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Había llegado esa época tan esperada por muchos, ese mes lleno de alegrías y reencuentros familiares, una víspera muy alegre.
Y éste era el caso de dos erizos.
— ¡Shadow! Se nos hace tarde — Gritó un Azulado mientras éste se alistaba para la ocasión especial — ¡Shadow!
Sonic The Hedgehog con una edad de 20 años era pareja de Shadow The Hedgehog de edad de 25 años.
Ambos tenían 4 años de casados ese día que cambió demasiado su vida.
El Cobalto estaba esperando un bebé del Azabache y se preguntarán pero Sonic es hombre ¿No? Y si, era cierto Sonic es un hombre pero éste tiene una condición llamada "Hermafroditismo"
Esto quiero decir que nuestro querido Azulado tiene partes de ambos sexos es decir tiene partes de hombre y de mujer al mismo tiempo así que si, puede tener bebés.
— Cariño ¿Dónde dejaste mi anillo? — Preguntó buscando por todas partes hasta encontrar el objeto — ¡Olvidalo! Ya lo encontré
El Azabache bajó hasta encontrarse con su querido amado que al verlo no pudo evitar sonreír, aquél traje le recordaba aquél día el que fue su boda.
— ¿Listo?
El Azabache sólo le dedicó una cálida sonrisa.
Al salir de su hogar tomaron rumbo a la plaza ya que tendrían que comprar regalos para sus amigos y decoraciones para su casa, el Mayor se había olvidado de decorar la casa.
— ¿Te sientes bien Sonic? — Preguntó al Menor al notarlo con un notable mareo en él recibiendo como respuesta el asentimiento de éste — ¿Estás seguro?
— Estoy bien Shadz, es normal, no te preocupes demasiado — Respondió entre risas para tomar la mano del contrario — Te amo
— Yo también te amo pero sabes que en éste estado
El Cobalto interrumpió a su pareja dándole un corto beso para separse y sonreírle a éste.
— Lo siento Sonic
Ambos llegaron a la plaza, entrando y notando el tono navideño, realmente se sentía la navidad muy cerca.
El Azulado jaló a su pareja hacia la tienda de ropa muy típico de él, al Azabache le disgustaba ir a estos lugares pero ver a su querido amado salir del vestidor con diferente ropa le olvidaba de su molestia.
— ¿De verdad es muy necesario esto? — Preguntó el Mayor sentado enfrente de los vestidores esperando a su pareja — Sonic recuerda que tenemos más cosas que
El Mayor fue interrumpido por su pareja éste salió con un traje muy elegante, a pesar de estar en esas condiciones realmente sigue mostrando esa belleza.
— ¿Qué te parece? — Preguntó emocionado — Éste fue el que más me gustó a comparación de los demás
— ¿Después de los 10 trajes que probaste? —Mencionó entre risas — Realmente soy afortunado de tener a semejante belleza de erizo a mi lado — Habló para acercarse al Menor y tomarlo de las manos — Con cualquier traje muestras esa belleza que tienes Sonic
— Shadow
El Azabache lentamente se acercó a la cara del Azulado pero
— ¡Shadow! No ¿Recuerdas la apuesta? ¿Quieres perderla? — Cuestionó entre risas recibiendo la mirada seria de éste — ¡Hey! Tú fuiste el de la idea yo no
El Azabache suspiró pues el contrario tenía razón.
Habían apostado que en estos días no habría nada de besos hasta Navidad, idea del Azabache, quien perdiera iba a lavar los platos por todo un mes, castigo cruel para el Azabache y divertido para el Cobalto.
— Agradece que te recordé, no quiero que sufras con el agua — Rio — Voy a pagar y vamos por los regalos de los demás
Al terminar de pagar dicha ropa ambos fueron a una tienda de regalos, cada quien se separó para comprarle regalos a sus amigos incluyendo a ellos.
— ¿Mm? ¿Qué es esto? — Sé preguntó a sí mismo mirando un collar en particular — ¿Será?
