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“We’ll leave the world outside. All I’ve got to give to you are these five words tonight. Thank you for loving me.”

—Buenos días, alfa.

—¡Jinnie! ¿Qué haces aquí?

—Oh… es que te fuiste ésta mañana sin despedirte y es el último día que tenemos juntos, así que salí a comprar unas cosas que necesito y… pensé en pasar por tu oficina.  —dijo un poco tímido— Pero si estás ocupado puedo irme y esperarte en casa.

—¡No! —se apresuró a decir— Quédate.

Ya habían pasado tres meses desde que Namjoon le había pedido matrimonio de nuevo al omega. Habían decidido hacer la ceremonia el mismo día que cumplían un año de aniversario. Todos sus familiares y amigos se alegraron demasiado por los dos cuando les contaron, en especial las madres. Obviamente empezaron a organizar todo desde el primer momento en que se enteraron, comenzaron a mostrarles tipos de decoración, trajes y todas esas cosas que se necesitaban en las bodas. También les dijeron que debían seguir la tradición de “los novios no deben verse antes de la boda”, ninguno de los dos estaba de acuerdo con eso, les parecía una ridiculez, sin embargo habían aceptado ante la insistencia de todos en cumplir con aquello.

—Pensé que hoy estarías en casa. —dijo Seokjin empezando a acercarse.

—Lo siento, amor… Tuve que venir a organizar algunas cosas para poder ir a nuestra luna de miel. —Namjoon lo tomó de la cintura para acercarlo—cPero iba a irme pronto, lo juro.

—Bien… entonces, buenos días de nuevo. —el omega sonrió dejando ver esas arruguitas que se formaban alrededor de sus ojos y que Namjoon amaba.

—Buenos días. —respondió antes de besarlo.

Se besaron con la misma intensidad, placer y amor que siempre lo hacían. Namjoon empezó a guiar al menor hasta su escritorio para sentarlo sobre éste, lo ayudo a subir y el omega enrolló sus piernas alrededor de la cintura del otro para acercarlo más. Siguieron en esa posición mientras se besaban por un largo rato hasta que sintieron que necesitaban separarse.

—D-debo… —la respiración de Seokjin era agitada— Debo irme y tu debes trabajar.

—No. —Namjoon hizo un puchero— Quédate. —bajo una de sus manos al trasero del menor.

—Namjoon.

—Quédate, quiero que intentemos hacer bebés sobre éste escritorio. —empezó a dejar besos por el cuello ajeno.

—Mm… me gusta esa idea. —habló casi en un susurro.

—¿Si? —mordió juguetonamente sobre la marca en el cuello del omega.

—Mmhm.

El mayor siguió dejando besos por la mandíbula y el cuello del omega mientras éste llevó una de sus manos a los rizos del otro para acercarlo más.

—¡Buenos días llegó la felicidad! —el alfa rubio los interrumpió entrando ruidosamente en la oficina— Oh, hola SeokSeok.

—Mierda, Jungkook. —bufó Namjoon separándose de Seokjin— ¿No puedes tocar?

—Deja de llamarme así. —dijo Seokjin con las mejillas muy sonrojadas y los labios hinchados.

—Como sea, no tengo nada que hacer y pues quise pasar el rato molestándote.

—¿Qué? ¿Por qué a mi? —preguntó con el ceño fruncido.

—Me gusta verte con esa cara. —Namjoon puso los ojos en blanco y fue a sentarse— SeokSeok, ¿cómo vas con eso de tener bebés del enojón?

—¿En serio no puedes referirte a nadie sin un apodo? —preguntó Namjoon.

—Aún sin resultados, Jungkook. —dijo Seokjin tomando asiento junto al nombrado. 

—No te apresures… además, al parecer ustedes no pierden el tiempo intentando que quedes en estado, pronto verán resultados.

—Jungkook. —dijeron Seokjin y Namjoon unísono.

—Está bien, me callo.

—Gracias. —bufó Namjoon.

—Así que SeokSeok… cuéntame sobre la luna de miel, ya ves que él es mal amigo y no nos ha querido contar nada. —Namjoon gruñó y Seokjin rio antes de contarle al alfa todo lo que quería saber.

Pasaron casi toda la mañana en la oficina del rizado conversando. Cuando dejaron el edificio, se dirigieron a casa para pasar sus últimas horas juntos antes de que la madre de Seokjin lo recogiera. 

—No quiero que te vayas. —dijo Namjoon cuando estaban en su habitación.

—Yo tampoco quiero irme pero después de mañana seré solo tuyo. 

