///Narrador omnisciente///

La albiceleste corría, sin mirar atrás, no quería hacerlo, no quería volver. Su mente se encontraba en blanco, sus piernas se movían solas, intentando escapar, no podía frenarlas. Algunos países llegaron a verla corriendo, pero no les dio tiempo de llamarla ni preguntarle que le sucedía, era realmente rápida. Argentina terminó llegando a la cabaña, aquella que les había asignado ONU, abrió la puerta y entró. Su respiración era agitada, estaba cansada, pero eso no la iba a detener, todavía tenía que encontrar aquellas bebidas, al menos eso la tranquilizaria por el momento.

Camino por los extensos pasillos, mirando a su alrededor, buscando la despensa de la gran casa. Hasta que se topo con un espejo, uno antiguo y rústico, para la decoración de las paredes, pensó. Lo miro y se sorprendió al ver su rostro, destrozado. Sus ojeras, su pelo desordenado, gotas de sudor pasar por su cara y sus lágrimas secas, todo se notaba a simple vista. Empezó a temblar, los recuerdos de su pasado abundaban por su cabeza, como si una avalancha sin fin, tratará. Las lágrimas no se hicieron esperar.

Volver a recordar era lo peor para ella, sentir aquella sensación de miedo y terror, la aterraba y la hacia vulnerable. Pero sabía perfectamente que no tenía que demostrarse frágil, no en esta situación, no ahora.

Limpió rápidamente sus lágrimas con la manga de su chaqueta, acomodo los mechones de su pelo, arreglandolo lo mejor posible, y salió a buscar las bebidas, aquellas que le había mencionado el venezolano, adentrándose de nuevo a los extensos pasillos de aquel lugar. Luego de un tiempo, la latina ya había encontrado lo que buscaba, en un viejo almacén al final del pasillo. Agarró una lata empezando a tomar el contenido que traía.

Argentina ya sabía que no había nadie en la cabaña, todos se encontraban en la fiesta, se podía escuchar la música ante la lejanía. Decidió ir a la sala principal, al menos ahí podría descansar y refrescar su mente. Al llegar, vio la luces encendidas, no le tomo importancia, seguro que se olvidaron de apagarlas antes de salir, pensó. Hasta que sintió una mano en su hombro derecho, asustandola, tirando la cerveza que traía consigo, derramando su contenido por el piso. En un rápido movimiento se dio la vuelta, mirando quien había sido el culpable de su susto, sorprendiendose al ver de quien trataba.

大丈夫ですか、アージー？(¿Estas bien, Argie?)- El chico apartó su mano viendo lo que había ocasionado. Con un semblante preocupado, plasmado en su rostro, estendió su mano otra vez para tocar a la albiceleste que lo veía sorprendida, pero cuando intento tocar su hombro recibió un manotazo por parte de la argentina. Sorprendiendolo, haciendo que se de cuenta que el rostro de la albiceleste había cambiado de uno sorprendido a enojado. Haciéndolo preocupar y retroceder un poco, de donde se encontraba situado. El ambiente se volvió tenso entre ellos dos, ninguno se dirigió la palabra por un minuto, hasta que la portadora del sol abrió la boca para empezar a hablar.

¿Qué haces acá, Japón?- Su tono era cortante y seco, se notaba que no quería la presencia del japonés por ahora. Este sólo pudo agachar la cabeza, pensando un repuesta ante esa pregunta, formando un silencio de nuevo en la sala, artando a la chica- Entonces, ¿Por qué estas acá?- Japón se estremeció al escucharla, la verdad, no había pensado mucho antes de venir, y no podía procesar muy bien lo que debía hacer en este momento. Lo que sabía era que tenía que ser directo y afrontar lo que había pasado anteriormente. Haciendo que levantara su rostro mirando a la argentina, decidido a lo que iba a decir.

私はあなたと話したかった (Quería hablar contigo)- No quito la vista de la chica que estaba al frente suyo, que lo miraba enojada, no quería seguir escuchandolo.

No tenemos nada de lo que hablar, así que andate rápido de acá, antes de que mi paciencia termine- Estaba cansada, este día habia sido problemático para ella. Necesitaba un descanso y con esto no lo tenía. Realmente no quería ver a nadie en este momento, quería estar sola.