El Menor se quedó viendo por unos segundos el dicho collar tal collar le hacia recordar aquéllos momentos con el Azabache, la ves que se le declaró y la vez en cuál le pidió matrimonio.
Miró de lejos a su amado lo cual no pudo evitar sonreír, estaba decidido del cuál sería el regalo del Azabache.
Al notar que el Azabache había salido de la tienda tomó dicho collar para ir a pagar sus regalos de una vez envueltos.
Al salir pudo notar que el Azabache tenía curiosidad en su regalo ya que éste pudo notar el regalo con su nombre.
— ¡Hey! Vamos dame una pista — Suspiró al ver la mirada del contrario — Ok Ok me esperaré
El Cobalto tan sólo sonrió era increíble como pasando los años Shadow había cambiado tanto para bien, ahora era más cariñoso pero simplemente con él con los demás seguía igual aunque no tanto.
Al terminar las compras necesarias y regresar a casa pusieron las cosas en la mesa del comedor, el Azulado se había excedido con las compras, como siempre.
Aunque al Azabache le molestaba ir de compras en estás fechas no podía evitar ir, la cara de ilusión de su pareja lo hacía cambiar de opinión rápidamente.
Cuanto amaba esa mirada.
— Me encanta que te veas tan feliz — Suspiró preocupado — Aunque estoy preocupado del cómo salga el parto
— Shadow — Se acercó al Azabache para tomarlo de las manos mirándolo a los ojos — Todo saldrá bien además si llegará a pasar algo tú siempre saldrás a delante ¿Si?
El Mayor miró al Menor aquélla mirada llena de alegría que caracterizaba a su amado, realmente le dolía pensar qie algo pudiera pasar en ese momento tan importante en su vida.
Le dolía.
— S-Simplemente no quiero perder a alguien tan importante en mi vida — Habló con un tono serio pero preocupado a la vez — No quiero perderte como perdí a María
— Shadow, Cariño — Besó su mejilla para limpiarle las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas — No sé cómo fue la muerte de María pero algo si sé, ella lo único que quería es verte feliz ¿No? quería tu bienestar por algo se sacrificó por tí y eso mismo quiero para tí si llega a pasar algo en un futuro
El Oji-Carmesí no pudo evitar caer en lágrimas el Azulado se sorprendió al ver tal escena era la primera vez que el Azabache lloraba de tal manera después de la muerte de la Rubia.
Sin decir ni una palabra tan sólo lo abrazó acariciando la espalda del contrario para calmar su llanto.
— No quiero perderte, eres todo para mí — Habló en llanto mientras abrazaba aún más al Azulado — No quiero
— No pasará, todo saldrá bien, estamos juntos en esto — Mencionó separándose de su pareja para secarle las lágrimas — Vamos muestrame a ese Shadow
— Te amo
Pasando unas horas ambos erizos se habían puesto a decorar su casa, adornos en cada parte de su casa, muñecos con la temática navideña por la casa y para finalmente montar el famoso árbol de navidad.
El Mayor había subido a su cuarto dejando al Menor terminar con la decoración.
El Menor abrió la caja dónde venía el dicho árbol pero antes.
— ¡Shadow! — Gritó el nombre de su amado pero no recibió respuesta — ¡Shadow, ven a decorar el árbol conmigo! ¿Shadow?
El Cobalto subió hacia su habitación al abrir la puerta pudo notar como su pareja miraba sin parar la foto de ambos en su boda.
— Shadow ¿Puedo entrar? — Preguntó con preocupación recibiendo el asentimiento del contrario — ¿Qué pasa amor? — Cuestionó entrando sentándose a lado del Azabache
— Perdón, recordaba cómo nos conocimos ¿Recuerdas? — Preguntó mirando a su pareja con felicidad
— Claro que sí y pensar que me confundieron contigo — Respondió soltando unas pequeñas risitas
— Le agradezco a María por haberme hecho abrir mis sentimientos sin miedo — Habló dejando al Cobalto confundido — Pues verás
[Tiempo atrás..]
