que decir cosas tan penosas? —preguntaba enojado —¿Cómo que soñar con la chica que te gusta? ¡Eso es penoso!

—Yo solo decía... —Zenitsu murmuraba avergonzado.

—Sí como no... ¿También quieres saber de que color es su ropa interior por casualidad? —Kaigaku preguntaba de forma sarcástica.

—Bueno, yo...

—.... Vete a la mierda, depravado.

—¡No soy depravado!

—¡¿Entonces que mierda eres?! ¡¿Un santo?! ¡Vete a la mierda!

—¡Suficiente! —Jigoro los mandaba a callar, ciertamente la escena fue rara, pero no es nada del otro mundo, el convive con Zenitsu, un chico que por ayudar a una chica hasta se puede travestir, no es tan raro cuando uno se acostumbra a ese tipo de comportamientos.

—¿Qué tipo de sueños? —Managi dijo con un tono sugerente. 

—Es deprimente que pienses así... Es una niña de 12 años, no debería de ser consiente o si quiera de tener conocimiento de los actos sexuales —el chico de expresión deprimente reprochaba.

—¿Entonces que soñó? —preguntaba de forma divertida.

—¿Una cita? ¿Una fantasía de casamiento? Es una niña enamorada que quiere vivir un romance.

—Y por eso es que debió soñar que hacen cositas divertidas —Managi guiñaba su ojo.

—Deprimente... —se rindió en su intento de convencer a Managi de que los sueños no deben tener ese sentido.

—Esto es incomodo/ Se ve incomodo —Keizo y Hakuji tosieron, hasta dudaron de si tirar la moneda o no, se decidieron por no hacerlo. 

Koyuki bajo su mirada para mirar al suelo. Sus mejillas sonrojadas delataban lo avergonzada que estaba por lo escrito por Ana.

—Sin comentarios —la madre de Dōma desvió su mirada de la pantalla, ella también había soñado varias veces con su marido.

—Curiosa forma de confesión pecaminosa —el padre de Dōma dijo con incomodidad, cuando era joven, y aun ahora tiene sueños teniendo relaciones sexuales con mujeres hermosas, a veces con varias a la vez, pero nunca, nunca ha confesado que tiene ese tipo de sueños, sobretodo porque es incomodo y vergonzoso. 

Que forma de escribir más rara —Dōma admite, la niña tocaba botones aleatorios y de inmediato el celular le corregía todo de una forma muy exacta, convencional y rápida.

—Esa información era innecesaria, nadie se la pidió —Michikatsu frunce el ceño.

Yorīchi sonreía un poco, lo que escribió Ana le recordó que su esposa más de una vez, por lo habladora que era, comento que había soñado con él, la verdad es que acercarse desde que eran niños hasta que se casaron en su adultez fue algo muy hermoso.

Un recuerdo muy hermoso, muchas gracias —en su mente le agradecía a Ana por hacer que recordara ese agradable momento de Uta.

El chico que intervenía aparecía atragantándose mientras bebía un vaso con agua, luego de unos segundos para procesar lo que dijo Ana, el chico dijo.

—¿Perdón? —preguntaba —Tiene 12 años esta niña. Al igual que el niño este Héctor. Este niño solo está pensando en Minecraft y en Willyrex, le vale madre el amor —daba su punto de vista a la situación.

—¿Eh? ¿Qué tiene que ver que tenga 12 años? —Zenitsu preguntaba un tanto molesto, antes de llegar a esa edad ya se había "casado" y estafado, y hasta el día de hoy sigue con la esperanza de casarse con alguien, y ahora que sabe quien es su amor verdadero, ira a por ella.

—Se llamaba Missa ¿No? —Kaigaku murmuraba —Mira, no sabes nada... —dijo con una mirada desesperanzada, Zenitsu piensa en el amor hasta cuando come, estaba seguro que cuando estuviera incapacitado y en recuperación invitaría a las Kakushi a tomar el té o algo parecido.

—Creo que depende de la crianza del chico —Jigoro admite, un buen ejemplo de estos son sus alumnos/nietos. 

