¡Extraño! Parte 1
Badir suspiró, después de dar la curiosidad, y volteó a ver a sus clones emocionales. Aun dudaba mucho de la 'explicación' de Sekido, era convincente, sí, pero algo le dice que falta información relevante.
Bueno, tampoco es que tenga la obligación de matarse la cabeza por esto. Duda mucho que las autoridades o alguien de importancia descubrieran que el culpable de ese apagón fue él. Y sí lo hacen, nada que una llamada de su madre no arregle.
—Bien, supongo que ahora sigue Gyokko —estiró sus brazos hacía arriba y unió parcialmente sus manos —. Ay, realmente la preocupación hace que mi cuerpo se ponga algo tenso.
Se sentó nuevamente en la silla, poniéndose cómodo, y buscó la lista de reproducción en donde tenía guardadas en orden las canciones que verían. Ahora es el turno de Gyokko. Muchas canciones no tenía, unas dos o tres.
Los clones emocionales se acercaron y, aunque no se sentaron, mantuvieron su vista fija en la pantalla de la computadora.
—Esa no me gusta —Sekido frunció el ceño al ver la canción elegida —. Mira, incluso la pusieron en 'no listado' por lo que ni deberíamos estar viendo eso.
—¿Preferías la de RGM? —Badir preguntó, arqueando una ceja —. Porque sí es así, entonces dudo de que seamos la misma persona.
—Esa tampoco me gusto —rodó sus ojos, manifestando disgusto —. Y tampoco menciones la que está en español de Enzo.
—¿Qué? —Badir frunció el ceño —¿Desde cuando hay canciones de Gyokko en español?
—Desde septiembre del año pasado.
—Eso es imposible —el joven negó, dudando de lo dicho por su clon emocional.
—Yo puedo confirmar eso, la canción que el dice salió el 22 de septiembre —Karaku soltó una pequeña risa —. Aunque no es tan bueno, al menos la puedes entender.
—¿Cómo carajos en el 2021 va a haber un rap de Gyokko? —Badir miró con desconfianza a los dos, encontrando esa afirmación como una locura.
—¿2021? Pero si me refiero al 22 de septiembre del 2022... —Karaku no entendió a su ser original, el enojado claramente dijo "El año pasado", ¿no?
—.... —Badir frunció el ceño —. Si saben que estamos a 12 de septiembre del año 2022, ¿no?
—Para nada, estamos en Julio del 2023 —Aizetsu intervino, evitando una posible disputa por un malentendido.
—¿Qué? ¿Cómo es eso? Hace poco revise la fecha y no deberían de haber pasado cuatro meses desde que llegamos aquí. De hecho, revise las noticias y, efectivamente, estábamos en septiembre.
—Por muy deprimente que sea... el tiempo pasa de formas bastante disonantes y poco coherente aquí. Algunas veces pueden pasar meras semanas en nuestro mundo y en otras ocasiones hasta meses...
Badir bajó su cabeza un poco, ¿o sea que ha perdido un año de su vida estando aquí encerrado? Aunque bueno, para él no ha pasado más de uno o dos días desde que llegaron. Pero lo que importa es que, en su mundo, el tiempo pasa y eso le afecta mucho.
—Sí, yo me sorprendí cuando el primer lugar en el que salí fue en Julio del año siguiente. Tuvieron que pasar dos horas para que me diera cuenta y pudiera usar el camino del tiempo e ir a la fecha correcta —Urogui se disculpó, sonriendo y riendo al mismo tiempo.
—Espera, ¿ustedes también? —Karaku se giró hacía sus compañeros emocionales, pensaba que él fue el único pendejo que había aparecido en esa fecha sin querer.
—Solo dure unos momentos ahí —Sekido refunfuñó, demostrando disgusto —. Era un lugar horrible y parecido a una distopía, ¿sabían que Elon compró Twitter?
Badir, se tapó la boca con horror —Dime que no ha cambiado las cosas a lo loco... por favor, que no cambie ni censure cosas...
Los otros clones se tensaron un poco, a ellos tampoco le hacía mucha gracia la posibilidad de que eso pasara.
—Lastimosamente, o afortunadamente, no sé.
Badir y sus otros clones suspiraron, demostrando cierto malestar, o en el caso de Aizetsu alivio, de permanecer en la ignorancia respecto a este tema. Twitter es una de sus redes favoritas por las ridículas peleas y, en general, cosas absurdas que pueden salir de ahí. Aunque en un principio solo lo usaba para ver dibujos, en algún punto encontró satisfacción al leer los conflictos tan innecesarios e idiotas en las que se metían algunos.
Como decía su madre cuando era niño "Hijo, hay que aprender a reírse de las desgracias, en especial, las que les suceden a otros" Ah, tan sabia. Gracias a ella aprendió que es mejor ver al mundo arder y no arder en él.
—En mi caso me entere que se murió alguien considerado por muchos como 'Inmortal' —Karaku alzó su mano, agregando un dato.
—Sí, ya leí que se murió la reina de Inglaterra.
—¿Qué? No, me refiero a Chabelo.
—¡Chabelo se murió! —tanto Badir como Urogui gritaron al unisonó, sorprendidos por tal noticia.
—Bueno, al menos Mirtha Legrand ahora reina en el podio de las inmortales —Aizetsu murmuró, masticando un poco más de sus mini chocolatinas.
—Yo solo fui a Argentina y deje algo en una lápida —Urogui admitió, sonriendo de forma radiante —. Fue divertido, conocí a mucha gente.
Badir y los otros clones se miraron, confundidos por esas palabras. Ellos no tenían conocidos en ese país ni mucho menos estaban interesados en ir a visitar a alguien en un cementerio de ese lugar.
—¿Hiciste amigos en un cementerio? —Sekido frunció el ceño, su ceño fruncido denotaba enojo —. ¿Si sabes lo ridículo que suena eso?
—No era un cementerio, era un parque.
—¿Hay una lápida en un parque? —Karaku preguntó, interesado en ese lugar.
—¡Sí!
—¿Y de quien es la lápida? —Aizetsu preguntó, que triste ha de ser que tu cadáver este enterrado en un lugar publico donde seguramente haya seguridad dudosa.
—¡De una estatua de Gaturro!
Nuevamente, los clones y Badir se miraron entre sí, ahora más confundidos que antes.
—¿Te refieres a la estatua que habían manchado hace años? —Badir preguntó, extrañado de que quitaran eso y pusieran una lápida en su lugar.
—Sí y no. La quitaron y pusieron una nueva.
—Le doy 3 días —Sekido acentuó su ceño, eso no durara más de una semana, eso es seguro.
—Yo le doy dos —Aizetsu comentó, la gente es rápida, más cuando se trata de eso.
—¡Acertaste! —Urogui guiñó su ojo, mirando a su versión deprimente —¡La quitaron a los dos días y la gente puso una lápida en su lugar! ¡Algunos le llevan flores y otros regalos!
—Pobre, no duro nad- —Aizetsu iba a decir, pero fue interrumpido por Karaku.
—¡Pendejo, no dura nada! —el clon de expresión relajada intervino, interrumpiendo al entristecido.
—No entiendo a la gente —Sekido gruñó, molesto por la actitud de las personas —¿Odian al gato, lo aman o qué?
—Aman odiarlo, o eso me dijeron —Urogui dijo, sobando su cuello con su mano, no estaba muy seguro —Por cierto ¿tú que hiciste? —le preguntó a su compañero entristecido.
—¿Yo? Pues fui a la cita y poco más... —respondió, él no hizo mucho a parte de eso.
Lo único 'diferente' que hizo fue leer algunos libros que tenía pendientes y dirigir su atención en algunas novedades de juegos. Ah sí, también conoció a su nuevo pokémon favorito, pero no es que eso sea importante o amerite alguna mención. Así que no, no tiene algún dato interesante que pueda aportar aquí.
Tal vez debería de mencionar que se adelanto unos días y fue al cine a ver la película de Barbie, pero no es algo trascendente. No quiere que sus versiones emocionales se 'burlen' de que haya asistido a esa función. Podrán ser la misma persona, pero las emociones a veces pueden afectar los gustos de la persona. Lo único que puede decir... es que fue la mejor decisión de su vida.
—¿Qué tal estos dos? —Badir llamó a sus clones, señalando a los dos posibles opciones.
—LexClash y BynMc —Karaku nombró —. Me gustan los dos.
—Elige el que está en español —Urogui recomendó, señalando el segundo video —. Es más fácil así, ¿no?
—A veces —Aizetsu asintió, confirmando las palabras de su amigo, aunque hay algunas excepciones.
—No, elige el primero —Sekido frunció el ceño, golpeando levemente la cabeza de Urogui —. Me lo agradecerás luego.
—Ok... bueno, ya vuelvo —Badir se esfumó, dejando en soledad a los otros.
—¿Quieren jugar un Party que me encontré por ahí? —Urogui preguntó, antes habían jugado al Uno, ahora seguía ese.
—Bien, damas, caballeros, niños y niñas —el anfitrión apareció de la nada —. ¿Les gusto la anterior función? —preguntó, la canción de Kaigaku tuvo que ser algo interesante.
—No —Ume dijo, cruzándose de brazos por la molestia —¡Ese tipo nos reemplazo!
—Ya... ya... —Gyūtarō acarició la cabeza de su hermana —No pasa nada... Nosotros éramos más fuerte que él.
Ume disfrutó de las caricias de su hermano, pero no por eso va a dejar de estar enfadada. Su sangre hierve al saber que, tras su muerte, ese tipo que tanto cariño le había dado la haya reemplazado por el primero que se le apareció. Ese tal Muzan, seguro que la llegó a tratar mejor que a los demás, y aun con esas se atrevió a darle su puesto a otro.
—¿Qué si me gusto? Para nada —Kaigaku gruñó, esta maldita canción hizo que recordara momentos de su vida que odia y le demostró que su vida se fue a la mierda desde el primer momento en el que se encontró con esa jodida luna superior. Lo peor es que hasta como humano, ese hombre le produce terror.
—Fue... dolorosa —Zenitsu admitió, tanto él como su abuelito sufrieron mucho. Sigue sin comprender porque las cosas terminaron así. Tal vez, solo quizas, si se hubiera llevado mejor con Kaigaku, muchas cosas se habrían evitado.
