Pasaron un par de horas hasta que la lluvia decidió irse por completo. El tiempo se había ido especialmente rápido, quizá era por las bromas de la rubia que aligeraban el momento, o tal vez sea porque había estado tomando la mano de la pelirroja todo el rato.

Lo único relevante ahora, era que me encontraba en lo que era la antigua casa de Sadie. Ya habíamos cenado por lo cual justo ahora solo charlabamos con la rubia y su novia.

-Es raro estar hablando con la psicóloga de la escuela, y más fuera de la escuela.- Murmuré, a lo que Natalia rió.

-También es un gusto volver a verte.- Sonreí. Si mal no recordaba, la castaña había sido un gran soporte emocional en mi pasado.

-Brown, siempre tan tonta.- Miré a la rubia con una ceja levantada.

-¿A qué te dedicas?.

-A molestar.- Susurró Sadie, intentando que solo yo escuchara. Aguanté la risa mirándola disimuladamente.

-Soy una espectacular enfermera.- Hizo un gesto alardeando.

-¿Y por qué no trabajas en esta ciudad...?- Frunció el ceño.

-¿Me estás interrogando?- Negué. Le importó poco ya que continuó. -Si vas a interrogarme entonces yo debo interrogarte a ti.

-Pero no te estoy- Me apuntó con su dedo, amenazante.

-Ya te lo advertí, Brownie.- Suspiré asintiendo. -Y respondiendo a tu pregunta, aún no logro acomodarme en ningún hospital..- Hizo una mueca. Seguido de esto, Natalia tomó su mano.

Miré a Sadie, se encontraba observando un punto fijo con una mueca en su rostro. Fruncí ligeramente el ceño. Algo dije que no debí decir, seguramente. Tomé su mano con sumo cuidado y acaricié el torso de esta misma. Eso logró captar su atención rápidamente, me miró con una leve sonrisa. Sonreí de igual manera y volví mi vista a la rubia frente a mí.

-Si dije algo incómodo, me disculpo.- Murmuré. Esperaba de todo menos una risa, peor aún, una risa tranquila y ligera. La rubia usualmente tenía una risa escandalosa y sarcástica.

-Me agrada esta nueva versión de ti, Millie.- Estaba cada vez más confundida al respecto. -La Millie que conocí era incapaz de disculparse por crear momentos incómodos. De hecho, le encantaba poner incómoda a la gente.- Rió. -Generalmente era divertido, pero llegaba a puntos que no me gustaban del todo.- Asentí con una sonrisa.

-Soy una persona diferente, prácticamente nací de nuevo.- Las tres rieron.

-Se nota bastante.- Agregó Natalia con una sonrisa. -Desde el accidente no has tenido ni un solo inconveniente con tus profesores. Antes te sacaban del aula repetidas veces.- Rió. -Tuve que hacer de todo para que al final no te expulsaran.

-Y lo agradezco.

-Mínimo lo haces.- Dijo la rubia. Reí negando con la cabeza.

-¿No tienen sueño? Estoy que me duermo.- Susurró Sadie tallandose un ojo.

-¿Aún hay camas aquí?- Preguntó Maya. Sadie asintió con la cabeza. -Bueno, vayan a una habitación. Natalia y yo iremos a otra, así estamos en la misma casa y...- Tomó su bolso y rebuscó en este. -tomas tus pastillas.- Le entregó un pequeño pomo.

-Las había olvidado..- Susurró Sadie.

-Ya lo sé, pero para eso estoy yo, mami Maya a tu servicio.- Sonreí mirándolas. Me parecía completamente adorable la manera en la que se trataban, eran familia sin ser de sangre.

-Gracias, May. Quizá con esto pueda dormir mejor..- Suspiró la pelirroja. Posteriormente me miró e hizo un gesto, el cual tomé como un "vámonos de aquí". Asentí como respuesta.

Ambas nos levantamos del pequeño sofá. Nos despedimos de Maya y Natalia, para luego dirigirnos a una habitación, que a simple vista parecía ser de Sadie.

