¡Extraño! Parte 2
«Esta charla ya me ha hartado»
«¿Te estás burlando del arte que hago?»
«Mocoso maleducado, te voy a meter en un jarrón»
«¡Vas a arrepentirte de lo que has hablado!»
—¡¡Solo 1 minuto con 50 segundos!! —Managi celebró, moviendo sus brazos repetidas veces —¡¡Infeliz traga Chinchin de mierda!! —el artista continuó festejando, bailando un poco.
En efecto, esto sí es música. Que dice... ¡Esto sí es arte!
No han pasado ni dos minutos, pero ya se mostró el mejor acto, no, la mejor hazaña que se podía haber mostrado en este espectáculo. La caída de ese mocoso arrogante sin gusto por el arte.
Ah, que dicha, que belleza, que preciosura. No sabe que arte, en especifico, hace su versión demoniaca, pero puede estar seguro de que ese niño sería un buen material. Nunca ha estado interesado en integrar humanos a sus obras, son demasiado... resistentes, y se nota cuando faltan, pero seguro que con ese niño no tiene ese problema.
¿Y esas púas? ¡Magnificas! Le recuerdan a las de los peces globo. Y si su arte demoniaco de sangre tiene que ver con el mar... ¡Eso significa que puede hacer maravillas! Tal vez invocar peces, o disparar púas recubiertas con sustancia toxica.
Oh, le da escalofríos pensar en la posible obra que hará con ese mocoso maleducado.
—Oh, que elegante es sentir la sofocación. Sin la respiración ni siquiera vales como cazador —Managi sonrió, tétricamente, olvidando que, anteriormente, había visto a Muichirō estando frente a su antepasado, evidenciando que sobrevivió a él.
—Una simple estocada para romperlo no alcanza —Jigoro meditó, ese pilar estaba en bastantes problemas.
No es solo el hecho de que no pueda usar su respiración, es debido a que, muy probablemente, su fuerza física no sea suficiente para atravesar esa prisión de agua. Quizás si recibe ayuda externa, o reúne la fuerza suficiente para perforar las capas del agua podría escapar.
Sabe que Muichirō logró escapar, en ese futuro se enfrentó a la primera luna superior, pero ese fue su caso. ¿Cuantos cazadores no habrán perecido al quedar atrapados en esa prisión?
Kaigaku se tensó, no se quiere ni imaginar la sensación de estar atrapado en esa cosa. Seguramente la visión poco a poco se iría apagando, volviéndose tan distante como la neblina, para luego sucumbir por ahogamiento; el desespero por no morir debe de ser horrible.
Zenitsu tragó en seco, ¿ese demonio acaba de derrotar a un pilar así de fácil? ¡¿Y luego no habían visto que en el futuro ese niño se enfrentaba a la primera superior?! ¡No comprendía nada, no comprendía nada! ¡Ahora entendía por qué este demonio era un rango superior a los dos hermanos!
—¿Ese pescado horrendo acaba de ganarle a un pilar? —Ume ladeó su cabeza, no procesando lo que estaba viendo, se supone que un pilar debería de dar más pelea, ¿no? ¿o es que este pilar es débil? ¿o ese pescado es más fuerte de lo que aparente?
¡Sandeces! ¡Para derrotarlos a ellos se necesitaron de varios cazadores! ¡Para que derrotaron a ese pescado solo bastó uno! ¡Y encima uno que fue derrotado por él antes! ¡No va a aceptar que ese imbécil era más fuerte!
—Su arte demoniaco de sangre no tenía que ver con jarrones —Gyūtarō se rascó su cabeza, no entendiendo el por qué Gyokko parecía tener más de una habilidad de sangre —¿Y para qué son las púas? —preguntó, aunque su instinto le decía que eran venenosas, o algo así.
—Es un idiota —el chico de expresión irritante concluyó, observando a Muichirō atrapado en esa especie de burbuja rara de agua. Prácticamente derrotó al pilar de la niebla y, lo más seguro, es que lo dejó a su suerte, no previendo que se liberaría; eso lo condenó.
El padre del niño de ojos arcoíris arqueó una ceja, ¿no que ese niño había sobrevivido hasta el punto de enfrentarse a la primera luna superior?
—Vaya, esto es inesperado —la esposa del hombre murmuró, ella también recordaba que se enfrentaba a su antepasado. Aunque, rememorando mejor, él tenía un hermano gemelo, ¿no? ¿y si el que están viendo aquí es ese y Muichirō es quien se enfrenta a Kokushibō?
—Pensaba que el "Mu" de Muichirō era de infinito, pero parece que es de 'ineficaz' —Dōma pensó, sonriendo levemente por el estado del cazador —Nah, seguramente sí es de infinito. Es solo que está medio dormido —soltó una pequeña risa, el Muichirō de aquí se ve demasiado ido comparado con el que se vio contra Kokushibō.
—La verdad, por ahora el instrumental no es muy de mi agrado —Nakime pensó, era más simple que otros que han escuchado.
Hakuji hizo una mueca, eso es casi trampa, seguramente ni hubo combate físico del todo en ese combate. Seguramente Gyokko solo disparó esas púas y luego encerró a Muichirō en esa trampa de agua. Sabe que no todos los demonios deben de combatir como Akaza, Gyutarō o Kokushibō, pero deberían al menos hacer uso de capacidades físicas.
—Eso es ser demasiado cruel —Koyuki pensó con tristeza, Muichirō era demasiado joven, y ese demonio lo dejó a su suerte para que se ahogara. Sabe que los demonios son malvados, pero, a su parecer, este era demasiado cruel. Está matando a un niño y, si bien es cierto que no lo logró, eso está mal veas por donde lo veas.
