-¡Chiara! Dile a este pedazo de estúpida que soy la mejor castaña del mundo mundial.- Observé a mi linda y pequeña castaña apuntar con un dedo a Millie, quien la miraba ofendida.

-No me metas en tus discusiones de superioridad, Soph.- Respondí serenamente. Recibiendo como respuesta un adorable puchero. Suspiré rendida ante sus encantos. -Quiero decir, sí, eres la mejor castaña del mundo mundial.

-Gobernada.- Miré a la pelirroja con una ceja levantada.

-El burro hablando de orejas...

-Eso suena a algo que diría mi abuelo.- Reí ligeramente.

-Chiara tiene complejo de anciana, por eso es mi sugar mommy.- Volví mi vista a Sophia. Con un semblante levemente sonrojado.

-Literalmente te gano con un solo año..- Susurré apenada. Esa chica siempre decía cosas inoportunas en momentos bastante randoms.

-¿Y eso qué? Mi mommy issues no es de a gratis.- Dijo con una amplía sonrisa. Aparté la mirada rodando los ojos, pero con una ligera sonrisa.

-Se acabaron las palomitas..- Escuché a Millie decir mientras miraba el bowl vacío.

-Puedo ir a comprar más.- Se ofreció Sadie levantándose del sofá. A lo que Sophia inmediatamente la detuvo e hizo que se sentara de nuevo.

-Na na na, ahí se queda usted, debe descansar, ¿entendió?- La pelirroja intentó protestar, pero fue interrumpida. -Que bueno que entendiste.- Reí por lo bajo mirándola darle pequeñas palmaditas sobre su cabeza. Era una boba, una boba tan linda. -Yo iré por las palomitas, y ustedes me esperan aquí.- La miré, preguntando con la mirada; ¿puedo ir contigo?. Negó sin dejar de sonreír. -Aquí te quedas también, igual necesitas descanso.

-Pero..

-Yo iré con ella.- Las tres miramos a Millie. -¿Qué? No pienso dejar que se coma las palomitas en el camino.- Alcé ambas cejas, sorprendida de su ofrecimiento. Regularmente, la Millie que conocí, siempre evitaba cualquier convivencia con Sophia, así fuesen un par de minutos, no se soportaban.

-¿No llevas ningún tipo de arma en tus bolsillos, verdad?- Preguntó mi casi novia con una mirada interrogativa. Sonreí mirándola atontada.

-Solo vámonos.

-¡Aseguramelo!.

-¡Bien! Llevo una cuchara en mi bolsillo derecho, ¿feliz?- Tanto la pelirroja como yo, reímos.

-Bien, confiaré en ti, usurpadora.

-Gata rompehogares.

-¡Solo vayan por las jodidas palomitas!- Escuchamos el grito de Maya viniendo de la cocina. Volví a reír y miré a Sophia con una sonrisa.

-Ve con cuidado, cariño.- Murmuré tomando su mano.

-Volveré pronto, no me extrañes.- Susurró acercándose un poco a mí.

-Imposible no extrañarte..- Susurré de la misma manera.

-Tonta.- Rió ligeramente y depositó un pequeño beso sobre mis labios. Dejándome completamente estúpida. -Vengo pronto.- Se separó con una sonrisilla. -¡Mueve tu trasero, mujer!- Dijo fingiendo fastidio, jalando el brazo de la otra castaña, llevándosela casi a rastras.

Las vi salir por la puerta dándose manotazos entre risas. Ese par era todo un caso. Suspiré con una sonrisa. Sentí una mirada sobre mí y giré mi rostro, topandome con los ojos curiosos de la pelirroja.

-Hey, Sink.- Sonrió.

-Hey, Aurelia.- Reí.

-¿Qué pasa, cariño?.

-Quiero saber un par de cosas.- Me acomodé en el sofá para mirarla mejor. -¿Puedes contarme cómo surgió lo tuyo con Sophia? Siento que las descuidé por años y me perdí de todo.

-Bueno, si te perdiste un par de cosas.- Reí.

-Me encanta el chisme, cuéntame todo.- Volví a reír. Suspiré bajando la vista a mis manos, pensando cómo empezar.

