-¿Sadie?- Susurré al ver su ceño fruncirse entre sueños.

Comenzó a moverse mucho por lo que me puse de rodillas para ver qué podía hacer.

-¿Sadie me escuchas?- Murmuré de nuevo intentando sonar calmada.

De pronto se sentó de golpe, aún con los ojos cerrados. Un par de lágrimas bajaban por sus mejillas. Murmuraba cosas que no lograba entender del todo, no sabía qué hacer así que decidí tomar sus manos con delicadeza, intentando no asustarla.

-Pelirroja... Estoy aquí, contigo.- Apretó los ojos y negó.

-No griten...- Susurró. Acaricié sus manos con cuidado.

-Solo estamos tú y yo, no hay gritos.- Susurré.

-Quiere golpearme... Lo hará, se escucha cerca...- Sollozó. -Está aquí..- Abrió los ojos en completa paranoia. Buscaba con su vista por todos lados, una vez que bajó su mirada y se encontró mis ojos, sus músculos se relajaron.

-Hola dulce pecosa.- Susurré con una sonrisa.

-¿Dónde está?- Pasó saliva apretando mis manos.

-¿Dónde está quién?- Me dió un jalón acercándome mucho a ella.

-Papá... ¿Dónde está papá? ¿Ya se fue? ¿Te hizo algo?- Soltó mis manos colocando las suyas en mi rostro. Observó detalladamente, intentando buscar alguna herida.

-¿Tu papá?- Asintió. -No ha estado aquí.- Suspiró aliviada y soltó mi rostro.

Me levanté y sacudí mi ropa tranquilamente. Sonreí de lado me senté junto a ella. Casi de inmediato me abrazó por la cintura, escondiendo su rostro en mi cuello.

-Si te molesta me quitaré..- Susurró. Negué con la cabeza y acaricié su espalda.

-No me molesta, puedes seguir así el tiempo que quieras...- Asintió. -¿Estás bien?- Negó.

-Fue como... Una pesadilla.- Murmuró en un suspiro.

-¿Quieres contarme?

-Prefiero no hacerlo ahora...- Se separó un poco con una leve sonrisa. -Es una consecuencia del estrés post traumático.- Cerró sus ojos un momento. -Odio esto...

-¿Es hora de que tomes tu medicamento o...?- Negó de nuevo abriendo sus ojos.

-Aún faltan un par de horas...- Me soltó por completo y sobó su nuca.

Tomé sus mejillas con cuidado y acomodé su cabello detrás de su oreja. Apartó la mirada levemente sonrojada. Sonreí acariciando sus pómulos lentamente.

-¿Necesitas algo?- Susurré.

-¿Sería raro pedirte... Que te quedes conmigo hoy?- Su rostro se tornó aún más rojo.

-No, no es raro.- Reí ligeramente. -Puedo quedarme, Louis me cubre de cualquier forma.- Sonrió.

-¿Quieres quedarte aquí o vamos a la casa?.

-Está lloviendo, esperemos aquí y luego iremos a la casa, ¿te parece?- Asintió suspirando.

[...]

-Así que tus hermanos mayores construyeron este lugar...- Pregunté observando las cosas a mi alrededor.

-Sí, también papá y un arquitecto ayudaron.- Rió sosteniendo mi mano con tranquilidad.

-Me lo esperaba.- Reí. -Está muy bien hecha para ser una simple casa de árbol.

-Es especial, no simple.

-Lo sé, supongo que también cooperaste.- Asintió con una sonrisa.

-No hice mucho... Pero ayudé.

-Le diste la magia a este lugar.

-No, esa se la diste tú en cuanto entraste.- Sonrió con amplitud. -Pintaste esa pared de allá.- Apuntó riendo. -Fue divertido jugar con la pintura.

-Tengo la teoría de que todo lo raro que hay aquí provino de mí.- Rió.

-No diría raro, diría maravilloso. Lo normal siempre es aburrido.- Sonreí.

-Bueno, hablando de cosas raras... ¿Cómo está Sophia?- Su carcajada la pudieron escuchar hasta en China.

