17/09/2020

Luego de una larga noche charlando tontadas con Millie, logré dormir más de lo que creí que haría.

Una vez que logré levantarme de la cama, preparé mis cosas para la escuela, ya que sería un día con muchas emociones, o al menos eso presentía después de hablar con la castaña por la madrugada.

No tenía mucho que preparar, dado que había dormido en el apartamento de Chiara y Sophia. Simplemente le robé un par de prendas a Sophia y me fui de ahí lo más pronto que pude.

La castaña teñida no tenía intenciones de volver a clases en por lo menos un mes. Así que no tuve que esperarla para irme de ahí.

Tan pronto como llegué a la escuela, me dirigí a mí casillero, sacando todo lo que necesitaba y guardando lo que no me era necesario. Era un nuevo día, y me había propuesto prestar atención para subir mis notas al menos este último año.

Observé con atención mi casillero, vuelto un completo desastre, ya que necesitaba un poco de mantenimiento y limpieza; cosa que no podía otorgarle con mi escaso tiempo. Intenté acomodar un poco, y en el proceso encontré un par de cosas interesantes. Tales como; mi uniforme de básquetbol, que llevaba ahí desde que tuve el accidente y no pude participar en ningún deporte más. También se encontraba una pequeña caja con múltiples fotos estilo Polaroid; la mayoría no tenía sentido pero eran bastante bonitas de cierta forma. De pronto mi sonrisa se volvió una mueca, al darme cuenta que todo lo que se encontraba en mi casillero, no era nada más que hobbies olvidados que en el pasado me hicieron muy feliz.

Supongo que, a fin de cuentas, todo mi ser cambió en general. Mi pasado se llevó mucho consigo, entre ello, todo rastro de felicidad que pude tener.

De pronto escuché pasos acercándose a mí, giré mi cabeza hacia esa dirección, sin soltar de mis manos el uniforme deportivo.

-Sink, que sorpresa verte por aquí.- Habló una Sofía desanimada, parándose junto a mí.

-Es mi casillero..- Sonreí de lado.

-Lo sé.- Dirigió su vista al uniforme en mis manos. -¿Aún lo conservas?- Su voz seguía notandose apagada, algo le sucedía.

-El entrenador me permitió quedarmelo.- Murmuré. -¿Te encuentras bien?

-Claro, ¿por qué la pregunta?

-No te ves bien- dejé el uniforme en su lugar y cerré mi casillero. -y no lo digo en un mal sentido, simplemente te ves poco feliz.

-Quizá tengas razón.- Giré mi cuerpo para mirarla de mejor manera. -Estoy un poco triste.

-¿Por qué?

-Voy a odiarme por decir esto pero, extraño a Sophia..- Murmuró recargando su cuerpo en los casilleros de junto. -Sé que no volverá en un buen tiempo.

-Quizá no vuelva nunca..- Susurré luego de recordar la pequeña noticia que Chiara me dió hace un tiempo. -Vive con Chiara ahora, ¿no la haz visitado?

Negó. -No quiero incomodar a Chiara.- Fruncí ligeramente el ceño.

-¿Por qué crees que le incomodaría?

-¿No lo sabes?- La miré aún más confundida. -No, no lo sabes.

-¿Saber qué exactamente?- Dió un breve suspiro y rió ligeramente.

-Sophia y yo teníamos un trato raro que empezó siendo una broma, pero todo se nos fue de las manos.- Antes de poder preguntar de qué hablaba, continuó hablando. -Consistía en fingir que nos gustabamos entre sí, porque somos malísimas disimulando y no queríamos que las personas que realmente nos gustaban, supieran que nos gustaban, ¿entiendes?- negué ligeramente. -Te lo resumo fácil, a ella le gustaba Chiara, pero no quería que ésta se enterara, entonces fingió que yo le gustaba.

-Oh, ya entendí a qué te refieres entonces... Ahora, ¿por qué hicieron esa estupidez tan revoltosa?

-Ya te lo dije, empezó como una broma y al final todo se salió de control..

-Entiendo.. eso creo.- Reí ligeramente. -Igual, dudo que a Chiara le incomode que la visites, al contrario, ella es feliz con que Sophia tenga compañía.- Me dedicó una pequeña sonrisa.

-Está bien, Sink. Voy a considerarlo más y quizá esta semana la visite.

-No te arrepentirás.- Volvió a sonreír.

-Sadie.

-¿Si?

-Te daré un consejo que no pediste.- La miré un tanto confundida. -Vuelve al equipo de baloncesto, te hará bien un poco de distracción que no tenga que ver con Millie o Sophia, ya sabes, para que no dependas de ellas.

Sonreí. -Lo voy a considerar también.- Ambas reímos.

-Te veo en clase, Sads.

-Nos vemos ahí.- Sin decir más, se retiró del lugar.

Miré mi casillero, nuevamente con nostalgia. Quizá deba darle otra oportunidad al equipo, aunque mi condición física ya no sea la misma.

Pasaron un par de segundos cuando hasta que sentí un par de brazos rodeándome la cintura con delicadeza. Y justo antes de reclamar o decir siquiera una palabra, la persona habló.

-Dodger..- La oí suspirar. Inmediatamente mi cuerpo se relajó sabiendo de quién se trataba.

-Millie- Dije alegremente, como respuesta me aprisionó un poco más en sus brazos. -hey, ten cuidado con mi músculoso cuerpo.- Soltó una ligera risa.

-¿No hay más "Jammie" para mí?- Murmuró contra mi espalda.

-No hasta que me cuentes lo que pasó, estoy preocupada desde anoche.- Hizo un par de gruñidos y finalmente suspiró.

