Capítulo 47.
16/09/2020
Tan solo una semana después de mi cita con Millie, realmente sentía que un gran peso se me había caído de los hombros. Habíamos charlado mucho, lo cual fue muy liberador para ambas. Aclaré finalmente una duda que me perseguía desde el momento en el que ella comenzó a tener más interacciones románticas conmigo.
Estaba bastante feliz al respecto, ya que ahora solo quedaba esperar el momento de su propuesta.
Mi ánimo había subido bastante, lo suficiente para visitar a Sophia nuevamente, ya que tenía bastante tiempo sin venir y me preocupaba un poco su baja presencia en redes sociales y demás, así que decidí ir al apartamento donde se hospedaba junto con Chiara.
Tuve que esperar un par de minutos en lo que salían a abrirme la puerta. Y justamente cuando esta se abrió noté un gran cambio de expresión en Sophia.
Llevaba puesta un tipo de ropa que era extraño ver en ella. Prendas cortas y ligeras. Siempre usaba ropa ancha por inseguridad, pero hoy se veía bastante segura. Y me pude percatar de esto en cuestión de segundos.
-Zanahoria homosexual.- Sonrió con amplitud. Algo que había dejado de hacer desde un tiempo atrás. Imité su sonrisa y extendí mis brazos. Entendió rápidamente y me abrazó con fuerza.
-Tonta teñida.- Escuché su ligera risa, posteriormente aplastó todos y cada uno de mis órganos. -Sophia- Dije casi sin aire. Me soltó riéndose aún más. -Wow, una semana que me voy y estás como nueva.
-Nada que un poco de tiempo no pueda curar.- Finalmente se hizo a un lado dándome el permiso de pasar. Entré en el lugar sin más, ella me ofreció sentarme en el sofá así que acepté sin más.
-¿Qué hiciste durante todo este tiempo?- Pregunté con una sonrisa. Se sentó junto a mí y suspiró.
-Bueno..- Acomodó su cabello ligeramente.
-¿Cariño? ¿quién era?- Habló Chiara saliendo de una habitación. Parecía no haber dormido en mucho tiempo, ya que tenía unas ojeras inmensas. -Oh, eres tú corazón- le saludé con la mano y ella caminó hasta nosotras, sentándose junto a Sophia. -¿de qué hablaban?- Miré a Sophia con una sonrisa.
-Estaba contándole que me siento un poco mejor ahora.
-Y yo le pregunté sobre lo que ha echo en este tiempo que no estuve viniendo. Entonces apareciste tú, y con eso me basta para saber lo que ha echo.- Reí.
-Sink.. basta.- Reclamó Sophia con una sonrisa. -Eres una imbécil, por eso te quiero.
-¿Tú qué has echo, Sadie? No nos dejes solas en esto.- Volví a reír. Miré a Chiara y sonreí.
-Tuve una cita con Millie, fue hermoso, espectacular y perfecto.- Suspiré. -Estuvimos en las vías abandonadas, hablamos mucho sobre muchas cosas, preparó comida para ambas y fue especialmente cuidadosa eligiendo los alimentos aptos para mí.- Miré mis manos con una sonrisa inmensa, no había nada en este momento que me quitase la felicidad. -Hubo besos también..- Ambas rieron con cierto tono enternecido. -Y lo mejor de todo es que, aclaramos nuestros sentimientos.
-¿Cómo es eso?- Preguntó Sophia.
-Le dije que quería saber sus intenciones conmigo, ya sabes, qué es lo que quiere conmigo.
-¿Y cómo te fue con eso?
-Bueno, solo debo esperar a que ella haga la pregunta importante, quiere hacerlo especial.- Ambas sonrieron.
-Así que por eso hueles a lavanda y no a vainilla como siempre.- Levanté ambas cejas y entreabrí los labios.
-Eso tiene una explicación- Sophia soltó una carcajada y apuntó a la camisa que llevaba puesta.
-No es tuya, conozco tu ropa porque siempre te la robo- Chiara golpeó ligeramente su hombro. -digo, te la pido prestada.
-Pues tienes razón.- Reí. -No es mía, es de Millie. Fui a su casa antes de venir, estábamos en su habitación y accidentalmente quemé mi blusa, entonces ella me dió esta. Me queda algo grande pero huele a su perfume así que me encanta.- Sentía que no iba a dejar de hablar durante horas y horas. Necesitaba descargar todo lo que había pasado con Millie o explotaría.