—Era algo que tarde o temprano veríamos —Jigoro dijo, cansado de toda esta situación —. Aunque agradezco, en parte, que se me permita direccionar a Kaigaku en el buen camino —pensó, no iba a permitir que esto suceda —. Disculpa, chico, ¿podrías quitarle a mi alumno eso de que no escuche ciertas cosas?
Kaigaku frunció el ceño, eso no le gusta; ya se había acostumbrado a tener esa maravillosa bendición de silenciar a aquellos que le hacen enfadar.
—Claro —el anfitrión chasqueó los dedos, arrebatando la sordera especifica que le puso a Kaigaku.
—Gracias.
—Mientras tanto, ustedes que piensan —el joven le preguntó al resto de espectadores.
—La canción hizo mucho daño —Yorīchi comentó, fue por culpa de los demonios que todo esto ocurrió. Él debió de matar a Muzan cuando pudo, no, él debe acabar con Muzan antes de que todo esto suceda. Cuando regrese, lo hará, esta vez sin preguntas.
—La verdad me pareció decepcionante que hayan cortado la parte de la batalla —Michikatsu opinó, realmente quería ver que tan lejos llegaría ese chico como demonio. Sabe que, posiblemente, no se convierta en alguien de extremo poder como él, pero al menos un nivel decente ha de tener, ¿no?
—La verdad, sigo diciendo que es un muchacho muy mal agradecido —el padre de Dōma dijo, cruzando sus brazos, traiciono a los suyos dos veces y, aun así, sigue pensando en que hizo lo correcto.
—Le tiene un inmenso miedo a la muerte —la esposa del hombre asintió con levedad, mirando al pelinegro —. Mientras siga teniendo miedo, no podrá avanzar como se debe.
—Ahora que lo pienso... según él —Dōma observó al anfitrión, parpadeando un poco —... Mucha gente me detesta con ganas —recordó lo que le dijo antes de ver sus imágenes —¿Por qué me odiarían más a mí que a él? —se preguntó, mirando a Kaigaku un poco.
Él no siente nada, por ende, no le molesta en lo más mínimo que lo odien o lo maldigan. Pero le parece curioso que en el video donde estaba vestido de sirvienta todo el odio haya sido dirigido hacia él y en ningún momento a Kaigaku. ¿Acaso él es el único odiado aquí? Porque le parece 'injusto' que no haya denigraciones hacía ese chico y, en cambio, a él sí.
—Su historia me parece triste —Koyuki admitió, no estaba justificando al chico ni le parecía correcto lo que había hecho o lo que hará, pero siente lastima por lo que tuvo que pasar para sobrevivir.
—Su pensamiento es demasiado egoísta e individualista, no me agrada mucho —Keizo, el padre de la chica, opinó. El hecho de que sacrificara a sus seres queridos le parece aberrante, pero puede entender que el deseo de sobrevivir sea más fuerte que los lazos que hizo. Lo que no perdona es que haya ido en contra de las enseñanzas de su maestro; eso no se hace.
—Lo odie —Hakuji dijo, secamente. Ese tipo es todo lo que odia, incluso más que Dōma. Él habría muerto por aquellos que considera su familia. Él jamás se arrodillaría frente a alguien. Y lo peor, es que deshonro a las enseñanzas de su maestro, igual que lo hizo Akaza; eso le hace hervir la sangre.
—La voluntad de ese chico es tan débil que me entristece —el chico de expresión deprimente suspira —. Aunque supongo que, al final, todos obtienen lo que merecen —dijo, cabizbajo, él, en algún punto del futuro, también morirá de una forma decadente, ¿no?
—Sí, sí, sí, lo que sea —Managi agitó su mano repetidas veces, impacientado por lo que sigue —¡Ya dejemos de hablar de ese idiota y sigamos con la super estrella!
—Ay, no... —el chico al lado del joven artista emanó un aura deprimente; no quería ver como ese tipo se jactaba con su protagonismo de forma exagerada.
—¿Por qué dices eso? —Managi se giró con rapidez y lo tomó por la parte de la prenda que cubría el pecho de su secuaz —¡Siéntete libre de compartir tu alegría conmigo! ¡Derrama lagrimas de gratitud y elogia este suceso tan increíble! —agitó repetidas veces el kimono de su compañero.
—Ah~ —el chico entristecido gimió un poco, le dolía esos movimientos erráticos, le deprimía no poder defender- —Oye —llamó con enfado, sujetando con fuerza la mano del agresor —, más te vale que me sueltes, maldito. Te advierto, que si no me sueltas, sabrás porque la gente considera que yo no siento más que enojo. Haré que pagues por creer que, por creerte mi jefe, puedas mirarme fijamente a mis ojos —dijo, amenazando al artista y, con presión, aumento la fuerza que ejercía su mano.
—Parece que volviste, maldito cascarrabias —dijo y, adolorido, soltó los ropajes de su secuaz —. Auch.
—Hmp —el humano enojado se arregló el Yukata, realmente odiaba a estos abusivos.
—Ya, ya, cálmense —el anfitrión suspiró, realmente odiaba cuando las cosas se salían de control —. Mira, vas a tener tu canción, como te prometí, pero no esperes mucho.
—¡¿Cómo no voy a esperar mucho?! ¡Esta es una muestra de lo popular que es Gyokko!
—Sí... —entrecerró sus ojos, dándole la razón; era mejor así.
Aunque ahora que lo piensa, puede que sí tenga parte de razón. Ya que la tercera temporada del anime acabó, significa que puede haber Fanarts y hasta fanáticos del personaje. Unos pocos, pero ha de haber.
—Bueno, espero que lo disfrutes. Puedes avanzar al asiento de los protagónicos o quedarte ahí. Total, vienes solo —comentó, rascando su cabeza, realmente no sabía que hacer aquí —. Nuevamente, espero un buen comportamiento de su parte, adiós —el anfitrión dijo, desapareciendo al terminar.
—¡Lo prometo! —Managi dijo, despidiéndose; realmente estaba feliz por tener su propia canción.
—Tu situación da pena —el chico de expresión irritante comenta, indignado por estar al lado de este tipo —. No tienes a nadie que te acompañe, estás solo y a nadie le interesa tu canción. Eres tan irrelevante que hasta un niño causo tu derrota.
—Calla —Managi ordenó, frunciendo el ceño —¡Gyokko tiene una canción! ¡Pronto tendrá imágenes, mercancía, fanáticos! ¡Por todo el mundo!
—Sí... antes la mocosa del celular se vuelve querida.
—¡¿Cómo puedes comparar al todo poderoso Gyokko con esa insoportable?!
—¿Por qué? Porque puedo y quiero. Solo eso me basta.
—¡Respétame al Gyokko! —Managi gruñó, odiaba como le faltaban el respeto.
—No. Mejor mira, ya empezó tu mierda.
—Ya empezó, mi obra maestra —corrigió.
—Por favor, que alguien haga que se callen —Nakime, la más cercana a ellos, pensó. En otra ocasión ella habría tocado una nota con su Biwa para silenciarlos, pero si lo hace en este momento, más que silenciarlos, solo se estaría metiendo en el conflicto.
La melodía comienza a sonar, mostrando un fondo amarillento que era opacado por un fondo más blanco e iluminado. Una imagen de Gyokko era presentada en la parte lateral derecha, aunque uno de los bracitos del demonio llegaba hasta el centro. Algunas letras aparecieron, formando palabras; eran los créditos, en este caso los encargados de la edición y del Thumb. Luego salió el encargado de dar su voz y de hacer la letra de la canción.
—¡No sé que es edición o que es Thumb! ¡Pero gracias por brindarle esta obra a su nuevo y todo poderoso ídolo! ¡Y tú, sí, tú, señor Lex, eres el interprete más talentoso del mundo! —Managi sonrió, emocionado de ver quienes son los artistas que hicieron posible tal maravilla musical.
El joven irritado rodó los ojos, realmente este tipo es exasperante e insoportable. No entenderá nunca su necesidad de que otros lo admiren.
Nakime observó fijamente la imagen de Gyokko. Era grotesca, horrible, horrenda, para nada hermosa o admirable. Pero... si lo ve desde cierto punto, podría catalogarlo como un arte incomprendido, incluso para ella. Tal vez se deba a que es humana, pero sí alguien le mostrara eso, como un dibujo y no una criatura real, podría decir que es innovadora y digna de una historia de terror para interpretar.
—Sigo sin acostumbrarme a esa apariencia tan fea —el padre de Dōma hizo una mueca, manifestando disgusto —Aun no puedo creer que nuestro hijo se lleve bien con él.
—Bueno, él no tiene emociones. Así que su apariencia no podría importarle menos —la esposa del hombre opinó, mirando a su hijo levemente; se pregunta como ve su hijo el mundo en general, jamás habría imaginado que existiera alguien sin la capacidad de sentir.
—Espero y sus jarrones sean bonitos. Me gustaría plantar algo —Dōma pensó, imaginando los posibles lugares en donde pondría las decoraciones que su compañero le daría —... aunque, ¿qué podría plantar? —se preguntó, pensando en las muchas opciones: lotos, lirios, alguna planta exóticamente linda.
—Me pregunto si sus bocas podrán hablar... —Koyuki murmuró, viendo como ese demonio tenía bocas en el lugar de sus ojos y uno de sus ojos en el lugar de su boca.
Era bastante feo y desagradable a la vista, pero si te quedabas viéndolo un poco un rato no era tan malo. Hasta parecía un hada o un Yokai algo peculiar. Pero su aspecto, aunque al principio, sí le produce cierto malestar.
—Nunca entenderé por qué cree que esa cosa es hermosa —Hakuji hizo una mueca, disgustado por ver a Gyokko.
Ese demonio era claramente repugnante. Hasta ahora los demonios que han visto no pasan de ser, en general, humanos con una tonalidad de piel pálida y alguna que otra cosa como cuernos, tatuajes, marcas, u ojos extraños, pero Gyokko se lleva el logro de ser el más asqueroso. Hasta el rey de los demonios, parecía más 'humano' que esa cosa.
—Bueno, tal vez ve... ¿cualidades artísticas en eso? —Keizo no supo que responder ante lo dicho por su alumno. Además, el no comprende mucho de ese tipo de arte, tal vez un artista pueda explicar el porque tiene una apariencia tan... ¿horrorosa?