-Solo quédate así un poco..- Accedí dejándome abrazar sin más.

Cuando finalmente estuvo lista me soltó con calma. Cuando giré a mirarla tenía su vista fija al suelo, lo cual me asustó un poco más, ya que conociendo a Millie nunca solía bajar la mirada. Siempre ha sido firme a pesar de todas las situaciones malas o buenas.

-¿Millie?- La llamé con suavidad.

-Ayer cuando te fuiste de casa, mi padre logró verte cuando bajabas por la ventana..- Sentí mi corazón acelerarse poco a poco. -Él estaba enojado. Ya sabe que te recuerdo, sabe que te veo y sabe que sigo sintiendo lo mismo que sentí desde que te conozco.- Aún sin mirarme, tomó mis manos lentamente. -Me negué a seguir sus reglas y sus propuestas. Y lo llevé a su límite..- Levantó su rostro finalmente.

Me quedé plasmada viendo la herida en éste. De inmediato solté sus manos, ella me miró desconcertada y lo único que pude hacer en un impulso fue abrazarla con fuerza.

-Lo lamento- susurré. -no quería causarte problemas, de verdad que no..

-Dodger, esto no es culpa tuya.

-Si yo hubiera tenido más cuidado..- Me acercó un poco más a ella, negando con la cabeza.

-No, tú no tienes la culpa de nada, mi papá es el único culpable.- Me separé de ella mirándola a los ojos.

-Jammie, ¿por qué no me llamaste en cuanto esto sucedió?- Coloqué mis manos sobre sus mejillas, teniendo el máximo cuidado posible.

-No quería preocuparte..

-Pues te salió mal, porque estoy más preocupada que nada.

-Ya lo sé.. solo no quería que te alteraras mientras yo estaba lejos, tenía que decírtelo en persona porque solo así puedo abrazarte y olvidarme un momento de lo que pasó, aunque sea un segundo.- Hice una ligera mueca. Tenía un buen punto, pero aún así estaba bastante preocupada.

-¿Con qué te lo hizo?- Sus ojos se apartaron de los míos inmediatamente. Sentí un nudo en la garganta al recordar todo lo que mi padre hizo en mi niñez. Y no dejaba de sentirme peor cada segundo que pasaba.

-Una copa de vino.- Murmuro.

-¿Te hizo algo más?- Negó. Seguía sin mirarme a los ojos. -¿Estuviste en casa?- Volvió a negar. -¿Dónde dormiste?

-Llamé a mi enfermera de confianza..

-¿Maya?

-No conozco otra...- Sonrió de lado. -Ella me atendió y me quedé en su casa, que por cierto, no sabía que su casa era tan linda y grande.

-Su sueldo y el de Natalia hacen de todo..- Suspiré. -Quédate conmigo hoy.- Di un paso adelante, acercándome a su rostro.

Nuevamente conectó sus ojos con los míos. Guardó silencio un par de segundos y posteriormente suspiró.

-Tengo que ir a casa por mis cosas de la escuela..- Susurró. -Si me acompañas me quedaré contigo.- Dijo esto último con un pequeño sonrojo asomándose por sus mejillas.

-Lo haré, te cuidaré para que no vuelva a lastimarte.- Sonreí ligeramente.

-Prefiero que no te metas en problemas...

-Mientras él no intente dañarte, yo ni me moveré.- Sonrió de la misma manera que yo, dejando notar un poco sus hoyuelos. -Jammie..- Suspiré juntando nuestras frentes, teniendo cuidado de no lastimarla por supuesto.

-Dodger- tan pronto mencionó mi apodo sentí sus brazos rodear mi cintura. Había una pequeña diferencia de estatura, en la que ella era un poco más alta que yo, cosa que me encantaba.

Nos quedamos así un par de segundos, simplemente sintiendo la presencia de la contraria. Siendo solo ella y yo. Algo que extrañaba a pesar de haberla visto todos los días, había algo diferente, quizá la conmoción de la noticia; o la situación en general.

-Dodger.. gracias por seguir aquí.- Susurró. Y justo antes de poder responder, me interrumpió con un pequeño pero alentador beso en mis labios. No pude evitar sonreír de inmediato.

-Jammie, tenemos mucho por hacer ahora..- Abrí los ojos. Ella ya me estaba mirando.

-Podemos dejarlo para después.- Unió nuestros labios, esta vez siendo un beso un poco más extenso pero sin ser apurado. No teníamos prisa.

Y a pesar de los problemas próximos, viviríamos un día a la vez. Juntas, una vez más.

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Hey!

Han pasado 84 años.. ahre

Sigo vivo! Lamentablemente.
Nomentira JAJAJAJS

Ya estoy de vuelta, otra vez! Aunque con noticias buenas y nalas, dependiendo de cómo las tomen..

*YA NO HABRÁ ACTUALIZACIONES LOS MARTES*

Actualizaciones semanales en su mayoría, pero la historia seguirá!

Espero que mi inconsistencia no los ahuyente. Si leyeron "¿What? ¡I'm not gay!" cuando estaba en emisión, ya conocerán cómo soy y seguramente estén acostumbradxs

Debo decirles que he estado distraído con un par de historias que tengo en borradores, necesitaba drenar esas ideas para poder seguir con The Scientist! Así que ya estoy aquí de nuevo, intentaré no retrasarme más lol.

Aprecio mucho a quienes se quedaron hasta aquí y quiénes estarán al final (que en realidad falta bastante para eso). En fin, muchísimas gracias por no irse<333

Lxs amo!

Sillie es real!
Y!

Sin más que decir: CHAO BYE!

By:Muffinisaurus_Rex8