Capítulo 49.
Después de largos minutos esperando a la rubia sin saber qué hacer respecto a la herida, finalmente llegó. Bajé directamente por la ventana, temiendo por caerme ya que no lo hacía muy seguido y era peligroso. Sumándole la posibilidad de que mi padre me viese y todo empeorara.
Una vez abajo no dijo ni una sola palabra y me llevó directamente a su auto. Todo el camino fue silencioso, y por una parte lo agradecía, ya que necesitaba un momento para procesar todo lo que había pasado.
Luego del viaje de media hora, se estacionó frente a una casa, me hizo la seña para bajarme y yo simplemente la seguí.
Nos adentramos al lugar, y casi de inmediato Natalia se dirigió a nosotras con prisa. Con gesto de preocupación me llevó al sofá. Y tanto silencio comenzaba a abrumarme.
-Amor, ¿podrías traerme el botiquín? junto con las pinzas, por favor.- La castaña accedió. -¿Puedes sostener un poco tu cabello? Para revisar.- Asentí haciendo caso a su instrucción. A fin de cuentas, ella era la enfermera aquí.
-¿Se ve muy mal?- Susurre. Tosí un poco debido a mi voz ronca.
-Algo..- Natalia llegó con una caja mediana en sus manos. La colocó en la mesa central y miró a Maya esperando alguna otra instrucción. -Gracias.- Suspiró. La castaña le entregó unas pequeñas pinzas. -¿Con qué te lo hizo?
-Una copa.
-La copa más dura que he visto en mi vida.- Levantó ambas cejas inspeccionado nuevamente. -Tienes incrustado un pequeño pedazo de cristal. La herida es algo grande y temo que tengas alguna hemorragia al retirar el fragmento. De ser así tendré que llevarte al hospital.
-No quiero ir.
-Lo sospeché.- Dió un ligero suspiro. -Tendrás que ser extremadamente cuidadosa con esto. Y si no empieza a cerrar en una semana, te llevaré al hospital quieras o no.- Su tono de voz sonaba demasiado serio. Pocas veces podías verla hablando de esa manera. Sabías la gravedad del asunto con solo escucharla hablar.
-Está bien..- Dije en voz baja.
Asintió sin más y se separó con tranquilidad. Abrió la caja del botiquín y sacó de él un pequeño recipiente, virtió un poco de alcohol en este y dejó dentro las pinzas. Tomó una bolsa sacando de dentro un par de guantes blancos, se los colocó con cuidado y dirigió su mirada a Natalia.
-¿Puedes calentar un poco de agua? Que solo quede tibia. Ah, y necesito una gasa o un trapo pequeño. Por favor y perdón por pedir tanto.- Sonrió ligeramente.
-Todo lo que necesites, amor. No te preocupes.- Dijo con una sonrisa retirándose a buscar las cosas.
-¿Todo esto es necesario?- Miré a la rubia con curiosidad.
-Si, necesito esterilizar las pinzas, y limpiar tu herida con agua tibia. También necesito presionar la herida para detener la sangre una vez que retire el pedazo.
-¿Me va a doler?
-Esperemos que no.- Nuevamente la castaña apareció con un pequeño bowl lleno de agua, un par de gasas y un trapo blanco. -Gracias, de nuevo.- Rió ligeramente tomando las pinzas. -¿Estás lista?- Pasé saliva mirándola acercarse.
-¿Tengo otra opción?- Negó ligeramente inclinando mi cabeza a un lado.
-Piensa en otra cosa.
-Ahora que lo dices no podré pensar en otra cosa.- Volvió a reír y se acercó un poco más.
-Piensa en Sadie besándote.- Me sonrojé ligeramente. Por más tonta que fuese su frase, logró distraerme. Retiró el fragmento con sumo cuidado, tanto que ni siquiera sentí cuando salió de mi piel.
Inmediatamente colocó el trapo blanco sobre la herida y presionó sobre este.
-Presiona en lo que preparo el ungüento.- Seguí su instrucción presionando con fuerza. No parecía salir demasiada sangre, lo cual era una excelente señal.
-¿Cuánto tiempo debo presionar?
-Diez minutos, pero si no sangra más no es necesario tanto.- Respondió buscando por el botiquín. Sonrió finalmente tomando un tubo de ungüento. -Dejame ver cómo está.- Retiré la toalla con cuidado, me miró atentamente. -No sangra más, tienes un punto a favor.- Reí ligeramente.
Agarró una de las gasas con tranquilidad, la sumergió ligeramente en el agua tibia y dejó caer un hilo delgado de agua sobre la herida. Limpió con cuidado sin rozar demás la piel.
-Tienes mucha paciencia para hacer esto..- Con otra de las gasas comenzó a secar la zona.
-Es mi trabajo.
-Contigo me haría revisiones semanales.- Rió negando con la cabeza. Tomó un poco del ungüento con su dedo y colocó éste sobre la zona afectada.
-Me alegra que lo digas, porque necesitarás revisiones gracias a esto.- Hice una mueca. -Creí que te gustaba la idea.
-Para serte sincera, no me gusta la idea de tener un hueco en el cráneo gracias a mi padre.