—No me gusta. Es bien feo —Ume dijo, asqueada por ver a esa criatura de aspecto tan poco agraciado. Diablos, hasta la versión vieja del chico que estaba al lado de ese tipo era más 'linda' que ese monstruo. Por todo lo que es bello en el mundo, ese bicho debería ser exterminado, debería ser pecado ir en contra de lo hermoso de esa forma.
—Bueno, dicen que hay obras de arte que deben ser apreciadas a pesar de ser feas —Gyūtarō opinó, al menos eso ha escuchado en el distrito rojo; aunque nunca ha visto una. Además, todo es feo comparado con su hermana. Ella es la única persona hermosa en este mundo inmundo.
—Bueno, una fuente de información es... —Jigoro se reincorporó, sujetando su bastón con fuerza.
—Esa cosa es bien fea y encima da mucho miedo —Zenitsu tembló, ni se lo imagina encontrándoselo en la noche; sería terroríficamente horrible.
—Me da asco —Kaigaku puso sus ojos en blanco, ese demonio era asqueroso hasta para él.
Michikatsu sonrió un poco, ese eral el demonio al que su descendiente decapitó, ¿no? Que dicha. Pensar que alguien tan talentoso como para que a una corta edad tuviera tal poder provendría de él y de su familia. Ah, maravilloso. Se pregunta sí necesito la marca para poder lograr tal cosa...
Yorīchi miraría a la imagen de Gyokko y luego a Managi. No sabía que tuvo que pasar para que un artista se convirtiera en alguien tan horrible. Un demonio que utiliza el arte como una excusa para matar de forma sádica. Realmente se culpaba por permitir que Muzan siguiera creando tales aberraciones en un mundo tan hermoso.
La melodía continuo, mostrando ahora el mismo fondo con el crédito de la persona encargada del instrumental de la canción. Luego, la escena cambió, mostrando unos jarrones con diseños florales; en esta parte dan los créditos al que realizo el Mix.
—¡Oh, que belleza musical! ¡Acompañado con mis hermosos jarrones! ¡Hyo hyo hyo! —Managi elogió, riendo por ver a sus obras.
—Mientras más habla, más asqueroso me parece su arte —el chico de expresión irritante pensó, mirando la pantalla con los brazos cruzados y la mirada fija —Oh vamos, es divertido —la voz alegre dijo, riendo un poco —Ni modo, no todos pueden ser tan carismáticos como nosotros —la voz relajada dijo, riendo junto a su compañero —Tristemente, su personalidad le juega mucho en contra —la voz deprimente opinó, pensando en como Gyokko serían un demonio insoportable —Su aspecto da miedo... —la voz miedosa dijo, gimiendo del terror.
—¿WB BEATS? —Nakime leyó el nombre del encargado de la melodía —. Supongo que se trata de un seudónimo.
Michikatsu frunció el ceño, ahora que mira bien los jarrones del demonio, puede dar un veredicto respecto a su arte. En primera, no son simétricos. En segunda, sus dibujos son una mierda. En tercera, la personalidad del artista es tan desesperante que no puede elogiar la obra.
Yorīchi observó los jarrones, apreciando el trabajo con el que fueron hechos. Es una lastima que un artista tan bueno se convirtiera en un ser tan cruel. De haber seguido con su arte de los jarrones como humano seguro le habría ido bien.
—Bueno, para ser feo hace bonitos jarrones... —Ume murmuró, el diseño floral es bonito. Puede que sea algo asimétrico, pero puede ser lindo. Las flores le dan un toque familiar y hermoso, valdría mucho en el mercado.
—Hmm —Gyūtarō asintió, la verdad no está muy interesado en el arte de ese tipo, pero sí su hermana lo dice es por algo.
—Pues no están mal —Keizo opinó, la verdad, el precio de esos jarrones podría varía de época en época, pero la verdad no están para nada mal. Son bonitos y serían una buena decoración, podrías hasta plantar algo verdaderamente hermoso para que combine.
—Parece el hogar de un hada de los jarrones —Koyuki admitió, era bastante lindo. Las flores en su diseño eran preciosos y su asimetría, aunque muchos consideran que sea un error, la verdad como que la hace una obra única.
—¿Un hada del qué? —Hakuji no entendió, ¿qué es un hada de los jarrones?
—Pues hace bonitos jarrones —el padre del niño de ojos arcoíris dijo, mirando fijamente las obras —. No entiendo por qué se volvió demonio, podría haber ganado una buena imagen siendo un artista a su modo.
—Creo que muchos en la localidad lo verían mal por su actitud y no le comprarían nada —la mujer que lo acompaña dijo, sonriendo falsamente —. Pero en las afueras seguro muchos comprarían su arte.
—¿Se podría plantar algo que no es una planta? —Dōma pensó, metido en su mundo e ignorando lo que sucede en la introducción de la canción.
—Oh, creo que un día un comerciante tenía uno de esos —Zenitsu dijo, mirando los jarrones, y trató de recordar mejor —. Creo que eran bastante caros...
—¿Caros? ¿Esa cosa fea es cara? —Kaigaku frunció el ceño, eso no tenía sentido.
—¿Estás seguro? —Jigoro preguntó, tal vez ese demonio venda sus jarrones de alguna manera a humanos y luego esa sea una forma de conseguir victimas.
«Desde pequeño olvidado»
«Me miraban extrañados»
—Las nuevas opiniones siempre son puestas en juicio y encuentran oposición, generalmente, sin ninguna otra razón que la de ser nuevas —Managi bufó, indignado de que todos en su pueblo lo miren mal y lo juzguen con la mirada; ¿qué hizo él para que lo vean así? A lo mucho y admirar la belleza de los cadáveres de sus padres. No comprende porque tanto repudio hacía él solo por opinar que eran hermosos, poéticos, magníficos.
A veces piensa que tienen una mala opinión de él porque le gusta recolectar cadáveres de peces o por sus comportamientos algo extraños. Pero, ¿por qué odiarían a alguien solo por eso? Ellos trabajan con peces, son un pueblo pesquero, debería ser normal ver a alguien recoger los cuerpos de los pescados muertos. Y en cuanto a sus comportamientos... si alguien lo va a juzgar por hacer cosas raras, que lo juzgue solo sí jamás ha hecho algo considerado raro por otros. Todos tienen el derecho a ser únicos a su manera.
—Así que una victima —el chico de expresión irritante pensó, manteniendo su postura de brazos cruzados y ceño fruncido —Bueno, su personalidad tampoco es que sea la mejor —la voz deprimente comentó, entristecido por escuchar que ese chico era juzgado; aunque en parte tenían sus razones —Je. Para ser alguien que es mal visto en su hogar, es bastante alegre —la voz, en un tono de jubilo, opinó —. Oh amigo, realmente me gustaría ver una venganza de su parte siendo un demonio —la voz relajada dijo, esperando obtener la dicha de presenciar eso aunque sea en este video.
—Bueno, al menos es popular en su localidad —Nakime pensó, imaginando estar en su lugar —... al menos eres conocido, por algo malo, pero conocido al fin y al cabo.
Ella desearía ser igual de conocida o reconocida en su pueblo. Era una interprete bastante desconocida, casi nadie veía sus funciones. Los pocos que lo hacen no son frecuentes y ni siquiera puede considerar que tiene un publico selecto o fiel. Solo esperaba que, en algún punto, las cosas mejoraran para ella; antes de ser una demonio, quiere decir.
—Bueno, no sé como serán las cosas en las afueras, pero en el distrito solo lo verían mal por pobre o feo —Ume mencionó, conociendo a las personas de su hogar, es así como evalúan sí eres bueno o malo.
—No entiendo por qué lo verían así —Gyūtarō rascó su cabello con fuerza, mirando a Managi —. No es feo y seguro gana dinero.
La verdad, Gyokko era horrendo. Era incluso más feo que él. Parece una especie de serpiente o pescado venenoso con brazos pequeños y bocas en los ojos. Pero Managi, era una persona que, aunque no era hermosa, sí podría decirse que no era feo. Si es por la cantidad de riquezas, pues ya que él hace jarrones, podría decirse que al menos gana algo.
Kaigaku frunció el ceño, ¿Ese tipo es un rechazado? ¿A quién le importa? Rechazado o no, no te debe importar. Mientras siga vivo podrá ganar algo, algún día. Solo debes sobrevivir, en algún punto, si sigues, podrás demostrarle a los otros que ganaste. Ese siempre ha sido su pensamiento, pero, si es así, ¿por qué su destino fue no tener nada?
—Para ser juzgado... tiene una buena imagen de sí mismo —Zenitsu murmuró, ese chico ha estado, desde que llegó, demostrando tener mucha, pero mucha, confianza en sí mismo y hasta pareciera que es capaz de decir que es el mejor.
—Supongo que es una forma de resguardarse al miedo de que juzguen mal su arte —Jigoro meditó, pensando en la peligrosidad de ese chico. Si alguien insulta su arte, es capaz que, en algún punto, pueda actuar imprudentemente o en un arrebato de ira y dañar a otros solo porque estos no gustaron de su arte.
—Supongo que han de verlo mal por su actitud —el padre de Dōma dijo, suponiendo la razón de las malas miradas.
—Eso explicaría el porque se encariñó con el otro hasta el punto de nombrarlo su secuaz —la madre del niño de ojos arcoíris concordaría, mirando al chico de expresión irritante.
—Se nota que este tipo tiene una historia tan irrelevante que, en vez de poner imágines de lo sucedido, el video solo muestra un fondo negro con la letra de la canción —Dōma pensó, pensando en la posibilidad de que, si sintiera algo, sentiría pena por la vida vacía del demonio conocido como Gyokko.
—"Desde pequeño olvidado" —Michikatsu repitió, pensando en lo cierto de esas palabras. En primera, es más que obvio que ese demonio es... irrelevante. Puede deducirlo solo por el hecho de que, hasta ahora, es la única cosa que han visto de él como protagonismo. Se podría decir que no tiene nada trascendente y solo sirvió de carne de cañón para que su descendiente se luzca. Que no se queja, debería sentirse digno de ese papel.
