Capítulo 43.
Miré a la pelirroja dar vueltas por toda la sala. Habíamos pasado el resto de las clases con mucha preocupación. Debido a lo que pasó con Sophia, nos negaron la salida de la escuela, algo muy estúpido a mi parecer. Solo nos preocupamos mil veces más.
-Me estás mareando, por favor basta.- Dijo Maya, quien yacía sentada a mi lado, observando a Sadie de la misma manera que yo.
-¡Chiara tampoco responde!- Se quejó por milésima vez mirando su celular.
-Quizá solo quieren espacio..- Dije tranquilamente. -Si hubiese pasado algo malo, ya lo supieras. Chiara te diría si algo así sucediera.
-¿Y si no está con ella?.
-Si no estuviera con Chiara, ya la tendríamos aquí llorando como tú.- Respondió Maya con simpleza.
-¿Siquiera les importa?- Suspiré y me levanté del sofá.
-Sadie- me paré frente a ella. -Sophia necesita espacio, y debemos respetar su decisión- tomé sus manos con cuidado. -créeme que luego de lo que pasó, hasta yo necesitaría tiempo.- Bajé la mirada un poco. -Sé que estás preocupada, pero no vamos a abrumarla, ¿te parece?.
-Odio que tengas razón.
-¿Por qué lo odias? Deberías ser más positiva y besarme cada que diga algo inteligente.- Golpeó mi brazo ligeramente. Reí y coloqué mis manos en sus mejillas. -Ahora en serio, pensemos un poco en lo que ella querría ahora mismo.
-Solo quiero saber cómo está..- Suspiró cerrando los ojos un poco. Dejé un suave beso en su frente y acaricié sus mejillas, para posteriormente pellizcarlas un poco. -¡Oye!.
-¡Vamos Dodger anímate un poco!- Rió quitando mis manos.
-Sarah Paulson ten piedad de mí y liberame de éstas dos adolescentes enamoradas.- Escuché a Maya susurrar. Me sonrojé ligeramente, e intenté disimularlo mirando a otro lado con una sonrisa.
-Te escuché, idiota.- Exclamó la pelirroja mirándola con el ceño fruncido. Reí por lo bajo. -Déjame en p- se detuvo de pronto mirando la pantalla de su celular. -Chiara- dijo en un susurro y salió corriendo al patio para responder.
-Yo quería escuchar.- Murmuró la rubia. La miré con una sonrisa.
-Está preocupada, déjala ser.- Me senté a su lado nuevamente.
-Vaya lunes, ¿no crees?.
-No me sorprende.
-No hay lunes tranquilos en esta familia.- Resopló desparramandose en el sofá. -Ahora no sé si debes alegrarte o lamentarte por ser parte de esta familia.
-¿Soy parte de la familia?- Pregunté con una amplia sonrisa.
-Si, pero no te emociones mucho, no hay mucho que podamos ofrecerte.- Me miró. -Solo somos un grupo de lesbianas en busca de la estabilidad emocional, pero como podrás ver, no nos va muy bien con eso. Y no importa a cuántos psicólogos vayamos, cada vez estamos peor.
-¿También vas a terapia?- Asintió con una mueca.
-No es algo que debería contarle a una chamaca tonta de 17 años, pero sí, mi hermosa personalidad choca contra el mundo y me convierte en una persona más que necesita ayuda.- Bajé la mirada a mis manos. Comprendía muy bien a lo que se refería.
-Recuerdo haber ido a terapia antes del accidente.- Susurré.
-¿En serio? ¿cuándo pasó eso?- La miré unos segundos.
-Terapia de reversión.
-Oh... ¿Esa mierda que no es ilegal?.
-¿Crees que a mi padre le importaba?- Levanté una ceja.
-Buen punto.
-Como sea..- Suspire nuevamente. -Afortunadamente no recuerdo mucho de lo que pasó, y por lo que sé, tampoco mi yo del pasado lo recordaba.
-Un mecanismo de defensa que crea tu cerebro.
-Sí. Es seguro que pasé por cosas traumáticas en ese lugar, y mi cerebro simplemente dijo; "no, tú no vas a recordar esto nunca más". Y lo borró de mis memorias.
-Ojalá poder quemar ese lugar.
-Solo sé que no está en esta ciudad.
-Esta ciudad es asquerosa, y suceden cosas horribles. Pero fuera de aquí- se abrazó a sí misma. -todo es mil veces peor.
La observé por unos segundos, posteriormente miré al frente, a un punto vacío.
-Maya.
-¿Qué quieres?.
