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“Don’t be shy, take control of me, get the vibe, it’s gonna be lit tonight.” 

Así que el celo de Seokjin estaba muy cerca y ahora estaban los dos solos en casa mientras cenaban en el balcón como todas las noches. 

El olor del omega era más intenso con cada minuto que pasaba y con éste el deseo del alfa hacia él también aumentaba. 

—Así que… —Namjoon habló después de probar el helado que había llevado para la cena— ¿No me puedes decir ni un poquito? 

—Nop. Ya te dije que le prometí a Jungkook que quedaría entre los dos, lo siento. 

—Dime solo un poquito. —Namjoon empezó a hacer esa cara que siempre hacía para convencer a Seokjin de algo— Por favor. 

—No, Namjoon. —negó con la cabeza— Y no hagas esa cara que no te voy a decir nada. 

—Por favor. 

—No. 

—Ugh, bien. Por lo menos dime, ¿es algo bueno? 

—Pues… No lo sé, puede que para él si. 

—¿No tiene nada que ver con nosotros? ¿Conmigo?

—No, Namjoon. Ya te dije que no. 

—Bien, te creo… ¿me das un besito? —Seokjin sonrió y se acercó al alfa para darle un pequeño beso en sus labios. Se alejó rápidamente— ¿Otro? 

—No. 

—Vamos, otro… No pude sentir tu sabor. —Seokjin se llevó un bocado de helado a la boca y negó con la cabeza. 

—Pues… come helado. 

—¿Eso que tiene que ver? 

—A eso sabe mi boca ahora. 

Seokjin sentía más calor que nunca, podía sentir su cara arder y el olor que desprendía. 

—Pero yo quiero probarlo de tu boca. —Namjoon habló con ese tono inocente que lo hacía ver sensual y que a Seokjin le encantaba.

El omega se llevó una gran cucharada de helado a la boca para luego sentarse sobre el alfa, con ambas rodillas a lado y lado del cuerpo de éste. Namjoon iba a decir algo pero Seokjin ahora estaba sobre su boca, dándole helado desde su boca. El rizado no tardó en responder y puso sus grandes manos en la cintura del menor para apretarlo, abrió su boca y sacó la lengua para adentrarse en la cavidad bucal ajena. Seokjin paró haciéndolo gruñir pero fue solo unos segundos para volver a llenar su boca del exquisito postre que había conseguido para cena. Nuevamente tenía sus labios juntos, con sus lenguas danzando juntas de una forma descuidada y botando helado que bajada por ambas barbillas. Cuando el menor quiso separarse de nuevo para repetir la acción que venía haciendo, Namjoon se lo impidió sujetándolo más fuerte de la cintura y haciéndolo gemir dentro de su boca. 

Seokjin ahora había empezado a mover sus caderas sobre Namjoon, sintiendo la erección de éste. Ambos estaban perdidos entre caricias y besos descuidados disfrutando de la maravillosa fricción que creaban sus cuerpos. Seokjin seguía moviéndose tan exquisitamente sobre Namjoon que lo tenía al borde del colapso, de sólo pensar que en el pasado Seokjin se movía así para alguien más lo volvía loco y agradecía que ahora él pudiera ser el único que disfrutaba de todo eso. Sin darse cuenta llevó una de sus manos hasta el trasero del omega para darle un fuerte apretón haciendo que éste brincara en su puesto.

—El… helado. —logró articular Seokjin cuando se separaron.

—El helado ahora no importa, Jinnie. —Namjoon le habló al oído empezando a besarlo desde ahí hasta su cuello.

—S-si… ah no, no importa. —sintió como el alfa le mordió la mandíbula— Oh… s-sigue haciendo e-eso. 

Namjoon empezó a dejar un montón de besos por la mandíbula y el cuello del menor, mordiéndolo juguetonamente de vez en cuando. No podía evitar pensar en el día que finalmente pudiera marcarlo como suyo. Debía luchar por no hacerlo en ese mismo instante. 

—Deberíamos… ah… deberíamos ir a la habitación. 

—No. —Namjoon estaba muy entretenido chupando su cuello que no quería irse para la habitación. Además quería probar algo con el omega. 