Keizo miraría a su hija, preocupado, no quería que su frágil corazón o salud se vieran comprometidas solo por ver este tipo de actos tan cuestionables. En la gran mayoría de los casos Hakuji o él le tapan los ojos para que no tenga que verlos, pero en otras ocasiones, como este, los toma desprevenidos. Ellos pensaban que Muichirō derrotaría a Gyokko con relativa facilidad, después de todo, en su pelea contra Kokushibō no parecía tener consecuencias graves de un combate previo.
Yorīchi observó el momento en el que Muichirō, el descendiente de su hermano, quedó atrapado en una especie de jarrón de agua. Ese arte de sangre demoniaco es... peligroso. Si no se cuenta con la fuerza física necesaria o, en su caso, con ayuda externa, difícilmente se podría escapar de esa situación.
Era un caso similar a lo que hacía la segunda luna superior, atacar la capacidad respiratoria de los cazadores es un duro golpe para ellos. El hecho de que tenga incrustado, en algunas partes de su cuerpo, esas púas, le da cierta sospecha. Sin embargo, confiaba, y estaba más que seguro, de hecho, que Muichirō logró escapar de esa prisión de agua y venció al demonio.
—Muichirō, eres un buen chico —el pilar del sol pensó, sí, estaba seguro de que podrá partir el agua y derrotar a Gyokko.
Michikatsu frunció el ceño, indignado por el estado de su descendiente. Ese movimiento por parte del demonio era casi una muerte segura. Más si, como se ve en la imagen, Muichirō no posee la marca de cazador.
Gyokko es un demonio intrascendente, pero su arte de sangre demoniaco es peligroso, interesante y, bien empleado, podría ser la perdición de una incontable cantidad de cazadores. Era un arte de sangre que, además de hacer uso de jarrones, parecía estar influenciado fuertemente por el elemento acuático. El ser humano no puede respirar bajo el agua, los cazadores necesitan de respirar, es su enfoque principal. Si se le niega la respiración a un cazador, no solo perderá potencia de ataque, morirá por ahogamiento. Las púas que su descendiente tiene en su cuerpo han de ser importantes también, quizás veneno, sí, es lo más probable; un veneno que debilite la capacidad física del afectado es una buena forma de asegurar que no puedan romper esa prisión de agua. Parece que no es tan inútil como creía, tiene potencial.
—Sin embargo —Michikatsu entrecerró sus ojos, pensando en su descendiente —, ese niño, no, ese pilar posee la sangre de mi familia en sus venas —recordó, rememorando uno de los muchos paseos que hizo con su esposa y sus hijos; que tiempos más lentos y aburridos... —. Y es por eso que... posee un potencial infinito —sonrió, era obvió que iba a lograr liberarse de esa trampa de agua.
«Porque soy perfecto»
«Así fue como nací»
Managi sonrió, confirmando lo dicho por la canción, era perfecto tal y como era. Y eso que no ha analizado como se debe el aspecto de Gyokko. Oh, es que es una belleza perfecta. Gyokko tenía características simétricas y equilibradas. Un ojo por encima y por debajo de la nariz, una boca a cada lado y pequeños hoyuelos llenando el espacio para el ojo más pequeño. Oh, ama los hoyuelos, en algunos contextos son representaciones de lo 'correcto' y de 'perfección'. Gyokko se ve ordenado y rico, no en el sentido culinario de la palabra. Su tez blanca, sin una mancha a la vista, una piel perfecta y superior; digna de una clase social alta.
Todo en Gyokko era perfecto. No comprendía porque lo miran con extrañeza, fealdad o asco. Era perfecto, justo como una obra de arte que fue creada con esfuerzo hasta el más mínimo detalle.
Y no, no porque sus jarrones sean asimétricos signifique que los odia. Sus jarrones tienen esa característica como una contradicción artística de su parte. Son hermosos y perfectos al ser imperfectos y asimétricos. Algo raro, pero innovador. Está seguro que sí algún día sale de su pueblo pesquero y se va a las grandes ciudades, podría venderlos por mucho dinero.
Si buscan a alguien feo, ese es Gyūtarō. Ese tipo tenía marcas cuya forma no es especifica ni consistente. Son asimétricas, lo que es asqueroso, al ser más pesadas de un lado de la cara. Las cejas son torcidas, y al igual que el punto anterior, asimétricas. Su cabello es un desastre y los ojos con una boca grande llenan mucho la mitad inferior de la cara. Algo que definitivamente lo haría ver muy desequilibrado si no fuera por el hecho de que usa su cabello para cubrir su frente. Gyūtarō parece un vagabundo, con el cabello desordenado y su aspecto enfermizo.
No es que diga que Gyūtarō no es genial, al contrario, es imperfectamente feo, lo que lo hace genial como demonio y como humano también. Pero como ¿obra? no, para nada, Gyokko es el perfecto, la obra de arte, la belleza encarnada. Aunque claro, obviamente iba a ser eso sí fue diseñado por él. Puede que Gyokko no tenga recuerdos de su vida como humano, pero su pasión por el arte y el cuidado en los detalles debe ser el mismo.
El chico de expresión irritante rodó sus ojos, otra vez ese payaso estaba diciendo que era perfecto, ¿acaso no se cansa de parlotear de eso? ¡Hasta como demonio sigue con esa costumbre!
—No existe el ser perfecto en este mundo —Yorīchi pensó, al escuchar la canción —, pero sí podemos encontrar belleza en cada aspecto de este precioso mundo en el que se nos dio la oportunidad de vivir.
—En este mundo solo hay un ser que debería ser considerado perfecto —Michikatsu frunció el ceño, al estar disgustado por su propio pensamiento —. Aunque dudo que él mismo se considere así —pensó, al ver a su hermano; el único al que se le podría considerar como perfecto.
—Perfección, sí, claro —Ume puso los ojos en blanco, que desagradable que se perciba así. Está claro que existe gente muchísimo más perfecta que él, como ella, por ejemplo.
—No le hagas caso, solo está delirando... —Gyūtarō dijo, tratando de calmar el posible enojo de su hermanita.