申し訳ありませんがアージー (Lo lamento, Argie)- El oriental se había arrodillado en forma de arrepentimiento, algo que era común en su país de pedir perdón, poniendo su cara contra el suelo evitando el contacto visual con la albiceleste- 本当にごめんなさい！今朝の大胆さ、本当にごめんなさい (¡De verdad lo siento por mi atrevimiento de esta mañana!, estoy realmente arrepentido)- Argentina no dijo nada, sólo lo miro, no quería hacer una "escena", aunque no allá nadie en el lugar, no quería. Suspiro pesadamente y empezó a hablar.

Levantaté, no es necesario que hagas eso- Dijo cortante, sin un pizca de amabilidad. El japonés se tenso al escucharla y se levantó de donde estaba arrodillado, todavía había algo que no comprendía de la actitud de la latina, algo no cuadraba, nunca la había visto con ese carácter, al menos él no la había visto así. Tenía que sacar sus dudas, el ya se estaba cansando del ambiente que se había creado, y decidió hacer aquella pregunta que lo inquietaba, que lo carcomia por dentro.

私があなたにキスしたとき、なぜあなたはこのように反応したのですか？ただのキスでしたが、怖くて震えているのが見えました (¿Por qué reaccionaste así cuando te besé?, Sólo fue un beso pero te veías asustada y temblando del miedo)- El oriental se había percatado en ese momento la reacción de la argentina al ser besada, era como si tuviera miedo de algo, ¿Pero de qué? Esa pregunta rondaba por la mente del japonés. Mientras que la albiceleste al escuchar lo que había dicho se sorprendió, empezando a temblar, no quería volver a pasar lo mismo de nuevo, no quería escucharlo. Japón notó como la chica se tenso, empezando a temblar ligeramente, haciéndolo preocupar, lo que hizo que se acercará a ella- アージー、大丈夫ですか？(a-Argie, ¿e-Estas bien?)- Esta había bajado levemente la cabeza, intentando tranquilizarse ante la situación, quedando inmóvil y débil en su lugar pero ya no podía seguir así, ya no podía guardar todos sus problemas, hasta que llegó un punto en quebrarse.

Japón, vos no sabes todo lo que vivi, todo lo que sufrí, ¡¡No sabes nada!!- El bicolor para en seco, sorprendido por lo que había dicho la albiceleste, quedandola mirando sin moverse, hasta que lágrimas empezaron a salir de los ojos de la argentina, lágrimas de temor, no quería hacerlo, no quería llorar al frente de alguien. Pero aquellos recuerdos volvieron, los recuerdos de aquel día, cuando todo su mundo había caído en pedazos mostrando realmente como era en realidad. Japón intentaba articular palabras pero simplemente no salían de su boca, él nunca pensó todo lo que había pasado la portadora del sol, todo lo que sufrio. Ella siempre se mostraba alegre y fuerte pero resultaba que era una máscara, no quería que vieran que por dentro estaba rota.

アージー、私は... (Argie, y-yo...)- Tartamudeaba buscando algo que pueda calmar a la portadora del sol, algo que no la haga sentir mal, ella estaba sufriendo por dentro. Se notaba que se había cansado de fingir, de guardar todos sus problemas, ya no podía seguir así.

Vos no sabes que es llorar por personas que nunca te amaron y sólo te utilizaban por su propia conveniencia, mi amabilidad me hizo llegar a este punto, me hizo vulnerable- Temblaba, y repetía aquel día una y otra y otra vez por su cabeza, como si callera en un abismo sin fin- No quiero saber nada sobre la palabra "amor", no quiero sentirme así de nuevo, no quiero ser apuñalada por la espalda otra vez- El bicolor se quedo sin aliento, Argentina sólo temblaba y lloraba en su sitio. Al japonés lo destrozaba verla así, tan débil y rota. Aquellas palabras que ella dijo todavía rondaban por la mente del asiático, pero de algo estaba seguro y era que ella estaba equivoca en lo que había dicho. No dijo ninguna palabra, sólo se acercó lentamente a donde estaba la latina parandose al frente de ella, para luego agarrar su rostro sorprendiendo a la chica que todavía derramaba lágrimas.