-¿Recuerdas la fiesta..- susurré con una mueca. -..donde te besé?.

-Sí... ¿Cómo olvidarla?- Levanté la vista un momento.

-Sigo lamentandome por ello..

-Fue mi culpa no haberle contado a Millie, no te preocupes.- Sonrió, comprensivamente como solía hacerlo siempre.

-Bueno, esa fiesta... Luego de haber sido rechazada por ti, me sentía terrible. No solo por el hecho de que me batearas, sino que, ese beso no se sintió correcto en ningún sentido.- Murmuré. -Huí de ti en cuanto tuve oportunidad, eso me alejó de todos y todo.- Suspiré con una mueca. -Me sentí sola por un tiempo... Hasta que, por azares del destino o por lo que sea que el universo desease, Sophia llegó a mi lado.- Sonreí ligeramente.

-Así que, ¿Aurelia está triste por una chica?

-No es solo una chica..

-Lo sé, Sadie es un ángel caído del cielo.- Tomó mis manos con cuidado. -Pero eso no te hace menos. Eres mucho para llorar por esa tonta enamorada de otra tonta. No puedes interponerte en el hilo rojo de alguien más.

-Suena muy pesimista.

-El dolor se enfrenta cuando logras aceptarlo.

-Cuando creí que no había nadie que me comprendiera, ella apareció.- Miré a Sadie con una sonrisa. -Fue mi refugio en la tormenta.

-Suena muy lindo..- Me recargué en el sofá y miré al techo, con una boba sonrisa que nadie me quitaría de encima.

-No tienes idea.. de lo mucho que..- Suspiré, pensando dos veces en decir la palabra o no. -..me importa.- Susurré. -Luego del accidente, pasamos mucho tiempo juntas, ya que tú necesitabas tu espacio.- La miré como pude. -Y no nos quedaba de otra que convivir. Fue increíble en los meses que estuve aquí, pero ya sabes, me fui de la ciudad. Aunque nunca perdimos el contacto, no había noche que no hiciéramos videollamada o que no madrugaramos mandando mensajes.

-¿Por qué te fuiste?- Preguntó con cierto tono de voz, me hacía sentir que era una pregunta que se había guardado por un tiempo.

¿Por qué me fui? Pensé por un momento. Nada me obligaba a irme, pero no podía quedarme. O eso me gustaba pensar.

-Bueno... Sabes que mis padres siempre me sugerían entrar al negocio familiar.- Asintió ligeramente. -Y yo se los negué miles de veces..- Murmuré. -Pero, necesitaba un empleo que me pagase bien.

-¿Por qué?.

-Tengo una misión que cumplir, Sads. Sophia merece mejores cosas que el trato que recibe en su casa.

-En eso tienes razón..- Susurró mirando a otro lado. -Jake siempre ha sido la prioridad de esa familia, hasta para ella.

-Siempre se aparta sola, no se toma en cuenta a sí misma.

La pelirroja asintió, con una mirada pensativa. Probablemente mis palabras encajaban perfectamente en ella también. Ambas chicas se ponían de segundo plano cuando se trataba de su bienestar. Y era una actitud que no me gustaba, me desesperaba demasiado.

-Como sea..- Susurré. -Si ella acepta, saldremos de esta ciudad en un par de meses.

-¿Ah? ¿De qué hablas?- Me enderecé de golpe para mirarla.

-¿No lo sabías?.

-¿Saber qué..?

-Le propuse a Sophia que se mude conmigo, en mi ciudad..

Con dicha noticia, esperaba una sonrisa comprensiva y un poco de aliento. Pero al contrario, recibí una mueca de tristeza y un suspiro cargado de dolor. No había sido el momento adecuado para decirlo.

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Hey!

¿Qué les parece?:D

Espero que no les moleste, pero los siguientes capítulos también serán relacionados a Sophia y Chiara. Ya que son un punto clave en esta historia, hay que conocer un poco más de sus vidas:)

Ya habrá más tiempo Sillie, no se apuren:D

No se preocupen aún por un final, porque definitivamente no estamos ni cerca de el jiji

Disfruten<3

Sillie es real!
Y!

Sin más que decir: CHAO BYE!

By: Muffinisaurus_Rex8