Zenitsu por un lado es una persona enamoradiza que haría lo que fuera para casarse con una mujer que lo haya tratado bien, aun si solo se conocieran por 5 minutos. 

Kaigaku por otro lado es una persona del cual estaba seguro que la posibilidad de que se enamore eran casi nulas, a él solo le importaban dos cosas, una es ser reconocido y la otra es sobrevivir, y en esas dos, el romance no tiene cabida. 

—¿Quién es Willyrex? ¿Es guapo? —Ume preguntaba, si era conocido por alguien "famoso" como Missa, el otro también debería de tener su popularidad ¿No? La popularidad se consigue siendo atractivo ¡Debe ser atractivo!

—¿Otro guaperas insoportable? —Gyūtarō siseaba con disgusto.

—¿Qué es Minecraft? — preguntaba Managi, ese era un nombre raro, mine ¿Minas? —Y ese tal Willyrex es de origen ingles ¿No? —preguntaba otra cosa, Willy suena a nombre en ingles.

—Las emociones son complicadas y no pueden ser controladas —el chico de expresión deprimente opina —. Sin importar la edad, las emociones siempre tendrán control absoluto de nosotros. 

—Supongo que se referirá al amor romántico ¿No? —Hakuji pregunta para asegurarse, pues él antes de los 12 si estaba interesado en el amor, en el amor que tenía por su padre y en como podía ayudarlo.

—Creo que sí, aunque puede que en su tiempo ahora haya otro tipo de clasificación de amor —Keizo decía no muy seguro.

Yo la verdad no recuerdo a que edad me empezó a gustar Hakuji-san —Koyuki admite, la verdad cree que fue meses después de que llegó. 

—¿Qué tiene que ver que tenga 12? —la madre de Dōma cuestionaba, ella se encapricho y se intereso en su esposo desde los 10.

—Parece que en ese país los niños están interesados en otras cosas —el padre de Dōma dijo confundido —¿Por qué están interesado en esas cosas de todas formas? ¿Quién es ese Willy? ¿Qué es maincra? ¿Lo dije bien?

—Creo que sí, no sé...

Madre mía, Willy ¿Qué haces aquí compañero? —Dōma decía de forma divertida en su mente —¿Lo habré dicho bien? —se preguntaba, utilizo la palabra "madre" que parece que refleja sorpresa en estos casos según la forma en que hablan. 

—Creo que depende de la inocencia del chico —Yorīchi opina, cuando era pequeño le costaba entender muchas cosas y cuando no se distraía por cualquier cosa como mirar nubes, quería jugar con la cometa con su hermano.

Michikastu no sabe que decir, no sabe que es Minecraft o quien era ese tal Willyrex, pero esperaba que Minecraft sea algo parecido a combatir o  sobrevivir en el campo de batalla y ese tal Willyrex sea una especie de maestro en ese arte.

El video proseguía con la novela, se estaba desarrollando una escena en el salón de clases, los niños parecían estar anotando en sus cuadernos la información necesaria para suplir su necesidad de conocimiento sobre el tema de presentado en clase. De repente un pitido aparece, eso significa que una notificación llegó.

El chico volvía a intervenir debido a que nuevamente encontró algo digno que comentar referente a lo ocurrido en la novela a pesar de que había intervenido segundos antes.

—¿No-no le ha puesto el silencio al celular? —preguntaba alterado por la poca inteligencia demostrada por Ana.

Volvemos a la novela donde la maestra dejo de aguantar el comportamiento de su alumna y decide despropiarla temporalmente del objeto que tanto la distrae de su clase.

¿Por qué no estás atenta en la clase? —decía enojada mientras le arrebataba el celular a la alumna.

¡Maestra! —Ana exclamaba —¡Usted no tiene ningún derecho de quitarme mi celular! —la niña con su conocimiento de leyes puestas por la SEP le reclamaba a la docente encargada que no puede arrebatar sus pertenencias.

El chico interviene nuevamente parando la novela solo para comentar algo específico.

—Sí, sí lo tiene, es la maestra wey.