—¿Ya no lo eres? —preguntó Namjoon acariciando el cabello del otro.

—Si… pero después de mañana lo seré mucho más. —el alfa sonrió y tomó a Seokjin para que se se posicionara sobre él.

—¿Sabes? Deberíamos intentar hacer bebés antes de que te vayas.

—Apoyo esa idea. —Seokjin se acercó y beso al alfa.

Toda la tarde la pasaron en la cama, disfrutando el tiempo que les quedaba juntos. En palabras de Namjoon, la pasaron intentando crear bebés dentro de Seokjin.

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—En serio no entiendo porque estás nervioso, amigo. —habló Hoseok.

Resulta que Taehyung había organizado una pequeña reunión para Seokjin, era un tipo de despedida de soltero según el beta. Sólo estaban Hoseok, la prima de Seokjin ahora era pareja de su amigo, dos amigos más de Seokjin, la mejor amiga de Taehyung y Taehyung.

—Porque la primera vez que nos casamos fue casi de mentiras y no tuve que decir votos, ni besarlo, ni hacer nada de lo que se hace en las bodas.

—Oh, Jinnie. —habló su hermano— No es como si fuera la primera vez que lo besas, además estarás frente a todos los que queremos lo mejor para ustedes. Todo estará bien. —Seokjin sonrió ante las palabras de su hermano, pero aún sentía que los nervios lo dominaban por completo.

—¡La comida está lista! —dijo la madre del oji-negro, acercándose a todos— Es tu favorita, hijo.

Seokjin sintió emoción por comer lo que preparaba su madre de nuevo, hace mucho no lo hacía. Pero la emoción le duró poco cuando sus fosas nasales se llenaron del olor a pollo, tocino y papas y sintió ganas de vomitar. 

Salió corriendo de la habitación para dirigirse al baño del primer piso y poder expulsar todo allí. Se sintió mareado y muy extraño, hace unos días venía sintiendo nauseas pero nunca había llegado a vomitar solo con oler comida. 

Enjuagó su boca antes de regresar donde los demás.

Le aseguró a todos que estaba bien para que siguieran con la cena. Seokjin fue el que menos comió, estaba sintiendo mucho asco por la comida en ese momento. 

Era casi media noche cuando todos se fueron. Seokjin se despidió de sus padres y hermana para dirigirse a su habitación y dormir. Revisó su teléfono y se encontró con varias llamadas perdidas de su alfa. 

Seokjin🐹.
—¿Estás despierto? —envió un mensaje. 

El mensaje fue marcado como leído y en segundos le estaba entrando una llamada de Namjoon.

—Hola, amor.

—Hola, alfa. ¿Cómo estas?

—Mal, te extraño.

—Yo también te extraño. —Seokjin sabía que se le haría muy difícil dormir sin los brazos del alfa rodeándolo esa noche— ¿Cómo la pasaste con Yoongi y Jungkook?

—Oh, bien… No hicimos nada interesante. Hace poco se fueron. —Seokjin asintió como si el alfa pudiera verlo— ¿A ti cómo te fue?

—Bien, la cena estuvo deliciosa. —no quiso contarle al alfa sobre su vómito. No quería preocuparlo.

—Ya quiero que sea mañana para que seas mi esposo.

—Ya soy tu esposo. —dijo sonriendo.

—Si, pero mañana será más especial.

—Tonto. 

—Hace mucho no me llamabas así.

—Bueno, no me habías dado motivos.

—Hoy tampoco te di motivos.

—Quise llamarte así. —Seokjin se encogió de hombros— Oye, ¿recuerdas el mensaje que me enviaste hace un año antes de nuestra boda planeada? 

—Claro que me acuerdo. —escuchó al alfa reír— ¿Tú lo recuerdas? 

—Lo hago. —se quedaron en silencio un rato hasta que Seokjin sintió que se quedaba dormido—  Ya me voy a dormir, cariño.

—¿Cariño? Eso es lindo, me gusta más que tonto. —el omega sintió como su corazón latía con fuerza, no sabía porque lo había llamado así.

—Tonto. —dijo riendo nervioso— Te veo mañana. Te amo.

—Y de nuevo volviste a llamarme así. —ambos rieron— Te amo mucho más, omega.

Cortaron la llamada y Seokjin se metió a la cama, quería descansar lo suficiente para estar listo para su gran boda.

Estaba a punto de quedarse dormido cuando su teléfono vibro con un mensaje.

Namjoon🐨.
¿Preparado para nuestra GRAN boda mañana?

Sonrío leyendo el mensaje. Namjoon le había hecho la misma pregunta que hace un año, un día antes de su primera boda.

