Capítulo 10.
-Déjame ver si entendí, tú hiciste una pizza, pero no pusiste un cronómetro o una cosa así, para avisarte cuando ya esté la pizza, ¿no?
-No, no lo hice.- La rubia rió.
-Entonces recurriste a mami Maya.- Sonreí levemente.
-Eres mi salvación.
-Lo sé, soy un ángel.
-Claro que si.- Reí abriendo la caja de la pizza.
-¿Y tus padres?- Me encogí en hombros.
-Papá trabajando supongo, y creo que mamá fue a visitar a mi tía, llegarán tarde.- Tomé una rebanada.
-Bueno, yo te cuido entonces.- Reí. -Siempre te cuido, pensé que ya te habías acostumbrado.
-No me acostumbro del todo.- Pasó su mano por mi cabello tranquilamente.
-No me importa, yo te cuido, zanahoria homosexual.
-Consíguete más apodos, siempre usas el mismo.- Rió.
-Dime, ¿en dónde están tus hermanos?.
-Mitchell en su habitación, Caleb también, Spencer no ha llegado y Jacey está en su habitación esperando la cena.
-¿No los llamaste para cenar?- Negué. -Ay dios, todo tengo que hacer yo.- Lloriqueo tomando aire. -¡LA PIZZA ESTÁ AQUÍ, SI QUIEREN CENAR BAJEN SI NO, NO ME IMPORTA!- Reí.
Inmediatamente escuchamos los pasos de Mitchell y Jacey bajando, y al parecer peleando por quién llegaba primero.
-¡Pido dos rebanadas!- Dijo Jacey llegando a la cocina. -¡Maya!- Corrió nuevamente y se lanzó a los brazos de la rubia.
-¡Mi bebé!- Gimoteo Maya. Golpeé su hombro con el ceño fruncido.
-Yo soy tu bebé.- Dije, a lo que Mitchell rió sentándose a mi lado.
-No seas celosa, danos un poco de Maya.
-Hay un poco de Maya para todo el mundo, no se preocupen.- Dijo la rubia apachurrando a mi hermanita con agresividad y amor.
-Nos salvaste de comer carbón.- Hice un puchero. -Perdón Sads, pero es la verdad.- Pequeño y adorable monstruo.
-No importa, yo llamé a Maya así que denme créditos.
-Yo iba a venir de cualquier forma.- Rió soltando al fin a mi hermana, quién claramente tomó asiento a su lado.
-No me traten mal o lloro.- Dije dándole una mordida a la pizza.
-Ya, no le digan nada malo, ¿qué no ven que es una zanahoria homosexual con sentimientos reales?- Miré a Mitchell.
-Ya tienes malas mañas también.- Rió.
-No me distraigas, tengo que llevarle la cena a Caleb.- Suspiró levantándose de la silla con un plato en sus manos.
-No te lo había dicho aún...- Me miró.
-La casa no es muy grande que digamos, escuché todo.- Hizo una mueca y se fue.
Miré mi plato, ahora sin muchas ganas de seguir comiendo. Tenía bastantes discusiones con Caleb a lo largo de los días, él directamente expresaba lo mucho que me odiaba. Y a mí me gusta la sinceridad, pero la manera en la que lo decía, dolía más.
-Hey, tienes una pizza que comer.- Miré a Maya y ella sonrió.
-Tienes razón.- Dije volviendo a comer sin más.
[...]
11/08/2020
Martes. No los odiaba tanto como los lunes, pero no eran mi día favorito sinceramente. Lo que odiaba en sí, eran las clases.
-Sadie.- Escuché la voz de Sophia junto a mí, y seguido de eso me tomó del hombro. Volteé a verla, se veía bastante preocupada.
-¿Qué pasó?- Tomó mi mano y me llevó casi corriendo al baño.
Cerró la puerta en cuanto entramos y la miré confundida. Estaba demasiado afligida.
-Malditos hijos de puta.- Susurró sobandose el brazo.
-¿Sophia?- Se recargó en la pared. Me cruce de brazos y levanté una ceja, me estaba desesperando que no hablara.
-¿Aún cargas con el botiquín?- Asentí. -Ayudame con esto entonces.- Levantó la manga de su camisa. Tenía una herida bastante grande, aunque no parecía profunda ni peligrosa.
-Auch.- Dejé la mochila en los lavamanos y saqué el botiquín de ahí. Lo cargaba porque sabía que en algún momento lo necesitaría, mejor precavida que muerta. -¿Qué te pasó?- Le hice señas para que se acercara. Lo hizo y se quejó por lo bajo.