—Sí, sí la tiene —Jigoro corregía —. Es tu maestra, mocosa.

—Es tu maestra, tiene todo el derecho del mundo en arrebatar posibles distracciones o castigar expropiándote de un distractor —Michikatsu concordaba.

—Lo siento niña, pero si el celular te distrae de tus clases, se te debe quitar —Keizo concordaba.

—Pido disculpas, Ana... Pero ellos tienen razón —Yorīchi admite, mientras ella tenga ese celular en sus manos, no podrá aprender cosas en sus clases.

Niña, tu ineficiencia en el estudio teórico ha quedado demostrado desde antes, el celular es un distractor no porque lo sea en verdad, si no porque tú decides que lo sea. Ella tiene sus razones en alejarlo de ti aunque sea para que se te meta en la cabeza el mínimo de conocimiento que ha de estar proporcionándote —Dōma pensaba, no entendía la lógica de la niña ¿Cómo que no te lo puede quitar? Ella es tu maestra, tu tutora, la que te enseña, obvio va a poder.  

¿Y a Héctor por qué no se lo quitan?  —Nakime se preguntaba, él también estaba usando su celular ¿A él por qué no se lo quitan? Supone que es otro hueco argumental —Pensar que habíamos iniciado con buenas bases... 

—Hyo, hyo, hyo —Managi reía —, que niña más tonta ¿Por qué no le baja el volumen o lo pone en silencio?

—Deprimente... Exige la devolución de un objeto que le está haciendo daño... Eso es tan... Triste —el chico de expresión melancólica dijo de forma dolida.

—Una nube oscura turba la mente de Ana —el padre de Dōma negaba levemente, estaba tan obsesionada con el celular que ya ni respeta a sus mayores.

—El celular en este caso no es más que una efímera distracción —la madre de Dōma negaba fingiendo decepción, internamente sabe que ella y Ana se parecen un poco, pero aun así le decepciona que su adicción sea por un objeto y no por otra persona.

—Ana es muy intensa —Hakuji se rascaba su cuello —. Pareciera que sería capaz de pelear con su maestra a puño limpio por el celular.

—No... No lo hará ¿Verdad?  —Koyuki pregunta.

—Nah, no creo que ella se arriesgara a cometer un crimen por un celular.

—Menos mal...

—De verdad... Tengo unas ganas de entrar dentro de la pantalla y matar a esa niña... —Gyūtarō admite.

—Es como un animal salvaje —Ume opina —. Es sumisa cuando tiene el celular, se enoja cuando se lo arrebatan y se pone en guardia cuando alguien la amenaza con quitárselo —murmura, es como un animal salvaje con su comida.

—Hmp. Hasta Inosuke tiene más decencia que esa niña —Gyūtarō dijo con molestia.

—Hermano... Sabes que eso es mentira.

—Para mi no.

—Que necia —Kaigaku escupía ¿Por qué la gente no entiende que lo mejor que pueden hacer es agachar la cabeza y obedecer a los superiores?

—¿Por qué no puso en silencio a su celular? —Zenitsu preguntaba por lo bajo, no se requiere una audición como la suya para escuchar esos sonidos. 

El video reanudo la escena de la novela en el mismo momento donde se quedaron antes de que el chico hubiera intervenido.

Usted no explica bien, ese es su problema. Su clase es aburrida, usted es aburrida.

El chico volvía a intervenir con una expresión que denotaba sorpresa y sobretodo, el disfrute de que hay tensión en el ambiente.

—Wohohahaha —el chico estaba impresionado por la situación —. Ana, baby... En un mundo ideal te hubieran agarrado a put*azos —soltaba una pequeña risa —¿Saben qué? Yo cuando compre mi primer celular, fui igual de agresivo. Una mujer me pregunto la hora por la calle y le arranque tres de sus piernas.

—Y parece que lo dice con orgullo —Zenitsu temblaba un poco, si él le dijera eso a su abuelo, ay dioses lo libren del castigo que le caerá encima.