—¿No? —la respiración de Seokjin era muy descontrolada. 

—No. Vamos a tener mucho tiempo en la habitación estos días… Ahora, quiero intentar algo. -el menor tenía la boca abierta. Namjoon le mordió el labio inferior— Quítate la camiseta. 

Seokjin obedeció y rápidamente se quitó la prenda, dejando expuesta la mitad de su cuerpo. 

—Perfecto, ahora siéntate en esa silla. 

—¿Qué? Esa silla está a la vista de cualquier persona que pase.

—¿Y? Vas a estar de espaldas, confía en mi.

Seokjin nuevamente obedeció la orden que el alfa le había dado y se sentó en la silla dando la espalda a la calle. Namjoon rápidamente cogió uno de los helados, pasó una gran cantidad de dicho dulce por todas las clavículas del omega haciéndolo estremecer y sin más sacó su lengua para pasarla y limpiar el líquido de aquella zona. Volvió a hacer lo mismo pero ésta vez en uno de los pezones. Aquel botón rosado y erecto ahora estaba lleno de helado, se veía tan exquisito que Namjoon se lanzó como todo un animal sobre este para devorarlo, lo limpió con la lengua y luego sin evitarlo le dio varios mordiscos robando jadeos de la boca del otro. Siguió bajando y bajando repitiendo la misma acción una y otra vez, sentía que sus pantalones iban a explotar debido a lo grande que estaba ahora su erección.

Seokjin ahora estaba sin pantalones, sólo con unas bonitas panties azules se ajustaban perfecto a su cuerpo. Namjoon empezó a masajear la erección del omega por encima de la pequeña pieza de ropa mientras tenía su boca en uno de los muslos internos del otro dejándole una gran marca.

—N-Namjoon… por favor. —rogó en un jadeo. 

—¿Qué quieres? —Seokjin no hablaba, sólo miraba al alfa entre sus piernas, pareciéndole ésta la mejor imagen que había visto en su vida— Dime. —presionó. 

—A ti… necesito tu boca, la presión me está volviendo loco. Por favor, alfa. 

No necesitó más indicaciones para saber que era lo que el omega deseaba y sin más le quitó la ropa interior dejando ver el miembro erecto de éste.

Se lo metió todo en su boca empezando a hacer círculos con su lengua sobre el glande, movía su cabeza de arriba para abajo volviendo loco al menor con ese simple movimiento. Seokjin era un desastre de gemidos. El omega empezó a mover sus caderas follando la boca del alfa, luego de dos movimientos se sintió apenado por lo que acababa de hacer pero el alfa en realidad había quedado encantado de aquella acción, así que tomó las caderas de éste empezando a moverlo de nuevo contra su boca haciéndolo llegar lo más profundo que pudiera. Tres movimientos más de caderas y el omega se derramó todo en la garganta del rizado haciéndolo gruñir. El alfa no se pudo controlar y se vino en sus pantalones. 

—Mierda… —dijo Seokjin luego de recuperar un poco el aliento. 

—Siempre tan grosero. —replicó el alfa aún entre las piernas del otro.

—Lo siento, es la excitación. —Namjoon le sonrió y se paró para darle un corto beso en los labios. 

—¿Cómo te sientes? 

—¿La verdad? —Namjoon asintió— Es el mejor orgasmo que he tenido en mi vida. 

—Me alegra oír eso, y ¿tu celo? ¿Cómo te sientes? 

—Con mucho calor. 

—Bien… podemos ocuparnos de eso también. 

Se besaron nuevamente antes de partir hacía la habitación. Cada uno tomó un baño por separado antes de ir a la cama. 

—El agua estaba helada. —habló Seokjin entrando en la habitación encontrándose con un Namjoon extendido en la cama usando unos calzoncillos. 

—Te queda bonita mi camiseta. 

—Gracias. —no evitó sonrojarse ante el cumplido. 

Cuando se acercó a la cama se subió sobre el regazo del alfa. Verlo con todo su torso y parte de sus piernas descubiertas lo había hecho sentir más calor del que ya sentía por el celo.