La verdad, ella no tiene por que enojarse. La letra es hecha en base a un loco que se cree mejor que los demás, no hay que tomar en serio lo que dice. Los hechos mismos ya dicen que su hermana, Ume, es más perfecta que él.
—Un poco más y se da auto placer —Kaigaku farfulló, disgustado por la actitud de ese tipo. Era insoportable, del tipo de persona del que dan ganas de golpearlo solo por existir.
—Ujum —Zenitsu asintió, jamás pensó estar de acuerdo con Kaigaku en algo; ese tipo tiene una imagen tan buena de sí mismo que hasta parece que... bueno, si pudiera se... no sabe como decirlo sin que suene mal.
Dōma mantuvo su sonrisa, definitivamente ese demonio era alguien muy divertido. Seguramente era del tipo de demonio que despreciaba a todos los seres vivos, y se reía y se burlaba de ellos desde el fondo de su corazón. Lo cuál lo hace bastante interesante, al, aparentemente, tener ya ciertos aspectos de ese tipo cuando es humano.
Hakuji formó una mueca, definitivamente era un demonio desagradable. Realmente no puede imaginarse como Akaza soportando a esos sujetos que, supuestamente, deberían de ser sus compañeros o colegas, al menos, solo se ve interactuando de forma seca y fría con ellos. En el caso de Dōma es más golpes que interacción.
«Estos herreros son materiales para mí»
«Antes de empezar»
«Mira el arte que he hice»
«Mira lo que sucede cuando muevo la espada así»
Managi silbó, no se mostró su obra de arte, pero, lo más seguro, es que ha de ser hermosa. Innovadora e inspiradora. Seguramente le pondrá algún nombre extranjero que calce con la temática de los herreros.
—Definitivamente es irritante —el de expresión molesta pensó —, pero su arte, seguramente, sea de las pocas cosas que me hagan sonreír —sonrió, levemente, produciendo un sonido similar a un 'Je' —Creo que es un demonio agradable, sabe relajarse haciendo lo que le gusta —la voz relajada dijo, riendo un poco por la sonrisa del enojón —No lo sé, su actitud no me termina de agradar del todo. Su arte es bastante complicado y no lo comprendo, pero... ¿supongo que admiro su creatividad? —la voz deprimente comentó, sin estar muy seguro —¡Este tipo es un genio! ¡¿Usar gente viva para sus obra?! ¡¿Por qué no pensé en eso antes?! —la voz alegre preguntó, incrédula.
—Su actitud en sí es grotesca —Nakime pensó, disgustada por la personalidad del demonio, y también en parte por el comportamiento de Managi, aunque... —. Sin embargo, creo que, en mi versión demoniaca, me va a gustar su arte.
—Iuk —Ume hizo una mueca y se tensó, imaginando los cuerpos de varios, vivos, deformados y con una espada insertada. Eso es asqueroso.
Gyūtarō se removió un poco, le gustaría ver esa... obra de arte. Quiere juzgarla por él mismo.
Zenitsu tembló, ¿eso significa que ese demonio perturbado hace uso de gente viva para hacer obras de arte? ¿Acaso sus jarrones son hechos con personas o es otro tipo de obra más turbia? Sin importar cual de las dos sea la respuesta, siente miedo por ese artista depravado.
Jigoro ejerció fuerza de presión en su bastón, quisiera poder acabar con ese demonio él mismo. Sabe que ya no es lo que era le falta una pierna y su estilo se ha descompuesto un poco, pero odiaba no poder hacer nada. Ese demonio es de los peores que ha visto. No es que mate a las personas para alimentarse, las tortura para mofarse y crear su "arte" algo inaudito.
Es más, eso de los herreros prende sus alarmas. ¿Acaso se refieren a los herreros de la compañía cazadores de demonios? ¿Han encontrado la villa de los herreros? No, eso es imposible, eso es tan oculto que ni los mismos cazadores saben su ubicación.
Kaigaku se removió con asco, le da nauseas pensar en las obras que realiza. No le molesta o le parece asqueroso porque sea cruel, eso le da igual; lo que le da ganas de vomitar es el hecho de que es nauseabundo en sí mismo. Que se los coma y ya, ¿por qué perder el tiempo moviendo una espada?
Hakuji frunció el ceño, apretando con fuerza sus puños. La sangre que tenía en ellas salpico un poco; goteando un poco el suelo. Gyokko realmente lo sacaba de sus casillas. Estaba, no solo devorando humanos, torturando a los débiles sin ninguna pizca de arrepentimiento. Lo odiaba, quería matarlo.
Keizo negó, sin lugar a duda, este demonio era, de entre todos, el peor. No solo porque demostraba estas características desde antes de su conversión, sino por su placer en aplastar la vida humana en todas sus formas.
Koyuki bajó la mirada, triste, no porque no hayan mostrado la obra, es más, agradece ese detalle, es deprimente como alguien como Gyokko podría existir. Nadie merecía ser tratado así, nadie merecía ser torturado, burlado y mucho menos despreciado de esa forma. Mucho menos sí es con una excusa como lo es el hacer arte.
—Divertido. Su arte parece divertido de realizar —Dōma pensó, imaginando la posible obra de arte a la que se refiere la canción —. Sin embargo, el artista normalmente suele confundir estética con sustancia.
Gyokko, por ejemplo, pone en relieve la monstruosidad en la que se puede sumergir el mundo. La brutalidad sin sentido solo inspira a los artistas insulsos, desesperados por un propósito, por una musa. Pero la crueldad, como arte, requiere de ciertos matices. Ni siquiera él, una persona que no siente nada, podría dominar tal "arte", quizás, ese sea el punto de Gyokko. Usar la crueldad como una inspiración para sus jarrones. Tal vez él pueda ayudar, puede plantar algo horrible o perturbado y darle una idea o algo así.