Yorīchi estaba mirando a Managi. No sabía porque otros tendrían razones para verlo mal o juzgarlo. Quería comprender el por qué se volvió un demonio. Tal vez fue por inconformismo al ser siempre visto así, pero lo duda. Quizás deba preguntar... O tal vez la respuesta venga conforme avanzan.
—¿Por qué no hay imagen?—Hakuji preguntó, frunciendo el ceño. En las otras canciones al menos había imágenes que, aunque no estaban relacionadas con lo que se cuenta, podrían mostrar un poco; aquí directamente solo es un fondo negro con letra.
—¿Por qué lo miran mal? —Koyuki se giró para ver a su padre, buscando una posible respuesta; Managi, en verdad, hasta ahora le parecía ser alguien gracioso y, aunque un poco raro, algo carismático.
—Respecto a sus preguntas, no tengo ni idea —Keizo respondió, mirando a su hija y a su alumno —. Puede que no haya imagen porque no se tiene evidencia de eso o alguna otra razón. En cuanto a por qué lo miran mal, supongo que por su forma de actuar.
—¿Por su forma de actuar? —Koyuki ladeó su cabeza un poco, no piensa que Managi sea alguien detestable.
—Supongo que no les gusta que "se crea mucho más de lo que es" —Keizo dijo, no sabiendo como explicar lo que quería decir.
—Disculpa, ¿sabes por qué te ven así? —la chica cuestionó, tratando de no sonar intrusiva; aunque parece que no lo logró, la expresión del chico ante la pregunta es algo rara.
—¿Por qué? —Managi se recostó un poco en su asiento —. No tengo ni idea —respondió, encogiendo sus hombros —. A veces pienso que es por lo de mis padres. Otras muchas creo que es por mi costumbre de recolectar cadáveres de peces.
El enojón a su lado produjo un leve gruñido, eso es lo más idiota que ha escuchado; y eso que tiene que convivir con atrocidades como alegría y relajación, dos mentalidades que parecían ocultar en su interior varías cosas que hasta para él son asquerosas.
Nakime permaneció impermutable, la verdad, aunque no esperaba eso, no le sorprendía. Ha estado lo suficientemente cerca de ese chico como para saber de que es capaz. No duda que, en algún momento, ese resentimiento que se gano de los otros lo termine matando.
Ume se removió incomoda y saco su lengua, asqueada por lo que acababa de escuchar. Eso es, sin lugar a duda, asqueroso, repugnante, nauseabundo, repulsivo y todo lo relacionado con la inmundicia.
Gyūtarō se le quedo viendo a Managi, pensando: —¿Y lo malo?
Los padres de Dōma, parpadearon algunas veces. De todas las posibles cosas que podrían ser las razones de que la gente no guste de su presencia, esa es la más... ni siquiera saben como definirlo.
Dōma soltó una pequeña risa, mentalmente, que sujeto más divertido.
Kaigaku frunció el ceño, menuda estupidez. Que forma más idiota y repugnante para ganarse el odio de la gente. Hubiera sido más entendible si lo hacía porque robaba u otra cosa.
Zenitsu se le quedo viendo a Managi, ¿por qué hace eso? Eso era muy... extraño. Casi hasta le recordaba a lo raro que era ese chico cabeza de jabalí que conocerá en el futuro.
Jigoro, al igual que su nieto, estaba mirando al chico; es un... joven bastante peculiar, hasta para él.
Yorīchi se giró, mirando a su hermano, abrió la boca, iba a preguntar algo: si era normal o no el acto de recolectar los cuerpos de los peces. La verdad, lo más cercano que ha visto a eso es cuando Uta, su esposa, cuando era niña trataba de recolectar renacuajos para tenerlos de compañía, para luego arrepentirse y dejarlos donde estaban.
—No —Michikatsu respondió, deduciendo la pregunta de su hermano. Y no, para nada, eso no es normal. Es asqueroso y es evidente como va a causar que los aldeanos miren con malos ojos a ese mocoso. Capaz hasta crean que ha perdido la cabeza.
—¿Recolectas los cuerpos de peces muertos? —Koyuki ladeó su cabeza, entendiendo un poco la situación; en verdad es un poco asqueroso, pero no afecta directamente a los otros, ¿no?
—No hay manera de que te la pases haciendo eso todo el rato, ¿verdad? —Hakuji se palmeó la frente, con razón la gente lo veía mal
—¡Lo hago!
—Piensa un poco en los que te rodean. Si sigues actuando así en algún punto te arrepentirás.
En el pasado él también actuó como un idiota. Si bien es cierto que no se arrepiente de lo que hizo por su padre, si lo hace de las cosas que dijo y algunas otras cosas que hizo. Ya no quiere ni recordar cuando se jactaba que podía resistir incontables latigazos o que golpeaba a todos los que se le cruzaran solo porque la ira lo abrumaba. Menos mal Keizo y Koyuki llegaron a su vida, porque si no... no sabría en donde habría acabado.
—¿Pensar en los que me rodean? Nah —Managi descartó tal cosa, él no va a dejar de hacer eso solo porque a otros les molesta. Es su vida, él decide que hacer con ella.
«Mis padres sufrieron un accidente»
«Ahogados»
«No es que estuviera feliz, bonitos cadáveres en frente»
—"Todo protagonista, sin importar el que sea, debe tener aunque sea una pizca de tragedia" —Managi dijo, encantado por la dirección de la obra maestra que está escuchando.
Como dice la canción, él no estaba feliz por la muerte de sus padres. En primera, era un niño cuyos padres un día se fueron y jamás volvieron; no fue hasta que un tiempo después se encontraron sus cuerpos, ahogados, irreconocibles. Él no encontró atractivos o bonitos los cuerpos de sus padres, lo que encontró atractivo fue lo irreconocibles que quedaron.
La naturaleza del agua, del mar, era peculiarmente hermosa. Capaz de deformar hasta los seres humanos. Oh, que hermosura, no sabe la cantidad de belleza que ha de estar oculta debajo del inmenso cumulo de agua. Las miles de muertes de las que ha sido responsable el océano... ay, que precioso.
¿Acaso es un crimen el admirar el arte que puede crear el agua? Porque de ser así, se declara culpable.
—Estás trastornado —el chico de expresión irritante opinó, manifestando disgusto por el actuar del que está a su lado. Tan fácil que era sobre exagerar o trastocar los eventos para aprovecharse de la situación y lo primero que hace es dejar ver el tipo de persona que es: un loco que ama ver gente ahogada; —Uff, ese si no le tiene miedo al éxito —la voz alegre dijo, impresionado por no darle miedo a hacer lo que le gusta cuando otros están mirando —Deberíamos aprender de él —la voz relajada admitió, quejándose de que, muchas veces, no le dejan hacer cosas solo porque enojo, tristeza y miedo creen que pueden salir mal parados —Triste, tiró su vida a la basura cuando le demostró a los aldeanos sus cuestionables gustos —la voz deprimente opinó, dando un tono de compasión y pésame al pensar en su situación —... que miedo, mi jefe es un demente —la voz miedosa chilló, aterrado de los gustos de su "amigo"
—Trastornado no estoy —Managi negó, refutando tal acusación —. Solo disfruto de las exquisitas obras del mar —dijo, deleitándose por tener unos gustos tan finos —. Y no deberías llamar 'Trastornado' a otros. Después de todo, eres una persona que tiene una personalidad por cada emoción que tengas.
—Hmp —el chico frunció el ceño, gruñendo, ¿cómo puede decirle eso? Ellos son las victimas. Ellos eran los miserables. Son los otros lo que abusaban de él, siendo alguien tan desafortunado y miserable.
Nakime, aunque inexpresiva, sonrió levemente. Era un gesto tan pequeño que nadie debería de darse cuenta. ¿Es esto lo que se conoce como la comprensión de un artista incomprendido? Ciertamente tampoco encuentra lo bello en los cadáveres de los peces o de las personas ahogadas, pero puede entender que, en cierta forma, se trataban de los gustos de un artista incomprendido.
—Iuk —Ume hizo una mueca, eso era incluso más asqueroso que lo anterior —¿Cómo puede encontrar hermoso eso?
Gyūtarō alzó la mirada un poco, se preguntaba como habían sido los aspectos de los cuerpos de los padres de Managi. En su caso, el cadáver de su madre estaba rodeado de moscas y casi no mostraba diferencias a como la veía cuando estaba viva. Bueno, tampoco importa mucho, igual lo único bueno que dejo su progenitora fue su hermana.
—Parece que desde pequeño tenía cierta inclinación al comportamiento de un demonio —Jigoro pensó, escuchando la canción —. El maravillarse con los cadáveres, posiblemente, deformados no es algo normal.
—Ese tipo tiene una mente muy perturbada —Zenitsu tragó en seco, comprendiendo porque como demonio era tan repulsivo; no era solo su apariencia, era porque su comportamiento, incluso siendo un humano, era bastante cuestionable.
—Me da asco —Kaigaku pensó, no porque le gusten los cadáveres, a ese tipo le puede gustar lo que se le de la gana. Es asqueroso porque ese maldito cree que puede escudarse en decir que son hermosos. Que no oculte las cosas, que diga que le gusta lo horrible. Los cadáveres ahogados son casi tan horribles como los jarrones que hace.
—Se supone que una persona debería lamentar la muerte de sus padres —Hakuji apretó los puños, disgustado por la apreciación de Managi a los cuerpos de los que lo criaron y cuidaron.
—Bueno, tampoco es como si dijera que estuviera feliz y agradecido por ello —Keizo pensó, aunque en parte tenía razón; era de mal gusto que admire los cuerpos sin vida de sus padres de esa forma.
—Hakuji-san... —Koyuki musitó, al escuchar a su acompañante. No pensaba que Managi pudiera llegar a ser así; parecía tan gracioso y bueno que le costaba crear que admirara cadáveres de gente ahogada o recolectara peces muertos solo porque disfruta de su belleza. Si le gusta el mar... ¿por qué simplemente no lo admira? ¿por qué debe disfrutar de las consecuencias negativas de este?
—Es... un demonio —el padre del niño de ojos arcoíris siseó, ese pensamiento y disfrute por la muerte de otros seres humanos, incluyendo los seres cercanos, solo lo tendría un demonio.
—O alguien muy mal de la cabeza —la mujer que lo acompañaba murmuró, conocía algunos en el templo con gustos similares, pero su hijo había logrado, sorprendentemente, calmarlos y direccionarlos por otro camino menos turbulento.
