08/08/2020

-Mills, esto no está bien y lo sabes.- Su voz... Me parecía tan reconocida.

-No voy a dejarlo, es mi único escape...- Sabía perfectamente a qué me refería.

-Hay otras maneras.

-No tengo elección.

No hubo elección.

Suspiré mirando el fondo de mi habitación. Sabía una cosa de pasado, algo que genuinamente solo yo sabía, y al parecer la persona de mis recuerdos también.

Era curioso que lo único que recordaba a la perfección era lo peor que pude ser, una drogadicta sin futuro. Y no solo lo sabía por recuerdos, también había encontrado varias cajas con inyecciones y heroína, no sabía de dónde las había sacado y probablemente no era de un muy buen lugar, empezando con que eran drogas.

En algún momento tuve la tentación de hacerlo de nuevo, porque las cosas estaban ahí y estaban dispuestas a usarse. Pero no me parecía correcto. A pesar de tener muchos problemas, no lo veía como una opción muy viable actualmente.

-¿Millie estás bien?- Miré a mi lado y Louis, mi mejor amigo, estaba observándome con una limonada en la mano.

-Si lo estoy, solo pensaba un poco.- Se encogió en hombros.

-¿Entonces ya me contarás lo de Sadie?- Asentí levemente.

-Fui a su casa y me contó un par de anécdotas.- Levantó una ceja.

-¿Finn no sabe, verdad?- Negué y él suspiró. -Si se entera te mata, me mata y mata a Sadie de paso.

-No se va a enterar a menos que tú se lo digas, y sé que no lo harás.

-No lo diré, no pienso meterme en estos problemas, es cosa tuya y yo solo estoy para apapacharte y escuchar chisme.- Reí.

-Bueno, igual soy buena escondiendo cosas.

-No lo eres en lo absoluto, estoy ahora mismo escuchandote hablar de la chica que tienes prohibido ver porque te vi hablarle en el receso, no sabes esconder nada.- Rió. -Y tienes suerte de que fui yo y no Finn.

-¿Sabes? Sigo sin entender porque Finn se comporta como mis padres.- Hizo una mueca.

-Sadie no era muy buena persona con él.- Lo miré. -No creas que con esto busco alejarte, solo sé que antes era un poco... Ya sabes, incontrolable.- Murmuró.

-No entiendo.

-Tenía problemas con el alcohol, y problemas de ira. Ambas cosas juntas no son muy buenas que digamos.- Oh... Ahora tenía sentido aquellas palabras de la pelirroja sobre olvidar su pasado. -Se negó por mucho tiempo tratar sus problemas, actualmente está mejor y bueno no he visto que deje de tomar su medicamento así que es mejor persona.

-Sigo sin entender qué tiene que ver eso con Finn.

-Bueno, le destruyó la casa en un arranque de ira. Pero más allá de lo material, fue bastante imbécil y dijo cosas que no debió decir.- Lo miré con sorpresa, no pensé que ella hubiese hecho algo así.

-¡Sadie sueltalo!

-¡Cierra la puta boca!

Bajé la mirada hacia mis manos.

-¿Estás bien?- Estaba temblando.

-Creo que recuerdo algo.- Susurré.

-¿Qué cosa?

-Una pelea, o algo así.- Asintió.

-Creo que sé cuál.- Se rascó la nuca. -¿Recuerdas más?

-Sadie estaba golpeando a Finn, y yo intentaba detenerla, no recuerdo más, solo son gritos e insultos.

-Ya basta, por favor...- Susurré.

-Ese idiota cree que puede darme órdenes, le enseñé que no.- Sobé mi frente.

-Solo cállate y mejor vete, no quiero verte ahora, estás ebria y sinceramente ya me tienes harta con eso.

-Creo que si era un tanto...- Me interrumpió.

-Imbécil.- Lo miré. -Es la verdad.

-Si, quizá un poco.

-No un poco, era horrible.- Suspiré.

-Bien tú ganas, era horrible.

-Cambiemos de tema antes de que me fusiles.- Reí.

[...]

10/08/2020

Era lunes de nuevo, cosa que odiaba en realidad. Había pasado un buen fin de semana con Louis, y casualmente Finn no había aparecido en esos días, así que no fue por mí a casa, por lo que tuve que ir a la escuela caminando.

No me disgustaba pero tampoco tenía un gran gusto por hacerlo.

Iba casi a la mitad del camino, no habían muchas personas en la calle ya que era bastante temprano. Me daba un poco de miedo ver las calles casi o completamente solas, me daba una muy mala sensación.

A este punto fui asustandome a mí misma de todas las cosas que podrían pasarme por caminar sola en lugares así. Estaba tan metida en esos pensamientos que comencé a ponerme un poco paranoica.