—Un arte demasiado perturbado para existir —el padre de Dōma se quejó, eso era horrible. Torturar a seres vivos solo por "arte" es desagradable, es más, el mero acto de torturar en nombre de algo no divino debería de ser considerado horrible.
—Aunque pueda comprenderlo un poco, la verdad es que concuerdo —la mujer que acompaña al hombre asintió, en el pasado ella también veía cierta belleza en la crueldad, pero luego de cierta fase dejó ese pensamiento.
Yorīchi suspiró, realmente Gyokko es un demonio sin una pizca de humanidad. Ciertamente, todos los demonios a los que ha cazado han perdido esa parte humana que los caracteriza, pero algunos, mantenían ciertos rasgos, aunque sea mínimos. Gyokko no, es más, se puede arriesgar a decir que es así, porque como humano, también tenía una mente retorcida. No quiere llegar a hacer esto, pero, ¿debería acabar con la vida de ese pequeño artista antes de que se convierta en ese monstruo? ¿Cuántas vidas no estaría salvando?
—¿Debería de cortarle la cabeza antes desalir de aquí? —Michikatsu se preguntó, indeciso, en parte quiere que viva para que se vuelva demonio y su descendiente lo asesine, como debería de ser, pero, a su vez, quiere matarlo para evitar ciertos incidentes; aunque no le importen mucho que digamos.
«La luz de la luna se refleja en las aguas del mar»
«Y soy como el océano»
«Profundo»
«Sé tú mismo, a pesar que seas»
«Extraño, extraño»
«Mi arte es perfecto, ¿verdad?»
«Extraño, extraño»
«Voy con la marea»
«Extraño, extraño»
«Soy un monstruo que devora humanos»
«Nunca arruinarás mis planes»
«La vida cambia lo que somos»
«Extraño, extraño»
«Mi arte es perfecto, ¿verdad?»
«Extraño, extraño»
«Voy con la marea»
«Extraño, extraño»
«Soy un monstruo que devora humanos»
«Nunca arruinarás mis planes»
«La vida cambia lo que somos»
Managi bufó, otra vez ese coro, ¿por qué tanta necesidad de repetir eso? Sabe que es un coro y es natural que se repita, pero ¿es necesario que lo hagan tantas veces? ¡Quiere seguir escuchando a la magnificencia de Gyokko!
Nakime observó el bufido de Managi, impasible, no comprende su disgusto. Si bien es cierto que el coro se ha repetido mucho, en términos simples solo lo ha hecho dos veces; es solo que es demasiado largo e intrascendente en general.
«Mira, mira y aprecia lo que hago»
«Mira, mira que forma más perfecta»
«Mira, mira para que luego no estes errado»
«Eso fue mal ejecutado, voy a colocarte en un jarrón»
«Sacaste tu espada»
«Pero estás en mi juego y no puedes ganar»
«Lava tu boca, mocoso»
«Estás en mi agua y no puedes respirar»
—¡Hyo hyo hyo! —Managi reía con fuerza, jactándose de su victoria temprana —¡Eso le pasa por no apreciar el arte! ¡Aquellos que no aprecian el arte merecen ser purgados con la muerte!
—Si sabes que te ganó, ¿verdad? —el chico de expresión irritante dijo, exasperado de que finja ignorancia a los hechos.
—¡Calla! ¡Yo gane!
—Lo que digas —el chico rodó sus ojos, fastidiado de la demencia especifica de ese tipo.
—Hmp. Patético —Michikatsu comentó, viendo a Managi negar la realidad; ¿por qué simplemente no se quema y se va al infierno? De verdad, es desesperante. Aunque bueno, él tampoco es como que tenga muchas ganas de ir a ese lugar.
Yorīchi se le quedo viendo a Managi, por como actúa, negando los hechos, la realidad y demás, puede decir que, incluso en su muerte, no mostrara arrepentimiento y solo se dedicara a insultar a su ejecutor.
Ume se removió, incomoda, avergonzada, ella había hecho algo similar cuando vieron la batalla del distrito rojo que tuvieron sus versiones demonio contra Tanjirō y compañía. ¡Aunque sigue diciendo que lo de Gyokko es patético! ¡Literalmente le gano un pilar al que ya había derrotado!
Gyūtarō desviaría la mirada, a él también le molesta que él y su hermana hayan perdido la batalla. Literalmente los dejaron medio muertos y, aun así, se levantaron y siguieron luchando. Los cazadores de demonios, además de resistentes, tenían una voluntad bastante admirable. Cosa que respeta y, sobre todo, envidia.
—Tsk —Kaigaku desvió su mirada, molesto de que él tampoco se crea que Zenitsu lo haya derrotado.
Él siempre fue superior, siempre entrenó más, nunca se quejó, nunca lloró, siempre intentó cumplir con las expectativas que su maestro esperaba de él, pero no, al final del día, Zenitsu pareciera que logró acercarse y cerrar esa brecha, logrando darle pelea. Jamás pensó que él sería capaz de eso. Y lo peor es que, aun siendo un demonio con un arte demoniaco bastante poderoso, logró llevárselo consigo. Definitivamente, no se cree que eso haya podido pasar.
Zenitsu observó de reojo a Kaigaku, temeroso, realmente lamenta que las cosas hayan terminado de esa forma. No quiere pelear contra él, él quiere pelear a su lado, pero si cambia de bando, uniéndose a los demonios, no tendrá de otra, ¿verdad?
Jigoro suspiró, le dolía que sus dos discípulos terminaran enfrentados y matándose el uno al otro. Sabe que nunca se han llevado bien, que el conflicto es parte de su relación, pero, ¿por qué las cosas tuvieron que escalar a tanto? Es más, si Kaigaku no se hubiera encontrado con la primera luna superior, ¿al menos habrían luchado juntos en alguna batalla?