—Una pena que valore más su orgullo que el poder —Kaigaku no entendía ese comportamiento, de verdad, esa niña pareciera que podría hasta dar su vida por el celular, que idiota, se supone que la vida está para conservarla, no para perderla.

—Esta mocosa no ha recibido un castigo apropiado —Jigoro dijo con cierta molestia, tal vez si la dejan tirada en el sol de rodillas aprenda un poco de comportamiento.

—Quiero pegarle, pegarle y no parar de pegarle —Gyūtarō tenía varias venas remarcadas en su rostro.

—No... No le tiene miedo a los castigos —Ume tragaba en seco, si ella le dijera eso a una de sus maestras en la casa del té capaz que intentan arrancarle una oreja.

—Esa niña tiene los pantalones bien puestos —Managi reía por lo bajo —. O bueno, falda...

—Es deprimente este tipo de comportamiento, su apego al celular ha llegado hasta tal punto que se niega a seguir las ordenes de sus superiores. 

—Si tanto quiere mantener el celular en su posesión... Debe ganárselo —Keizo opina acerca de esta situación tan... Peculiar.

—¿Con una pelea a puño limpio? —Koyuki preguntaba insegura.

—No, o bueno, si fuera en nuestro caso sí —Keizo admite —, pero me refiero a que demuestre que es digna.

—¿Y como demuestra que es digna, maestro?

—No sé ¿Con méritos en clase?

—Tal vez.

Ya veo a donde va esto... Lo robaras ¿Verdad? —Dōma deducía, era obvio, la chica ya estaba totalmente consumida por su adicción al celular, así que si se lo quitan, hará lo que sea para recuperarlo, aun si tiene que robarlo. 

—Sus faltas de respeto cada vez son más graves —el padre de Dōma fruncía el ceño.

—¿Acaso en la religión que acoge en ese país no se les enseña que no se debe responder de esa forma a los que enseñan? —la madre de Dōma preguntaba 

—Claro que no, seguro han de tener otras "prioridades". 

—¿Soy el único que se dio cuenta que Missa dijo que le arranco tres piernas a una mujer? —Yorīchi pregunta.

—Tal vez, creo que están más centrados en el comportamiento de la niña que en lo que dijo ese chico, pero... De todas formas es imposible, las mujeres no tienen tres piernas.

—Cierto...

El video ahora cambio de escena y mostro la escena de Ana hablando con una mujer, posiblemente es una maestra o subdirectora, tal vez secretaria, no se sabe, nunca se especifica, pero de lo que sí está claro es que trabaja en la escuela.

La directora no está —la mujer negaba mientras guardaba sus pertenencias en su bolso.

Ay, pero la maestra le dio mi celular a la directora —Ana explicaba con lo que parece ser un tono decepcionado.

El chico que interviene volvía a aparecer para dejar caer nuevamente algunas monedas en el envase de mayonesa.

¿No te lo dio a ti? —Ana le preguntaba a la mujer.

No. Lo siento mucho —respondía con una negativa —. Tendrás que volver mañana temprano por él, porque ahorita ya es muy tarde, cada quien a su casa y yo ya tengo mucha hambre. Así que orale —le decía que se fuera.

La escena cambia y ahora solo están Ana y su amiga cuyo nombre sigue siendo desconocido porque no es realmente relevante por lo que parece ser.

Pues ni modo, Ana. Tendrás que venir por tu celular hasta mañana —la amiga decía con lastima, como de si una tortura se tratara.

Ana al escuchar tal "atrocidad" comenzó a temblar y a hacer movimientos en sus manos de pánico, por lo que parece ser, se había vuelto... ¡Dependiente a su celular!

No... Yo no puedo estar sin mi celular. Lo tengo que recuperar... Vámonos —Ana decía con preocupación.

El chico que intervenía volvía a aparecer, esta vez no sabía muy bien que decir respecto a la escena.

—¿Qué demonios fue eso? —preguntaba —¿Qué demo- Qué... Qué? —no se lo creía 

—¿Qué demonios? —Kaigaku frunce el ceño, reconoce esa mirada —No me digas... —se descoloca un poco —¿Va entrar sin permiso y robara su celular? —se preguntaba —Esta niña de verdad es una suicida... 

—¿Decir qué? —Zenitsu no entendía.

—Algo... —Kaigaku ignoro la pregunta, primero quería ver la estupidez que iba a hacer esa niña.

Hmmm, una mala mirada la muchacha trae —Jigoro reflexiona para sí mismo —. Arrepentirse de algo más tarde hará —concluía, iba a hacer algo malo y va a hacer castigada por eso.  

—Esa mirada... —Gyūtarō reconoce esa mirada, es la mirada de una persona desesperada que haría cualquier cosa para sobrevivir, o en este caso, recuperar su celular —¿Va a robarlo? Ojala y te castiguen de la peor forma posible, mocosa ¡Cáete desde una gran altura!

—¿Por qué tiembla como si algo precioso para ella hubiera desaparecido? —Ume preguntaba, solo faltaba que dijera "Mi precioso" mientras temblaba para que fuera más raro. 

—La chica se está volviendo loquita —Managi soltaba una pequeña carcajada —¿Para cuando agarra un cuchillo y mata a la profesora que le quito el celular?

—... —el chico de expresión deprimente miraba al suelo, no quería ver esto, una chica cometerá un crimen del que seguro no se arrepentirá, seguro alegara que es inocente, pues fueron las circunstancias la que la llevaron a cometer ese acto, usara la lastima y pena de los demás para salir impone —No puedo decir nada... Mi existencia se basa en eso —se decía así mismo, eso era, un ser creado para producir lastima, compasión por él, una lastima que sería usada para que los otros puedan cometer actos delictivos sin consecuencia. 

—Siento algo raro... —Hakuji tragaba en seco, ese comportamiento le parece deplorable, va a robar, eso le recordaba a él cuando era pequeño, pero había una diferencia, él robaba por su padre y para pagar su medicina, la chica robara, algo que es suyo, pero cuenta como robar, cometerá tal crimen, solo por un celular. 

—¿Por qué simplemente no espera un día a que se lo devuelvan? —Keizo cuestionaba, esa niña se va a ganar problemas innecesarios.

—Tengo miedo de lo que puede llegar a hacer... —Koyuki tembló un poco.

—Chica insolente, una vez cometas ese acto no habrá marcha atrás, serás castigada —el padre de Dōma negaba fuertemente.

—Si la niña practicara el budismo sabría que hay una ley que dice no robaras —la madre de Dōma negaba al igual que su esposo.

Padre, madre... Si nos ponemos así, ustedes han desobedecido más de una ley... —Dōma fingía sonreír.

El Budismo a diferencia de otras creencias, más que mandamientos o reglas, se crearon leyes que según Siddharta Gautama sirven para curar los males que atacan continuamente el alma del hombre. Según la tradición Budista las acciones son correctas o incorrectas dependiendo del estado mental a partir del que se realizan.

Existen dos tipos de acciones: diestro y torpe, así la moralidad budista es más una cuestión de inteligencia. Las acciones torpes se definen como aquellas que tienen su raíz en la avaricia o deseo egoísta, en el odio y la aversión y en la confusión mental o ignorancia.

Las acciones diestras están basadas en la amabilidad y claridad, son aquellas que se encuentran libres de avaricia, odio e ignorancia, y que están motivadas por la generosidad, por el amor y la comprensión. Consiste en actuar a partir de lo mejor que hay en nosotros, desde nuestra más profunda comprensión e intuición.

Las leyes son bastante cortas y especificas: No matarás, no robarás, no debes cometer adulterio, no mentirás, el budista no ha de beber bebidas alcohólicas, el budista solo ha de comer en los momentos establecidos, el budista no se adornará, ni usará costosas vestimentas, perfumes, ni se engalanará con flores o cosas análogas, el budista nunca sesentará en un sitial elevado, el budista no participará de diversiones mundanas, el budista no tendrá ni aceptará posesiones.

