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“There’s just something about the boy. Something about, something about the boy.”

Seokjin🐹.
Es obvio que eres el alfa que conocí hoy, duh. No conozco a otro Namjoon.

Namjoon se quedó observando el mensaje que le había enviado el omega unos diez minutos.

El comportamiento de Seokjin se le hacía bastante peculiar. Nunca había visto un omega tan extrovertido, espontáneo y sin filtro. Se le hizo también extraño que Seokjin no se sonrojara ni se mostrara nervioso con su presencia hoy en su casa, por lo general siempre que estaba cerca de un omega acostumbraba a ver mejillas sonrojadas y a escuchar balbuceos cuando querían decirle algo, pero Seokjin no había sido así.

No puede negar que el omega le pareció muy lindo. Está seguro que si se hubiese conocido con Seokjin en otras circunstancias, le habría llamado la atención y tal vez, solo tal vez lo cortejaría como es adecuado. Lastimosamente para ambos, los estaban obligando a casarse, sin tener ningún tipo de atracción o sentimiento hacia el otro. Namjoon no estaba de acuerdo cuando sus padres se lo dijeron y tampoco está de acuerdo ahora, y es evidente que Seokjin tampoco es un amante a eso.

Namjoon quería dejar de pensar en todo eso y simplemente cumplir con esa tonta tradición, pero no podía, y ahora que había conocido a Seokjin, su futuro esposo, le era imposible sacarse las cosas de la cabeza.

Estaba por responderle algo a Seokjin pero le entró una llamada de su mejor amigo.

—Yoon. —dijo al responder la llamada.

—Hey, ¿Cómo estuvo todo? —preguntó su amigo al otro lado de la línea.

—Eh, digamos que ¿bien?

—No suenas muy convencido de eso, amigo. Háblame de tu omega. —Namjoon frunció el ceño como si su amigo pudiera verlo.

—¿Mi omega? Él no es mi omega.

—Vas a casarte con él, en algún momento querrás reclamarlo como tu omega. Es sólo cuestión de tiempo.

—Como digas. —se aclaró la garganta antes de seguir hablando.— El almuerzo estuvo bien, la familia Kang es muy acogedora, aunque el señor Kang me asustaba un poco con su sonrisa, todo fue bien. Casi todo el día el tema de conversación fuimos Seokjin y yo. ¿Qué más quieres saber?

—Seokjin es un lindo nombre. —señaló su amigo, y tenía razón.— Y ¿qué tal es el omega? ¿lindo? ¿te habló un poco o fue tímido? —Namjoon se rio un poco ante lo último, porque Seokjin era todo, menos tímido.

—Oh, pues la verdad es que no es para nada tímido. De hecho es muy extrovertido y fue extraño. ¿sabes? Es el primer omega que conozco que no se sonroja cuando estoy cerca ni se traba con las palabras para hablar. No causé ningún efecto en él.

—Seguro no eres su tipo, Kim. —escuchó a su amigo reírse y puso los ojos en blanco.— En fin, no respondiste mi otra pregunta… ¿es lindo? —“Es precioso” pensó Namjoon.

—Hem, si. Si es bastante lindo, tiene unos ojos muy lindos. Sólo que su actitud me pone algo ¿nervioso?, no lo sé. No sé como haré para vivir con él bajo el mismo techo.

—Oh, será cuestión de costumbre, hombre. No te preocupes ahora, no es como si vayas a tener algún tipo de contacto con él antes de la boda.

—De hecho… —se aclaró la garganta.— Ya tuve un pequeño contacto con él sin nuestras familias de por medio.

—¿Qué? ¿Cómo? —preguntó su amigo sorprendido

—Verás, eh… Yo le pedí su número de teléfono por…

—¿Para que le pediste su número? —Interrumpió Yoongi.

—Déjame hablar, gracias. —dijo antes de seguir.— Yo le pedí su número porque creí que podríamos conocernos un poco por ahí, no lo sé. El caso es que al principio pareció extrañado pero luego accedió y me dijo que le enviara un mensaje para guardar mi número, y lo hice, le envié el mensaje ese, pero —suspiró— luego me respondió como en ¿burla?, no sé, me dijo “es obvio que eres el alfa que conocí hoy, duh” —dijo tratando de imitar la voz de Seokjin y su amigo soltó una carcajada.

—Lo siento, pero. —no paraba de reír.— ¿Te gustó ese omega tan rápido?

—¿Qué? No, obviamente no. No seas estúpido. Solo que como te dije, su actitud me pone nervioso. Siento que con él no puedo tener el control de las cosas y eso me pone mal. Además, quiero hacer las cosas bien, así nos estén obligando a estar juntos debo ser un buen alfa, ¿no?

—Entiendo. Pero entonces no te estreses, espera a que ya estén oficialmente casados y deja que las cosas pasen.

—Tienes razón, creo.

—Bien. —dijo su amigo.— Te dejo entonces, amigo. Luego nos vemos por ahí.

—Adiós. —dijo y colgó el teléfono.

Soltó un largo suspiro y se tumbó en su cama. Quiso responderle el mensaje a Seokjin, pero luego pensó que era algo innecesario y simplemente lo dejó así.

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Taehyung había acabado de salir de la habitación de Jin. Fue para hablar sobre el alfa y lo “guapo y sensual” que le había parecido.

Estaba por dormirse cuando le entró una llamada de Hosek. Claro que era Hoseok, no es como si alguien más lo llamara. 

—Habla. —dijo Hoseok al instante en que Seokjin contestó.

—No fue tan malo como pensé, pero sigue sin agradarme la idea. El alfa se llama Namjoon, y es muy guapo a decir verdad y su familia me agradó bastante, aunque su padre si me intimidó un poco, me cayeron bastante bien.

—O sea, ¿te gustó el alfa?

—No seas tonto, Hoseok. ¿Cómo me va a gustar alguien solo en cuatro horas? Sólo te dije que no me desagradó y era guapo, eso es todo. Además creo que él es un poco tonto.

—¿Por qué lo dices?

—Verás, antes de irse me pidió mi número de teléfono, ¿por qué? No lo sé. El caso es que yo se lo di y le dije que me enviara un mensaje para que así yo pudiera guardar el suyo también.

—Correcto, continúa.

—No había pasado mucho tiempo desde que se fue cuando me llegó su mensaje. Me dijo “soy el alfa que conociste hoy” —trató de imitar la voz de Namjoon.— O sea, ¿es estúpido o se hace? Es obvio que era el alfa que conocí hoy. ¡No conocí más alfas el día de hoy! —escuchó a Hoseok reírse al otro lado de la línea.— ¿De qué te ríes?

—Lo siento, es que no entiendo por que dices que es tonto por eso. Seguro piensa que eres un omega muy solicitado en tu teléfono.

—Aja, como digas. —puso los ojos en blanco.— El caso es que a mi me pareció tonto su mensaje.

—¿Le respondiste?

—Si, le dije que era obvio que era él, que no conocía a nadie más con su nombre.

—Dios, Seokjin. La verdad no sé como vas hacer para vivir con él por el resto de tu vida y esas cosas que hacen los esposos.

—No me recuerdes eso. —bufó— Aún me quedan unos días de omega soltero.

—Como digas, yo me voy a dormir. Espero que descanses, Seokjin. Te quiero amigo.

—También te quiero, Hoseok. Adiós.

Colgó y se acostó. Antes de dormir reviso sus mensajes, solo para mirar si el alfa le había enviado otro mensaje tonto, pero no lo hizo. Apagó su teléfono y se fue a dormir.

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