—Otro anormal que quiere llamar la atención —Dōma pensó, recordando como algunos de sus adoradores podrían manifestar este tipo de gustos extraños —. Con esto renuevo mi pensamiento de que los demonios están sobrevalorados, no hacen falta en este mundo, entre los mismos seres humanos hay gente que puede llegar a ser peor que ellos —sonrió con levedad, era tan divertido.
—Sea eso o no, se nota que estaba destinado a ser un demonio —el hombre dijo, cruzando sus brazos. Aunque luego tembló, recordando que su esposa y su hijo tampoco es que fueran muy normales.
—Padre, creo que no estás en posición de decir eso —Dōma pensó, literalmente la mujer con la que su padre se casó es capaz de matar y el hijo, o sea él, que tuvo con ella es un ser sin la capacidad de sentir. Ya con eso se puede evidenciar que todo lo relacionado con su padre muy bueno no es que sea.
Yorīchi, aunque mantuvo su expresión carente de emoción, al escuchar lo dicho por la canción sintió tristeza. No podía comprender el por qué existen personas que son indiferentes a las muertes de sus seres amados. Él estuvo al lado del cuerpo de su esposa por días. Sabe que la noticia del fallecimiento de sus padres no alegro a ese niño, pero, el que quede maravillado por sus cadáveres es algo horrible y que opaca la decencia con la que el ser humano debería de ser tratado.
—Ah —Michikatsu pensó, al ver el disgusto de algunos en la sala. Realmente, no entendía el malestar, esto no podría ser más irrelevante. Aunque es curioso, una historia irrelevante para un demonio intrascendente.
«Tú no me eliminas»
«Ahora te tengo en la mira»
«Tú me trataste injustamente»
«Fui transformado»
«Mira mi belleza esparcida por todo el mundo»
—¡Ey, ey, ey! —Managi cortó la canción, agitando su mano repetidas veces —¡¿Por qué no me dicen por qué me convertí en un demonio?! —preguntó, gritando por tremenda indignación.
En todas las canciones que han escuchado y visto se ha dejado claro las razones. Los hermanos del distrito rojo lo hicieron por la situación en la que se encontraban. El cazador lo hizo para no morirse y sobrevivir aunque sea unos días más. El artista marcial porque el rey demonio lo transformó al encontrárselo y confundirlo con un demonio. Al que no tiene emociones, aunque no se diga, es obvio que lo convirtieron por no tener emociones o poseer un culto con influencia. Y al otro lo hizo para superar a su hermano, es decir, por envidia.
Los únicos que faltan son él, su secuaz y la señorita sombría que toca Biwa. Pero es porque no han mostrado nada de ellos. ¿Y ahora le vienen a decir que, en su canción, en donde es protagonista, no van a decir la razón? ¡Eso es injusto!
El chico de expresión enojada sonrió, un gesto leve, de forma casi imperceptible. Era agradable ver como ese sujeto recibía lo que merecía. En otras palabras, nada. Eso es lo que gana por creerse el mejor; que nadie lo tome en cuenta ni de forma seria.
Nakime parpadeó, aunque su peinado ocultó tal acción, realmente esperaba que lo que le acaba de suceder a Managi no le pasara a ella. Deseaba saber la razón por la que se volvió demonio, no quería que lo omitieran, como en este caso.
—Hmp. Intrascendente —Michikatsu confirmó sus sospechas, entrecerrando sus ojos. Ya ni es necesario presenciar esto. Es más que obvio que no importa sus razones para convertirse en demonio, el resultado será el mismo.
—¿Qué? —Yorīchi miró a su hermano, no entendiendo el por qué cree que el o los motivos de ese chico para volverse un demonio sean carentes de importancia. Ciertamente ellos son cazadores de demonios y acababan con ellos sin importar su pasado o historia. Pero no por eso deberían insensibilizar las razones de su conversión ¿Qué existían humanos con mentalidad retorcida que se volvieron demonios? Pues claro, pero también existían personas buenas que fueron forzadas por ese hombre a serlo.
Este chico, aunque con un actuar y pensamiento bastante cuestionable, podría ser uno de esos casos en donde se vio forzado a ser un demonio. O quien sabe, puede ser del otro, pero, ya que no se dijo, no podrá saberlo. Sin embargo, con esto no quiere decir que va a justificar sus acciones como demonio. El mero hecho de que prioricen su egoísmo y malvada naturaleza al acabar con humanos para comerlos hace que su destino sea la muerte; ya sea por él o por la de otros cazadores de demonios.
—Nada —respondió, ignorando los posibles pensamientos de su hermano. Realmente, no estaba interesado en este demonio. De hecho, la única razón por la que lo recuerda es porque su descendiente fue quien acabó con él.
—¿Por qué no dijeron la razón de su conversión, onii-chan? —Ume miró a su hermano, buscando una respuesta.
Gyūtarō solo voltearía para ver a Managi, el cual estaba quejándose, y se le quedo viendo un rato. La verdad, no tiene ni idea. Ese chico, aunque mal visto, parecía tener lo suficiente para vivir con normalidad. No le hacía falta casi nada. Hasta tenía un pasatiempo.
—No tengo idea, Ume —dijo, disculpándose por no ser capaz de responder la duda de su amada hermana.
—Oh... es que da pena —comentó, mirando a Managi —. A parte de feo, irrelevante.
—Tal para cual —Dōma concordó con lo dicho por su mascota; Gyokko y su versión humana eran igual de poco importantes —. Su razón para ser demonio es tan irrelevante e intrascendente que, seguramente, ni la recordó antes de su muerte.
—Como dije, ese niño estaba destinado a ser un demonio —el padre del niño adorado dijo, manteniendo su opinión e ignorando el hecho de que tiene una esposa y un hijo no muy cuerdos.
La esposa del hombre acompañó la reafirmación del hombre con una risa. En parte, era adorable como ignoraba el hecho de que sabía que, en ese futuro, varías cosas le pasaron. Pero sabe que, internamente, le tiene miedo. Espera arreglar eso cuando vuelvan.
—¿Entonces no hay una razón conocida para que se haya transformado en demonio? —Koyuki preguntó, eso era realmente triste. Si no sabe que lo orilló a volverse esa criatura, ¿cómo lo va a poder evitar?
—La verdad no me sorprendería que lo hayan convertido sin razón alguna —Hakuji murmuró, capaz Gyokko es de esos demonios que fueron transformados solo porque Muzan estaba por ahí, convirtiendo a gente para ver si salía un demonio con las cualidades que él buscaba.
—No deberíamos precipitarnos aun, puede que uno de los chicos que nos trajeron aquí nos aclaren eso más tarde —Keizo dijo, tratando de no juzgar antes de tiempo.
—Parece es fácil enojarlo —Zenitsu se encogió sobre sí mismo, ese chico ya le estaba empezando a dar miedo. Podría hasta matar a alguien solo por estar enfadado.
—Quizás ese sea la razón —Jigoro pensó, infiriendo un poco las razones de la transformación de ese chico a demonio.
En primera, es evidente que tiene problemas al controlar su enojo. En segunda, habla de que alguien lo quiso eliminar y, ahora, lo tiene en la mira por haber sido tratado de manera injusta. Quizás, en un arrebato de ira, él termino por afectar negativamente a alguien, este, en venganza, trató de matarlo y, para mala suerte, Muzan se encontraba cerca y le ofreció convertirse, a cambió de darle el suficiente poder para hacer su 'justicia' y esparcir su perturbada 'belleza' al resto del japón.
—Pendejo, no vale nada —Kaigaku pensó, mirando a Managi. No sabe lo que significa la palabra 'pendejo', pero le había parecido lo suficientemente denigrante cuando la escucho en esa canción para usarla.
«Tarros y jarras, muertes creciendo»
«El poder se eleva y tú sangrando»
«El arte perfecta, te estoy mostrando»
«La noche apenas ha caído y ya estás llorando»
—Bah —Managi bufó, indignado de que no dijeran sus razones o la forma en la que se volvió un demonio —. Eso no me va a arruinar el protagonismo —dijo, tratando de calmarse así mismo —¡Yo soy el protagonista, ahora!
Todos en la sala se le quedaron viendo, la gran mayoría con una opinión negativa, pero uno o dos con una positiva. En general, a todos les parecía desagradable y hasta exasperante.
—Realmente este tipo es exasperante —el chico de expresión enojada pensó, intentando no sucumbir a las ganas que tenía de asesinarlo para que se callara —Jajajaja, que grande, ya hizo que el enojón se sacara de quicio —la voz relajada se divirtió, aunque pensándolo bien, eso era fácil —Para ser un demonio muy "X" es bastante divertido —la voz alegre dijo, encantado por la situación —Deprimente, este tipo tiene una percepción de la realidad tan alterada que ahora, en su mente, cree que es el protagonista —comentó la voz deprimente, sintiendo compasión por ese ser tan decadente —Da miedo, mucho miedo —la voz miedosa admitió, ese tipo hasta por un arrebato podría matarlo.
—Su positivismo frente a la realidad decadente e intrascendente que tiene es... admirable —Nakime pensó, prácticamente se le ha dejado claro que es una luna sin importancia y aquí está él, aun con la esperanza y disfrutando de su canción.
—Realmente, Muichirō, le hiciste un favor al mundo al exterminar a este tipo —Michikatsu pensó, que sujeto más insoportable. No puede creerse que Muzan lo haya soportado por tanto tiempo. Es tan ruidoso que, en su lugar, le habría cortado la cabeza; sin importarle lo 'fuerte' que haya sido.
Yorīchi se le quedo viendo, era sorprendente como podría reunir los ánimos en tan poco tiempo. De no haber sido corrompido y convertido en demonio, aunque con una mente torcida, podría haber llegado a ser una persona decente que vive de su arte. Aunque tal vez le está dando mucha humanidad, quizás, su futuro, ya sea con Muzan o no, haya sido el de una mala persona.
Ume y Gyūtarō, cada vez más, están convencidos de que ese chico tenía un tornillo suelto. Ya no es solo por sus gustos cuestionables o por su mentalidad torcida, es por su capacidad para ser... así.