— Ése estúpido Faker — Habló con enojó mirando la esmeralda — Aunque puede ser de utilidad está farsa
— Shadow...
— ¿He? ¿M-María? — Preguntó con miedo mirando a todos lados con desesperación
— Shadow por favor date cuenta de tus sentimiento ante Sonic
— ¿Qué, ese estúpido? Por favor María él es mi rival
— ¿De verdad es tu rival? , Shadow ¿De verdad no te has dado cuenta?
El Azabache miró confundido al fantasma de la Rubia aunque pensándolo bien el Cobalto ya no quería pelear como antes con él, siempre buscaba un pretexto para evitar pelear y cuando paso lo que paso en el ARK supo que Sonic había llorado por él.
— María yo
La Rubia lo interrumpió mostrándole memorias del Azulado con él, momentos agradables para ambos, aunque él lo negara en el fondo bien sabía sus sentimientos pero.
— Shadow, deja el odio con el mundo, ellos no tuvieron la culpa de mi muerte, siempre quise y querré verte feliz y tu bienestar, deja a lado tu orgullo o ¿Por tu orgullo no te darás la oportunidad de ser feliz con alguien que según tú "odias"?
Su querida amiga tenía razón, le había invadido el rencor a tal punto de hacerlo con todo el mundo inclusive con el erizo que le importaba.
El Azulado sin importar su comportamiento estaba ahí para el Azabache, estaba sin importar las amenazas que le lanzará, quería ayudarlo.
Y lo conseguía.
[Actualidad...]
— Y eso paso realmente
El Azulado estaba impresionado ante la confesión de su pareja, nunca imaginó que María iba a ser la causante de la felicidad de ambos y más que todo el cambió en él.
— Realmente me sorprendió, nunca imaginé que María sería la causante de ésto — Mencionó con una sonrisa — Me alegro que lo hiciera y por fin estar contigo
— ¿Ahora entiendes mi miedo? — Suspiró — ¿Ahora entiendes cuánto te amo? — Preguntó agarrando la mano del contrario — Yo te amo
— Ahora lo entiendo — Respondió dándole un pequeño abrazo a su pareja — ¿Quieres decorar el árbol conmigo? Para recordar viejos tiempos
— Claro — Respondió con una leve sonrisa
Ambos bajaron para empezar a montar el árbol, algo muy especial para ambos, deberían disfrutarlo al máximo, tal vez y sólo tal vez sería la última vez haciendo algo cómo esto juntos.
Cada vez que colocaban algo en el árbol se molestaban él uno al otro, parecían niños en navidad, realmente se estaban divirtiendo juntos.
Aunque seguía la famosa pregunta en todos.
¿Cómo había cambiado tanto la relación de odio de ambos erizos?
Pregunta del cuál sólo ellos podrían contestar pero ninguno de los dos respondía a eso, no tenían que darle explicaciones a terceras personas.
Con que ellos lo supieran era suficiente.
— ¿Puedes hacer los honores joven Shadow? — Preguntó con entusiasmo dándole la estrella para el árbol
— Juntos — Respondió con una sonrisa
Ambos pusieron dicho objeto en la punta del árbol para finalizar encendieron ambos las luces, dándole más visión al árbol, dando una hermosa vista.
Ambos se miraron por unos segundos para acercarse lentamente y darse un beso, un beso que poco a poco se fue profundizando aún más.
El Mayor agarró de la cintura al Menor para acercarlo aún más a él.
El Menor se separó del Mayor mientras reía sin parar al parecer ambos habían perdido la apuesta.
— Al parecer ambos perdimos la apuesta ¿No? — Rio — Te toca a tí
— ¿¡He!? Dijiste ambos, además es muy difícil controlarme si tú me provocas — Mencionó para nuevamente besar a su pareja hasta que
Sonó el teléfono del Cobalto haciendo que éstos se separarán rápidamente para contestar la llamada.
