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|07| El Velo

"Yo no soy una Bloodmane, yo soy una Lightwood"

Transcurrieron varios dias luego de ese "paseo" por detras del Velo, donde Magnus Bane permanecio encerrado dentro de su departamento sin saber que hacer con exactitud.

El nombre de las criaturas que salieron del Velo retumbaba en su cabeza todo el tiempo, eso era lo unico en lo que pensaba todo el dia.

No podia ir al Aureum a contarle todo lo que sabia por dos cosas: La primera era que habia roto la regla del Consejo sobre no abrir un portal hacia el Velo y hablar con un muerto detras de el; La segunda regla era que aun tenia su entrada prohibida al pais de la Realeza Shadowhunter, aunque su mejor amiga y hermana sea directora.

El queria pruebas, para no quedar como un tonto frente a las grandes casas de la Realeza.

Pero antes de todo, necesitaba seguir a las criaturas que pasaron el Velo hacia el mundo de los vivos una vez mas, segun las palabras de su ex alma gemela.

Otro pensamiento que inundaba su mente por completo era la misma Luna, la cual la habia visto de vuelta luego de largos años en el Velo, la pared invisible que los dividia a ambos.

No podia olvidar la expresion de dolor y tristeza que ella puso cuando vio el anillo de bodas sobre su dedo, dandole a entender que Magnus habia seguido adelante por años, olvidandola para conocer a Chris.

Ella no se habia dado cuenta del tiempo que transcurrio luego de la Masacre de la Corona. Pero luego lo entendio cuando Magnus le explico que Evie. Su misma Naranjita, ahora era una adulta y tenia dos hijos mayores de edad, ya coronados.

Todo habia cambiado, en un numero de tiempo que no se habian dado cuenta.

Continuando con la narracion, Magnus se encontraba viendo detras de los ventanales de su Sala de Estar, observando el cielo nocturno rodeado de estrellas brillantes y una gran luna sobre el, con un enorme brillo como de costumbre.

Luego de volver del Velo, la relacion de Chris y Magnus se distancio un poco, ya no eran tan cercanos como antes y apenas convivían cuando estaban juntos. La mayor parte del dia, Chris se encargaba del Instituto de Barcelona, como su nuevo titulo como Director.

Jamas les habia pasado algo asi.

Hasta Chris penso por un momento, que Magnus lo estaba engañando con alguien mas, por lo que el se decidio alejar mas.

Magnus salio de su pensamiento cuando escucho la puerta abrir y cerrarse en cuestion de segundos, este mismo giro su cuerpo para contemplar llegar a su esposo, con un traje de color oscuro y una coleta recogiendo todo su melena castaña.

Solamente hubo una mirada seria y luego silencio, como ultimamente venia pasando hace dias.

El brujo ya no toleraba ver a su propio esposo tan alejado de el, y todo por su culpa ya que no le fue lo suficientemente sincero acerca de lo que ha estado haciendo en los ultimos dias. El mismo los alejo, y el tenia que volverlos a juntar.

Observo como Chris desacomodo su corbata oscura y se deshizo de su saco mientras caminaba a la habitacion de Madzie, la cual se encontraba ya dormida luego de un cansador dia en el instituto, yendo a matar demonios a las calles de Nueva York.

Antes de que Chris cruce el marco de la puerta de la habitacion, Magnus se le adelanto a usar su magia y cerrar esta misma, impidiendoselo.

No tardo mucho para que el pelilargo suspire con fastidio.

-¿Ahora no me dejaras ver a mi hija? -le pregunto, dandose vuelta- ¿O escondes a tu amante ahi mismo?

Bane fruncio el ceño con algo de confusion, ¿escucho bien?.

-¿Que amante? -le pregunto confundido, caminando a el.

Chris chasqueo su lengua, molesto.

-No te hagas el tonto, Magnus. Has estado actuando raro durante dias... se lo que has estado haciendo.

El contrario nego con su cabeza.

-No es eso, Christian. Yo jamas haria algo asi.

-Si como no -solto, con sarcasmo- Magnus, si me estas haciendo infiel, solo dilo. Pero dejame ver a mi hija.

Chris empujo la mano contra la puerta para abrirla, pero aun asi, la magia de Magnus lo estaba deteniendo, ya que tenian que hablar con urgencia.

-Christian, tenemos que hablar... tengo que decirte algo...

-Sea lo que sea, no me interesa.

Lo interrumpio, con palabras crudas.