-No está cerca del cráneo, es más larga que profunda. Pero entiendo tu punto.- Finalmente se alejó de mí quitándose los guantes. -No cubras la herida, sanará más rápido así, solo ten cuidado de no rozarla mucho.- Suspiró. -Cualquier dolor, sensibilidad, pus, inflamación o enrojecimiento, vienes conmigo y buscamos solución. Igual debes cuidar tu temperatura, si tienes fiebre o algo por el estilo. Todo esto es un signo de infección y debe ser tratada de inmediato.
-Es demasiada información para mi cerebro.- Volvió a reír guardando cada cosa en el botiquín.
-Son un par de indicaciones solamente.- Habló Natalia, quien había estado callada todo este rato.
-Dejala, el almacenamiento de su cerebro debe estar lleno de la sonrisa de Sadie o alguna cursilería.
-Seguramente sabe cada posición de sus pecas y las tiene contadas de memoria, por eso no puede recordar seis simples cosas.- Abrí los labios con cierta indignación.
-Pues se equivocan.- Miré a ambas determinadamente. Parte de lo que decían era verdad, pero no por completo, eso me volvía una ganadora. -En mi mente hay muchas cosas espirituales, y por supuesto, una carpeta llena de recuerdos de los ojos de Sadie en cada forma y brillo existente. Jaque mate.- Ambas rieron efusivamente.
-Como ya había dicho, cursilerías.- Las acompañé en su risa por un momento.
Las risas se apagaron poco a poco. Nos miramos de la misma manera, pensando exactamente en lo mismo.
-¿Podrían darme un consejo respecto a esto?- Se miraron un par de segundos, para posteriormente suspirar a la par.
-No quisiera darte un mal consejo pero.. te daré un mal consejo.- Dijo Maya sentándose junto a Natalia. -Me iría de ahí. No vale la pena tener que aguantar tantos maltratos solo por un poco de dinero, porque cariño no es que den.. sin ofender.
-No lo sé... ¿A dónde iría?- La castaña me miró levantando una ceja, con cierto gesto de obviedad.
-Aquí eres bienvenida.
-No quiero ser un estorbo.
-¿Estorbo? ¿Por qué serías un estorbo?
-Porque no deben tomarselo a la ligera. Estarían aceptando a una adolescente sin trabajo en su casa.
-Te he cuidado desde que eras una tonta en miniatura, no cambia nada más que tu edad.
-Hare algo para ayudarles con los gastos, puedo conseguir un trabajo o quizá-
-¿Por qué pones tantas excusas?- Tensé la mandíbula.
-La esperanza.- Murmuró Maya.
-¿De qué hablas..?
-Tiene esa pequeña esperanza de que su padre se disculpe y todo cambie por arte de magia.- Dirigió su mirada a mí. A lo que yo aparté la mía. Tenía razón.
-Si le doy una oportunidad..- Susurré.
-Conozco esta historia.- Volví a mirar a la rubia. -Es difícil soltar algo que te obligaron a amar. La costumbre puede ser algo más difícil de superar que el amor mismo.
-Hoy fue una copa, ¿qué será mañana?- Miré a la castaña. -Tú tienes la decisión final. Simplemente queremos que te des cuenta de que esta oportunidad no la tiene cualquier persona.
-No todos aquellos que huyen de sus familias tienen la oportunidad de llegar a un lugar donde les reciben con los brazos abiertos.
-Quizá no es para tanto. Es mi padre a fin de cuentas.
-Tu padre, el mismo que años atrás decidió que era una buena idea llevarte a terapia de conversión, y que por supuesto, no se arrepiente. De lo único que está arrepentido, es de que no le salió como quería.
-Él no siempre fue así..- Susurré intentando convencerme a mí misma una vez más. Hace una hora lo había enfrentado, y justo ahora buscaba la manera de defenderlo. ¿Tanto me había acostumbrado a su abuso?
-Si te quedas en lo que fue y no en lo que es, sería ilógico que no hicieras lo mismo con Sadie.- Soltó Natalia, dándole justo al clavo. -Las personas cambian.
-Para bien o para mal.- Completó la rubia. -Y no siempre habrá un motivo fijo. Quizá su pasado le dé sentido, pero no podemos justificarlo.
-Pensaré sobre esto.- Murmuré.
-Tomate tu tiempo.
-Pero no demasiado, no queremos que te lastimen de nuevo.
-Gracias por todo esto, en serio.- Suspiré cerrando ligeramente los ojos. -¿Puedo quedarme aquí hoy?
-Ya estaba decidido antes de que lo preguntaras.- Reí ligeramente.
Mi futuro dependía de mí ahora más que nunca. Cualquier decisión que tomase, tenía consigo un millón de consecuencias.
Consecuencias que, de alguna forma u otra, tenía miedo de afrontar.
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Hey!
I'm back!
¿Qué les parece?:)
Estaba medio muerto porque me puse la segunda dosis de la vacuna. Literalmente mi sistema inmunológico dijo RIP 💀
Pero estoy de vuelta, con más ganas que nunca:)
Sillie es real!
Y!
Sin más que decir: CHAO BYE!
By:Muffinisaurus_Rex8
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