"Hay una gran diferencia entre mi hermano y yo: yo se escoger a mis pretendientes, amor"

Los cuatro se encontraban en el pasillo, sentados sobre sillas y esperando que el director, o mejor dicho directora, del instituto los haga pasar.

De dentro de la oficina se escuchaba una fuerte discusion, algo que no era seguramente bueno.

El reloj marcaba las dos de la mañana, no sabian como habian acabado ahi mismo.

Se habian ido del instituto a media noche a matar demonios sin una autorizacion de la Clave o el Consejo.

Y de un momento para el otro, se encontraban a punto de ser castigados.

Era el quinto problema de la semana, y apenas era viernes, desde el lunes estaban en la oficina del director siendo regañados.

Como ahora.

Antonio miro a sus tres compañeros que se encontraban en sus asientos con la mirada agachada, como perritos regañados.

Miro en especial a su parabatai, que se encontraba aterrorizado luego de ver a su madre y sabiendo que lo iba a regañar.

Acto seguido, chasqueo su lengua, ganando la atencion de los demas.

-Oh vamos, no fue gran cosa... -intento animar la situacion con una pequeña sonrisa- No creo que hayamos causado tanto revuelo...

Y entonces, los cuatros se pusieron a recordar lo que paso...

Hace dos horas |Instituto de Nueva York

-¡Ilazebeth, Hope, vamonos!

Luego de escuchar el regaño por parte de Antonio, ambas chicas rodaron los ojos y se levantaron de la cama de la segunda.

Hope llevaba un vestido corto con muchos brillos y escote pronunciado, con su melena pelirroja suelta y un maquillaje muy sensual.

Por otro lado, Ilazebeth traia un conjunto de dos piezas color perla con mucho brillo y zapatos de tacon a juego, con los labios lila y su cabello suelto.

Ilazebeth se dirigio a la puerta para abrirla, encontrandose con Antonio.

-Estas linda, Betty -alago Bloodmane con una sonrisa de lado y se hizo a un lado.

-Hola, hermano mayor -canturreo Hope saliendo junto a su amiga y caminando a la sala de operaciones.

-Oigan, ¿estan seguros de que nuestros padres no sabran? -al trio se integro Lucas, quien salia de su habitacion.

Antonio solto una carcajada y palmeo la espalda de Lucas con burla para tranquilizarlo, era la tercera vez que lo preguntaba.

-¿Le tienes miedo a la tia Clary? -insinuo Lewis con burla.

Los cuatro entraron a la sala de operaciones y se dirigieron a los estantes donde estaban las armas.

-No lo tengo miedo, le tengo miedo de lo que me pueda decir si se entera -se defendio Lucas agarrando dos cuchillos serafines.

-Animate, sera divertido... -exclamo Hope, escondiendo sus armas.

Era viernes por la noche y el cuarteto iria a un club a matar a demonios que estan matando subterraneos para drenarlos.

Como siempre y sin una autorizacion de la Clave o el Consejo, Antonio propuso ir y saber que estaba ocurriendo.

Para su sorpresa, el grupo vio que frente a ellos habia otro grupo que se estaba preparando para ir a una mision no autorida.

Entre ellos estaba Madzie Bane, la hija de Chris y Magnus Bane. Max Lightwood, el hijo de Robert y Maryse. Y Victoria, la hija de Aline y Helen.

-¿Adonde van ustedes? -pregunto Ilazebeth con una sonrisa traviesa.

-Londres, hay un club de demonios alli -le respondio Victoria con un guiño y termino de guardar sus armas- ¿Ustedes?

-Pandemoniun -respondio Lucas seguro de si mismo y le sonrio.

-¿Estan listos? No perdamos el tiempo -replico Antonio cuando vio a sus compañeros ya listo.

Sin mas que decir, ellos salieron del instituto para meterse en un portal que Antonio dibujo ya que si, el tenia el mismo don de su madre, Evie Bloodmane.

[...]

Los cuatros salieron del portal frente al club de subterraneos que tenia las letras "Fangtasia" en Neon sobre una pared.

