Una silueta se alza entre las cristalinas aguas de Chipre

El mar se agita ante su presencia

La ultima hija del cielo

Y la más hermosa de las diosas.

Sube al olimpo para reclamar su lugar

Para obtener un poder primordial

Con el cual añadió a todo el mundo

En su gran juego eterno.

Causando disturbios ni bien entrar

Llamando la atención como si fuera una fruta prohibida

Ella se desliza con sus pies descalzos

Y una encantadora sonrisa.

Los hombres la miran con lujuria

Las mujeres la miran con celos

Quien diría que una sola deidad

Sería capaz de causar tantos sentimientos.

¡Ofrecida por el propio Zeus al dios herrero!

Al cual ella detesto desde el primer momento

Eran polos opuestos

Y un revuelto de sentimientos no correspondidos.

Ella lo engaño con Ares

Dando a luz a los hijos de la guerra

¡Mira, ellos desfilan con su padre

En un campo lleno de cadáveres!

Sin dudas tu hijo favorito fue Cupido

Aquel que poseía tus propios atributos

Un hermoso niño de alas angelicales

Que te ayuda a engatusar a tus victimas

Y poder reinar sobre sus sentimientos.

Compites contra dos diosas

Por obtener una manzana dorada

¡Cuánto coraje, cuanta belleza!

Al final fuiste la ganadora.

¡Observa, Afrodita!

Ve las naves Aqueas cruzar el mar

Observa a los guerreros y dioses luchar entre ellos

Luchando por ideales personales.

¡Observa, Afrodita!

A tu bello Adonis siendo atravesado por un jabalí

Su alma descendiendo al reino de Hades

Y tu propia sangre pintando las rosas.

Sufres en silencio

Lloras por un amor olvidado

Suplicas en suaves susurros

Que tu alma se una con tu amado.