Seokjin🐹.
—Ésta vez si lo estoy. —respondió.

Namjoon🐨.
Bien. Sólo quería asegurarme. Espero que descanses, te veo mañana. Xx

Seokjin sonrió de nuevo y se fue a dormir sintiéndose más enamorado que nunca.

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Al día siguiente, Seokjin fue despertado por su hermano que quería hacerle unas mascarillas para que su piel estuviera bonita. El omega se levantó de mala gana y cuando llegó el olor de lo que su madre estaba preparando abajo en la cocina inundo su habitación, tuvo que ir corriendo al baño para vomitar. 

—Jinnie… —habló Taehyung acariciándole la espalda mientras el acababa— Tú… ¿te has hecho una prueba de embarazo últimamente?

Seokjin se puso de pie y miró a su hermana con el ceño fruncido.

—La última la hice casi dos meses atrás.

—Creo que deberías hacerte una, ahora. —de repente sintió a su hermano cerca de su cuello— Definitivamente tienes que hacerte una prueba de embarazo, tu olor es diferente, más dulce.

—Yo… —Seokjin suspiró— ¿Tienes una aquí en casa? 

—Creo que sí.

El beta salió dejándolo solo en el baño. Se cepillo los dientes mientras esperaba a su hermana. 

Estaba sintiendo nerviosos, muchos nervios.

—Tienes suerte, tenía solo una y es de esas que te dicen cuantas semanas tienes.

Seokjin recibió la caja que su hermano le ofreció y cerró la puerta para poder realizarse la prueba.

Espero los cinco minutos que indicaban en las instrucciones y cuando supo que era tiempo le dio vuelta a la prueba, con manos temblorosas. 

La prueba de embarazo inteligente mostró en su pequeña pantalla la palabra “positivo” en la parte superior con las palabras “2 semanas” en la parte inferior.

—Oh por Dios, Seokjin. —dijo Taehyung mirando la pantalla pequeña— Estás… ¡Estás embarazado! ¡Tendrás bebés con Namjoon!

—Yo… tendré bebés con Namjoon. —repitió las palabras de su hermano.

—¡Tendrás un bebé o bebés! ¡Oh por Dios! ¡Seré tío! —el beta estaba prácticamente gritando y su madre no tardó en llegar donde ellos.

—¿Cuál es el alboroto? —preguntó.

—¡Seokjin está en estado! —el omega sonrió un poco incómodo por todo el alboroto de su hermano.

Su madre no dijo nada, solo se lanzó a los brazos de su hijo. Ambos empezaron a llorar debido a la emoción.

—Seré abuela de un bonito bebé. —dijo la omega.

—Espero que Namjoon se alegre. —Seokjin se sentía ridículamente nervioso.

—Oh, es obvio que se alegrará. —respondió Taehyung— Él desea esto tanto como tú.

Seokjin sonrió mientras se limpiaba sus mejillas húmedas por las lágrimas. 

Le daría uno de los mejores regalos de bodas a Namjoon. 

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Las cuatro de la tarde llegaron muy rápido y Seokjin se encontraba parado en un pasillo con su padre, esperando la señal para empezar a caminar hacía el altar donde lo esperaba su alfa. 

Sentía sus manos temblar y sudar. 

Cuando Taehyung y Hyejin hicieron la señal de que podían pasar, sintió su corazón latir desenfrenadamente. 

No tardó en tener a Namjoon en su campo de visión. El alfa estaba vistiendo un bonito traje blanco, con un boutonnière en el bolsillo del traje, junto con una camisa lila, su cabello iba un poco peinado pero sin dañar sus rizos. Seokjin sonrió al verlo. 

Namjoon, por su parte confirmo que no había nadie más bonito que Seokjin en el mundo entero. El omega estaba con un traje igual que el suyo, con una camisa lila que le quedaba bastante ceñida a su cuerpo, llevaba los tres primeros botones sin unir y el cabello peinado hacía atrás y con una pequeña corona de flores de diferentes colores. La corona era la misma que uso un año atrás. 

Cuando estuvieron uno al lado del otro, se tomaron de las manos para escuchar la ceremonia. Finalmente llegó la parte de los votos e intercambio de anillos y tanto el alfa como el omega sintieron los nervios del otro por medio del lazo. Se sonrieron antes de empezar a hablar. Seokjin fue le primero en hacerlo.