アージー、私はあなたがそれらの困難な時期を過ごしたことを知っています、そしてあなたがそれらを二度と起こさせたくないことを私は知っていますが... (Argie, se que pasaste esos duros momentos en tu vida, y se que no quieres volver a pasar lo mismo otra vez, pero...)- Limpio delicadamente con sus nudillos las lágrimas de la portadora del sol, mientras hablaba con una voz dulce y calmada, Argentina intentaba tranquilizarse, así que decidió escucharlo y no poner resistencia, sólo está vez- 二度と起こらないと確信しています。今、あなたにはあなたの人生であなたに同行する重要な人々、あなたの兄弟、あなたの友人そして組織さえあります、あなたは一人ではありません、そして彼らが言うように「嵐の後に虹が来る」(Estoy seguro que no volverá a suceder, ahora tienes a personas importantes en tu vida que te acompañan, como tu hermano, tus amigos y hasta las organizaciones, no estas sola, y como dicen "Después de la tormenta viene el arcoiris")- Argentina se sorprendió ante aquellas palabras, el tenía razón, ella no estaba sola, no como antes, ahora había puesto su atención a las palabras del oriental mientras que este siguió hablando con un tono cálido y dulce- アージー、あなたはあなたの過去を手放し、未来、あなたが今誰であるかに焦点を合わせなければなりません (Argie, tienes que dejar ir tu pasado y centrarté en el futuro en lo que eres ahora)- La albiceleste levanto su rostro posando su vista en el bicolor, "olvidar su pasado y ver al futuro", esas palabras hicieron que llorara aún más, alarmando al chico- あなたは上手い？？！(¿e-Estas bien?!!)- La miraba preocupado, pensando que había dicho algo mal pero el no sabía que esas lágrimas eran de alivio, de felicidad. Argentina se limpió las lágrimas y lo miro, para luego decir...

Gracias, Japón- Sonrió, una sonrisa verdadera, una que no hacía hace mucho tiempo. Ahora ella sabía perfectamente que nunca estuvo sola, que siempre estuvo acompañada por sus amigos y familia, y eso la alegraba. El japonés la veía hipnotizado, ruborizandose ante aquello, la verdad prefería está sonrisa de la albiceleste. 

問題ない (De nada)- El bicolor estaba alegre de verla bien, eso lo tranquilizaba, y lo hizo sonreír. Abrazo a la chica, en un cálido momento hasta que vio la hora en su reloj y era realmente tarde, tenían que volver a la fiesta. Se separó de la chica, aunque no le gustaba la idea, quería permanecer así un poco más- 私たちはパーティーに行かなければなりません、彼らは心配しなければなりません (Debemos ir a la fiesta, deben estar preocupados)- Dijo viéndola, Argentina se acordó sobre la fiesta y asintió con la cabeza, debía de pedirle disculpas a Perú por salir corriendo así. Caminaron por el pasillo, dispuestos a salir, cuando la albiceleste se acordó de algo.

Che Japón, ¿Deberíamos llevar las...- No pudo terminar la pregunta, cuando escucho un golpe atrás suyo, dándose la vuelta, viendo como una silueta había golpeado al oriental, haciendo que se caiga al suelo, inconsciente. Argentina estaba sorprendida, no puedo ver quien habia sido, rápidamente fue a socorrer al bicolor, empezando a moverlo para que despertará- Japón!!!- Gritaba desesperada, moviendolo más rápido, hasta que sintió un golpe atrás de ella, haciendo que su vista se haga borroso y se desplomara al lado del japonés, todavía se encontraba un poco consciente pero su vista se iba perdiendo cada vez más, sólo puedo ver dos siluetas acercándose a ellos y con el último aliento que tenía dijo: "¿Quienes son ustedes?", después todo se volvió negro, callendo inconciente.

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-Señor, la fase 1 a sido completada exitosamente-
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-Grandioso, sigan con la fase 2 y no dejen ninguna prueba a la vista-
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-Entendido, señor...-
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-Iniciando fase 2, quemar el establecimiento, en marcha-
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-ᴄᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ...-

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Nota de la autora:

Perdonen por tardar una banda en subir la siguiente parte, estuve muy desaparecida, pero la siguiente semana subo la última parte :D

Gracias a todas las personas que ven y votan mi historia, me alegra que les guste y la apoyen,me motiva a seguir, en serio, muchas gracias.

Eso era todo para decir, nos vemos la siguiente semana, bye~~~

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