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Capítulo 18.

-¿En serio vas a creer lo que ella te diga?- Sobé mi frente enfadada. No podía creer la desconfianza que me tenía.

-¿Y a quién más voy a creerle? Te la pasas mintiendo todo el maldito tiempo.

-Ya te lo dije una y mil veces, yo no soy una maldita mentirosa.- Soltó una pequeña risa sarcástica. Lo cual me hizo enojar más.

-Y yo nací ayer, claro.- Cerré los ojos y suspiré.

-Hablemos bien y con claridad.- Abrí los ojos de nuevo y la miré fijamente. -No hay nada más allá de una amistad con ella, ¿bien?.

19/08/2020

-Hey Sads.- Levanté la vista. Sonreí de inmediato al ver a Millie. Se me caía la baba de solo verla.

Llevaba puesto un pantalón de mezclilla, con una camisa blanca y una chaqueta de cuero. Su cabello estaba recogido en una coleta, y su linda sonrisa no podía faltar para seguir enamorándome.

Carraspee acomodándome en la silla. -Hey Mills.- Sonreí. Apunté la silla de enfrente ofreciéndole un asiento.

-¿Estás sola hoy?- Se sentó frente a mí.

-Sí, Sophia tiene fiebre y no pudo asistir. Gaten, Caleb y Sofia están haciendo un proyecto en el laboratorio. Y yo... Pues estoy aquí.- Reí, ella siguió la risa.

-Te acompañaré entonces, así no estás sola.- Sonreí asintiendo.

Esperaba que las cosas no se volvieran muy incómodas después del día de la casa del árbol. No nos habíamos visto desde entonces, pero sí habíamos estado mandandonos mensajes. Y lo que era fácil de notar, era la tensión que había. Sentía que venía una oleada de preguntas que iban a tenerme en una situación bastante incómoda.

-¿Cómo está Sophia?- Preguntó de la nada mirando la mesa. Evitando cualquier contacto visual conmigo.

-No lo sé, espero que no sea grave. Pensaba visitarla después de la escuela...- Sonrió ligeramente.

-Ten cuidado de no contagiarte.- Reí bajo, aún mirando su rostro.

-Puedo soportar una simple fiebre, he pasado cosas peores.- Sonrió aún más. Quedé embobada mirando su sonrisa.

-De igual manera, ten cuidado con enfermarte. Si te enfermas no me vas a poder contar más cosas.- Levantó la vista, tomándome por sorpresa. Reí nerviosa y pasé mi mano por mi cabello, aún tenía esa magia de hacerme sentir mariposas con cosas tan simples.

-Cierto, tenemos mucho de que hablar aún.- Era mi turno de bajar la mirada.

-¿Estás bien?- Murmuró.

-¿No te molesta?- Miré mis manos. -Digo, debe ser difícil enterarte de algo así en tan poco tiempo.- Jugué con mis anillos. -No quiero que te sientas incómoda...- Susurré.

-Sadie...- Estiró su mano, intentando alcanzar la mía, sin embargo, se arrepintió por un segundo, dejándola simplemente cerca. Eso no me hacía sentir mejor. -Es raro saberlo, no te lo niego. Pero no es malo.- Suspiró. -No me incómoda del todo, de hecho, tenía buen gusto.- Reí levantando la vista a sus ojos.

-Antes decías que tu mejor gusto era por las rubias.- Rió, armándose de valor y tomando mi mano. Sonreí inconscientemente.

-La nueva Millie cree que su mejor gusto es por las pelirrojas.- Me sonrojé ligeramente. -¿Y qué mejor que Sadie Sink para ser mi ex?.

-Nunca terminamos oficialmente.

-¿Perder la memoria no lo hace oficial?- Reí. Tenía un buen punto.

-No, debimos hablarlo.- Bromee.

-Oh cariño, estoy terminando contigo justo ahora.- Bromeó igual.

-Eres diferente a la antigua Millie.- Recargué mi mejilla sobre mi brazo libre. -Pero sigues teniendo la misma esencia.

-Espero que sea bueno.- Sonreí.

-Lo es...- Bajó su mirada a nuestras manos, con una leve sonrisa en sus labios.