Sin más empezaron a besarse descuidadamente. Estaban llenos de placer y deseo, sobre todo el omega. Necesitaba tanto del alfa que sentía dolía, lo necesitaba y deseaba mucho que sentía que nunca iba a tener suficiente de él. 

El beso empezó a subir de nivel, Seokjin empezó a menear sus caderas sensualmente sobre la entrepierna del oji-miel y éste llevó ambas manos hacía el gran trasero del omega para amasarlo y apretarlo a su antojo. Seokjin bajó una de sus manos hasta el elástico de los calzoncillos del rizado para entrar y acariciar la erección de éste mientras seguía moviendo sus caderas en busca de más fricción. 

Namjoon necesitaba urgentemente que Seokjin lo montara y Seokjin necesitaba urgentemente montar a Namjoon.

—Vamos, Jinnie. —se había inclinado para hablarle al oído— Toma el control y móntame, omega.

El nombrado se estremeció y desesperadamente se sacó la camiseta que llevaba puesta para después sacarle la ropa interior al alfa. Mientras Seokjin hacía esto, el mayor se estiró hasta la mesita de noche para alcanzar un condón. 

Metió dos de sus largos dedos en la entrada del omega, estos se desplazaron con facilidad dentro y al sentir como Seokjin gemía decidió empezar a moverlos, primero en círculos y luego como unas tijeras. Introdujo un tercer dedo y empezó a meterlos y sacarlos rápidamente. Supo que encontró el punto del omega cuando éste gimió duro y le rogó por más. 

—Y-ya… te necesito dentro mío, alfa. —habló con la voz entrecortada. 

—Tú tienes el control, hazlo cuando quieras.

El menor abrió el empaque del condón para ponerlo sobre el miembro erecto del alfa. Se alzó un poco y de nuevo cogió el pene del otro entre sus manos para posicionarlo sobre su entrada y sin más espera se deslizó sobre este. Namjoon gruñó y Seokjin gimió. Pasaron unos segundos antes de que el omega empezara a moverse, hizo pequeños círculos antes de empezar a dar pequeños saltos rápidos sobre el alfa. Namjoon tenía una de sus manos en las caderas del menor dándole soporte y la otra la tenía sobre uno de los pezones erectos, pellizcándolo y acariciándolo a su antojo. 

Namjoon vio cuando el omega no podía más y rápidamente, sin salir de él, hizo un cambio de posiciones. Ahora Seokjin estaba abajo. 

—E-estoy cerca. —habló el menor— M-muévete más rápido… ah.

Empezó a dar estocadas fuertes y profundas, el sonido que hacían sus pieles al chocar era música para los oídos del alfa, además, los dulces gemidos que salían de la bonita e hinchada boca del omega lo estaban desquiciando por completo. Entraba y salía de Seokjin y apretaba tan duro sus caderas que estaba seguro que al otro día tendría la marca de sus dedos allí. El oji-negro solo optaba por arañar la espalda del mayor y gemir su nombre innumerables veces. Seokjin estaba cerca y Namjoon lo sabía, llevó una de sus manos al miembro del otro, el cual rogaba por atención y empezó a masturbarlo haciéndolo enloquecer. 

Bastaron unas cuantas estocadas más y otros movimientos de la mano de Namjoon sobre el pene de Seokjin para que ambos llegaran a tan delicioso y placentero orgasmo. 

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A la mañana siguiente ambos se sentían exhaustos, pero Namjoon sabía que el omega más. Dejó que Seokjin durmiera un poco más para ir y prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.

Desayunaron juntos en la gran cama pero luego de un rato el desayuno se convirtió en otras cosas. Era Namjoon con frutas en la boca dándole a Seokjin para que las probara, besos y mordidas por doquier y sin pensarlo en desayuno quedó en el olvido y Namjoon se posicionó entre los glúteos del otro para saborear con su lengua el lubricante que este botaba. 

Los siguientes dos días la pasaron besándose, acariciándose y algo más que eso. 

Definitivamente era el mejor celo que Seokjin había pasado en su corta vida de omega.

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