-¿Cómo... Cómo quemaste tu blusa en su habitación?
-Conociendo su suerte..- Murmuró Sophia con una sonrisa. -Sadie mala suerte Sink, no?- Rodé los ojos.
-He escuchado eso en algún lado.- Dije sonriendo.
-No evadas la pregunta. Tengo mucha curiosidad ahora.- Reí nuevamente y suspiré.
-Millie estaba meditando cuando llegué, así que tenía velas por todas partes. Accidentalmente choqué con una y mi blusa se quemó.- Tenía a ambas chicas mirándome burlonas. Algunas ocasiones era demasiado torpe y eso me traía muchas consecuencias. Lo bueno era que no pasaba tan seguido.
-¿En qué lugares debió tener esas velas para que te quemaras la blusa sin darte cuenta?- Aparté la mirada ligeramente.
-Mala suerte solamente..
-¿Sadie? ¿Qué haces aquí a estas horas?- No le respondí. Logré entrar por la ventana exitosamente y la miré.
-Sorpresa.- Susurré. Miré por toda su habitación, estaba repleto de velas y de fondo sonaba lo que parecía una rutina de meditación. -Realmente te encantan esta clase de cosas.- Rió por lo bajo y se dirigió a mí con una sonrisa.
-¿Qué haces aquí, Dodger?- Susurró abrazándome sin pensarlo. -Mis padres están aquí y en cualquier momento pueden entrar..
-Vine a verte, te extrañe mucho.- Se separó un poco para verme. -Y me gusta mucho el peligro.
-Nos vimos ayer, Dodger.
-No es suficiente.- Dije con una sonrisa. Ella sonrió igual.
-¿Te gustaría compensar el tiempo perdido?- Mi sonrisa creció más.
-Por supuesto.- No dijimos nada más, y a la par de segundos ya estábamos besándonos.
-Una gran casualidad.- Dijo Chiara burlándose de mí. Por supuesto que había sido mala suerte, pero las cosas no pasaron como intenté hacerles creer. Que claro, ni siquiera me creen.
-Miente mejor la próxima vez.
-¡Les estoy diciendo la verdad!
A medida que pasaban los días con Millie, las cosas eventualmente subían de tono cuando nos besábamos. Tenía la teoría de que era culpa de los sentimientos reprimidos de ella y mis grandes ganas de tenerla de nuevo.
Justo ahora comprobaba mi teoría, ya que en menos de cinco minutos la castaña me tenía contra la pared, besándome con cierta desesperación, la cual también compartía con ella. De vez en cuando se atrevía a bajar los besos por mi barbilla. Pero lo que me dejó completamente sin aliento, fue el momento donde bajó los besos a mi barbilla, y en lugar subir a mis labios nuevamente, fue directo a mi cuello.
Sentí un gran escalofrío con solo el primer tacto, casi por inercia llevé mi mano a su nuca, acercándola a mí suavemente de vez en cuando.
A pesar de desbordar hormonas por toda la habitación, e ignorando la gran necesidad que teníamos la una de la otra, Millie seguía siendo delicada en cada movimiento. Cada beso era suave y lento, se quedaba un poco en ciertas zonas de mi cuello. Bajaba y subía desde mi barbilla hasta uno de mis hombros levemente descubiertos gracias a la prenda que usaba.
Luchaba en contra de mi voluntad para reprimir cualquier sonido que saliese de mis labios. Una lucha que resultó en vano luego de sentir la lengua de Millie subiendo lentamente por mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja, rematando mis esfuerzos luego de susurrar cerca de éste.
-Dodger..- Su voz ligeramente rasposa, sus manos sobre mi abdomen y sus labios cerca de mi oreja fueron la gota que derramó el vaso. Lo justo y necesario para hacerme jadear. Dicha acción pareció gustarle, ya que la repitió una vez más. Con la única diferencia de que sus manos ahora tocaban libremente mi piel bajo la blusa.
Una vez más las cosas subían de tono, ya no eran solo dulces besos y suaves caricias.
-Jammie.. pueden escucharnos..- Susurré en cuanto mi voz me dió oportunidad, aunque más que un susurro, era un suspiro disfrazado en palabras.
-¿Te gusta el peligro?- Susurró burlona mientras sus dientes marcaban mi piel con sumo cuidado. Me tenía en la palma de su mano, y ella lo sabía, es más, le encantaba que fuese así. -¿Qué opinas sobre esto Dodger?- Volvió a decir de la misma forma. Cerré los ojos ligeramente dejándome llevar por su tacto. Sus manos subían y bajaban por todo mi torso, pero ella deseaba más. Y yo también lo estaba deseando.
-Opino que debes continuar..- Susurré con una amplia sonrisa. Me miró con picardía, y nuevamente comenzó la ronda de besos.
Tomé un poco más de iniciativa colocando mis manos en su cintura y caminando un poco hacia delante despegandome de la pared. La guíe a ciegas hasta que su cuerpo topó con su mesón de noche. No quiso dejarse ganar y con una fuerza descomunal dió un cambio de posición, siendo yo quien chocase con el mesón. Sus besos trascendieron nuevamente, y para este punto yo ya estaba demasiado cansada de reprimirme.
Dejé paso libre a los jadeos y suspiros que la castaña me ocasionaba, intentando ser lo más silenciosa posible. No contaba con que Millie inclinara su cuerpo hacia mí, rozando ligeramente su rodilla en mi entrepierna. Sentí mi cuerpo tensarse solo con la mínima cercanía. Casi por reflejo incliné mi cuerpo hacia atrás. La castaña se percató de dicha acción, sonriente ante esto empujó un poco su rodilla. Volví a cerrar los ojos y mordí mi labio haciendo todo lo posible por no gemir.
Y justo antes de que Millie pudiera reclamar, un olor a humo nos separó de inmediato.
-¿Hueles eso?- Pregunté mirando por la habitación.
-No veo nada quemándose..- Repitió la misma acción que yo. -Sadie.. estás ardiendo-
-¿Ah? Obviamente estoy ardiendo, después de todo lo que estás haciendo como no voy a arder.- Fruncí el ceño ligeramente confundida.
-Estás ardiendo de manera literal.- Susurró.
-Oh...- Justamente sentí un gran ardor en mi espalda baja. -Apagame- Pude notar su expresión de burla justo antes de darme la vuelta y palmear mi espalda para apagar el pequeño incendio.
-No quiere aparse- Chilló.
-¿Cómo que no?- Susurré en pánico intentando mirar mi espalda. -¡Millie me estoy quemando!
-¡Shhh! Hago lo que puedo- Sentí el fuego expandirse aún más. -Mierda. ¡Quítate la blusa!
-¡Millie no es momento para seguir con eso!
-¡Sadie!
-¡Ya voy!- Entre llanto y estrés logré quitarme la dichosa prenda. Posteriormente, no teníamos ni idea de qué hacer.
-Es una larga historia, no tengo tiempo para eso.
-Por supuesto..- Río Chiara. -¿Tienes planes para más tarde?
-No realmente.
-Cenarás con nosotras entonces.- Me encogí en hombros.
-Si ustedes pagan.- Bromeé.
-Yo pago, no te preocupes.- Dijo Chiara entre risas.
Sonreí con amplitud. Este día pintaba a ser algo bueno desde mi asunto con Millie por la mañana. Mi única preocupación eran sus padres.
Deseaba que no se hubieran percatado de mi presencia, para no ocasionarle problemas a la castaña. Que suficiente tenía ya con sus padres.
-------[...]
-Millie, estoy tan decepcionado de ti. No hay duda alguna de que tu apellido es demasiado grande para tu comportamiento.- Una vez más el gran discurso que todo hijo amamos escuchar. Nótese el gran sarcasmo.
-No necesito un maldito apellido así..- Susurré. Me arrepentí de inmediato al notar como mi padre se levantaba de su asiento.
-Repitelo.- Guardé silencio. -Te dije que lo repitas.
-------[...]
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Hey!
The Scientist está de vuelta🥵
Intenté actualizar la semana pasada pero Wattpad me odia mucho y me saltaba un error cada que lo intentaba jajan't
¡Pero ya estamos de vuelta!
Y que mejor regreso que un capítulo más largo de lo habitual ;)
Prometí maratón pero entré en un cuadro depresivo y prefiero posponerlo hasta sentirme bien:D
Igual ya volvemos a la programación habitual<33
Lxs amo!!
En fin!
Sillie es real!
Y!
Sin más que decir: CHAO BYE!
By:Muffinisaurus_Rex8
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