-Lamento haber sido horrible contigo.- Susurré perdiéndome en el vacío del punto en blanco. -Merecías más que una estúpida niña con un carácter de mierda. Lamento mucho no haberte dicho lo muy agradecida que estoy contigo por todo lo que hiciste y haces por mí.- Parpadeé un par de veces y volví mi vista a ella.
-Ah.. niña estúpida.- Dijo con una sonrisa. -No hagas que me ponga cursi en estas circunstancias.- Reí.
-Quizá un poco de amor alegre el momento.
-Estoy de acuerdo con Sadie, odio cuando tienes razón.- Volví a reír. -Pero bien..- Suspiró. -Sí, fuiste una imbécil con un carácter de mierda.
-Gracias.
-Pero en serio, yo comprendo por qué me trataste así.- Miró sus manos evitando mi mirada. -Solo eras una niña con problemas que no debió tener.
-Eso no me daba el derecho a tratarte de esa manera.
-No, no tenías porque romper mi corazón en mil pedazos. Pero yo conozco la razón por lo que lo hiciste.
-Espero algún día me perdones..
-Niña, ya te perdoné.- Levantó la vista. -Eres una persona nueva, con nuevas vivencias y pensamientos diferentes. No voy a compararte con tu pasado.- Sonreí al escuchar la último. Era la primera persona que hacía una separación tan grande con mi pasado y yo.
-Siempre creí que eras una excelente niñera.- pensé un momento. -Mejor dicho, una excelente madre.
-¿Qué tanto recordaste?- Preguntó evadiendo mis palabras. Me daba una pequeña idea del porqué.
-Últimamente recuerdo muchas cosas, más aún antes de dormir o después de dormir. Sirve mucho que pudiera recuperar mi cuenta antigua de instagram.- Sonrió ligeramente y negó con tranquilidad.
-Para tu fortuna, tenías la tecnología de tu lado.- Reí. -Apuesto que tú contraseña era algo como "Sadie mi novia", "Sadie mi mujer", "Millie Sink", "Sadie Brown", o quizá un "Súper Zanahoria 356".- Solté una carcajada y negué.
-Era una frase en inglés, pero que buen intento.
-Solo decía.- Rió de igual manera. Suspiré con una sonrisa y la miré de nuevo. -¿Qué quieres ahora?.
-No puedo dejar de agradecerte.- Rodó los ojos con una sonrisa. -Gracias por tanto, perdón por tan poco.
-¿Poco? Haz echo mucho por mí.
-¿Cómo qué?.
-Cumpliste mi sueño de criar a pequeñas personas, ayudarles a crecer.- Suspiró. -Sé que sabes algo. Algo que solo la Millie del pasado sabía.
-Sí, sé a lo que te refieres.
-Gracias por mejorar mi aburrida vida, sin ti y sin Sadie no soy nadie. Y para tu buena o mala suerte, me recuerdas demasiado a mi yo joven.
-¿Debería asustarme o alegrarme?- Rió.
-Alégrate mientras te orinas del miedo, porque créeme, ser una Hawke no es un título que te ganas con facilidad.
-Creí que considerabas a Sadie como tu hija.
-Y lo hago.- Me apuntó con su dedo, mientras me miraba amenazante. -No dudes de ello.
-¿A mí cómo me consideras?
-Una copia castaña de mí.- Sonreí alegremente.
-Un honor.
-Barbera.
-¡Sophia está bien!- Entró Sadie justo antes de poder reclamar.
-¿Qué pasó?.
-Chiara la encontró en el camino, están en su apartamento y la ha estado cuidando.- Sonreí aliviada. Sabía que estaría bien.
-Menos mal..
-Quiere hablar conmigo mañana.
-¿Chiara?.
-No, Sophia..- La rubia y yo nos miramos.
-Está bien, ¿no? Te aclaras las dudas y de paso de puedes ayudar.
-Sí pero..
-Eh, deja el llanto y mejor busquemos una película, ¿te parece?.
Muy de mala gana, la pelirroja aceptó. Y yo a mis adentros tenía un mal presentimiento respecto a la plática de Sophia y Sadie. Algo me decía que no terminará como esperamos.
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Hey!
¿Qué les parece?:)
me gusta hacerles sufrir, pidoperdon
Básicamente esto no contó cómo un maratón, mejor dicho solo es como un capítulo especial, pero algo es algo:D
Portense bien, no olviden comentar:D
2/2
Sillie es real!
Y!
Sin más que decir: CHAO BYE!
By:Muffinisaurus_Rex8
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