-¿"Fangtasia"? -pregunto Hope confundida, pensando que irian al Pandemoniun.

-A los subterraneos le gustan los juegos de palabras -respondio Antonio, siendo el primero en pasar al club luego de que le den el pase.

Las puertas se abren frente a ellos lentamente como si se tratase de una camara lenta y prosiguen su caminata hacia el interior del club que es enorme, todas las luces estan apagadas y solo hay luces de colores como lasers que juegan en todo el lugar y la tipica luz que se apaga y se prende como si estuviese sacando miles de fotografias por segundo.

El lugar esta repleto de sobrenaturales y mundanos bailando y disfrutando del placer del extasis que proporciona este lugar.

Con tan solo ver, podian descifrar cual era demonio, cual era un subterraneo y cual un simple mundano que se habia metido en el lugar equivocado.

Prosiguieron a caminar entre toda la multitud con cuidado, mezclandose y bailando al ritmo de la musica electronica, como si estuviesen ahi nada mas para divertirse.

Los cuatro se habian dispersados por distintos lados, pero todos marchaban al mismo objectivo: La zona VIP que estaba en el otro extremo de la entrada.

Antonio se distribuia entre las hermosas y jovenes seelies que pasaban por su lado, pasando la mano por el pecho del castaño y le guiñaban un ojo antes de seguir su trayecto, el castaño les sonria con doble sentido antes de pasar.

Tenia ganas de quedarse, pero estaba de mision.

Por otro lado, Ilazebeth se encontraba junto a Lucas, pasando por alado de vampiros que bebian de algunos mundanos o de seelies, como regla general en el Fangtasia, si un vampiro quiere alimentarse de un humano es libre de hacerlo al igual que un hombre lobo de un vampiro, aqui mismo todos son amigos.

Y por ultimo, Hope estaba del lado de las tarimas y los sillones, donde varios subterraneos le hacian señas coquetas para que se acerque o que baile con ellos, pero a ella no le parecia correcto, no tenia mucha atraccion.

Finalmente todos llegaron al gran marco de la entrada del sector vip que se encuentra cubierto por unas oscuras sabanas violetas sin tener vigilancia de nadie, por lo que miran hacia todos los lados para que nadie los vea y caminan para correr las cortinas y entrar en el sector.

A comparacion del resto del club, la zona vip es un cuarto de grande de lo que es todo el salon principal del Fangtasia.

Cuando entraron, vieron a varios demonios sentados sobre sillones de cuero con costosos trajes de etiquetas, la musica electronica se escuchaba en todo en el sector y todos ellos, estaban sentados.

Parecian que estaban mirando a alguien invisible bailar, ya que nadie hacia nada.

-Hoppie, Betty -hablo Antonio haciendole señas.

Las dos chicas entendieron esa referencia y se dirigieron a unos pequeños escenarios individuales que se encontraban ahi mismo, siendo el ojo de todos los demonios.

Acto seguido, ambas empezaron a bailar sensualmente mientras pasaban las manos por todo su cuerpo, dandoles una mirada coqueta a los demonios que empezaron a interesarse por ellas.

Movian su cabello, meneaban su cadera y pasaban su mano por su cuerpo, esa era la combinacion perfecta para atraer a un demonio a la trampa.

Lucas rodeo por detras de los hombres demonios ya preparado para atacar, haciendole señas a su parabatai para que siga con el plan. Antonio se dirigio a un sillon donde habia una dama y dos caballeros, viendolos.

-¿Que se te ofrece, shadowhunter? -pregunto la dama de vestido escotado entre los dos caballeros, lo habia reconocido facilmente por sus runas.

-Me han llegado rumores que algunos demonios estan drenando subterraneos -respondio Bloodmane bajando su arma y miro indiscretamente a Lucas que estaba detras de los demonios.

Mientras el hablaba con los lideres demonios, Hope e Ilazebeth veian a Antonio, pero ambas vieron cuando detras de la espalda de la "chica" de vestido escotado, salia un raro tentaculo de color blanco como el hueso, dispuesto a atacarlo.

Era un rapiñador.

-¡Cuidado! -grito Ilazebeth deteniendose de bailar para gritarle a su primo.

Y todo se salio de control, luego de aquel grito, Lucas intento atacar al rapiñador pero el mismo lo esquivo y lo ataco por detras, lanzandolo contra una de las paredes.

Las dos jovenes combatian contra los demonios que antes la estaban mirando, Ilazebeth se ayudaba con su latigo y su cuchillo serafin mientras que Hope usaba sus dagas contra ellos.

Finalmente dejando a Antonio en el final, quien peleaba con los dos demonios "lideres", pero a estos dos se le sumaban mas demonios.

Tanto las chicas como los chicos empezaron a ser acorralados en un gran circulo de mas de cien demonios que parecian duplicarse y ser mas dificil de matar.

Se pusieron codo a codo y comenzaron a dar sus mejores golpes como siempre practicaban todos los dias con sus padres, algunos demonios intentaban morderlos pero estos esquivaban el golpe.

-¡Son demasiados! -grito Hope aferrando su espalda mas a la de su prima.

Entonces, el duo parabatai masculino penso lo mismo y dirigio su mirada hacia una de las esquinas de la zona vip, viendo a uno de los lideres vampiros.

Seria como una abeja reina, si la reina cae, todo el ejercito caera con ella.

-¡Lu! -grito Antonio haciendole señas sobre aquel demonio con traje azul frances en una esquina.

Con un agil movimiento, Antonio le robo una daga a su hermana menor para lanzársela a aquel demonio pero en vez de darsela al lider, otro demonio inferior la recibio por el.

Ahora, los demonios se habian triplicado y los estaban acorrolando mas que antes, el circulo cada vez se hacia mas pequeño y sus espaldas se pegaban mas mientras giraban.

-¿¡Que vamos a hacer?! -grito Ilazebeth hacia sus demas compañeros.

Y entonces, paso.

Como si fuese una especie de milagro, una flecha paso entre medio de Hope y de Antonio directo a un demonio que iba a atacarlos por la espalda pero la flecha lo destruyo en mil pedazos.

Ambos hermanos se quedaron boquiabierta y giraron en direccion de donde vino la flecha.

Una hermosa mujer de cabellos naranjas y ropa roja con una capa con capucha como Caperucita Roja, bajo su arco de color rojo y tomo otra flecha de su carcaj.

-¡Mama! -gritaron los hermanos, viendo a la unica y la infame, Evie Bloodmane.

Evie siguio con su trabajo de matar demonios agilmente sin fallar en un solo tiro y tambien lanzando sus dagas familiares.

A Evie se le integro una poderosa y espectacular mujer de cabello oscuro con ropa pegada a su cuerpo que resaltaba su figura, esta mujer estiro su mano donde traia un brazalete y enrrollo este ultimo en el cuello de un demonio y lo mato.

-¿M-mama? -pregunto Ilazebeth sorprendida de ver a su madre, Isabelle Lightwood prosiguio a ayudar a Evie en el deber de matar demonios.

Pero Isabelle no la escucho ya que comenzo a deshacerse de la horda de demonios, bajando el numero de enemigos junto a su parabatai.

El viejo duo parabatai femenino no era el unico que ayudaba a los cuatro adolescentes, sino que vieron a un azebache de cabellera rubia ayudarlas mientras peleaba agilmente con un demonio y lo mataba cuando acabo en el suelo.

-¡Papa! -grito Lucas viendo a su padre luchar agilmente y el mismo Jace Herondale le sonrio sin mostrar su sonrisa.

-Te dije que jamas te dejaria solo -le recordo Jace Herondale y le arrojo una espada serafin extra antes de seguir peleando con otro demonio.

Y asi, los cuatro adolescentes estaban siendo ayudados por sus padres que reducian el numero de demonios, dos de los tres lideres habian caido y solamente faltaba la mujer para matar a los demonios restantes.

Cuando aquella mujer iba a dar un ultimo golpe contra los hermanos Bloodmane, una flecha de vuelta paso entre medio de Hope y de Antonio para ir directo a esa mujer, la flecha se clavo en su pecho y ella desaparecio.

El resto de los demonios que quedaban aun de pie cayeron con su reina, dejando solamente a los shadowhunters de pie.

Sus respiraciones estaban aceleradas y ni hablar de sus corazones, habia sido una dura batalla pero salieron victoriosos.

Antonio y Hope se dieron vuelta lentamente para ver de donde provino la flecha.

Vieron al hombre de vestimentas oscuras y mas alto que su madre, con cabello morocho y este mismo bajo su arco lentamente.

-Papa... -susurraron Hope y Antonio al unisono shockeados, nunca antes habian visto a Alec Lightwood con su arco y flecha, siempre estaba con su papeleo.

Pero el mismo Alec Lightwood, los queria matar con su mirada, no le agradaba que sus propios hijos vayan a misiones no autorizadas ya que el era el Consul de la Clave.

-Mama va a matarme... -musito Lucas escondiendose detras de Antonio con miedo, cuando vio que Clary Fairchild estaba peleando con ellos.

Clary se puso alado de Alec, tambien de forma regañadora miro a su primogenito.

Estaban en serios problemas.

Ahora | Instituto de Nueva York

-Sip... no creo que hayamos hecho tanto revuelo -aseguro Antonio con ambas manos detras de su cabeza y una pequeña sonrisa.

En ese momento, la puerta de la oficina de la directora se abrio y la misma salio para hacerle señas que pasaran, los cuatro jovenes entraron en la oficina.

Isabelle se apoyo sobre su escritorio, los niños vieron a Evie y Alec Lightwood apoyados sobre la chimenea mientras que Jace y Clary Herondale estaban sentados sobre los sillones, todos viendo a los adolescentes.

-Bien, ¿me van a contar que hacian en Fangtasia? -pregunto amablemente Isabelle viendo a los chicos.

Como Antonio era la cara bonita del grupo, todos lo empujaron a el para que hable.

-Nos enteramos que los demonios estaban drenando subterraneos, queriamos saber porque -respondio con facilidad el primogenito de Evie y Alec.

Isabelle, Evie, Jace y Clary se sorprendieron al escuchar eso.

-¿Sin una autorizacion? -le reprimio su padre bastante molesto- Pudieron haber muerto ahi mismo.

-Lo teniamos controlado -aseguro Antonio enfrentando a su padre y volteando a verlo con un aire superior.

-¿"Controlado"? ¡Por poco los matan! -exclamo Alexander mas molesto e intentando ir hacia el, pero su esposa Evie puso una mano en su pecho para detenerlo.

-¿Y que descubrieron? -pregunto tranquilo Jace Herondale, interesando tambien de saber que estaba ocurriendo con los demonios.

Ahora los jovenes miraron a Lucas, que el tambien habia sido testigo del plan.

-Los drenan para una clase de suero que los hacen convertirse en subterraneos, cambian su ADN -respondio el rubio evitando la mirada asesina de su madre a toda costa- Asi no lo rastreamos...

Todos se quedaron en silencio, sorprendidos por los datos que sus hijos le habian comentado.

Isabelle suspiro ligeramente.

-Pueden irse... -musito la morocha haciendole señas.

En ese momento, Clary y Alec se quedaron shockeados.

-Isabelle, no puedes dejarlos ir, tienes que ponerles un castigo -insistio su hermano mayor acercandose a ella pero Isabelle subio sus hombros.

-Alec, es suficiente -se interpuso Evie mirando a su marido con seriedad- Han descubierto algo que no se ha sabido en semanas.

-Lo siento, Evs, pero estoy con Alec en esto -la interrumpio Clary cruzandose de brazos y apoyando a su cuñado- Tienen que tener un paro.

-Oigan, no exageremos... -Jace se levanto con cuidado del sillon y tratando de calmar las aguas con cuidado.

-Es la quinta vez que venimos en la semana, Jace -le reprimio su parabatai con molestia y miro a su esposa tambien molesto- Si no hacemos nada, seguiran haciendo lo mismo.

Los cuatro adolescentes se encontraban en silencio viendo a sus padres discutir.

Pero en medio de la discusion, Evie solo una risa que se gano la mirada de todos.

-Oh vamos, cariño, hemos hecho peores cosas a su edad... -le comento despegandose de la chimenea para caminar a Alec- ¿Recuerdas cuando te llevamos al Angevil por una falsa mision cuando queriamos divertinos con quince años?

-¿O cuando Evs e Izzy fueron a juicio por Lydia? -añado Jace con diversion y cruzado de brazos, viendo a Alec con burla.

-No olvides cuando tu y Clary saltaron en ese portal Inter dimensional con la Copa Mortal -hablo Isabelle riendo y señalo a Jace quien acompaño su risa- O cuando Jace y Evie fueron con Valentine a aquel barco...

-¿Y la apuñalada en el hombro por Clary, Iz? -le siguio Evie con una sonrisa juguetona y ambas vieron a Clary que se moria de la verguenza.

Los cuatro jovenes se sorprendieron de la joven vida de sus padres que era mucho mas interesante que la suya y tambien era peor que ellos.

-Oigan, acordamos no hablar acerca de eso con nuestros hijos -los regaño Alec dandole un alto a sus anecdotas y los fulmino con la mirada.

Nuevamente, Jace, Izzy e Evie volvieron a reir.

-Mejor dicho, tu hiciste ese voto de silencio -corrigio el rubio alado de Evie y ambos asintieron seguros.

Alec se puso rojo de la verguenza y Jace aprovecho a ir a abrazar a su primogenito y darle una palmada en la espalda, mientras pasaba un brazo por su cuello y lo atraia a el como si estuviesen peleando lucha libre.

-Estoy orgulloso de ti, hijo -añadio Jace mirando a Lucas.

Evs sonrio tambien y fue abrazar a sus hijos como hizo su primo.

-Esos movimientos, Hope -alago la Bloodmane con una sonrisa encantadora- Saliste igual a mi y a tu tia Izzy.

-Agradece que Silvestre no esta aqui -hablo Izzy abrazando a su hija y ambas rieron cuando nombraron a Simon por el apodo que Magnus le dio, el se encontraba fuera con Maya por unos asuntos de subterraneos.

Pero ni Alec ni Clary dejarian pasar esto.

-Isabelle, como directora del instituto, tienes que poner un castigo -hablo Alexander sin paciencia y ahora como Consul- Tienes que poner al instituto primero.

La misma Lightwood suspiro con tristeza, no le gustaba castigar a sus sobrinos ni a su hija, pero su hermano tenia razon, el instituto es primero que todo.

-Bien... lo hare -le retracto Isabelle en la cara a Alexander y miro a los adolescentes.

Antonio, Hope, Ilazebeth y Lucas se encontraban con miedo, miedo de no poder salir a misiones de campos por culpa de sus padres o que le retirasen las armas para que no las puedan encontrar.

-El castigo que recibiran es que ya no tendran misiones de la Clave, el Consejo Real se encargara de eso.

-¡Si! -gritaron Evie y Jace al unisono y chocaron los cinco con felicidad.

-¡No! -gritaron Alec y Clary en desacuerdo, no esperaban que ese fuera el gran castigo para sus hijos.

-¿El Consejo podra encargarse? -pregunto Isabelle hacia los directores, quienes asintieron rapidamente con felicidad.

-Hay varios fugitivos de los Bloodmane y los Herondale que necesitan ser llevamos al Phoenix -informo Evie con una sonrisa de oreja a oreja- Podran unirse al grupo de los hijos del Consejo, sera mejor.

-La lista de los Bloodmane es interminable, podran salir con Evs si quieren -añadio Jace alado de su prima.

Por otro lado, Alec y Clary miraron fulminante a Isabelle.

Pero los jovenes se encontraban felices, hace años que no veian a sus amigos de la realeza y tampoco hacian misiones del Consejo.