La pelirroja guardó silencio ante mi pregunta. Necesitaba respuestas, no me servía su silencio.

-Dímelo, no lo escondas...- Murmuré mirándola fijamente. Aún se mantenía en el suelo, observándome con algo de miedo. ¿A qué le temía tanto?.

-Fuimos amigas por muchos años.- Susurró luego de un gran silencio. Solté su mano que aparentemente llevaba tomando desde hace mucho. Me senté tranquilamente enfrente de ella, esperando a que continuara hablando. -Diría que fuimos mejores amigas- Murmuró bajando la mirada a sus manos. -pero ser amigas no era suficiente para nosotras...- Una ligera sonrisa salió de sus labios. La observé detalladamente, pero no siguió hablando.

-Éramos algo más, ¿verdad?- Asintió ligeramente.

-La primera vez que nos besamos... Estábamos aquí, por lo que supongo que fue lo que recordaste.- Levantó la vista un momento. -Después de ese beso, era imposible no volver a hacerlo. Nos volvimos adictas a besarnos, a pesar de sentir tanto miedo por el qué dirán.- Sonrió ligeramente. -Recuerdo que solías decir que te daba igual lo que pensaran de nosotras, y me hacías jurar cada día que no me alejaría de ti por algo que dijera alguien más.- Volvió a apartar la mirada. -Juré que no iba a negar lo que éramos si alguien me preguntase... Pero tuve que abstenerme de decirte, quería que fuéramos de a poco.- Sobó su nuca e hizo una mueca.

Suspiré. Seguí mirándola, intentaba decir algo, pero simplemente no podía. Era mucha información para mí, había sido demasiado por hoy.

-Es mejor que me vaya.- Murmuré levantándome. A lo que Sadie hizo lo mismo.

-Te acompaño...- Susurró. Negué ligeramente, no quería que el camino fuese más incómodo.

-No, iré sola no te preocupes.- La miré a los ojos por un momento, cierto tono de tristeza los cubrían. Eran demasiado expresivos, y yo no quería hacerla sentir mal. -Escucha, no me voy a alejar por esto, ¿si?. De cierta manera sospechaba algo así, pero sigue siendo mucha información para mí y no quisiera colapsar en este lugar tan lindo.- Sonreí, dando un par de pasos hacia ella.

-¿Aún puedo ayudarte con tu memoria?- Susurró mirándome directo a los ojos. Asentí, tomando su mano lenta y cuidadosamente.

-No te vas a librar de mí tan fácil, Sink.- Susurré con una sonrisa. Acaricié su mano con delicadeza, era muy suave, al igual que ella en general.

-Ni siquiera pienso huir, Brown.- Sonrió de la misma manera.

-¿Nos vemos el lunes en clases?- Asintió. Bajó su mirada poco a poco, hasta llegar a nuestras manos. Observé su perfil con una sonrisa. Estaba a punto de perder la cordura. -Hasta luego.- Me incliné un poco hacia ella y besé ligeramente su mejilla.

De inmediato su rostro se tornó color carmesí, y podría jurar que sintió un escalofrío.

Solté su mano sin decir nada más, no hacía falta hablar. Caminé hacia la puerta del lugar y me dediqué a salir de ahí.

Algo en mí estaba cambiando, sentía que por fin estaba aprendiendo de mi pasado. Las cosas comenzaban a conectar poco a poco. Y no desagradaba el hecho de ser la ex de Sadie Sink. Al menos tenía un muy buen gusto.

Aunque aún así lo veía como algo extraño, después del accidente y de perder la memoria, nunca me imaginé saliendo con una mujer. Sí, siempre hubo chicas que me parecían extremadamente atractivas, pero no me imaginé la posibilidad de salir con ellas.

O quizás sí lo hice.

Suspiré siguiendo mi camino, inmersa en mis pensamientos intentando decifrar si alguna vez pensé en tener algún tipo de relación, más allá de amistad, con una mujer.

He visto y he conocido a muchas chicas atractivas a lo largo de los meses. Pero, ¿quería ser cómo ellas o estar con ellas?. No iba a dormir esta noche por pensarlo, eso es seguro.

Quizá necesitaba ayuda de alguien que supiera más sobre este tema.

Y creo que sabía perfectamente a quién debía llamar.

[...]

-¡Lilia!- Sonreí efusivamente yendo a abrazarla. Lilia había sido mi mejor amiga por años, lo único malo es que vivía bastante lejos de mi casa y no nos visitábamos mucho.

-¡Cariño!- Apenas estuvimos cerca, nos envolvimos en un dulce abrazo. -Te extrañe mucho, amor mío.- Sonreí con amplitud separándome un poco del abrazo.

-Tenemos muchas cosas de que hablar, han pasado varias situaciones y solo van tres semanas...- Soltó una ligera risa.

-Cariño, soy toda oídos y completamente tuya hoy.

-Entonces es mejor que te sostengas bien esos pantalones porque se te van a caer.

-Siempre me sorprendes...- Reí. Tomé una de sus maletas, ella tomó otra y las llevamos a mi habitación entre pequeñas charlas.

Fue muy de improviso, pero planeamos que se quede en mi casa por una semana. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos visitamos.

-Estoy lista para escucharte, cariño.- Dijo con una sonrisa sentándose en mi cama. Tomé asiento a su lado.

-Muy bien...- Suspiré.

[...]

-Así que ya decidieron decirte la verdad.- Asentí. -Dios mío, se estaban tardando mucho, yo desde el primer mes ya quería contarte todo.- se acomodó el cabello. -Ahors si podré contarte nuestras aventuras.- Sonrió mordiendo ligeramente su labio.

-¿Aventuras?- Aparté la mirada un poco.

-Nos divertíamos mucho. Te gustaban los problemas, y te escondías en esa carita de niña inocente que a todos nos encanta.- Rió. -Jugarle bromas a los imbéciles de la escuela era nuestra tarea favorita, ¿por qué crees que tuvieron la necesidad de cambiarme?- Sonreí volviendo a mirarla.

-¿Yo era así?- Asintió con cierta emoción. Me estaba emocionando a mí también.

-Sí, y ojalá que sigas siendolo. Era bastante divertido.

-Pero ya no estudias conmigo.

-Aún puedo hacerle visitas a ese colegio de neandertales.- Reí. -Hay mucho que contarte, pero...- La interrumpí.

-Poco a poco, lo sé.- Soltó una carcajada.

-No cariño, yo no tengo esa paciencia que poseé Sink. Lo que yo quería decirte era que, primero nos vamos a enfocar en la razón principal por la que me llamaste.- Bajé la mirada a mis manos. Lilia tenía cierta vibra que me causaba nervios. -Llamar a tu sáfica favorita para solucionar tus problemas de sexualidad es la mejor cosa que pudiste hacer.- Reí aún mirando mis manos.

-Necesito ayuda con eso, pero no te pases... Con unos consejos simples estaría bien.

-Oh cariño, no haremos nada que no quieras hacer.- La miré y sonreí.

-Me gusta eso entonces.- Sonrió igual.

-Dime lo que necesitas, yo lo haré sin problema.- Se acomodó para mirarme mejor. Tomé una bocanada de aire.

-¿Crees que estaría bien que experimente? Sé que antes tuve novias y así... Pero me gustaría asegurarme de que realmente me gustan las chicas.- Su sonrisa se amplió.

-Me parece perfecto que experimentes, es una manera de descubrirte, y diría que es la mejor forma para saberlo.- Asentí ligeramente. -¿Con quién piensas besarte para eso?- Rió. Me sonrojé levemente.

No había pensado en eso. Para experimentar necesitaba a alguien, pero tampoco quería ilusionar a nadie.

-No tomé en cuenta ese punto.

-Es literalmente lo más importante.- Volvió a reír.

-¿Con quién podría...?- Descarto completamente a la pelirroja, no pensaba besarla de ninguna manera, no quería ilusionarla a algo que no tendremos más. Tampoco me involucraría con Sophia, no nos caemos bien. Y no recuerdo a más chicas con quién podría besarme para probar.

-Me ofrezco como tributo.- Reí, pensando que bromeaba, pero su cara mostraba determinación.

-¿En serio?- Se encogió en hombros.

-Antes lo hacíamos, era como un consuelo.- Rió. -No te preocupes, sé besar bien.

La miré por unos segundos. No perdía nada intentándolo.

-Hagámoslo.

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Hey!

Maratón "sorpresa" jiji

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1/5

Recomendaciones al final del maratón:D

By: Muffinisaurus_Rex8