Observó a detalle mi mano, específicamente mi tatuaje, el cual estaba muy mal cubierto por el maquillaje. Tenía bastante prisa por la mañana y no pude cubrirlo bien.

-Ese dragón me recuerda a algo.- Susurró.

-Fue por el club...- Susurré con una sonrisa. -Cada que lo veo recuerdo lo que siempre decías...- Murmuré.

-Recuerda nuestro lema, Sads. Seremos fuertes juntas.

-Tenía una obsesión con decirlo al parecer...- Susurró.

-Pero funcionaba, sigue funcionando de hecho.- Acarició mi mano con tranquilidad.

-¿Millie? ¿Qué estás haciendo?- Me tensé apenas escuchar la voz.

-Finn...- Murmuró Millie soltando mi mano. -Estaba hablando con mi amiga, ¿la conoces? Se llama Sadie.- Sonrió en un mal intento de mentir. Levanté la vista para ver al rizado, sonreí de lado esperando que pudiera comprender. Lo cual no fue así.

-Claro, Sadie la chica que tienes prohibido ver.- Frunció el ceño mirándome. -Te lo advertimos...- Murmuró duramente.

-Tus amenazas pásatelas por donde te entren.- Me levanté de la silla, mirándolo fijamente. Gruñó por lo bajo.

-Hey, podemos solucionar esto de una mejor manera...- Murmuró Millie.

-Vete, esto es entre ella y yo.- Fruncí el ceño.

-No le digas qué hacer, ella hará lo que quiera.- Miré a Millie. -No te preocupes, ¿bien? Hablaremos tranquilamente y- ni bien pude terminar cuando sentí un fuerte golpe justamente en el ojo.

La cafetería se llenó de silencio inmediatamente. Cubrí mi ojo con una mano, y con el otro ojo logré ver a Millie, con el rostro rojo de furia. ¿Qué mierda hiciste Wolfhard?.

-¡Te lo advertimos mil veces!- Volví a mi posición original, tocando mi ojo con cuidado. Sonreí ligeramente intentando mantenerme tranquila.

-Y mil veces te voy a ignorar.- Dije firme. La sala se llenó de murmullos y una que otra burla.

-Sabes que lo que haces es peligroso.

-Y usted sabe que lo que hizo se paga con una sanción.- Miré hacia atrás de Finn. Él giró e inmediatamente relajó su cuerpo.

-No hice nada, señorita.- Intentó hacerse el inocente.

-Se va a la dirección ahora mismo.- Sonreí levemente. Finn no tuvo más elección que obedecer.

Me dio una última mirada de advertencia, la cual poco me importó, estaba acostumbrada a este tipo de cosas.

-¿Se encuentra bien, señorita Sink?- Sonreí ampliamente.

-No me digas así, Natalia.- Rió negando.

-Estamos en la escuela, debemos ser formales, ¿recuerdas?.

-Volviste...- Sonrió.

-No iba a dejar a la tonta de mi novia regresar sin mí, prometimos estar juntas así que bueno, volvimos.- Miró hacia Millie y levantó una ceja. -¿Usted está bien, señorita Brown?- La miré.

-Sí...- Rascó su nuca y me miró igual. -Lo importante es el ojo de Sadie.

-Ah no te preocupes, soy de acero, ni siquiera se siente.- Dolía como la mierda.

-Igualmente si te mandarán a la enfermería no irías, ¿o me equivoco?- Negué. Tenía mucha razón. -Ya sabía.- Rió. -Vayan a clases, el descanso se acabará en un par de minutos.- Ambas asentimos sin muchas ganas.

-Gracias, me salvaste de algo peor.

-Para eso estoy, corazón.- Sonreí. -Por cierto, dile a Maya que me invite más seguido a sus planes contigo, siempre me abandona.- Reí.

-Le diré que te incluya.

-Gracias, ahora váyanse.- Tomé mis cosas, a lo que Millie hizo lo mismo.

-¿Segura que estás bien?- Susurró la castaña. Asentí sin más.

-No te preocupes.

No estaba tan mal, aunque me esperaban más problemas de los que ya tenía.

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Hey!

Finnolas agresivo entra al chat 👁️

¿Qué les parece?:D

Estamos cerca de mi parte favorita:')

3/5

By: Muffinisaurus_Rex8

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