-La mierda con patas.- La miré.
-¿Cuál de todas en esta escuela?- Rió. Saqué un algodón y el alcohol para desinfectar.
-Jacob y su novio inseparable, Joseph.- Ya entendía todo. Coloqué un poco de alcohol en el algodón y comencé a limpiar su herida poco a poco.
-¿Por qué y cómo lo hicieron?- Hizo una mueca. -¿Arde mucho?- Asintió. -Aguantate idiota.- Rió de nuevo.
-Estaban siguiéndome, entonces entré a un callejón para perderlos, pero me vieron entrar.- Dejé el algodón a un lado y tomé una venda. -Al principio pensé que solo eran amenazas vacías, pero me hicieron esta mierda con un cúter.- Bufó.
-¿Qué tienen contra ti? Se supone que me odian a mí.
-No lo sé, Sadie... ¿Quizá porque me la paso defendiendote todos los días...?- Golpeé su brazo por instinto. -¡Auch!- Hice una mueca de dolor.
-Perdón, se me fue.- Frunció el ceño y me dió una palmada en la frente. -¡Oye!.
-Tú empezaste...- Coloqué la venda con cuidado y la solté. -Gracias.
-¿Sabes? Pude hacer esto sin necesidad de que cerraras el baño, ni siquiera sabes si hay alguien aquí o...- La puerta de un cubículo se abrió. Giré asustada por el golpe.
-Agh, solo es Brown.- Susurró Sophia. Sonreí mirando a Millie.
-Hola chicas.- La saludé con la mano. -¿Estás bien, Sophia?- La castaña asintió. Así es, ahora era castaña.
-Claro que estoy bien, Brown. ¿No ves lo perfecta que me veo?- Reí. Millie negó con una sonrisa, yo reí aún más al ver la cara de Sophia. -Perra.- golpeé su brazo. -¡Basta Sadie!- Fruncí el ceño.
-No digas esa palabra y menos a ella, ¿oíste calva?- Abrió los labios a punto de contestarme. La miré determinada y cerró la boca de inmediato.
-Me callo.- Millie rió. La miré y sonreí.
-No te preocupes igual, no debí ser mentirosa, claramente Sophia es perfecta.- La castaña sonrió con amplitud, caminó tranquilamente hasta Millie y la abrazó como si realmente la quisiera.
-De ahora en adelante eres mi mejor amiga.- Me indigné.
-¿Disculpa?
-Si, ya te cambié.
-Pues dile a tu nueva mejor amiga que te alimente todos los días, no lo hará mejor como yo.- Millie rió.
-No pienso alimentarla.- Sophia la soltó de inmediato y corrió conmigo.
-Alejame de ella, me matará de hambre.- La castaña y yo reímos.
-Yo te cuido, Soph.- Sonreí.
Millie sonrió enternecida, dejando notar sus hoyuelos. Ni siquiera recordaba lo hermoso que era verlos. Me sonrojé mirándola, seguramente tenía cara de imbécil ahora mismo.
-Necesitas algo para la baba.- Susurró Sophia. Pellizque su cintura y chilló. -¡Todos me maltratan!- Millie volvió a reír.
-Es lindo verlas convivir, pero me tengo que ir ahora.- Me miró. -¿Nos vemos en el almuerzo?- Me paralice. ¿Me estaba invitando a almorzar? ¿Otra vez?.
-¿Ah?- Sonreí volviendo en sí. -Si, si, nos vemos en el almuerzo.
-¿Me incluyen?- Dijo Sophia. La miré con el ceño fruncido. -¿Saben qué? Creo que yo almorzaré con Sofia, no puedo acompañarlas.- Sonreí.
-Bueno, nos vemos entonces.- Asentí y Millie salió del baño.
-Impresionante, ya tienes otro almuerzo con Brown.- La miré.
-¿Ya te dije que te ves muy atractiva de castaña?- Hizo una mueca de asco.
-Me teñiré de nuevo, porque eres una obsesiva.- Se alejó de mí. Reí tomando mis cosas.
-Grr.
-¡No me hagas grr!- Chilló y salió del baño indignada. Era una idiota, pero una idiota que amaba mucho.
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-¿Estás bien?
-No, me siento rara.- la pelirroja rió.
-Cariño, estás celosa.
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Hey!
¿Qué les parece?:)
Lxs amo!
2/4
By: Muffinisaurus_Rex8
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