-Salió con Chiara supongo.- Se encogió en hombros. -En el almuerzo hablaban de que tenían planes juntas, en los cuales claramente no estaba invitada.- Rió nuevamente. -Así que agradezco que propusieras esto, no quería pasar el día de hoy sola.- Murmuró bajando la mirada. Miré nuestras manos con una sonrisa.

-No pienso dejarte sola.- No sé si era mi imaginación o algo por el estilo, pero estaba desarrollando un instinto de protección hacia esta chica.

Me moría por ganas de abrazarla y protegerla de cualquier mal que la rodeara. Culpaba a mis recuerdos por hacerme sentir así con ella. Lo que he podido ver a través de mi pasado, son imágenes mentales de ella sufriendo, y yo sintiéndome culpable de eso. Había algo que aún no me contaba, y presentía que se trataba mucho más de ella que de mí.

-¿Puedo contarte algo referente a la pesadilla?- Asentí casi de inmediato.

-Puedes contarme todo lo que quieras, escucharte es lo mínimo que puedo hacer por ti después de todo lo que me has ayudado.- Acaricié su mano, tratando de transmitirle un poco más de confianza.

-Bueno... Lo que sucede es así..- Susurró tomando aire. -Cuando era muy pequeña, en esa edad donde recién puedes tener un poco de consciencia de lo que haces, papá era una persona terrible...- Murmuró. -Todo el tiempo la casa estaba llena de gritos, llanto y.. un montón de agresiones.- Pasó saliva. -Generalmente eran discusiones entre papá y mamá.. pero con el tiempo todo subió de nivel.

Le di un ligero apretón en su mano. Suspiró cerrando los ojos por un par de segundos.

-En una de esas ocasiones, golpeó a mamá..- Susurró. -Yo estaba ahí, mirándolos. Decidí intentar defender a mi madre, lo que terminó en una ida al hospital, casi me mata..- Hizo una mueca. -Tuve pérdida de memoria a largo plazo, consecuencia del estrés post traumático. Todos decidieron ignorar lo que pasó, porque yo no lo recordaba.- Con mi mano libre acaricié su mejilla.

-¿Por qué no hicieron algo al respecto?- Susurré.

-Papá prometió cambiar, y todos decidieron creerle...- Me miró. -No fue hace mucho que recordé lo que pasó.

-¿Tus padres saben que ya lo recordaste?- Negó.

-Solo saben Maya y Sophia, y bueno tú en su momento también lo supiste. Lo recordé hace unos dos años apenas, no ha pasado mucho tiempo.

-¿Qué secuelas dejó?- Acariciaba su pómulo intentando no tocar su ojo morado.

-Recordar todo fue como abrir la caja de los traumas.- Suspiró e hizo una mueca. -Creció una furia dentro de mí, me sentía débil por no haberme defendido en ese momento, me asqueaba el hecho de haber convivido tanto tiempo con una persona que me marcó de por vida.- Miró mis ojos fijamente. -Desde entonces tengo problemas de ira.

-Entiendo, sé que debió ser muy complicado enterarte así. Créeme, apenas estoy recuperando un poco de mis recuerdos, la mayoría son buenos y aún así me abruman..- Suspiré acercándome un poco más a ella, tomando sus mejillas con ambas manos. -Eres increíble.- Susurré con una sonrisa. -Pasaste por muchas cosas y sigues aquí, tan radiante como siempre.

-Si continúas... Me veré en la obligación de hacer algo de lo que probablemente me arrepienta.- Cerré los ojos con una sonrisa. Uní nuestras frentes y reí por lo bajo.

-¿Vas a pellizcarme o algo así?- No obtuve respuesta. -Si es así, estoy dispuesta a arriesgarme... Linda pecosa.- De nuevo no hubo respuesta. -¿Te dormiste de nuevo..?

Y justo antes de poder abrir los ojos, sus suaves y delgados labios se posicionaron sobre los míos, robándome todo el aire que había en mis pulmones.

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Hey!

Lamento mucho la hora, es un día bastante complicado... Pero en fin, disfruten:)

¿Qué les parece?:D

4/4

By: Muffinisaurus_Rex8