—Pareciera que yo soy el único que acepta la derrota —Dōma se percató, al ver las expresiones de los otros —. Aunque bueno, tampoco es que me importé mucho si morí o no. Al menos pude sentir algo antes de irme. Solo por eso Shinobu-chan es la mejor entre todos los pilares —pensó, sonriente; esperaba y en el infierno pudiera conservar tal sentir.
«Esa niebla tuya es débil»
«No haces mucha cosa, no me puedes engañar»
«Sé que vas a temer, cuando sientas mi poder»
«Hablaste de mi arte»
«Sin saber la esencia no me vas a juzgar»
«Hoy la luna es hermosa, pues el número 5 va a brillar»
—7 Palabras: ¡Esencia! —Managi alzó su pulgar, dando el visto bueno de ese tremendo verso.
—Ta esencial —el chico de expresión enojada cambió a un gesto placentero por unos instantes, subiendo el pulgar —. Tsk —volvió a la normalidad, manifestando disgusto por lo que acaba de hacer.
—¿Cómo que 7 palabras? —Nakime pensó, sin entender a que se refería.
Yorīchi con su expresión carente de gesto, se quedo viendo la pantalla. La niebla de Muichirō no era débil, en cambio, parece que, a pesar de su edad, ha pulido bastante el estilo de respiración que usa. No sabe si él fue el creador del aliento de la neblina, pero, sin importar si lo es o no, es fuerte y digno de su puesto como pilar.
Michikatsu frunció el ceño, ciertamente, la luna es hermosa, pero no es porque, supuestamente, la quinta luna superior se luzca; la luna es hermosa porque trasmite dignidad, respeto, belleza y un montón de cualidades que no se pueden reducir a ser un mero escenario de actuación. Solo alguien digno, como él, puede hacer uso de la luna como su símbolo. Además, ¿quién se cree él para hablar de superioridad frente a alguien que posee su linaje? Menos mal, pronto, su descendiente le cortará la cabeza.
«Hoy estás perdido»
«Eres como un pececito, pues estás en mi mar»
«Continúa nadando»
«Continúa nadando»
—En efecto, esto debería de ser patrimonio de la humanidad —Managi se recostó en su silla, dichoso de haber sido protagonista de esta obra musical —. Creo que hasta he superado a la obra de arte que se nos mostró antes.
—Ni que fuera tan difícil —el chico de expresión enojado rodó sus ojos, superar a esa rosa blanca es fácil, sigue sin comprender como esa cosa es patrimonio de la humanidad en el futuro.
—¿Por qué no mostraron la parte en la que Muichirō lo decapita? —Michikatsu cuestionó, decepcionado de no ver como su descendiente calla para siempre a ese demonio.
—Supongo que la canción quiso dejar al demonio con la incertidumbre de si es derrotado o no —Yorīchi respondió, intentando que su hermano no tenga un sentimiento tan negativo encima.
—Pero nosotros ya sabemos como termina, no es necesario el misterio.
—¿La canción quería evitar que el demonio fuera arrebatado de su dignidad?
—¿Tiene dignidad?
—....
—Hmp.
—¿Seguiré yo o...? —Nakime pensó, mirando de reojo al más cercano a ella; el chico de emociones y personalidades cambiantes.
—¡Les juró que los matare si siguen jodiendo! —Sekido gritó, enfadado por volver a tener al Voltorb.
En este preciso momento estaban jugando al minijuego "Hot Bob-omb", pero con un Voltorb en lugar de un Bob-omb. Es un minijuego de tipo batalla, es decir, todos contra todos. Se podría decir que es como el juego de la patata caliente.
En este sentido, los 8 jugadores, están lanzándose los unos a los otros un Voltorb que está a punto de explotar. Solo hay un único perdedor, el que hace explotar la bomba. El que pierde ha de pagarle 5 monedas a cada uno de los jugadores; una mierda, pues en esta versión del juego hay 8. Así que, en total, debería de pagar unos 35 poké a los otros sí pierde.
Muchos pensaran, ¿de verdad alguien puede tener tantas monedas en la segunda ronda? Sí y no. En parte no, porque en la primera ronda a lo mucho y puedes obtener 15 monedas, pero sí hay una forma de obtener tal cantidad, o al menos acercarse a eso.
Todos empezaron la partida con 15 monedas, los desarrolladores del juego decidieron ser generosos y configurarlo así. Karaku había obtenido 7 Poké, llegando a la cantidad de 22, Rotom había obtenido 15, llegando a la cantidad de 30.
Puede que no llegara a las 35, pero sí se le acerca bastante. Sin embargo, los inútiles e idiotas de sus 'hermanos' se la siguen pasando a él. Alguien que tuvo la mala suerte de perder 3 monedas, siendo el único pendejo que tiene menos monedas que con las que empezaron.
—En vez de enojarte, deberías de centrarte en lanzar al bicho este —Karaku dijo, riendo por la situación.
Era realmente gracioso como su Musharna lanzaba al Voltorb al jugador de al lado con sus bracitos tan pequeños. Hubiera sido mejor que usara sus poderes psíquicos, pero parece que los desarrolladores no pensaron en eso.
—...
Aizetsu estaba en silencio, se encontraba calculando la velocidad y el momento exacto en la que debería de darle al botón y pasar la bomba para evitar toda posibilidad de fracasar.
Aunque le parecía patéticamente 'adorable' que su Greavard utilizara sus dos patas delanteras para lanzar un Voltorb; era tan inverosímil, aunque supone que no podía esperar mucha coherencia, después de todo, él fue quien escogió un Pokémon cuadrúpedo en un juego donde se usan manos y pies.
—¡Que dejen de pasármelo a mí, cabrones! —Sekido dijo, gritando, ese bicho puede explotar en cualquier momento y se lo siguen pasando a él.
—Jajajaja —Urogui reía, pasándole de nuevo el Voltorb a Sekido. Era divertido joder porque sí a la representación del enojo; era tan fácil de provocar.