— ¿Silver? Ah, si, si, iremos en un momento — Habló para después colgar la llamada y mirar a su pareja — Shadow, Silver nos invitó a una fiesta, estarán todos ¿Vamos?
— No sé para que me preguntas si de todas maneras me pondrás tus ojitos de perrito tierno para que al final decir que si — Suspiró — Sé nos hará tarde vamos, agarra los regalos
Al agarrar los regalos salieron de la casa a dirección a la casa de su amigo de la infancia Silver, éste había planeado una fiesta con motivo de las fiestas de navidad.
Para darle regalos a todos sus amigos, convivir con ellos en estás fechas tan especiales.
— ¿Crées que nazca éste día? — Preguntó el Azulado acariciandose el vientre mientras miraba el paisaje
— Sería muy especial que naciera éste día que es importante para tí pero si no será aún así un día importante en nuestras vidas — Respondió mirando al Cobalto aún le dolía pensar en aquélla posiblidad, aquélla posibilidad tan dolorosa para él
En el camino no hubo mucha plática, el Menor disfrutaba más el paisaje a su alrededor, hace tiempo que no disfrutaba del paisaje.
Desde su embarazo su pareja le prohibió correr pero lo hizo por el bien de su salud y del bebé.
Al llegar recibieron muchos abrazos y felicitaciones por parte de todos sus amigos que estaban presentes en la fiesta.
Realmente extrañaban esto.
Estar con los seres que más querían y por fin se hacía realidad.
— Por favor pasen ¿Quieren algo de beber? ¿Agua, Ponche o Refresco? — Preguntó el erizo Albino dándole un asiento al Cobalto — Siéntanse como en su casa
— Gracias Silver pero por ahora no queremos nada — Respondió el Azabache mirando al fondo a su querido hermano — ¡Mephiles! Cuanto tiempo
Ambos Azabaches corrieron abrazándose fuerte al separarse no pudieron evitar chocar los puños como lo hacían en su estilo hace tiempo.
— Me alegra verte después de tanto tiempo, hermano — Mencionó con entusiasmo — ¿Quieres cerveza? — Preguntó recibiendo la negación de su hermano — Oh vamos
Por otro lado el Cobalto se encontraba charlando con sus queridos hermanos después de mucho tiempo, Manic el cual éste ya estaba casado con Scourge y Sonia la cual está por una de sus razones no estaba casada.
— ¿Qué se siente? — Preguntó el Verdoso acariciando el vientre del contrario — ¡Oh! ¡Oh! Me pateó
El Azulado y la Oji-Azul se miraron para reír ante la reacción de su hermano.
— Realmente esta más emocionado que tú Sonic — Rio — Realmente me sorprendió cuando supe la noticia
— Yo también me sorprendí aunque — Suspiró — Es más peligroso para mí, tengo miedo que me pase algo pero más miedo es la reacción de Shadow
— ¿Pasa algo con Shadow? — Preguntó el Verdoso mientras continuaba hablándole a su vientre de su hermano
— Pues Shadow tiene miedo de perderme como perdió a María esa vez ¿Recuerdan de aquélla chica Rubia que les hablé? — Preguntó recibiendo el asentimiento de sus hermanos — Pues es ella
— Wao, es normal su miedo Cariño, él te ama mucho y te lo ha demostrado en estos años — Acarició la mejilla del menor para mirarlo — Como nosotros con mamá
El Azulado bajó la mirada ante la última frase, realmente extrañaba demasiado a su madre, después de buscar información de ella lamentablemente supieron lo peor.
— No estes triste Brother, ven — Tomó la mano del Cobalto — Mira están cantando vamos
Todos se reunieron alrededor del árbol de navidad, cantando felizmente, abrazándose unos a otros, otros besando a sus parejas por esta día especial para todos y más para.