Magnus se quedo sin palabras y bajo sus manos, deshaciendo su magia de la puerta, ya que le habia dolido esas palabras de su esposo.

Chris se destino a abrir la puerta ahora sin problema, viendo a su hija sobre su cama descansando, con una pequeña luna y estrellas sobre ella, como unas luces para que pueda dormir mejor.

Y sin mas, se recosto sobre el marco de la puerta, observando dormir a Madzie mientras que Magnus se encontraba detras de el. Tambien viendo lo mismo.

Antes de que vuelva a reinar el silencio una vez mas, uno de ellos empezo a hablar:

-Nuestra hija es lo que nos mantiene unido, pero si quieres seguir viendola crecer, Christian... tienes que escucharme.

El nombrado, al oir las palabras de Magnus, movio su cabeza para ver a su esposo, lo cual le estaba dando una mueca de preocupacion y bastante sincero.

Magnus continuo:

-El futuro del Mundo de Sombras esta en riesgo, no tenemos mucho tiempo...

[...]

Ahora habia llegado el dia una vez mas, pero esta vez, este dia en particular seria uno muy importante para todos los jovenes del Aureum.

Hoy era la pelea de Catriel contra Antonio, finalmente.

Los dias habian pasado como un chasquido de dedos, los dos jovenes entrenaron dia y noche para obtener el titulo de vencedor.

Durante la pelea, serian observados por el los Directores del Consejo Real y los Maestres, como tambien los demas jovenes de su edad, los cuales ansian la pelean y ya tienen sus grupos para quien alentar.

Un cierto numero de jovenes apoyaban a Catriel, como su grupo de animadoras; Mientras que el numero restante apoyaba a Antonio, como su hermana, sus dos primos y Azriel con Aiden.

La pelea se llevaria a cabo en la Fosa de Fuego, un lugar distinto a donde entrenaban mayormente los shadowhunters del Aureum, ya que este, era una pelea especial.

El sol ya se encontraba sobre el cielo celestino, todos los jovenes iban llegando a la Fosa para colocarse en su lugar, alrededor de un gran circulo de lucha donde estarian los dos mejores jovenes de su generacion.

Hope estaba sentada sobre unas tribunas de ceramica junto a Ilazebeth, Azriel y Aiden. Mientras que Lucas se encontraba con Antonio para prepararlo, minutos antes de la pelea.

La mirada de la chica rebuscaba en toda la Fosa, viendo a miles de personas llegar una tras otra, pero ninguna era la persona que ella buscaba.

¿A quien estaba buscando? A su madre, Evie.

Evie no habia asistido al evento, mientras que los demas directores del Consejo ya se encontraban en su lugar especial junto a los Maestres, todos menos ella.

Hasta su tio Jace Herondale estaba ahi, pero Evie no.

Le causaba extrañez, ya que tampoco le habia avisado que ella estaria ausente durante este importante evento.

-Tranquila, porai se retraso -la motivo su prima, para que ella no se ponga mal.

Hope, para que Ilazebeth no se ponga mal, le regalo una sonrisa forzada para darle la razon. Aunque por dentro, ella se sentia insegura de sus palabras.

La escena continuo, viendo como las animadoras del gran Catriel cantaban animadas canciones hacia su chico ideal, intentando que los demas las acompañen, ya que segun ellas, eso le daba "fuerzas" a Catriel.

-Estan locas -hablo un chico rubio casi castaño, de ojos azules llegando a las dos chicas y los dos chicos.

Todos giraron su cabeza a la izquierda, viendo al alto joven que parecia britanico por su acento, quien usaba ropa sencilla como unos vaqueros junto a una chaqueta negra y una camisa gris oscura.

Los muchachos rieron.

-¿Lo crees? -le pregunto Aiden, con burla.

El nuevo miembro rio ante la broma y prosiguio a tomar asiento un escalon mas abajo de ellos cuatro, frente a los pies de Hope.

-El es Niklaus, pero lo llamamos Klaus -menciono Azriel, presentando al rubio ojiazules quien saludo a las chicas con su mano derecha, sin verlas.

-Si quieren caos, el es su chico ideal -añadio Aiden, alado de Northman.

Las chicas lo saludaron tambien con la mano y una sonrisa en los labios, por respeto.

Mientras todo ocurria dentro de la Fosa, afuera se encontraban Lucas preparando a Antonio para la gran pelea que habria en minutos nomas.

Bloodmane portaba un pantalon oscuro con una musculosa a juego, dejando ver todas sus runas de los brazos, clavicula y hasta cuello. Este muchacho practicaba su lanzamiento de dagas con una combinacion de la vara, para tener ataques sorpresa.

-Oye, tranquilo, le ganaras a ese idiota... -insistio Lucas, mirando que Antonio estaba algo obsesionado por ser perfecto en la pelea.

-El Consejo y todos nuestros compañeros estaran ahi, tengo que ganarle -le repitio por quinta vez, concentrado en sus ataques con la vara de metal, proporcionada por su prima Betty.

En los ultimos dias que transcurrio, se volvio completamente obsesivo con la pelea y con la idea de quedar bien frente a los grandes lideres y sus compañeros, para que puedan observar que el era el mejor luchador y que podria vencer a Catriel facilmente.

Aunque siempre nego la idea de la "obsesion" por la pelea, todo el mundo podia notar que realmente lo estaba por ganar y por tener el respeto de los directores.

Luego de unos minutos, ya era hora de comenzar la pelea, por lo que Lucas lo dejo solo para ir con su hermana.

Antonio espero tras un gran marco a que lo llamasen, ya que estaban presentando a Catriel y el grupo de este mismo no tardaba en animarlo con gritos.

-...Y ahora, del otro lado, descendiente de los Leones Dorados... ¡Antonio Bloodmane!

El nombrado entro a la Fosa de fuego, caminando con pasos firmes y sus manos convertidas en puños, mirando a todo su alrededor, viendo que muy pocos lo apoyaban.

Azriel, Aiden, Hope, Klaus, Ilazebeth y unos cuantos mas le gritaban para animarlo tambien.

-¡Tu puedes, Hermano Mayor! -le grito Hope mientras aplaudia con rapidez.

Antonio llego al centro de la enorme Fosa de Fuego, donde su contrincante Catriel Darkblood lo esperaba, junto al Maestre Luwin.

A continuacion, el viejo Maestre prosiguio a hablar:

-Estan frente a los ojos del Consejo Real y de sus compañeros shadowhunters -comenzo- El que gane esta batalla, podra ir a las dimensiones del infierno como mision en solitario...

Los directores se encontraban todos, todos menos Evie Bloodamane. Que aun asi, ella todavia no habia llegado al evento de su progenie.

Todo el lugar quedo en silencio ante las palabras del Maestre, escuchandolo atentamente.

-Y si son los ganadores, estaran solos en esas dimensiones. La misiones no son para los asustadizos.

-¿Oiste, niño? -lo provoco DarkBlood- Puedes retirarte, si aun deseas.

Pero Antonio decidio no responderle porque ya comenzaria la pelea para el.

El Maestre Luwin prosiguio a darse media vuelta y alejarse unos cuantos pasos de los muchachos, tomando mucha distancia.

Al momento que El Maestre se alejo, un enorme circulo de fuego se prendio alrededor de Antonio y Catriel, por eso la Fosa de Fuego tenia su respectivo nombre.

Solamente se podia ganar si el otro jugador caia o se rendia ante el contrario, pero no se podia salir jamas del Circulo porque eso era considerado como cobardia hacia el combate.

Las llamas les llegaban hasta la sus cinturas, unas poderosas y brillantes llamas encantadas que resplandecían un color azul brillante, en vez de un rojo comun.

-Pueden comenzar -ordeno Charles Adgar, uno de los directores en su respectivo lugar.

Finalmente, habia dado comienzo.

Los dos jovenes comenzaron a caminar alrededor del circulo de fuego, mientras se miraban fijamente con odio, deseando que el contrario caiga.

-¿Nervioso, Darkblood? -le pregunto Antonio, jugando con sus dagas sobre sus manos.

Aquella provocacion por parte del castaño fue el detonador de la bomba, ya que Catriel uso su runa de velocidad para acercarse a el y atacarlo con su pequeña espada.

Por suerte, Caspian activo su runa de agilidad antes y se movio a un lado para esquivar el golpe, para luego tomar del brazo a Catriel y doblarselo y hacerle un gacho en el rostro.

Varios de las tribunas soltaron "uhh" al ver ese primer comienzo, viendo que era la primera vez que Catriel recibia el primer golpe.

Pero no lo detuvo.

El pelirubio se deshizo del agarre y doblo la mano de Antonio para atraerlo a el y empezar a ahocarlo, mientras se ponia detras suyo para no soltarlo.

-¿Lo ves, Estirado? -le susurro al oido, mientras lo hacia ver a todos los presentes- Soy el Rey aqui... y si tengo que hacerlo, te matare.

Antonio golpeo el estomago de Catriel con su codo y lo mismo hizo con la rodilla y su pie, para sacarselo de encima y darse vuelta, para atacarlo con sus dagas.

El ruido de las hojas de metal se escucho en todo el lugar, las armas estaban entrelazadas y Catriel las tenia frente a su rostro, cubriendose con sus espadas su rostro.

-Un nuevo rey ha llegado, idiota... -le proclamo Antonio, vanidoso, haciendo mas fuerza con sus manos para que sus hojas choquen contra la cara de Catriel- Dile adios al trono...

Catriel movio las manos de ambos a un lado para sacarse de encima las armas y disponerse a ir contra Antonio, lanzando varios golpes.

[...]

Mientras todo eso ocurria en el Aureum, en Idris estaba pasando diferentes cosas.

Evie espero a que su esposo Alexander se marchase al trabajo para dirigirse a su despacho, donde el Hombre Misterioso ya la estaba esperando, recostado sobre unos estantes de diarios antiguos y polvorientos.

-¿Y bien? -le pregunto el contrario, al verla llegar- ¿Que ocurre?

-No lo se... todo esta de cabeza... -confeso, con la mirada perdida- Mas casos de shadowhunters drenados, esta vez cinco de la Realeza.

Esta pelirroja habia olvidado por completo este gran evento que habia estado esperando por dias, debido a que se encontraba profundamente concentrada en la suba de casos de shadowhunters Reales drenados.

Habia olvidado que tenia que ir al Aureum al ver a su progenie luchar contra uno de los mejores shadowhunters de su generacion, por una mision peligrosa y el respeto de los demas shadowhunters.

-Reina mia, tienes que ir al club Ilussion -le insistio, a lo que ella automaticamente ella suspiro- El Sheriff sabra algo, tiene que serlo.

-El Sheriff odia a los Bloodmane... -le repitio, con amargura- Ir seria un suicidio, ya que nos mataria al momento que entremos en el club.

El Hombre Misterioso de impecable traje oscuro se despego del estante para dirigirse a la joven, hasta detenerse frente a ella, mirandola.

Al momento que ambos se juntaron, la runa de la familia que yacia sobre el cuerpo de Evie se ilumino, de un color dorado, ya que ella era quien lo habia hecho.

-Han pasado años... -proclamo, el- Y jamas crei que nos reencontraríamos asi...

Por un momento, Evie tomo aire con lentitud a la par que cerraba sus ojos, concentrandose en escuchar la voz frente a ella.

-Pasaste tantos años sola, sin nadie... -continuo, tocando su mejilla derecha con cuidado- Estar detras del Velo hace que pierdas la noción del tiempo. Nunca debi dejarte...

Evie continuaba con sus ojos cerrados, solo dejando que las manos de el se apoderen de sus mejillas, tocandolas como si se fueran a partir en miles de pedazos.

-...Siempre te ame, y lo seguire haciendo...  hasta que mi memoria quede olvidada. -siguio- ¿Lo sabes, no?

Fue ahi que Evie abrio sus ojos con cuidado, notando que el rostro de los dos estaban muy cerca del otro, esperando que la pelirroja responda la pregunta.

Sin decirle nada, ella suspiro para alejarse de su figura y caminar, pasando por alado del hombre trajeado, dirigiendose a su escritorio.

-Te traje para que seas mi Mano -le recordo, dandole la espalda- No podemos...

Al escucharla, el hombre de traje impecable giro la mitad de su cuerpo para verla, pero era en vano ya que ella no lo estaba viendo, sino que tenia los ojos sobre el cuadro colgado encima de la chimenea, donde estaban los miembros Bloodmane antes de la Masacre de la Corona.

Los seis miembros que habian llevado a cabo la Ceremonia, antes de la muerte de un apellido entero en una sola noche.

-¿Entonces mis sentimientos ya no lo valen? -le pregunto, algo molesto por su respuesta- ¿Olvidaras todo lo que alguna vez nosotros dos construimos? ¿Toda... nuestra historia?

Ella permanecio en silencio sin dirigirle la mirada, solamente tenia la mirada en aquella fotografia hace años, con los labios un poco abierto y una lagrima recorriendo su mejilla derecha.

Ni ella sabia que hacer...

[...]

Todos los shadowhuntes gritaron euforicamente cuando vieron que Catriel apuñalo a Antonio sobre su hombro derecho, provocando que el publico se emocione.

Pero su emocion duro poca ya que Antonio se retiro la espada del hombro como si se tratase de una abuja y prosiguio a lanzar golpes contra el rubio, acertando uno de los tantos golpes que uso con su daga, en la zona baja del abdomen junto a su ombligo.

Ahora eran los jovenes que apoyaban a Antonio quienes gritaron de felicidad, aplaudiendo y gritando hacia el joven que parecia estar ganandole al rubio.

La pelea continuaba, ambos jovenes estaban empezando a cansarse debido a tantos ataques sorpresas y defensas rapidas, la sangre los bañaba sin contar las multiples heridas superficiales sobre sus cuerpos.

Pero nada que una Iratze no pueda sanar.

Los viejos Maestres se dedicaban a mirar la pelea sin emitar un solo sonido para ver a quien apoyaba, se disponian a susurrarse entre ellos mismos para hablar sobre las tacticas de ataque de cada joven.

Desde los mas alto, sobre un palco, los directores del Consejo tambien estaban observando la pelea en un silencio de funeral, emitiendo solamente aplausos lentos al ver los ataques. Esta vez, los directores eran una tumba ya que no hablaban con nadie y solo se disponian a ver la pelea.

En un momento de la pelea, los jovenes sobre las tribunas alrededor del Circulo de Fuego tuvieron los minutos para arrojarle armas hacia los shadowhunters dentro del circulo, por un corto periodo de tiempo.

Fue entonces que Lucas Herondale arrojo la espada Bloodmane perteneciente al bisabuelo de los hermanos para que la use en defensa, a lo que su parabatai, la atrapo en el aire.

Ahora estaban combatiendo espada contra espada, escuchando el chocar de las hojas de acero una tras otra vez, y asi repentinamente. Las espadas se movian de un lado a otro, formando una "X" cuando las armas chocaban y los jovenes caminaban en circulo, mirandose a los ojos.

Habia transcurrido casi una hora de la pelea, y aun si, esta misma estaba continuando.

Todos esperaban que alguien se rinda o que alguien pierda la batalla hacia su oponente.

Al grupo de Hope, se integro Candice, la ex de Antonio. La rubia se coloco alado de Niklaus para ver la pelea junto a ellos, ya que le preocupaba la pelea, algo que causo extrañez al grupo.

Antonio gimio de dolor algo fuerte cuando Catriel le saco la espada de las manos, haciendo que la lance fuera del Circulo de Fuego, quedando desarmado contra un armado.

La multitud se aloco a los gritos.

Catriel le sonrio arrogante, apuntando su espada hacia el yugular de Antonio, quien no tenia ninguna proteccion.

-El usurpador al trono cayo, que patetico... -le comento, burlon. Mientras caminaban en circulo- Te lo dije, Bloodmane... soy el Rey aqui.

Todo el mundo estaba callado, escuchando la conversacion dentro del Circulo, esperando que Catriel acabe con Antonio de una buena vez.

Antonio no le respondio, por lo que DarkBlood continuo hablando;

-Tu no perteneces aqui... tu madre puede ser hija y nieta de los Leones Dorados... Pero sin ellos, ella no es nada, nadie...

Mientras hablaba, tomaba la espada con ambas manos para levantarla, dispuesta a usarla ya.

-Nisiquiera ella vino hoy, es una puta que no sabe su lugar...

Dicho eso, llevo a gran velocidad la espada hacia Antonio, con el objectivo de matarlo, sin importarle nada en especial ni lo que le puedan decir los demas a su alrededor.

En ese momento, Candice vio como la espada iba a gran velocidad y grito con todas sus fuerzas, estando atemorizada por lo que pudiera pasarle a Antonio.

Y como si fuera una camara lenta, Antonio volteo su cabeza con lentitud para verla sobre las tribunas, dando el grito y tapando su boca con temor, evitando gritar mas fuerte de lo que hizo.

Pero no solo vio eso, tambien vio a su hermana Hope con los ojos llorosos, llorando mientras escondia su rostro en el pecho de Lucas.

Esas dos reacciones provocaron algo en Antonio.

Algo que nadie tomo previsto, incluso el no lo vino venir.

Jamas lo habia hecho, por lo que habia despertado en ese instante.

Luego de ver a las dos mujeres sobre las tribunas que eran MUY importante para el, como tambien lo era su madre.

En cuestion de segundos, sus ojos de color celeste y avellana, se tiñeron de un color dorado, muy brillante.

Y no solo eso, tambien todas las runas de su cuerpo pasaron de ser color negro a un dorado muy brillante, como los ojos del muchacho.

Su parte de Nephilim Angelical habia despertado, al ver a las dos personas que mas ama y pensar en ellas dos.

Como su madre.

Siguiendo con la camara lenta, con sus ojos y runas brillando con el color dorado, se giro hacia Catriel viendo que la espada estaba a punto de tocar su cuello.

Pero lo impidio.

Siendo mucho mas rapido que antes, esquivo el ataque de la espada e hizo un gran salto para quedar a espaldas de Catriel, quien aun no se habia dado cuenta de las nuevas habilidades de su contrincante.

Antonio prosiguio a acercarse mas a Catriel para desarmarlo de dos golpes nada mas, lanzando la espada lejos de ambos para luego agarrarlo del cuello con fuerza y tirarlo al suelo con fuerza con el mismo, colocandose detras suyo.

Sin soltar su cuello, Antonio con su mano libre estiro el brazo para tomar una daga para ponerla sobre el cuello de Catriel, a punto de degollarlo con vida.

Todo el mundo se quedo en shock, sin poder creerlo.

En menos de diez segundos, Antonio habia logrado todo eso limpiamente, con ayuda de sus habilidades angelicales.

Nadie, sobre las tribunas, sabia como expresarse al ver semejante acto.

Los Maestres se sorprendieron mas que antes, por lo que se podian escuchar sus murmullos con mas frecuencia, estando asombrados por ver a un nuevo shadowhunter con habilidades angelicales, como Evie y Caspian Bloodmane hace mas de veinte años.

Los directores del Consejo brincaron de sus lugares al ver esas acciones, asomando sus cabezas por el balcon para ver, esperando que algo mas ocurra.

Catriel intento safarse de todas las maneras posibles, pero era en vano ya que Antonio lo superaba en gran fuerza.

Ahora, Antonio tumbo a Catriel contra el suelo boca abajo, poniendose arriba suyo para impedir que se levante, tomandolo del cabello para levantar su cabeza y acercar esta ultima a las llamas.

Las flameantes llamas estaban a dos centimetros de hacer contacto con la piel de Catriel, pero se podia sentir el calor sobre la piel ya.

-Rindete... al menos que quieras que te corte la cabeza... -le susurro Antonio, con un tono amenazante.

Todos pensaron que no perdia el orgullo de tal forma.

Pero su mano palmeo varias veces el suelo con desesperacion, cuando sintio que la hoja de acero estaba a punto de contarle la cabeza de verdad, literalmente.

Fue ahi que en ese momento, las llamas que formaban el Circulo de Fuego desaparecieron de un chasquido, dejando libre a los dos jovenes.

El combate habia acabado.

Antonio dejo su tono sombrio para subir su mirada, viendo a todos sus compañeros, en shock tambien.

Las runas del cuerpo del joven y sus años, se deshicieron de su dorado brillante para volver a su color normal en un degrade.

A continuacion, los Maestres junto a los Directores se levantaron de su lugar.

Sin mas que agregar, los Maestres comenzaron a aplaudir con lentitud, mientras veian a Antonio Bloodmane sin expresion.

Los jovenes miraron a los Maestres sin saber que hacer.

Pero fue entonces que Lucas, Niklaus, Ilazebeth, Hope, Aiden y Azriel, incluso Candice. Comenzaron a gritar y aplaudir hacia su chico.

Aquellos que apoyaban a Antonio, tambien se sumaron al festejo.

El mismo Antonio solto bruscamente a Catriel para levantarse del suelo, comenzando a ver todo lo que lo rodeaba.

Habia ganado...

Escuchaba los festejos de sus compañeros y su familia, incluso su padrino Jace estaba contento, aplaudiendo con gran alegria y plasmando una sonrisa en su rostro.

Pero a el no le importaba que haya ganado, no le importaba los que festejaban por el, estaba aturdido.

Sus ojos estaba buscando a una persona en especial, ya que no lo habia notado, pero cuando se lo dijo Catriel, ahi se quedo confuso.

Catriel tenia razon, Evie Bloodmane no se habia presentado a la ceremonia.

La busco por todos lados, pero no la encontraba, ella estaba ausente.

Su cuerpo comenzo a llenarse de ira, una ira que nadie podria calmar salvo el mismo. La vena de su cuello comenzo a hacerse presente, sus manos se cerraron en puños.

El sabia donde estaba su madre.

Sin decir nada, camino con pasos fuertes fuera del circulo para inclinarse y tomar su espada Bloodmane del suelo, apretandola con fuerza y continuo caminando.

En medio del festejo, (que nadie se habia dado cuenta de la accion de Antonio) Hope noto que su hermano se estaba yendo solo con enojo.

Confundida, se bajo de las tribunas para ir corriendo tras el.

Le grito su nombre varias veces, pero su hermano no respondia a los llamados.

Continuando que no le hacia caso, Antonio activo su runa de la Realeza para abrir un portal, directo a un lugar que el mismo penso, ya que se dirigia ahi mismo.

Al momento que el cruzo el portal, su hermana lo hizo detras suyo.

[...]

-¡Antonio, detente! -le grito una vez mas Hope, saliendo del portal junto a el.

Pero el, en un estado de locura, herido y aturdido, siguio caminando.

Los hermanos entraron en la Residencia de su hogar, la pequeña seguia al mayor con preocupacion, temiendo por lo que pudiese hacer en ese estado de sanguinario.

Su camino se continuo por detras de las escaleras, hacia el pasillo que guia a lugares como los Jardines Traseros y el Cementerio Bloodmane.

-Antonio, para, te lo pido...

Ya era tarde, sus sentimientos habian nublado su juicio.

Hope trato de detenerlo, tomandolo del brazo o enredendo el latigo de su parabatai sobre el, pero nada le hacia efecto, por lo que seguia caminando.

Cuando ella lo tomo del brazo, el se solto bruscamente para continuar.

La espada aun yacia sobre su diestra, ahora la sujetaba con mas fuerza que antes.

Antonio, finalmente, se detuvo frente a dos grandes puertas de madera que se encontraban cerradas, con mas furia que antes y locura.

Siguiendo con la narracion, Antonio pateo ambas puertas con su pie con mucha fuerza, para abrirlas solamente con el golpe.

Y lo logro.

Toda su anatomia se adentro dentro de la habitacion, encontrandose con dos personas en particular dentro del despacho.

Aquellas dos personas, al oir semejante golpe, se voltearon de inmediato, ya que se encontraban una cerca de la otra, y la mano del caballero tocaba el antebrazo de la dama.

Hope entro corriendo a la habitacion apresurada, esperando que no sea demasiado tarde.

Pero ya lo era... Era muy tarde...

Evie Bloodmane se quedo congelada al ver el estado de su hijo, repleto de sangre y heridas por todo su cuerpo, con la espada del abuelo de Evie sobre su mano derecha.

Hope intento tomar a su hermano, le importaba mas Antonio que ver a su madre con un misterioso hombre en su despacho, pero Antonio la empujo lejos de el para caminar dentro de la habitacion.

Para protejer a Evie, el hombre de traje puso a la pelirroja detras de su enorme espada, dispuesto a pelear con aquel joven que aun desconocia.

El hombre de traje desglamurizo su espada, para atacar al joven Bloodmane y ejecutarlo, ya que parecia tener intenciones de atacar a Evie Bloodmane.

Nathan, no!

Ante aquel grito de Evie, el mismo Nathan se quedo sin movimientos.

¿Por que? 

Porque Antonio Leonor Alexander Bloodmane fue mas rapido que el, y levanto su espada con su mano diestra y puso la punta de su filosa espada sobre el cuello de Nathan, dejandolo quieto en su lugar.

Quieto... como los demas en aquella habitacion...

[...]

Fuera de la Residencia Bloodmane, dirigiendonos a los limites del pais de Idris, donde aquella zona aun no estaba investigada, estaba ocurriendo algo.

La noche habia caido por completo.

Se escuchaban las risas femeninas de jovencitas, chillando de felicidad y gritando a los cuatro vientos.

Traian puestos vestidos blancos estilos griegos con coronas de uvas, flores secas y hojas sobre sus cabellos, como si fueran de la vieja Grecia, donde se usaba aun esas vestimentas.

Estas jovenes hicieron un gran circulo mientras se tomaban de la mano, cantando y bailando alrededor de una gran fogata, la cual emitia llamas de rojos vivos, debido a que la prendieron usando magia oscura.

Su canto era tan pegajoso que la melodia y su letra podian llegar a tu cabeza y quedarse ahi para siempre.

Ellas sonreian en grande, mientras reian y daban saltos, para acompañar la cancion frente a la enorme fogata que se iba formando dentro del circulo.

Ahora habian soltado sus manos, para bailar alrededor de la fogata como ellas quisieran, sin que nadie les diga que hacer o no.

Su canto era muy pelicular, ya que en realidad, estaban relantando un viejo canto de hace mas de mil años, para invocar.

-Luz de Luna... Corazon y Alma... Invocamos a esos muertos que algunas vez vivieron...

Esas eran una de las tantas estrofas en su pequeña cancion.

Aquella gran fogata que le estaban cantando, se estaba transformando y haci lo hizo, ahora habia aparecido un gran pilar de piedra antigua, que se encontraba en Grecia, frente a ellas.

Las jovencitas chillaron mas de felicidad y dando saltos lo demostraron, su invocacion ya estaba haciendose presente.

Todo para El...

"Su señor Celestial".

Ahora, prosiguiendo con la invocacion, todas se dirigieron a tomar una pequeña antorcha construida por ellas mismas y volvieron al pilar, rodeandolo una vez mas pero esta vez, lo iluminaban.

Ya era hora, la luna estaba sobre su posicion. Tenian que hacerlo antes de que sea mas tarde.

-Fesmatus... Ne Vell ruina magna... -relataban todas juntas en Latin, al unisono- Fesmatus... May mortuos, qui habitabat ad nos reditu...

Repetian las mismas palabras una y otra vez, para proseguir con su invocacion hacia el Velo, queriendo lograr lo que habian prometido, hace mas de mil años...

Ahora repetian el mismo conjuro mas fuerte, casi gritandolo, para que todos los espiritus detras del Velo puedan escucharlas fuerte y claro. 

Con sus manos libres, tomaron la mano de la otra para unir su poder como uno solo y hacerlo mucho mas fuerte.

-¡Fesmatus Ne ruinam velaminis! -gritaron las quince jovencitas juntas- ¡Fesmatus Ne Vell ruina magna! ¡Fesmatus May mortuos, qui habitabat ad nos reditu!

Cuanto mas lo gritaban, mas se podia ver como el pilar les mostraba un bosque oscuro, viendo como todos los sobrenaturales detras del Velo podian escucharlas con claridad y podian ver lo que ellas querian lograr.

Se podia ver como una "cortina" muy ligera y transparente se levantaba poco a poco, como el telon de un escenario, a medida que ella repetian el conjuro una y otra vez se iba levantando mas.

La magia de todas ellas se combinaba como una sola muy potente, haciendo que esto se haga realidad.

La profecia se estaba cumpliendo, luego de mil años..

-¡Fesmatus Ne ruinam velaminis! ¡Fesmatus Ne Vell ruina magna! ¡Fesmatus May mortuos, qui habitabat ad nos reditu! -continuaban repitiendo una y otra vez con mas fuerza, gritandoles al pilar.

Ahora, el pilar se estaba partiendo en mil pedazos, comenzando a caer los pedazos, uno por el uno.

El pilar era el mismo Velo, que se estaba levantando.

-¡Fesmatus Ne ruinam velaminis! ¡Fesmatus Ne Vell ruina magna! -ahora veian como la mitad del pilar estaba cayendo a sus pies, a medida que ellas gritaban con mas fuerza, y sus ojos se volvian de un color dorado.

El velo estaba a punto de levantarse, solamente faltaba un poquito para que finalmente este hecho.

-¡Fesmatus Ne ruinam velaminis! ¡Fesmatus Ne Vell ruina magna! ¡Fesmatus May mortuos, qui habitabat ad nos reditu!

Luego de esa ultima repeticion, solo fue cuestion de cinco segundos para que lo que quedaba de ese pilar se haya desmoronado completamente sobre el suelo, en miles de pedazos que se perdieron en todas las direcciones.

Estaba completo.

El Velo cayo por completo...

Ahora, las muchachitas se callaron y voltearon hacia la direccion sur, donde vieron que todas personas que estaban detras del velo, ahora estaban saliendo de los bosques de esa direccion, volviendo a la tierra de los muertos.

El Velo fue destruido, ya no habia barrera entre los vivos y los muertos.

Las jovenes gritaron de felicidad al ver como los muertos volvian al mundo de los vivos para cobrar su venganza contra los que los mataron.

Y se estaran preguntando... ¿quienes son ellas?

Bueno... Son las Causantes de Todo lo que esta por venir....



















































































































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N/A:

🎇¿¿??,  interpretado por Aaron Taylor-Johnson🎇

¿Acaso no lo viniste venir?

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