—¿Puedo golpearlo? —Hakuji preguntó, aguantando sus ganas de darle unos puñetazos a ese tipo para ver si se le quitaba lo payaso. Él es fuel creyente de que una persona se puede arreglar a golpes. Después de todo, así lo hizo su maestro con él.
—No.
—Hakuji-san, no.
—Vale, vale —suspiró, forzando a su mente y a su cuerpo a calmarse.
—A parte de mal de la cabeza, es un payaso —el padre de Dōma dijo, observando el comportamiento de Managi. Era más que obvio que solo se trataba de un mal chiste.
—Oh, como el payaso de la canción del de la mascara roja —la esposa del hombre recordó, ese era un payaso sin cordura.
—Más o menos...
—Madre, padre, creó que el payaso que se enfrenta al hombre murciélago y a capucha roja es más intimidante, perturbado, malvado, loco, y otros adjetivos similares que este chico —Dōma opinó, mirando a Managi —. Aunque no es tan malo, a veces puede ser divertido... ¡Y hasta me regala jarrones!
«Tarros y jarras, me estoy alimentando»
«Prestigio subiendo, el maestro me está elogiando»
«Cazadores, se están aproximando»
«Si intentan luchar los voy a terminar devorando»
—¡El rey demonio me elogió! —Managi dijo, celebrando de tal logro —¡Ja, y tú decías que te quería más a ti que a mi!
—¡A mi me trataba con cariño, obvio me quería más a mí! —Ume respondió, indignada de que pensara lo contrarío.
—¡A mi nunca me reemplazo, en cambio, mi puesto quedo libre y nunca fue rellenado! ¡Nadie, más que yo, era digno de él!
El chico de expresión irritante aspiró un poco de aire y lo soltó poco después. Trataba de mantener la poca calma que le queda. Ese idiota está buscando que lo mate. Es solo un payaso que se las da de importante. Los dioses deberían darle paciencia, no poder, porque sí le dan poder lo asesina aquí mismo.
Y la otra, la hermana del feo, también se está ganando un golpe por insoportable. ¿A quien le importa que Muzan le daba cariño? Es más, ¿por qué se jacta de ella con orgullo? Si sabe que eso es como si dijera a toda voz que un hombre de más de 500 años estaba tocándola con cierto deseo. Vaya que, en su tiempo, ha habido casos donde hombres bastante mayores hacen eso con jovencitas, pero no deja de ser asqueroso a su parecer.
Kaigaku rodó sus ojos, ya empezaron otra vez esos idiotas. Lo peor es que, en menos de diez segundos, lo van a meter a él y al odioso del hermano de la chica para completar. Definitivamente son insoportables.
Gyūtarō produjo un sonido de molestia, nuevamente, ese chico estaba molestando a su hermana. Independientemente de sí tiene razón o no con lo de las preferencias de Muzan, realmente, odia cuando atacan o se meten con su hermana. Ojala y tuviera su kama, podría matarlo tan fácilmente.
Zenitsu se removió del miedo, ¿acaso acaba de escuchar que ese demonio ha devorado cazadores? Esos cazadores... ¿serán novatos o pilares? Si son pilares, tiene miedo. Puede que el pilar de la niebla lo haya derrotado, pero... ¿y si eso es por qué es de los más poderosos? Podrá tener corta edad, pero ha de ser talentoso. ¡¿Y si un pilar normal tendría problemas con Gyokko?! ¡Entonces alguien como él también! No, no, no, y con la suerte de Tanjirō seguro se encontraran con él.
—Cálmate, no debes dejar que el miedo te domine. Recuerda, es normal tener miedo, pero debes saber como enfrentarlo —Jigoro dijo, observando los temblores de su nieto —. Recuerda, sobreviviste, no te dejes llevar por tus temores.
—S-sí abuelito.
—No veo como es que ser elogiado por ese hombre sea algo bueno —Yorīchi opinó, no comprendiendo la alegría del chico. Era obvio que ese hombre no mostraba aprecio por sus demonios, para él, solo eran piezas que puede reemplazar con facilidad y de no hacerlo, como en el caso de Gyokko, es porque no había un demonio lo suficientemente poderoso para el puesto.
—Aquí lo sorprendente es que lo haya elogiado, a pesar de tener una personalidad tan desagradable —Michikatsu comentó, relativamente sorprendido por esa información.
Para él, Gyokko no tenía ninguna cualidad para ser felicitado por alguien como Muzan. A lo mucho y por alguna información que le dio o por algo similar. Pero no ve al rey de los demonios felicitar solo por matar cazadores o pilares. Si fuera él, si un demonio pidiera aprobación solo por acabar con un cazador, lo dañaría, recordándole que, es su trabajo, es lo mínimo que espera de él, y no merece ser elogiado por algo que es su obligación.
—Cierto...
Yorīchi, la verdad, ahora quiere saber que hizo Gyokko para ameritar que ese hombre lo elogiara. Aunque, falsamente, debe ser muy raro que Muzan felicite a uno de sus demonios, sea por la razón que sea. Duda que sea por devorar humanos o por acabar con cazadores. Tal vez sea porque Gyokko consiguió información del lirio de araña azul o de la ubicación de la sede de los cazadores de demonios. O, otra posibilidad, tal vez sea por los jarrones; quizás el rey demonio los usa para obtener dinero e infiltrarse en el mundo humano, aunque desconfía mucho de esta posibilidad.
Hakuji, escuchando la discusión, cerró su puño y, con la otra mano, retuvo su posible actuar. Estaba casi seguro que tenía una vena en su frente o en alguna parte de su cabeza. Eran insoportables. Obviamente jamás le haría daño a la niña, pero al otro...
—Hakuji-san, por favor, detente.
—Hakuji, no cometas ninguna imprudencia.
El artista marcial escuchaba las palabras de sus seres queridos, realmente quería escucharlos. Pero luego las voces y los gritos de esos dos opacan las de sus cercanos y le enfada otra vez. Si no se callan pronto, de verdad, no podrá controlarse.
—¡Para vencernos se requirió de un pilar, tres cazadores de demonios bastante fuertes, una demonio de mi nivel y tres kunoichis! ¡Para que te mataran a ti solo basto un pilar, el cual no pasa de los 14! —Ume sacó su lengua.
—¡Ja, para vencer a tu hermano, querrás decir! ¡El pilar te liquido en menos de 5 segundos, niña! ¡A mi, de seguro, di la batalla más grande del mundo!
Nakime, con un movimiento rápido, tocó una nota con su Biwa, silenciando tanto a Managi como a Ume. No quería llegar a esto, pero está discusión es bastante hartante.
—¡¿Por qué tocas esa nota?! ¡¿Acaso la apoyas a ella?! —Managi preguntó, enojado por la acción de la mujer.
—¡Claro que me apoya a mi! ¡Entre mujeres nos entendemos!
—No apoyó a nadie —Nakime dijo, impasible —. Pero creo que lo más prudente, y lo mejor, es hacer silencio y dejar que la canción siga.
—¿Eh? ¿Por qué lo dices? —Managi preguntó, ignorando la molestia de algunos ante la discusión.
—Es evidente que, con tu poca visión, no has notado la intensa intención que tienen algunos de golpearte —la mujer con la Biwa comentó, observando al chico emocional y a Hakuji.
Managi no comprendió al principio, pero luego se giró, viendo a Hakuji, con una vena en su frente y con el puño bastante cerrado. Era evidente que trataba de calmarse así mismo. Su compañero de al lado, no se quedaba atrás, estaba con los brazos cruzados, el ceño fruncido y con cierta emanación de querer matar a alguien.
—Cierto, a nadie le gustas —Ume sacó su lengua, infantilmente.
—No deberías confiarte, niña —Nakime dijo, pensando en que ella también realza mucho su conflicto y discusión. Si bien es cierto que el artista marcial no se ve golpeando a una mujer, debería de fijarse en el otro que, irritado por la discusión, si está dispuesto a muchas cosas para silenciarlos.
—¿Eh? ¿Por qué? —preguntó, girando para ver al que estaba al lado de Managi; brazos cruzados, ceño fruncido, y un aura que emana un sentimiento de sed de sangre. Eso... eso da miedo; —E-eh... gracias por la advertencia...
El chico de expresión irritante produjo un sonido de molestia, realmente eran personas molestas que no pueden callarse ni un minuto. Siempre discutiendo, vanagloriándose de que son mejores ya sea por su belleza o por sus gustos. Personas que se creen mejores que otras solo pueden ser malas.
—Gracias —Kaigaku dijo, encontrando este silencio como algo reconfortante. Lo bueno es que no lo mencionaron, cosa rara.
—No te preocupes, Ume, yo te defenderé en caso de que quiera dañarte —Gyūtarō calmó, dándole caricias en la cabeza y limpiando el sudor o algunas lagrimas que su hermanita tenia tras asustarse por la presencia intimidante de ese chico emocionalmente inestable.
—No sé como, pero pude —Hakuji murmuró, logró controlar, más o menos, su ira.
—Hakuji-san, ¿estás bien? —Koyuki preguntó, preocupada por lo que veía.
—¿Eh? ¿Por qué no lo estaría? —el chico no entendió, él estaba bien, ¿no?
—Hakuji, tu mano está sangrando —Keizo informó, suspirando por la fuerza de su alumno.
—Oh... —Hakuji profirió un sonido de disgusto, mirando su mano. Era verdad, apretó con tanta fuerza que sus propias uñas lograron hacer sangrar su mano. Al menos el herido fue él y no los otros dos. Para su persona, esto no es nada, pero para ellos, capaz era algo parecido a la muerte. Aunque el respirador original estaba aquí, no debería de preocuparse si en algún momento se descontrola.
—Es una lastima, yo quería ver como todo esto se descontrolaba —Dōma pensó, algo decepcionado de que no pasara a mayores —. Aunque seguro que él la habría detenido —miró a Yorīchi, alguien que jamás permitiría que alguien de aquí salga lastimado de gravedad.
Los padres del niño, se miraron entre sí, intentando descifrar los pensamientos de su hijo. El hombre no comprendió que pasaba por la cabeza de Dōma y su esposa soltó una pequeña risa, tal vez ella sí entendió.
La mujer, que estaba riendo un poco, dedujo que su hijo estaba 'decepcionado' de que el artista marcial y el chico inestable no sucumbieran a sus emociones y comenzaran una pelea; lastimosamente, para su hijo, de haberse dado, hubiera sido detenido por el cazador con la respiración original.