—Yo… —tuvo que aclararse la garganta— Namjoon, tú eres la mejor persona que ha llegado a mi vida. —alcanzó una de las manos del otro— Y tengo tanto para agradecerte… Al principio me caías mal, me negaba a tener que compartir mi vida contigo porque me parecía algo estúpido que me obligaran a casarme con alguien que no amaba pero… pero todo éste año que he compartido contigo me hizo dar cuenta de que nuestros padres no pudieron tomar mejor decisión, les agradezco tanto que me obligaran a casarme contigo. —los ojos de ambos estaban llenos de lágrimas— Tú le has aportado tanto a mi vida en éste poco tiempo y no sé como agradecértelo. Aún recuerdo que nuestra primera noche de casados tú me dijiste que serías un buen alfa para mí, me prometiste eso y… y lo has hecho, cumpliste tu promesa, has sido un alfa tan comprensivo, amoroso y especial conmigo que todos los días me pregunto que fue lo que hice para merecerte. —todos en el lugar estaban llorando por las palabras del castaño— Te amo, Kim Namjoon y estoy feliz de compartir mi vida contigo y espero seguir haciéndolo por mucho tiempo.

Namjoon le sonrió con lágrimas en sus mejillas y se carraspeó un poco antes de empezar a hablar.

—Bueno, no sé si mis votos serán igual de hermosos y especiales a los tuyos. —todos rieron— Seokjin, desde el primer momento en que te vi me pareciste el omega más lindo del mundo, aunque lo negué en un principio, fue así. Sentí una gran atracción por ti y cuando empezamos a acercarnos y conocernos más y más no había día en el que no quisiera besarte y estar contigo. Eres un omega tan único y especial. Amo escuchar tus historias, amo tu risa y los gestos que haces al hablar, amo todo de ti y nunca me cansaré de decirte lo feliz y afortunado que soy de tenerte en mi vida como mi mejor amigo, novio, esposo y todo lo que quieras que seamos. —Seokjin estaba llorando mientras sonreía— Prometo darte siempre lo mejor, darte solo felicidad y nunca tristezas… Te amo y gracias por amarme y dejarme amarte.

Sin más el sacerdote les dijo que se pusieran los anillos y que se podían besar. 

Se besaron de una manera casta, pulcra y dulce. Con ese lindo beso sellaron la promesa de amarse ahora y para siempre.

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—Por fin somos esposos de una manera bonita. —habló Namjoon cuando llegaron a su casa. 

—Te tengo un regalo, cariño. —dijo Seokjin nervioso.

—Un regalo. —dijo sonriendo mientras se quitaba la corbata— ¿Eres tú ese regalo? —alzo las cejas coquetamente y Seokjin.

—Bueno, yo puedo ser el segundo regalo.¿Segundo? —preguntó— ¿Cuál es el primero?

Seokjin corrió hacia donde tenía guardada la prueba de embarazo positiva y la escondió detrás suyo.

—Yo… digamos que desde anoche estuve vomitando y sintiendo asco por la comida de mi madre. —Namjoon frunció el ceño asintiendo— Y ésta mañana me pasó de nuevo al despertar.

—Pero… ¿estás bien? ¿hay que llevarte al hospital? ¿puedes viajar con vómitos? —interrumpió el alfa.

—Déjame acabar. —dijo con voz temblorosa— Taehyung me llevó una prueba y… —suspiró mientras sacaba la prueba para dejársela ver al otro— Estoy embarazado, Namjoon.

—¡¿Qué?! —gritó— ¿En serio? ¿Tendremos un bebé?

—S-si. —Seokjin empezó a llorar.

—Oh por Dios. —Namjoon avanzó hacia Seokjin para abrazarlo con fuerza— Seremos padres, amor.

—Lo seremos.

—Oh Dios, estoy tan feliz. —dijo separándose del omega mientras miraba la prueba.

—¿Si?

—Obvio, Jinnie. Tener hijos contigo es una de las cosas que más deseo desde hace tanto y ahora que se está haciendo realidad yo… yo sólo estoy muy feliz y te prometo que seré el mejor padre del mundo para todos nuestros futuros hijos. Seré el mejor para ti y para ellos.

Seokjin simplemente asintió y se lanzó sobre el alfa para besarlo.

—Te amo, alfa.

—Yo te amo mucho más, omega.

Se besaron de nuevo. En ese beso se prometieron amarse, cuidarse, apoyarse, respetarse y protegerse por el resto de sus vidas. Se agradecieron por el amor que se daban el uno al otro y no podían estar más felices de haber sido una pareja de casados tan extraña al principio, porque a pesar de haber sido obligados un año atrás eso les sirvió para aprender a amarse. 

Fin.

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Aún nos falta el epílogo y dos extras.