Sentí una mano sobre mi hombro y ahí fue donde mi alma abandonó mi cuerpo. Pegué un grito que juraría fue tan fuerte que hasta en China lo escucharon.

Mi primer instinto fue dar un codazo hacia atrás, así la persona me soltaría. Pero al hacerlo, me di cuenta de quién se trataba.

-Auch...- La pelirroja de lindas pecas. -Creo que te asusté.- Rió entre quejidos.

-Sadie.- Me acerqué a ella y coloqué mi mano sobre su hombro. -¿Estás bien?- Asintió. -Me asustaste fatal, no hagas eso nunca más, pude tirarte gas pimienta, ¿sabes?

Se enderezó con cuidado y sonrió de lado. Miré sus labios y sonreí, tenía una linda sonrisa.

-Lo lamento, venía hablándote desde una cuadra atrás pero no me escuchabas.- Se rascó la nuca con una mirada bastante adorable.

-Estaba concentrada en el camino, lo siento.

-Está bien, solo quería darte algo que tiraste.- Estiró su mano y me entregó un libro. Fruncí el ceño, nunca había visto ese libro.

-No es mío.

-Si lo es.- Sonrió. -Miralo bien.

Tomé el libro y observé detalladamente. "Solo tú me conoces" era el nombre del libro. Lo abrí, y en la primera página había un escrito.

"Sé que lo querías desde hace tiempo, pero no había podido comprarlo, ya sabes... No tengo un buen trabajo. Pero al fin pude hacerlo. Disfrútalo;)
Con amor: Sadie. xoxoxo"

-Era tuyo, te lo regalé hace un par de años.- La miré. -Lo guardé después del accidente, y bueno, nunca vi el momento correcto para dártelo, así que decidí no esperar más.- Sonreí ampliamente.

-Lo leeré, será como leerlo por primera vez.

-Cada que lo leías decías lo mismo.- Sonrió. -Fue un regalo de cumpleaños, por cierto. Generalmente no te gustaba festejarlos, pero siempre intenté darte regalos, así al menos lo hacía un poco especial.- Se sonrojó ligeramente. Sus pecas resaltaban más con ese color en su rostro.

-Eras muy buen amiga.- Su sonrisa se borró un poco.

-No, no lo era.- Suspiró. -Aún no te cuento las partes malas del pasado.

-Louis me contó un par, generalmente no se mete en estos temas pero decidió ayudarme un poco.

-Oh, eso es genial, ¿está de acuerdo con que yo te cuente?- Asentí.

-Y aunque no lo estuviera yo seguiría buscándote para saber.- Rió.

-Aún conservas esa rebeldía.- Suspiró con un poco más de alegría. Acomodó un poco su cabello y me miró.

Guié mi mirada a sus manos. Una de las cosas que considero bastante atractivas, son las manos de las personas. En este caso, las manos de Sadie solían llamarme la atención, ya que usaba un par de anillos y un par de pulseras en ambas manos, y si mi vista no me engañaba, tenía un tatuaje en uno de sus dedos.

-¿Millie?- Aparté la vista directo a sus ojos.

-Tienes un tatuaje.- Dije intentando disimular un poco. Rió por lo bajo mirando su mano.

-Fue mi segundo tatuaje.- Levanté una ceja.

-¿Tienes más?- Asintió. Estaba fascinada con esto, los tatuajes eran algo que a mí me encantaba mucho.

-Si, en mi espalda y en el brazo, pero debo cubrirlos porque no son permitidos en la escuela, y porque soy menor de edad aún.

-¿Cómo te los hiciste si eres menor?

-Conozco a alguien que los hace por un poco más de dinero.- Rió.

-Genial, ilegal pero genial.

-Si gustas hacerte uno, estoy dispuesta a pagartelo.- Reí negando con la cabeza.

-Quizá algún día.

-Piensalo, pero de momento tenemos que ir a la escuela, ¿recuerdas?- Era cierto, se nos hacía tarde.

Guardé el libro que me había dado y seguimos el camino que faltaba para la escuela.

Miré a la pelirroja mientras caminábamos una al lado de la otra.

¿Realmente había sido tan mala persona?

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-Te lo dije, Millie. Es una idiota y tú mereces algo mejor.

-Si, Millie. El cara de rana tiene razón, mereces a alguien mejor que yo.

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•El viernes hay maratón•

R e c o m e n d a c i o n e a u w u

-VEAN FEAR STREET, ESTÁ BUENÍSIMA

-coman frutas y verduras jiji

-denme galletas

-ya no tengo originalidad para esto so, sean patatas dinosaurios xc

-coman danonino pa q crezcan

-no fumen, no beban, no se droguen porfa

SILLIE ES REAL!
Y!

Sin más que decir: CHAO BYE!

By: Muffinisaurus_Rex8