«La luz de la luna se refleja en las aguas del mar»
«Y soy como el océano»
«Profundo»
«Sé tú mismo, a pesar de que seas»
«Extraño, extraño»
«Mi arte es perfecto, ¿verdad?»
«Extraño, extraño»
«Voy con la marea»
«Extraño, extraño»
«Soy un monstruo que devora humanos»
«Nunca arruinarás mis planes»
«La vida cambia lo que somos»
«Extraño, extraño»
«Mi arte es perfecto, ¿verdad?»
«Extraño, extraño»
«Voy con la marea»
«Extraño, extraño»
«Soy un monstruo que devora humanos»
«Nunca arruinarás mis planes»
«La vida cambia lo que somos»
—Bueno, al menos el coro de mi canción trasmite la enseñanza de no dejar que las opiniones de otros te afecten, ¿no? —Managi pensó, tocando sus dedos entre sí —. Aunque... ¡¿Por qué repiten tanto la letra?! ¡Gyokko debe tener más cosas dignas de contar como para verse en la necesidad de repetir cosas!
El chico de expresión irritante entrecerró sus ojos, esperando que el payaso idiota hablara o se jactara de que su canción era la mejor. Eso nunca llegó, estaba callado y con algo de miedo. Vaya, parece que, al final, ni siquiera ese idiota resistió tanta 'violencia'
—Tiene miedo... y el silencio es escalofriante —Nakime pensó, al no escuchar nada por parte de Managi —. Yo anhelaba algo de paz tras tanto ruido, entonces... ¿por qué siento tanta intranquilidad?
—¿Ser uno mismo a pesar de que otros te vean extraño? —Ume musitó, ¿en qué realidad vivía ese tipo? En el distrito rojo eso jamás se permitiría. Debes ceñirte a lo que otros piensen de ti y, a menos que seas alguien de gran belleza o poder, no puedes hacer lo que se te plazca.
Gyūtarō alzó la mirada un poco, ¿cómo es la vida fuera del distrito rojo?, a veces piensa que la gente, sin importar de donde son, son igual de malditos y miserables. Pero tal vez en algún otro lugar eso sea diferente, o quizás no, no lo sabe con seguridad ahora...
—Hmmm —Jigoro ejerció un poco más de presión en su bastón, pensando en esa forma de Gyokko que salió por unos momentos. En esa forma ya no poseía manos en la cabeza, ahora tenía dos brazos con escamas en donde deberían estar y, por lo que parece, una especie de cola. ¿Es acaso una transformación que aumenta su poder?
Zenitsu tragó en seco al ver esa nueva forma de Gyokko. En su mente estaba repitiéndose una y otra vez que el pilar de la niebla había acabado con él en ese futuro y lo volverá a hacer en el futuro que le espera. Aunque, siendo sincero, espera no ser participe en la misión en la que ese demonio apareció.
—Y todo para que al final un mocoso de, a lo mucho, 14 te gane, que vergüenza —Kaigaku frunció el ceño, recordando como la luna que lo superaba en rango fue vencida de forma tan humillante.
—Bueno, tiene razón en parte, la vida cambia lo que somos —Hakuji masculló, sigue odiando a los del dojo de al lado, le arrebataron a todos los que ama y, para colmo, sus muertes atrajeron al rey demonio que, en su mentalidad quebrada, lo hizo sucumbir ante su transformación.
—¿Eh? —Koyuki miró a Hakuji, él estaba farfullando otra vez; quería saber que había dicho, así, si es algo triste, poder decirle que todo estaba bien.
Keizo negó, había logrado entender un poco lo musitado por su alumno y, la verdad, odiaba no haber podido hacer algo. Sabe que estaba muerto en ese futuro, pero le pesa mucho que Hakuji haya arruinado su vida de esa forma. Los del dojo de al lado, realmente, se pasaron al hacer eso.
—"Sé tú mismo a pesar de que seas extraño", ay, pobre diablo —Dōma sonrió, fingiendo lamentar que Managi crea que eso es posible.
Pareciera que ese chico no comprende lo que es 'encajar' en la sociedad. Los seres humanos son seres sociales, ellos dependen de la opinión de los otros. Es por eso que nunca ha dejado de actuar como 'el niño adorado' para las personas de su culto. Es por eso que mucha gente mala finge ser buena. Es por eso que muchos fingen ser algo que no son con tal de que nada malo les pase.
Pedirle a alguien que sea él mismo, es solo incitarlo a que su vida se arruine. Por ejemplo, si ese alguien es una persona con una mentalidad retorcida, indirectamente estarías creando a un asesino, cosa que lo condenaría ante la sociedad y sería juzgado como un criminal. En cambio, si hubiera permanecido oculto, podría haber vivido dignamente y, en caso de que quiera matar, podía hacer sus actos perturbados a la espalda de todos.
Así funciona el mundo, así funcionaba antes y así funcionara en el futuro. Solo queda aceptar y no llorar. Aunque, ahora que lo piensa, ¿qué futuro le espera después de la muerte a las personas como él? Él nació sin sentimientos, no posee empatía ni le importa lo que le suceda a sus semejantes. Como demonio le esperaba el infierno, pero, como humano, ¿qué le esperaba? Él nació con esa condición, ¿acaso estaba condenado al infierno desde su nacimiento?
—Yo... dudo mucho que podamos ser nosotros mismos —el padre de niño tosió, incomodo por la llegada del recuerdo de que su esposa lo asesinó solo por ser quien es.
—Sí, no deberías —la mujer sonrió, su esposo se ganó su castigo por ser un mujeriego, de no haberlo sido, podrían haber sido una familia feliz, dentro de lo que se pueda.
Yorīchi escuchaba la canción atentamente, la parte donde habla que la vida lo cambió le llama un poco la atención. Esperaba conocer la historia detrás de su transformación como demonio para saber que tan cierta era esa frase para Managi.
—"Nunca arruinarás mis planes" —Michikatsu repitió en su mente, sonriendo levemente al ver a su descendiente —¿Y eso quien lo decidió, criatura horrenda?
—¿Alguien me puede explicar como demonios existe este juego? —Badir preguntó, incomodo de estar jugando algo que en su mundo, claramente, no existe.
No podía creerlo, estaba jugando una especie de Mario Party, pero de Pokémon. Esto era, en parte, inaudito; esto no existe en su mundo. Y de existir, a lo mucho y sería un juego creado por fans, porque duda seriamente que esto sea oficial.
Es más, ¿el limite de jugadores de un Mario Party no era de 4? ¿Por qué hay 8 participantes aquí? Aunque, siendo honestos, su hermano disfrutaría mucho de esto; es una lastima que esté incapacitado.
—¿Recuerdas cuando te dije que tarde dos horas en ir a la fecha correcta? Pues en uno de mis intentos fallidos fui a otro universo por error y en la tierra de ahí existía este juego. Así que lo quite a alguien —Urogui explicó, presionando el botón, haciendo que su pokémon salte y golpee el dado.
—Eso es robar —Badir frunció el ceño, disgustado por el acto de su clon alegre; si bien es cierto que poco le importa que sea un acto considerado como malo, lo que le desagrada es que lo diga con tanta normalidad. Lo hubiera dicho con otras palabras, que se note menos.
—No —Karaku interrumpió, apretando el botón, haciendo que su personaje saltara y le diera un número con el dado —. Es solo apropiación de bienes ajenos.
—Tampoco es como si nos importara mucho —Sekido comentó, enojado por la conversación y, sobre todo, porque le toco un misero uno; era obvió que será el que tenga el último turno en esta puta partida.
—Nosotros no somos héroes, no estamos sujetos a ciertas normas —Aizetsu dijo, suspirando por obtener un 10; odiaba ser el primero en este tipo de juegos —. Ya siento la fiebre...
—Ya... otra pregunta —Badir acentuó su ceño levemente, dándose cuenta de un pequeño detalle —¿Por qué la mayoría de Pokémon que escogieron son hembras? Solo el deprimente y yo tenemos machos... hasta los Npc son machos...
La verdad, no entendía la elección de sus clones y eso que, en teoría, son la misma persona. Sabe que, a veces, el estado emocional de la gente podría alterar ciertos gustos. Por ejemplo, a él le encanta el café, pero cuando está triste prefiere el chocolate o las chocolatinas. Pero... no comprende lo de escoger pokémon hembras, ¿es alguna especie de tópico? Es más, ¿por qué se puede escoger el sexo de un pokémon en este juego? La gran mayoría ni tiene diferencias notables entre sí.
Sekido y Aizetsu escogieron a dos pokémon que ni sabe cuales son. Supone que son de la generación que iba a salir en noviembre del 2022. El de su clon entristecido era una especie de perrito con una vela en su cabeza; era bastante adorable y lindo. El de la representación de su enojo, para su sorpresa, era una criatura humanoide pequeña y rosada que porta un enorme martillo; le recordaba a las típicas niñas de anime que poseen armas de un tamaño gigantesco.
—Solo hay hembras en esta especie —Sekido respondió, gruñiendo con hostilidad.
—Oh... ¿y ustedes? —miró a Karaku y a Urogui —. Estoy bastante seguro que sí hay machos en esas especies.
—Cabron, no voy a escoger a un Musharna macho. Literalmente es un bicho purpura y rosado. No voy a ir en contra del aspecto femenino de este bonito diseño —Karaku justificó su elección, era más que evidente que escogería a una hembra para Musharna.
Esto es como si alguien tuviera que elegir entre un Gardevoir hembra o un Gardevoir macho, la gran mayoría se decantaran por la primera opción y al otro ni lo voltean a ver.
—¿Y por qué demonios escogiste a Musharna y no a otro?
—Como dijo un sabio una vez: "Soy entusiasta de las gorditas rosadas"
—Creo que entiendo —Badir dijo, presionando el botón, para obtener el resultado del dado y saber que turno le tocaría —¿Y qué hay de ti? —le preguntó a su clon alegre, dudando de lo que puede decir —. Un Pyroar hembra posee un gran dimorfismo sexual. Tiene una apariencia algo sosa y simplona comparado con el macho de su especie.
—No lo entenderías —Urogui negó, decepcionado de que no pudiera dar la razón, pero es algo que solo puede comprender él; los otros son versiones suyas, sí, pero ellos ya han dejado atrás la alegría y, por ende, muchos de los recuerdos alegres de su pasado.
—Bueno, al menos yo... soy un cactus —Badir suspiró, al ver que había obtenido un 7 — ¿Por qué escogí un Maractus y no un Servine? —se quejó, farfullando.
Normalmente en los Mario Party, o en los juegos de la franquicia de Mario, escogía a Yoshi, pero como aquí no está, pues iba a elegir a Snivy o a su evolución, pero terminó eligiendo al cactus que tocaba maracas porque es una especie de mariachi. ¿Por qué? Ni él mismo lo sabe...
—Lo peor es que los NPC tienen cosas que imponen...
En su mundo, los Mario Party tenían un limite de 4 jugadores, pero en esta versión parece que es el doble. En este preciso momento hay 8 Pokémon en el tablero: cinco controlados por ellos, los jugadores, y otros tres, controlados por la computadora del juego.
Ellos, a diferencia de él y sus clones, fueron escogidos al azar. Aunque, a primera vista, pareciera que la computadora tenía toda la intención de joderlos. ¿Un Alakazan? Pasable, ¿Un Goodra? Adorable, ¿Un Rotom? ¿Y ese como le va a hacer en los minijuegos? No tiene pies ni manos, ¿qué va a hacer? ¿Flotar? En lugar de Rotom habría puesto al Vulpix de Alola, así al menos podría fingir que una de sus conocidos está en la partida.
—Este orden es una mierda —Sekido maldijo, enfadado por ser el último lugar en cuanto a la organización de turnos.
Aizetsu era el primero; luego era el Goodra; Urogui era el tercero; Alakazam el cuarto; Karaku el quinto; Rotom el sexto; Badir, o sea Maractus, era el séptimo y, por última, estaba él. Quiere mandar todo a la mierda, ¿por qué debe ser el último? ¡Puto dado! Todo esto paso porque saco un uno en el primer tiro.
—Creo que con eso, ya está todo, ¡así que empecemos! —Espurr, el pokémon que reemplaza a Toad en este juego, dijo, moviendo sus patitas un poco y, con su mirada peculiar, hizo un movimiento raro —Ya sabéis: ¡hacedlo lo mejor que podáis! Mucha suerte, ¡y a divertirse!
Badir miraría de reojo a sus clones, frunciendo el ceño levemente. Acaso ese gato con mirada de psicópata dijo "Divertirse" ¿En un Mario Party? Eso es imposible. Independientemente de si este juego es de un mundo ajeno al suyo, este tipo de juegos es un provocador de peleas, discusiones, y un montón de cosas para nada divertidas.
Aizetsu empezó, presionó un botón, el perrito con velita saltó y golpeó un dado con su cabeza. El resultado era, nuevamente, un número 10. Algo que hizo exasperar a todos, menos a Urogui que había sonreído, ese miserable siempre tenía suerte.
El perrito, con sus patitas, avanzó hasta cierta casilla; parece que Aizetsu tiene un plan, pues se fue por el camino que no va hacía la "estrella" de este juego. Fue por el otro dado, hacia un...
—Un dado personalizado, ¿de verdad? —Sekido gruñó, enfurecido por el objeto conseguido por el clon deprimente.
—Yo no pedí suerte —respondió el de expresión triste —. Mira, hasta la maquina tiene —señaló, el Goodra había sacado un 8; cayendo en una casilla que le dio un calcio, objeto que aumenta en 5 a lo que salga en el dado.
—¡La p*ta madre! —gritó, indignado que hasta la jodida maquina sacara más que él.
—Jajajaja —Urogui reía, mirando a Sekido —. No te enfades, amigo, esto es para divertirse —dijo, haciendo que su pokémon saltara para obtener un número en el dado.
—¡Acabas de sacar un jodido 9!
—¡Es que mi Pyroar está destinada a la grandeza! —celebró, extendiendo sus brazos hacia arriba; que jubilo le ha hecho sentir ese resultado.
—¡No me jodas, hasta el Alakazam tiene suerte! —el de expresión irritante comenzó a golpear el piso en el que estaban sentados; ese bicho había sacado un 7 —¡La maquina está haciendo trampa!
—Ay aja —Karaku rodó sus ojos, Sekido a veces era demasiado enojón para su bien —. Oh, un 6 —dijo, sonriendo, era un buen inicio; para una Musharna que casi no se mueve, era una buena distancia —, ¿Casilla de la suerte? —observó una especie de ruleta; de todas las opciones le terminaron dando 7 Poké, las monedas de este juego.
—Tsk —Sekido desvió su mirar, odiaba ver como a los otros les iba relativamente bien y, en su lugar, debe esperar al último turno y, lo peor, nada le asegura que saque algo bueno —. Un jodido 5 —masculló, viendo el resultado del Rotom de la maquina.
Badir suspiró, está casi seguro que esto terminara en una carnicería o, en el mejor de los casos, con un conflicto verbal bastante grave. Presionó el botón, esperando un poco y, lo volvió a presionar, deteniendo el dado en un... 3.
—Bueno, algo es algo —murmuró, haciendo que el cactus se moviera —¿Cómo se mueve este bicho si no tiene pies? literalmente solo tiene una especie de hoja...
—¡Al fin! —Sekido dijo, alegre de que alguien tuviera un número bajo — ¿Eh? ¡¿Otra casilla de la suerte?! —se quejó, ya ni con una cantidad de movimientos pequeños hay miseria.
—¿Qué es una llave maestra? —Badir preguntó, hacía más de 5 años que no jugaba este tipo de juegos.
—No sé ni me importa —Sekido presionó con fuerza el botón, haciendo que la pequeña criatura rosada golpeara el dado con su puño; cosa rara, era mejor usar el martillo para eso — ¡Aja, un 4! —gritó, no era el número más alto, pero más que el de Badir si era; sacar más que alguien lo hacía feliz.
La Tinkaton, así se llamaba su personaje, se movió por el tablero, llegando a una casilla roja. Quitándole 3 monedas. Sekido, al ver esto, comenzó a gritar y a golpear con fuerza el piso.
—¡VOY A MATAR A QUIENES HICIERON ESTE JUEGO DE MIERDA! —amenazó, intentando levantarse, realmente iba a cumplir lo que dijo.
—Sekido, basta —Aizetsu interrumpió, suspirando —. Es solo un mal turno, será mejor para ti en el siguiente, te lo prometo.
—¡Si no lo es, te mato a ti!
Aizetsu asintió, tampoco es que pueda morir, de todas formas. Alzó la mirada, parece que va a empezar un mini juego.
Badir negó, sabía que esto iba a pasar. No esperaba que fuera tan rápido, la verdad. Miró de reojo al reloj, a penas y habían pasado menos de dos minutos con treinta segundos. Aunque, seguramente, el video que les puso de Gyokko ni haya pasado del minuto con cincuenta; a veces la versión humana de ese demonio habla mucho.
Recuento de palabras: 12. 866
Publicado: 19/Julio/2023
Editado: ???
¡Hola, hola! ¡¿Adivinen quien volvió?! ¡Así es, yo! ¡Dio, digo, Blaze!
¿Cómo han estado? Creo que en dos meses ya se habría cumplido con un año de inactividad. Pero decidí volver con este rap, aunque sea con partes divididas porque quedo muy largo.
Quiero agradecer a todos los lectores por la paciencia. Espero y puedan disfrutar de este capitulo, ya que me costo un poco al ya no estar acostumbrado a escribir del todo en este formato.
Trate de leerme algunos capítulos para tener nuevamente el contexto. También me tuve que leer los datos de los personajes, sobre todo, el de Gyokko para recordar su pasado. Ya que, lastimosamente, ni en el manga ni en el anime lo mostraron. Por lo que tendremos que ceñirnos a la historia del Fanbook.
Lo dejó aquí, por si lo desconocían:
"Gyokko vivía en las afueras de un pueblo de pescadores cerca de la costa, los aldeanos lo odiaban por recolectar cadáveres de pescado repetidamente y hacer otras cosas extrañas."
"Perdió a sus padres a temprana edad (salieron a pescar y nunca regresaron, sus cuerpos ahogados se encontraron gravemente dañados), por lo que los aldeanos mantuvieron la distancia, pensando que había perdido la cabeza. Sin embargo, Gyokko mató a un niño de la aldea que vino a burlarse de él y metió el cuerpo en un frasco. Parecía que le fascinaba la belleza de los cuerpos ahogados de sus padres antes."
"Furiosos, los padres del niño apuñalaron a Gyokko con un tenedor de pesca de dos puntas. Lo dejaron morir allí (pasó medio día y todavía estaba vivo) y Muzan estaba pasando, por lo que convirtió a Gyokko en un Demonio. Su nombre humano antes era Managi *."
"Cuando se convirtió en un demonio, se comió la carne de los niños y modificó sus cuerpo a gustó. A excepción de Muzan, despreciaba a todos los seres vivos, y se reía y se burlaba de ellos desde el fondo de su corazón."
"*(益魚儀) Managi: Significa "beneficio", "pescado" y "ceremonia" para sus respectivos kanji."
Esta información la pueden encontrar en el Fanbook o en las publicaciones traducidas de este. Aunque yo saque la información del libro "Datos de los personajes de Kimetsu No Yaiba" del usuario ElSes16 de Wattpad; usuario que tiene tres diferentes libros donde hay información interesante.
Bueno, no quiero entrar en sentimentalismos, pero... me alegro de volver, espero leerlos en los comentarios. Nuevamente, gracias por permanecer aquí, esperando, a pesar de que nunca dijera cuando volvería.
Bueno, ahora sí, adiós, y... ¡Hasta la próxima!
Para no perder la costumbre, aquí hay algunas imágenes de Gyokko:
Esta imagen es del usuario @e105638 de Twitter.
Estas otras tres también pertenecen al mismo artista:
Esta otras pertenece al usuario 박요원 de pixiv, el cual tiene mucho material de Gyokko, por si les interesa.
Estas son del usuario Rainyforesty de Pixiv
¡Ah! Cierto... casi se me olvida... Este capitulo está patrocinado por Blue Beetle. Recuerden, este 17 o 18 de Agosto, solo en Cines. ¡¡Es hora de Escarabajear!!
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