— O-Oh no ¡S-Shadow! — Gritó con desesperación captando la atención de todos — ¡C-Chicos se me rompió la fuente
Simples palabras para que todos entrarán en pánico sin embargo Mephiles se ofreció a llevar a Shadow, Manic, Sonia, Silver y Sonic al hospital así que sin pensarlo dos veces fue directo por el auto.
En el caminó el Azulado trató de mantener la calma en todo momento pero con el dolor insoportable era imposible mantener la calma.
— Apreta de mi mano — Agarró la mano de su hermano para mantenerlo tranquilo — ¡A-Auch! E-Eso así
El Cobalto apretaba la mano de su querido hermano sin parar, inhalando y exhalando en todo momento.
Al llegar al hospital llevaron a Sonic directamente a la sala de parto en una camilla para hacer lo posible por salvarlo.
¿Salvarlo?
Pues..
— Doctor ¿puedo entrar? Soy el esposo del paciente — Preguntó angustiado al notar la negación del Doctor se puso aún más nervioso — M-Maldición
— Lo siento jóven pero el parto será muy delicado para su esposo — Miró al Azabache cob preocupación — Él puede que no sobreviva al parto
Al escuchar eso no pudo evitar sentirse aún más preocupado, no quería repetir lo mismo de hace más de 50 años, no quería perder a alguien tan especial otra vez.
No quería.
— S-Sonic
Habían pasado unas cuantas horas después de que el Cobalto ingresará a la sala de parto, todos estaban en la Sala de espera pero un erizo en especial simplemente andaba dando vueltas como loco.
— Shadow por favor cálmate — Suspiró al ver que su hermano no le hacía caso — Shadow por favor
El Oji-Verde le dió una fuerte cachetada al Azabache la reacción de éste fue de impresión nunca había visto a su hermano con esa actitud.
— Mira Shadow sé que temes perder a Sonic como perdiste a María pero — Agarró al contrario de los hombros para mirarlo a los ojos — Si llegará a pasar algo tanto como María y como Sonic quieren tu felicidad con ellos o sin ellos — Suspiró — Y yo también
El Oji-Carmesí miró a su hermano con una pequeña sonrisa en su rostro aún así tenía lágrimas deslizándose sobre sus mejillas.
Tan sólo se juntaron en un abrazo, abrazo que necesitaba el Azabache.
— Te quiero — Susurró el Oji-Carmesí — Gracias Mephiles
Horas y horas pasaban y no había respuesta sobre el estado del Menor, el Mayor había perdido la razón.
Hasta que...
— Familiares del Jóven Sonic
— ¡Aquí! — Gritó para acercarse rápidamente al Doctor — ¿Pasa algo?
El Doctor se acomodó su corbata, tragó saliva con preocupación para dar la noticia, suspiró para proceder a hablar.
— Felicidades acaba de tener a una hermosa niña — Mencionó mientras hacía una señal para llamar a la enfermera con la bebé en brazos
El Azabache tomó en brazos a la pequeña bebé que Sonic había dado a luz pero.
Algo no cuadraba.
¿Por qué no lo llamaron directamente a la habitación?
— D-Doctor ¿Y S-Sonic? — Preguntó con temor en su voz, al notar la mirada del Doctor su temor creció aún más
— L-Lamento la noticia pero, hicimos todo lo posible por salvar a su pareja, al ser hombre el parto se complicó más de lo normal — Suspiró — Mi más sentido pésame
Esa palabra, esa palabra que logró que el Azabache se rompiera por completo, su hermano simplemente lo abrazó tratando de consolarlo pero siendo sinceros ¿Quién puede curar a un corazón roto?
Los otros simplemente no podían creer lo que habían escuchado, no podían creer que ya no verían al erizo Azul, aquél erizo tan lleno de alegría.
Simplemente se fue.