Le agradaba este minijuego, era divertido y casi todos ganaban, solo había un perdedor. Además, era admirable como su Pyroar se paró en dos patas y usa las delanteras para atrapar y lanzar la bomba. Es un ídolo, una diosa.
—¿Cómo demonios el Rotom puede tocar al Voltorb? Es más... ¿por qué juega? La explosión no le afectara al ser tipo fantasma —Badir pensó, estando pendiente de si la bomba llega a las manos de su Maractus; cosa sorprendente es que no se lo hayan pasado ni una vez.
Aunque le sorprende mucho que la versión que están jugando sea la primera. Este minijuego tenía dos versiones. En la primera solo había un perdedor y tres ganadores, en el segundo solo había un ganador y tres perdedores. Aunque agradece que sea así, si fuera la otra versión habría más posibilidad de que uno de ellos acabe peleándose con otro.
Al menos así pasó con Elián y unos amigos suyos de la primaria cuando los invitó a jugar un Mario Party. Al final su hermano terminó peleándose a puño limpio con todos ellos y los otros niños, al final del día, se fueron con un diente menos, moretones e hinchazones, y, en el caso más grave, con un hueso a nada de quebrarse. Sí, Elián desde que nació ha sido particularmente fuerte...
—¡La puta madre! —Sekido gritó, al recibir de nuevo al Voltorb —¡Dejen de joder! —lo lanzó al Rotom, el cual terminó por hacer explotar la bomba —¡Aja, he sobrevivido!
—¡Se acabó! ¡Rotom ha perdido!
—Felicidades —Badir dijo, aliviado de que ninguno de ellos perdiera, sobre todo, Sekido. En verdad, odiaba tener tanto miedo, aunque él, en este momento, sería la representación del miedo, ¿no?
—Nah, así que chiste —Urogui hizo un puchero, molesto de no haber podido hacer enfadar a Sekido más de la cuenta.
—Te salvó la campana, amigo —Karaku sonrió, riendo por la expresión de victoria de su compañero enojón.
—Te dije que tu suerte iba a mejorar —Aizetsu comentó, con la mirada baja; se salvó de la ira de su compañero, por ahora...
—Hmp.
Sekido sonrió levemente, al fin ha liberado parte de su frustración. Ver como las monedas de ese bicho eléctrico fantasma van a parar a manos de todo el resto lo hace algo feliz. Tal vez no lo parezca, pero disfruta mucho del sufrimiento de otros, aunque, en este caso, no cree que sea posible disfrutar de tal cosa; la computadora que controla a Rotom no parece importarle dar las monedas.
—Ronda 2 —un aviso apareció en la parte superior de la pantalla —¡Le toca a Greavard!
Aizetsu le dio a botón 'X', esperó un poco, y volvió a presionar el botón, haciendo que su perrito golpeara el dado, dando un resultado: un 10.
—¿Otra vez un puto 10? —Sekido preguntó, incrédulo, el clon deprimente había tenido dos tiradas perfectas seguidas.
—Como dije, no pedí mi suerte —se encogió de hombros, restándole importancia —. Si me disculpan, la estrella es mía.
Avanzó, con rapidez y sin tapujos, por cada casilla hasta su destino. La estrella, aunque no comprende porque no la cambiaron, después de todo, la estrella siempre ha estado relacionado más con Mario que con Pokémon. Pero quizás, solo quizás, la estrella en el universo de este juego, pertenezca a Pokémon y no a Mario; cosa que no puede imaginar.
—¡Vaya! ¡Tienes lo que hace falta para ser una super estrella! ¿Quieres obtener una estrella? —Jirachi, la encargada de proporcionar la estrella por métodos convencionales, dijo, dando las opciones a elegir.
—Sí.
—¡Pues esta estrella es para ti!
El Greavard, al recibir la estrella, se paró en dos patitas y comenzó a bailar. Cosa que confundió a la mayoría de los presentes. Lo único que sabían, al menos, es que la primera estrella de la partida había sido conseguida.
—La siguiente estrella está... —Jirachi expresaba, mientras comenzaba a flotar hacia su próxima parada —¡En este lugar! Aquí está la estrella.
Karaku y Sekido se miraron de reojo, había caído a tan solo unas 7 casillas de ellos. El clon relajado sonrió, él tiene más chance de quedársela, él tira primero. Sekido gruñó, él era el último en tirar.
Urogui era el siguiente de ellos que tiraría, aunque antes debería de esperar a que Goodra termine su turno. Para Sekido era desesperante, esperar a que un pseudo legendario olvidado por la mano de todos termine su movimiento. Para Karaku, por otro lado, solo reiría entre dientes, pensando en una Goodra diciendo "¿Vende pan?"
—Buh, un 4 —Urogui dijo, suspirando, al menos ha avanzado un poco; quizás pueda comprar algo en la tienda de Kecleon.
El clon de expresión relajada esperó, observando como el Alakazam avanzaba 5 casillas al ser el resultado de su dado; pronto se haría con la estrella.
—¡Le toca a Musharna!
El clon presionó el botón, esperó, volvió a darle y, tan pronto vio el resultado, suspiró:
—Un 6...
Por una casilla... eso es tener mala suerte. Al menos tiene monedas nuevas. Suspiró, era un mal turno; aunque no tanto para el Rotom, que había quedado en la miseria, cero monedas y ningún objeto.
El Pokémon eléctrico/ fantasma tiró el dado y avanzó, cayendo en una casilla con una especie de bolsa. Acabo obteniendo un objeto llamado "Bolsa de Objetos" cuya descripción era algo preocupante.
—El Rotom acaba de obtener un objeto bastante roto, ¿no? —preguntó Badir, leyendo la descripción "¡Para llenarte de objetos hasta reventar!" —¿Eh? —frunció un poco el ceño, viendo como el Rotom celebraba y la bolsa se abría, explotando y liberando tres objetos —¿Esto es legal?