-No hice nada en todo el día, y aún así me siento cansada.- Dijo la pelirroja soltando una risilla mientras caminaba hacia la cama.

-Somos dos.- Reí siguiéndola.

-Bueno, tú puedes dormir en la cama y yo dormiré en el suelo.- Fruncí el ceño levemente. Sadie tomaba un par de sábanas y una almohada.

-No, no pienso dejarte dormir en el suelo.- Con cuidado le quité las sábanas y la almohada de las manos. -En todo caso, yo dormiré en el suelo y tú en la cama.- Antes de dejarla protestar, volví a hablar. -Es tu casa y tu cama, vas a dormir ahí y estarás más cómoda. Déjame a mí el suelo, no es la primera vez que duermo en uno.- Suspiró no muy convencida.

-¿Y si ambas dormimos en la cama?- Murmuró.

-No quiero incomodarte.

-No es molestia, en serio.- En general, no era una mala idea.

-Está bien, pero si te molesta dímelo.- Rió por lo bajo.

-Creo que yo debería decirte eso a ti.- Tomó las sábanas de mis manos y las dejó de lado. Hizo lo mismo con la almohada.

-¿Crees que tengo problema con dormir junto a la chica que hace un par de horas me besó? Pues no, no lo tengo.- Sonreí con amplitud al ver el ligero sonrojo de la más baja.

-Solo olvida eso..- Susurró nerviosa.

-Será imposible olvidarlo.

[...]

Mi vista estaba fija al techo de la habitación. No era capaz de dormir en este momento, tenía más de una hora intentándolo. Sadie se encontraba en la misma situación, a pesar de haber tomado su medicamento, tampoco había conciliado el sueño.

Giré un poco mi cabeza para poder verla. Al igual que yo, miraba al techo sin intenciones de dormir.

-¿Tampoco puedes dormir?- Preguntó en un susurro, girando su rostro de igual manera. Negué una vez me vió.

-¿Tú por qué no puedes dormir?- Se encogió en hombros y suspiró.

-No lo sé, quizá por pensar de más lss cosas..- Hizo una mueca. -¿Y tú? ¿Qué te mantiene despierta?- Pensar en ti.

-No tengo idea.- Sonreí ligeramente. Giré mi cuerpo por completo para verla mejor.

-Pues para no saber lo que es, parece ser algo grande.- Susurró con una sonrisa.

-Quizá me doy una idea de lo que es..- Me acerqué un poco a ella y tomé una de sus manos con delicadeza.

-¿Y qué es?

-Dejé algo pendiente...- Levantó una ceja, pensativa.

-¿Qué cosa?- Me incliné un poco más a ella.

-¿Tú qué crees?.

Y sin decir nada más, me acerqué lo suficiente para poder unir nuestros labios. Sadie se tensó apenas acercarme. Un par de según después, correspondió el beso acomodándose un poco en la cama.

Con ambas manos acaricié sus mejillas. Me sentía en las nubes, no, mejor aún. Era indescriptible el tacto de sus labios con los míos, la ternura y lentitud con la que los movía solo me hacía caer más y más en sus dichosos encantos.

Ambas nos separamos, no muy felices ciertamente. Culpamos a la falta de aire por tan cruel atrevimiento.

-Podría acostumbrarme a esto..- Susurró la pelirroja sonriendo de maravilla.

-Digo lo mismo.- Susurré, antes de irme de lleno nuevamente a sus labios.

<><><><><><><><><><><>
Hey!

¿Qué les parece?:)

Mini maratón sorpresa:)
1/3

Tengo una pregunta para ustedes, y me gustaría que la respondan desde su vista personal. Yo les daré mi respuesta en el próximo capítulo.

¿Qué es más importante para ustedes, el pasado, el presente o el futuro? -digan por qué.

Esto remplaza las recomendaciones porque me quedo sin ideas 🧐

By: Muffinisaurus_Rex8