Si seguimos la lógica de sus padres acerca de las leyes budistas, ellos las han incumplido, su madre mató a su padre y luego se mató, su padre cometió adulterio y además de eso, mintió varias veces acerca de eso. Aunque bueno, son solo leyes, no es obligación del todo cumplirlas. 

—Va a entrar a la oficina de la directora y va a robarlo ¿Verdad? —Yorīchi pregunta, se le dificulta saber que es lo que planea esa niña.

—Sí, eso va a hacer... —Michikatsu confirma las sospechas de su hermano —. Una niña cometerá un crimen por un celular...

—Sigo teniendo fe en que no todos son así...

—Tengo que ver videos de perritos en Facebook —imitaba los temblores de Ana —. Tengo que compartir videos re subidos de Missa ¡Necesito mis memes!

Dejaba de temblar como Ana para dar una previsión de lo que podría llegar a suceder con la novela, porque sí, la gracia de esta novela es que es súper predecible si ya sabes imaginar cosas absurdas.

—Voy a adivinar lo que va a hacer ahora. Va a entrar a la oficina de la directora e ira por su celular ¿No?

—¿Qué es Facebook? —Ume pregunta con interés ¿Es en ese lugar donde estaba la imagen del perrito?.

—Ha de ser la página social azul... —Gyūtarō intenta responder la pregunta de su hermana. 

—¿Videos re subidos? —Managi preguntaba —¿Qué clase de reciclaje artístico acaba de proponer? —cuestionaba, se supone que cada obra de arte ha de ser única, no se debe de reciclar.

—Tal vez tenga sus razones, no podemos juzgar las decisiones de los artistas del futuro...

—¿Memes? ¿Qué es eso? —Hakuji preguntaba confundido.

—No sé, tampoco se parece a una palabra que conozca —Keizo admite.

—Suena a algo gracioso —Koyuki admite.

—Espera... ¿Va a robar su propio celular? —Zenitsu preguntaba confundido —Si sabe ella que se lo darán al día siguiente ¿Verdad?

—La desesperación que tiene por obtenerlo ha nublado su razón —Jigoro negaba decepcionado —. Cometerá un crimen totalmente innecesario. 

Si tenemos suerte, la niña se caerá por la ventana y se morirá —Kaigaku pensaba, la escuela de Ana ha de tener más de un piso, las personas con autoridad normalmente nunca se alojan en el primer piso, por lo que para entrar a esa oficina ha de escalar, y si tienen suerte, se caerá y se morirá, el mundo se librara de esa idiota

—Parece que al final si lo va a hacer —el padre de Dōma dijo decepcionado del comportamiento de Ana, antes era deplorable, pero ahora es inaceptable.

—Y pensar que esto es un programa religioso, haber ¿Dónde está la fe? ¿La creencia? ¿O solo se limitaran al milagro al final? —la esposa del hombre cuestionaba, si esto fuera su programa, los dioses serían parte central de la trama.

Si esto fuera mi programa la trama sería de humanos en una pelea a muerte contra divinidades ¿Por qué? Porque sería genial que los humanos venzan a sus amigos imaginarios en pro del desarrollo lógico. 

—¿Ana esta a tiempo de arrepentirse? —Yorīchi intentaba tener fe en Ana, aun no había hecho nada demasiado grave, estaba a tiempo de retroceder y arrepentirse de sus actos.

—De que esta a tiempo, esta a tiempo —Michikatsu admite —, pero no lo va a hacer —responde con sinceridad. 

Recuento de palabras: 4. 700

Publicado: 19/Agosto/2022

Editado: ???

Hey, hey, hey, el Quincuagésimo primer capítulo de este Watching ha llegado y con él mis agradecimientos por tomarse la molestia de leerlo.

Este capitulo la cuarta parte del análisis de la rosa de Guadalupe, la cual he decidido titular "Ana se está volviendo salvaje" Porque de eso trata esta parte, donde nos presentan a una Ana un tanto cambiada, una más agresiva al defender su celular de aquellos que osen intentar arrebatárselo.

Hasta otra, me despido con estas imágenes de Douma pizzero. 

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