—Lastimosamente, sí. —Aizetsu dijo, observando como ese Pokémon había obtenido un calcio, una llave maestra y un dado triple.
—Bueno, me toca a mi —Badir aspiró, presionando el botón, esperando dos segundos, volvió a darle, y obtuvo su resultado en el dado —. Vaya, un dos...
Monedas, al menos obtuvo algo bueno, 7 monedas para ser exacto. Parece que va a ser el típico pendejo que para el final de la partida tiene más de 100 monedas y, en cambio, ni una jodida estrella.
—¡Al fin! ¡Más te vale que obtenga un 7! —Sekido amenazó al juego, señalando a la pantalla del televisor.
No se la esperó, le dio al botón y repitió la acción al instante. El dado se detuvo casi en el mismo momento en que fue lanzado, dando un 8 de resultado.
—¡Valió la pena ese primer turno de mierda!
La Tinkaton avanzó por el tablero hacía el objetivo, pasando por la casilla para comprar la estrella. Espera... acaba de darse cuenta de algo. ¡Él no tiene 20 monedas! En principio, todos tenían 15, pero perdió 3, dándole un total de 12. Rotom le cedió 5 monedas, haciendo que, actualmente, tuviera 17 Poké. Es decir... ¡Qué no puede comprar la estrella!
Sekido irradió un aura de muerte, sus ojos rojos emitieron cierto brillo. El enojo que sentía era indescriptible, tenía ganas de matar a todos en esta habitación y, sin embargo, puede decir que ese acto no lo saciaría por completo.
Lo peor es que, ahora, justo después de pasar la estrella, cayó en una casilla de monedas, haciendo que ahora tenga 22 monedas. ¡Odia este juego!
—Sekido —Aizetsu susurró, mirando con tristeza al mencionado, haciendo que este lo mirara con enojo —. Mira que tienes a pocas casillas.
Sekido frunció el ceño, observando las cercanías a su casilla; le dolía ver que había pasado la estrella, pero, se percató, Aizetsu tenía razón. No todo estaba perdido.
—Je. No importa —la representación del enojo dijo, quitándose mucha frustración de encima.
Badir sudó en frio, realmente agradece ser bastante fácil de calmar cuando está enojado, no se imaginaba si la representación del enojo que estuviera aquí fuera la de una persona más explosiva.
Ya vendría otro minijuego, se giró, viendo al reloj, ya debería de haber terminado el video. Debe ir y seguir con lo programado. Esperaba y no haya pasado nada.
—Chicos, lo siento, pero debo ir a seguir con la función.
—Estaban con Gyokko, ¿no? —Urogui preguntó, ladeando su cabeza; el aspecto de este siempre le ha parecido peculiar.
—Sí. Tengo miedo de que se alterara por saber que perdió de forma humillante.
—Lo dudo —Sekido interrumpió, negando fuertemente —. Te hice elegir la canción que no mostraba como lo derrotaban. Así al menos conserva la poca dignidad que le quedaba.
—Ah... era por eso —Badir comprendió, recordando que su clon de la ira le negó poner la de BynMc —. Bueno, debo ir a supervisar eso. Ustedes den la curiosidad —dijo, desapareciendo poco a poco.
—¡Dile a Gyokko que a nuestro tío Ceo le habría encantado su arte! —Karaku gritó, no muy seguro de si Badir lo escuchó o no.
La verdad, el arte de Gyokko era tétrico, perturbador, sádico y cruel. Cosas que, aunque no suelen verse moralmente bien, le encantan a su tío como una fuente de diversión y hasta de placer. Al igual que Gyokko, se podría decir que es un artista, aunque su enfoque es algo diferente.
"El arte requiere de cierta... crueldad" "El sufrimiento es el corazón del drama y, recuerda, el artista no debe dudar en ejecutarla" Dos frases que su tío le decía cuando era un poco más pequeño.
Sí... no puede decir mucho de su tío. Es bastante inteligente y lo admira por eso, pero duda mucho de su sentido respecto a lo que es "correcto" o no. Aunque, ¿a quién va a engañar? Nadie en su familia posee tal cosa, ni él, aunque en su caso si intenta mantener un sentido 'normal' de las cosas.
—Creo que no te pudo escuchar —Aizetsu comentó, negando levemente, no ve la necesidad de que su versión original diga eso.
—Es que realmente siento que le gustaría —Karaku dijo, riendo y sobando su cuello un poco —. Digo, ambos encuentran arte en la crueldad, ¿no?
—Nuestro tío ve la crueldad como un arte lleno de matices. No creo que le agrade del todo las obras de Gyokko, esas son más del tipo "brutalidad con sentido insulso" —Aizetsu opinó, alzando su mirar levemente.
—¿Y a nuestra prima? Digo, ella parece que heredó un poco de su visión artística.
—Nah, a Liz no le agradaría eso —Urogui dijo, ella era de las pocas personas inocentes de su familia.
—Que ahora se llama Asteria, joder —Sekido frunció el ceño, odiando recordar algo que ya le habían dicho.
—Ah, sí...
—Yo creo que sí le gustaría —Karaku sonrió, recordando un momento de su pasado, uno muy... relajante.
Era un día de fin de semana, había sido llamado por sus tíos para cuidar a sus dos primas. Eran bastante problemáticas y cansinas, así que las mando a dormir. La primera obedeció, pidiendo dulces para cuando despertara. La segunda, en cambio, se quedo despierta con él, que buscaba entretenimiento en la televisión.
Su prima, Liz, le comentaba que, nada más tuviera la oportunidad, entraría en el mundo del espectáculo. Logrando convertirse en una gran actriz, para cautivar a todo el publico que la observara.
Él, en su ignorancia, se giró y le dijo:
—No dejes la escuela, Liz. Harás grandes cosas en tu vida.