— S-Shadow yo — Se acercó al Azabache hasta que el Oji-Verde se lo impidió, entendió el mensaje, necesitaba estar solo y despejar su mente
Al terminar los exámenes y pruebas necesarias para la bebé la dieron de alta para regresar a su casa pero antes todos abrazaron al Azabache por la situación.
Al entender la situación todos regresaron a su casa pero el hermano del Oji-Carmesí no estaba del todo seguro de dejarlo solo.
Pasando con el Azabache estaba más deprimido, más que cuando perdió a su querida amiga de la vida y su primer amor.
— Quién pensaría que igual te iba a perder
El Oji-Carmesí subió hacia la habitación que reservaron para la bebé, entró a dicha habitación para mirar alrededor y ver cómo su querido amado había decorado el lugar.
— Realmente no puedo creer esto ¿Tengo alguna clase de maldición? — Se preguntó a sí mismo mientras ponía a la bebé en la cuna — Te llamaras Sasha, mi pequeña y linda Sasha — Acarició las mejillas de la bebé — Tú no tienes la culpa de nada — Suspiró — No tienes nada de culpa
El Azabache bajó a la cocina para sentarse en el comedor y mirarse a sí mismo en un espejo.
Tenía los ojos rojos e hinchados por tanto llorar y aún seguía llorando sin parar, cerró los ojos por un momento.
Un arma, un arma se encontraba en su mano apuntándose a sí mismo.
Al abrir los ojos pudo notar como se apuntaba ¿Realmente lo iba a hacer?
— Primero María luego Molly y ahora tú — Susurró con intención de apretar el gatillo — ¿No puedo tener algo que amo sin que desaparezca? — Miró directamente al agujero de la pistola — ¡No! — Gritó lanzando la pistola lejos de él — No es la solución
El Oji-Carmesí subió regresando donde estaba la pequeña Sasha, moviendo la cuna arrullandola mientras éste cantaba.
Cantaba la canción que Sonic tanto le gustaba.
— " Aishi aisare kurui souna hodo ni
Amaku atsui kuchizuke wa imitation
Mahi suru kankaku tooku naru ishiki
Afureru omoi to shinjitsu
Kuro de nuritsubushite
Shizun de iku tsuki ga kumo to kasanatte
Marude kage wo kakusu you ni
Mou modore nai no?
Kono mama futari de kiete shimaou
Itsuka kimi to musubareru to
Shinjite te wo hanashita noni
Jibun rashisa no nai ai nara
Kowashite shimaeba ii "
Mientras cantaba pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, recordando esos momentos especiales con el azulado.
Realmente iba extrañar esos momentos con él, realmente iba extrañar pelear con él por sus chilidogs, iba a extrañar sus finos labios, simplemente lo iba a extrañar demasiado.
Aunque ya había pasado por esto por dos ocasiones no era lo mismo si es el amor de tu vida pero él ya había salido adelante con eso y esta no iba a ser la excepción.
— Mi pequeña Sasha — Murmuró el nombre mientras aún seguía en llanto — Eres el pedazo que Sonic me dejo y te protegere ante todo
El Azabache se fue a su habitación para descansar pero no iba ser simple, al sentirse solo no pudo evitar sentir frío, sentir ese vacío en su corazón.
Tomó la foto de su boda y la puso a lado de él.
— S-Sonic T-Te amo — Susurró mientras de poco en poco se quedaba dormido
[...]
— Shadow — Gritó un erizo Azulado corriendo hacia la dirección del Azabache
— ¡Sonic! — Corrió hacia el Azulado abrazandolo fuertemente — Pensé que estabas muerto
— Shadow, Cariño — Tomó al Oji-Carmesí de los hombros — Yo siempre estaré contigo ¿Si?
— Significa que tú si — Suspiró — Sonic, no me dejes yo te amo — Gritó con desesperación al verlo retroceder — ¡Sonic!
— Shadow, prometeme que cuidarás bien a Sasha, que estarás bien conmigo o sin mí pero lo más importante nunca olvides que te amé, amo y te amaré por siempre
[...]
