Cuando se separó de mí, sentí que se llevaba una parte de mi alma. Suspiré aún sin abrir los ojos, no era necesario hacerlo para saber que ambas teníamos el rostro completamente sonrojado.

Sentía mi rostro arder como nunca, y mi corazón estaba tan acelerado que casi podía escucharlo latir.

-Lo lamento...- Escuché en un ligero susurro. Abrí los ojos de inmediato.

-No, no lo lamentes.- Sus ojos se apartaron de los míos. Una sensación extraña me invadió; no me gustaba perder de vista sus ojos.

-Se volverá incómodo por mi culpa.- Susurró. Negué colocando mis manos en sus mejillas de nuevo, siendo esta la milésima vez que lo hacía hoy.

-Hey...- Sonreí logrando captar su atención, ya que volvió a mirarme. -Este beso me hizo saber una cosa.

-¿Qué cosa?- Preguntó frunciendo el ceño.

-No tengo un gusto especial por las pelirrojas...- miré sus labios brevemente. -Tengo un gusto especial por ti.- Volví la vista a sus ojos. De nuevo su rostro se volvió color carmesí, me estaba acostumbrando a verla de esa manera.

-Oh por Lady Gaga, basta.- Soltó en un ataque de nervios. Sonreí soltando sus mejillas con cuidado, tomando un poco de distancia. -No sé... ¿Cómo mierda haces esto?- Sobó su frente con una sonrisa.

-¿Qué hice?- Rió mirándome.

Juraría por lo que más quiero en el universo, que el brillo de sus ojos lograban atraparme cada vez más, sin importar cuántas veces los viese; lograban encerrarme en una burbuja de completa admiración. Siendo ella no tan expresiva verbalmente, me contaba sus sentimientos a través de sus ojos. Para mi fortuna, justo en este instante lograba ver una felicidad brotar de ellos, eso solo mejoraba el día cada vez más.

-No lo sé, ¿qué me hiciste?- Suspiró. -¿Qué me has hecho durante tantos años?.

-Un amarre.- Estaba nerviosa, la manera en que me miraba solo hacía que mis ganas de besarla aumentaran.

-Harry Styles me libre de tus amarres, me tienes de una maldita ala a pesar de tanto tiempo...- Rió ligeramente.

-Puedo decir lo mismo.- Sonreí. -Desde mis recuerdos puedo ver lo mucho que... Lo mucho que me gustabas.- Carraspee, una amplia sonrisa apareció en su rostro.

-Actualmente, ¿te gusto?.

-Quizá, no tengo ni la menor idea...- suspiré. -es decir, siempre que te veía me parecías súper atractiva, se podría decir que fuiste mi crush desde unos meses atrás, aunque siempre fue superficial. Físico solamente, ¿entiendes?- Con un rostro semiconfundido asintió.

-Bueno, tu crush te besó, ¿qué sigue?- Mordí mi labio divertida.

-Quizá yo debo besar a mi crush, ya sabes, devolverle el beso que me robó.- Sonrió.

-¿La besarás ahora?- negué, a lo que ella hizo una mueca confusa.

-Le robaré un beso para estar a mano, será cuando ella no esté lista.- Rió.

-Ella siempre está lista para besarte.- Levanté una ceja. -Es decir, cuando tú quieras claro..- Volvió a reír con notables nervios.

-Es bueno saberlo...- Sonreímos a la par.

Antes de poder decir algo más, la puerta se abrió casi de golpe. Ambas pegamos un brinco al escuchar el estruendo, miramos con miedo y curiosidad.

-Te encontré.- Sentí un alivio a ver la rubia pecosa con una caja de pizza en sus manos.

-¡Maya!- Gritó Sadie parándose casi de un salto, corriendo directamente a los brazos de Maya. Sonreí enternecida al verla colgarse de la mayor como una niña pequeña.

-Zanahoria homosexual.- Sonrió la rubia dejando un pequeño beso en la frente de la pelirroja.

-Estás empapada.

-El agua moja- Reí. -y está lloviendo, ¿sabes?.

Se separaron del abrazo con una sonrisa. Maya despeinó un poco a Sadie, logrando sacarle un quejido bastante adorable. Era imposible que la pelirroja tuviese un estilo tan intimidante para resultar con una personalidad tan linda.

-Brown, que milagro verte por aquí de nuevo- Se detuvo un momento. -¿Ya sabe, verdad?- Susurró un poco más para Sadie que para mí, pero aún así respondí.

-Lo sé todo.

-¿También sabes que este era su nido de hormonas? Sadie debes actualizarme más seguido, ¿qué tanto me perdí?- Reí un tanto avergonzada.

-No digas esas cosas..- Murmuró Sadie apenada.

-Pero es cierto, siempre las interrumpía en situaciones incómodas, por eso dejé de venir.- Hizo un puchero.

-Claro que no.

-Claro que sí, has un poco de memoria.- Ni siquiera tuve que esforzarme para que los recuerdos me invadieran rápidamente.

-¡Cállate, Brown!

-Cállame, Sink.- su rostro aún permanecía rojo, guardó silencio un momento. -Inténtalo anda, cállam- De un momento a otro ya la tenía sobre mi regazo, tomando la iniciativa con los besos.

Negué ligeramente intento concentrarme en otra cosa.

-¿Qué tal si hablamos de... Ahmm.. la pizza?- Sugerí evadiendo cualquier recuerdo de ese estilo.

-Ni siquiera te gusta la pizza.

-Menos la pizza vegana.- Rió la rubia. -Que cambio tan drástico de tema, Brownie. ¿Estás bien?- Asentí ligeramente carraspeando un poco.

-¿Ahora sí te vas a callar?- Suspiré mirando su abdomen perfectamente definido.

-Ajá como digas...- Susurré estando casi en otro planeta. Tenía a la chica de mis ojos con el torso semidesnudo justo frente a mí, ¿por qué iba a concentrarme en otra cosa?.

-¿Saben qué? Vamos a probar esa pizza.- Me levanté apurada.

-¿Estás segura?- Preguntó la pelirroja. Asentí sin mucha atención, su abdomen estaba en mi mente, era como una plaga que no podía dejar de ver.

-El amor hace tantas maravillas.- Dijo Maya en un suspiro mientras abría la caja.

-Créeme que sí.- Susurré inconscientemente.

-Hablando de amor... ¿Dónde dejaste a Natalia?- Preguntó Sadie tomando una rebanada de pizza.

-Está en la casa.- Apuntó hacia atrás. -Se está resfriando así que no la deje subir aquí en plena lluvia, ¿qué clase de novia sería si lo hiciera?- Mi cerebro se reinició.

-¿Usted y Natalia son novias?- Casi dejó caer su rebanada de pizza con indignamiento.

-¿Me dijiste "usted"?- Ni siquiera un muerto se comparaba con lo tiesa que estaba justo ahora. -Respetame chamaca, yo no salvé tu trasero de un perro cuando tenías 10 años para que vengas a decirme usted...- La risa de Sadie no se hizo esperar.

-Seamos sinceros May, ya nadie te cree que tienes 21 años.

-Tú aún lo crees.

-¿No los tienes?- Preguntó la pelirroja sorprendida.

-Los tengo mentalmente.- Reí. Me arrepiento de haberlo hecho, ya que me casi me asesina con solo verme. -¿USTED qué se mete?- Sadie rió aún más.

-¿Cuántos años tienes?.

-Eso no se le pregunta a una dama como yo.- Carraspee.

-Como sea, señorita Maya. Mi pregunta era que si eres novia de Natalia.

-Acabo de decirlo muy claramente, niña.- Reí. -Sí, afortunadamente soy novia de Natalia Dyer.

-Ambas son afortunadas de tenerse.- La rubia negó.

-No, yo soy la única afortunada. Natalia fue bendecida, no afortunada.- La pelirroja rió.

-¿Y yo qué fui?- Preguntó Sadie.

-Tú fuiste maldecida por el mismísimo demonio.- Me miró. -Ella fue la bendecida y afortunada.- sonreí.

-Concuerdo con la señora.- Estaba cavando mi propia tumba.

-¿Te quedas hoy, Millie?- Miré a mi pecosa favorita.

-Me quedo, pelirroja.

-Castaña linda.

-Pelirroja hermosa.

-Me empalagan...- Reí mirando a la rubia.

Consideraba este un excelente día desde que tuve la idea de salir con Sadie. Era una chica maravillosa y nadie podía negarmelo.

Caía muy lentamente en sus brazos, pero era el ritmo perfecto para caer completamente.

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Hey!

Andamos jot primer aviso.

¿Qué les parece?:D

Lindo momento para recordarles que no pienso escribir smut en esta historia, pero si weas h o r n y s, no explícitas pq me da pena<3

Se viene el capítulo que más me gusta jdr.

R e c o m e n d a c i o n e s u w u

-VEAN FEAR STREET MIL VECES MÁS

-duerman trempanito

-coman frutas y verduras

-tomen awita

-cuidense mucho<3

Sillie es real!
Y!

Sin más que decir: CHAO BYE!

By: Muffinisaurus_Rex8