No es que no apoyara a su familiar, no, para nada, es un buen camino el que quiere recorrer, pero, por favor, que termine primero la escuela. Que no la abandone solo por un sueño el cual, al fin y al cabo, no sabría si su madre apoyaría.
—Ya hice algo... ¡Fuego! —dijo, para luego alejarse corriendo, regresando al poco tiempo con un periódico en la mano —¿Ves? —lo abrió, mostrando una noticia en específico.
"Incendio en escuela causa la muerte de 10 niños, todos menores de 8 años"
Leyó la noticia, lentamente, poco a poco una sonrisa nerviosa apareció en su rostro. Su pequeña prima al parecer estuvo bastante ocupada y, no solo eso, también fue bastante lista para no dejar ninguna prueba.
—El fuego es hermoso... ondulante, tentador.
Oh, que recuerdos. Cuando él era pequeño hizo algo similar. Solo que, en su caso, no fue a una escuela ni mucho menos tuvo como consecuencia la muerte de varios. Fue solo un incendio controlado a uno de los muchos guardarropas de su familia.
—Y quema muchas cosas —la pequeña sonrió, para luego alejarse un poco —. Me gustaría que lo hubieras visto. La escuela hizo "Wush, Fush" y se murieron.
—¿Tus compañeros? ¿Aquellos con los que jugabas?, hphm... —observó pensativo a su prima, que negó, al parecer hizo un buen trabajo evitando acabar con la vida de aquellos que le importan un poco; eso le suma muchos puntos.
—¿Fue una buena obra de arte?
—Bastante llamativo para mi gusto, pero, para ser tu primera obra... creo que es bastante buena —Badir opinó, acariciando la cabeza de la pequeña.
Aunque estaba un poco preocupado, si las autoridades llegan a descubrir la culpable... su madre tendrá que realizar más de una llamada. Y su tío probablemente tenga que hacer más de una visita para silenciar a los afectados indirectos. Quizás no lo parezca, pero, entre todos los de su familia, menos su hermano, es el que intenta mantener más normalidad y menos... ¿actos cuestionables?
El recuerdo de Karaku se vio interrumpido con el sonido de una campana. Era la indicación que deben dar una curiosidad. No sabe por qué, pero siente que hace mucho que no hacía eso.
—Cuando Managi mató al niño y los padres lo atravesaron con un tenedor de pesca de dos puntas, en venganza, pensaron que moriría desangrado. Sin embargo, cuando Muzan pasó por el lugar y vio a Managi en esas condiciones, ya había pasado más de medio día —Karaku dijo, sonriendo por dar la curiosidad.
—Es penoso que no haya muerto de inmediato. Los padres tenían claras intenciones de matarlo, han de haber apuntado en algún órgano vital importante. Que sobreviviera solo lo hace ver a esos dos como insensatos.
—Debieron apuntar al corazón o al menos cortarle la garganta —Sekido dijo, enojado por el error cometido por los padres del niño.
Ya lo había dicho su tío Ceo cuando era niño "Si quieres encargarte de alguien. Lo mejor es que apuntes a los órganos vitales o, en su caso, a la garganta. Una garganta cortada puede hacer maravillas, ¿sabías?"
Sí, cuando era niño realmente lo sacó mucho de onda en el pasado. A día de hoy nunca ha tenido que recurrir a sus consejos, y lo agradece, no quiere que lo vean como un perturbado. Podrá serlo en algunos aspectos, pero no en ese.
—Aunque también el niño fue muy pendejo. ¿Por qué se burla de una persona que es mal vista por los otros aldeanos? ¿Qué acaso no sabe que, si alguien es mal visto, es por algo? Fue un idiota —Sekido dijo, quejándose de la imprudencia del mocoso. Los niños pueden ser inocentes e ingenuos, pero no estúpidos.
—Era un niño. Dudo mucho que previera eso —Urogui dijo, negando, normalmente ellos no piensan mucho en las consecuencias de sus actos.
Ciertamente el provocar a un hombre como Managi fue una mala idea, pero, muy probablemente, en su mente, pensaba que no habría peligro en decir ciertas cosas negativas respecto a él.
—Bueno, eso no le quita lo pendejo.
Recuento de palabras: 7. 173
Publicado: 23/Julio/2023
Editado: ???
¡Hola, hola! ¡Aquí Blaze, con el Sexagésimo quinto capítulo de este Watching!
¿Cómo han estado? Aunque técnicamente solo han pasado unos cuatro días desde que subí la parte anterior.
Quiero agradecer a todos los lectores por leer el capitulo y esperar pacientemente por su llegada. Al tratarse de una segunda parte, técnicamente debería de ser una actualización rápida, pero demoro porque estaba algo ocupado, y quizás porque me quede dormido ayer en la tarde y solo pude terminar en la noche.
En fin, el próximo capitulo es el del demonio Hantengu, o mejor conocido, el demonio viejito con clones papuchos. La verdad, tenía fe en que el anime lo haría más conocido, y vaya que sí lo hizo...
Pd: Este capitulo fue terminado el 22 de Julio a las 11 de la noche, pero como quiero probar la función de "Programar para publicar más tarde" la programare para que se suba el 23 de Julio en horas de la mañana. Más o menos a las siete de la mañana, para que esté desde temprano.
Bueno, me despido con estas imágenes de Gyokko.
Estas imágenes pertenecen al usuario 박요원 de pixiv, el cual tiene mucho material de Gyokko, por si les interesa.
Y algunas imágenes de Managi como cazador de demonios, claro, porque esto no existía cuando hice los capítulos enfocados en esto... Hantengu también tiene.
¡Ah! Cierto... casi se me olvida... Este capitulo está patrocinado por Blue Beetle. Recuerden, este 17 o 18 de Agosto, solo en Cines. ¡¡Es hora de Escarabajear!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro