Estaba avergonzada, muy muy avergonzada. Había pasado una de las peores penas de mi vida. ¿Por qué nadie me dijo que Sadie y Sophia no tenían una relación? Era sencillo decírmelo, me hubiesen ahorrado la pena del baño y yo no hubiera quedado como una rara celosa.

Que no estaba celosa, porque no hay motivos en lo absoluto. Aunque si, si me pondría celosa de tener una relación así de linda como la que yo suponía que tenían. Pero no porque alguna me guste.

En general no sé si me gustan las mujeres. En ocasiones creo que si, pero también me gustan los hombres, o eso creo. Es un tema confuso para mí, quizá mi yo del pasado sabía que era lo que me gustaba, o quizá también estaba confundida yo.

¿Pero por qué relaciono esos temas? ¡No debería relacionarlos!.

Muy bien, estaba nerviosa por algo pero no sabía porqué. Quizá era un presentimiento, quizá solo estoy así por los exámenes o no lo sé, probablemente ni siquiera sé dónde estoy parada. Tenía mucho estrés encima y no sabía cómo eliminarlo.

-Entonces por eso discutimos ese día. Tú querías perros y yo gatos.- Miré a Sadie, quién acababa de contarme una historia que probablemente era importante y yo no le presté atención.

-Siempre me gustaron los perros.- Asintió. -¿Sabes si me gustaba algo más... Específico?

-Ah... Te gustaba la lasaña.- Dijo con una sonrisa.

-Yo me refería a... Personas, gustos específicos ya sabes.- Frunció el ceño pensando. Ahora que lo veía, siempre tenía el ceño fruncido.

-O sea... Te gustaban chicos altos.- Negué.

-No me refiero a eso...- Me rasqué la nuca.

-Oh, ya entiendo.- Sonreí. -No te lo diré, tienes que descubrirlo, de eso se trata.- Hice un puchero. -No me hagas esa cara, no me vas a convencer.- Apartó la vista.

-Por favor, Sadie. No te cuesta nada decirme.

-Si te lo digo lo vas a tomar como una orden, como que es algo que se queda así, y quizá no es así. Necesitas explorar para saber cuándo no tienes ni la menor idea.

-¿A ti qué te gusta?.

-Me gusta la pizza, ¿y a ti?- Rió y yo sonreí. -Me gustan las chicas, gracias por preguntar.

-¿Cómo lo supiste?

-Solo... Lo supe y ya.- Rió. -No lo sé, nunca me gustaron los chicos, ni intenté que gustaran, solo sé que ya lo sabía.- Estaba aún más confundida. -Pero eso es sobre mí, en todos los casos es distinto, ¿sabes?- Asentí.

-¿A Sophia qué le gusta?

-Una hetero.- Reí y ella sonrió. -También las chicas, aunque generalmente odia al mundo entero.- Me lo esperaba.

-Eso es genial, los chicos son un asco y ni siquiera he estado con uno.- Rió.

-Digo lo mismo.

-Muchas veces me lo pregunto.

-¿Qué cosa?.

-¿Quién soy yo?.

¿Quién se supone que soy?

No soy capaz de conocerme a mí misma.

-Eres Millie, una chica increíble que tuvo un evento desafortunado.

-No hablo de quién era, hablo de quién soy ahora.

¿Quién debo ser?

No puedo ser alguien como quién fui.

-Dejemoslo en chica increíble.- sonrió. -Supongo que te preocupas mucho por saber quién eras, que se te olvida quién eres.

-Si... En conclusión no sé nada de mí, ni de antes ni de ahora.- Suspiré mirando la mesa.

-No es tarde para conocerte.- Sonrió tomando mi mano.

-¿Quién soy, Sadie? ¿En qué me convertí?.

-Eres Millie, la castaña con el corazón más lindo del mundo. La chica que es capaz de conquistar a todos con solo existir.

-Yo no soy nada de eso.

-Tienes razón, es muy poco. Porque tú lo eres todo, Mills.

-No soy nadie, Sads... No soy alguien especial.

-Eres extraordinaria, y yo haré lo posible para que puedas verlo.

-En conclusión, eres maravillosa.- Levanté la vista.

Sus ojos azules me miraban con un lindo destello, que a día de hoy no lograba entender. Pero eran tan atrapantes, tan hermosos y eran capaces de hipnotizarme. Quizá podría apreciar sus ojos por horas, y no quedaría satisfecha con eso.

-Tus ojos son azules, y son lindos.- Murmuré bajando la mirada nuevamente a nuestras manos.

-O-Oh... G-gracias..- Carraspeo. -Gracias, tus ojos también son lindos.

-Son simples, cafés y comunes.

-Nada en ti es común o simple.- Acaricié su mano con cuidado.

-¿Eso crees?- La miré.

-Por supuesto, eres extraordinaria, ¿no escuchaste mi discurso?- Sonreí asintiendo.

-Si pero, es raro aceptar algo así. Y más si viene de alguien a quién actualmente no conocía.

-Entiendo, aún soy una extraña para ti, pero eso tendrá que cambiar en cualquier momento.- Sonreí.

-No falta mucho para eso.

[...]

Sadie Sink. Ese nombre sonaba tan familiar en mi mente, ¿quién era? ¿por qué quería verle?.

-Estoy muy segura de que me escuchas.- Una voz lejana, y distorsionada. La misma voz que escuchaba cada día. -Hoy soñé contigo.- No podía verle, pero sabía que sonreía. -Más que un sueño, era un recuerdo.

Su dulce voz me transmitía paz, a pesar de no sentirme bajo presión en ningún momento.

-La noche que tus padres se fueron de casa, y estuvimos todo el día juntas, jugando videojuegos y haciendo tonterías.- Rió ligeramente. -Extraño hacer eso.- Susurró, intentando aguantar las ganas de llorar. -Te extraño.

Su voz se quebró.

-Solo quiero que vuelvas.- Susurró entre leves sollozos. -No necesito nada más que a ti.

Nunca había tenido tantos recuerdos en un solo día. No sabía si era algo bueno o tenía que asustarme por eso.

No dejaba de recordar a una persona constantemente, sabía que su voz era dulce y relajante, pero no era capaz de escucharla a la perfección, había una especie de eco en los recuerdos. Era difícil escuchar, así como era difícil ver los rostros de quienes estaban ahí.

-Es bueno que recuerdes cosas, solo espero que sea a su tiempo.- Dijo Sadie caminando a mi lado. Se había ofrecido a llevarme a casa.

-No me quejo, solo digo que cuando recuerdo algo me pierdo de la realidad.- Seguí caminando a su lado. Habían bastantes personas en la calle, era casi imposible pasar sin chocar con alguien.

-Entiendo, supongo que es por el recuerdo.- Estaba un poco afligida por la gente, no quería perderme entre la multitud. Y creo que Sadie pareció notarlo. -Al momento de recordar no puedes hacer nada más que concentrarte en eso.- Tomó mi mano y me acercó más a su lado. -Quedate junto a mí y así no te pierdes.- Susurró con una sonrisa.

Sentí un ligero calor subir por mis mejillas. También había un sentimiento extraño invadiendome.

Me sentía...

Protegida.

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4/4

DOY POR FINALIZADO EL MARATÓN, ESPERO LES GUSTE MUCHO. COMENTEN, ME ENCANTAN SUS COMENTARIOS!

LXS AMO!

R e c o m e n d a c i o n e s u w u

-tomen awita diario

-coman frutas y verduras

-vean Fear Street, qué esperan??

-duerman temprano jiji

SILLIE ES REAL!
Y!

Sin más que decir: CHAO BYE!

By: Muffinisaurus_Rex8