— ¿Uh? — Miró a ambos lados para suspirar — Fue un sueño — Miró el reloj para levantarse con desesperación — Oh maldición
El Azabache se vistió lo más rápido que pudo para ir por su pequeña bebé y cambiarla rápidamente.
— Oh no ¿Cómo se me pudo olvidar?
Bajó lo más rápido que pudo junto con la bebé en brazos para tomar las llaves de la casa y salir corriendo hacia el cementerio.
Al llegar pudo notar a los amigos y familiares de Sonic desconsolados por su pérdida, era muy increíble esto.
Al ver al Azabache con la bebé en brazos fueron a darle el pésame al recientemente viudo.
— No dormiste nada ¿Verdad cariño? — Preguntó la Murciélaga con la mirada hacia la bebé — Lo lamento lo de Sonic, cualquier cosa puedes contar conmigo y con Knuckles — Mencionó acariciando a la bebé — Es muy hermosa
— Gracias Rouge, sacó la belleza de Sonic — Miró a su alrededor — Gracias por esto, no dormí bien, lloré hasta quedar dormido y soñe con Sonic
— ¿Y qué soñaste? — Cuestionó con preocupación mirando al Azabache
— Pues se despidió de mí sin antes decirme que no me preocupara, que cuide a la pequeña Sasha y que éste feliz con o sin él — Bajó la mirada — Realmente lo extraño Rouge
La Murciélaga abrazó a su compañero aunque siempre fue grosera con él muy en el fondo sabía el gran erizo que era y que el Azulado logró sacar.
Todos regresaron a sus asientos para empezar a despedir al querido héroe, cada quien paso a decir las palabras para despedir a su querido héroe de toda la vida.
Al momento de que el Oji-Carmesí le tocará rechazó ya que éste quería despedirlo a solas, todos entendieron y lo dejaron hasta el último.
Al terminar todos se fueron sin antes despedirse del viudo, Shadow se acercó hacia la tumba de su fallecido esposo dejando unas flores en ella.
— Sonic, mi querido Sonic — Se incó acomodando a la pequeña Sasha — Tal vez ya no estés conmigo presencialmente pero siempre estarás en mi corazón, gracias por enseñarme la importancia de tener a alguien tan amoroso en mi vida, gracias por hacerme tan feliz en estos años, gracias por tener el valor de confesarte hacia mí, no podría acabar de agradecerte lo mucho que me has enseñado, simplemente gracias por todo, créeme que si hubiera una forma de morirme en un futuro lo haría para estar junto a tí pero — Miró a la bebé para sonreír — Prometí cuidar a nuestra pequeña hija ¿La viste? Tiene tu misma belleza, gracias por dejarme este pedazo de tí, la amaré tanto como tú — Se levantó para sonreir mirando a lado de él la ilusión de Sonic — Gracias por el regalo de Navidad que me diste — Agradeció sacando dos collares, un corazón, mitad para cada collar — Tendré con quien usarlo — Habló para ponerse el collar con dificultad ya que tenía a la bebé en brazos — Y esa será nuestra pequeña — Le puso la otra mitad en forma de brazalete a su pequeña bebé — Te amo, Sonic The Hedgehog
A veces la vida nos da fuertes dolores de vida no importa la fecha, si es un día o festivo o no, lo importante es enfrentar los problemas sin tener que llegar al suicidio.
El Azabache por las veces que había pasado lo mismo lo supo enfrentar muy bien aunque por poco comete una locura por su querido esposo.
Navidad una época en la cual puede salir bien o mal.
Por desgracia nuestro querido Shadow no lo pasó tan bien.
¿De verdad eso creen?
A pesar de perder a su pareja en estás épocas tan especiales tuvó la fortuna de tener a una hermosa criatura entre sus brazos, una criatura que le dejó su amado Sonic.
Y aunque recordará la navidad cómo algo bueno por el nacimiento de su querida hija Sasha no pudo evitar una..
Pesadilla en navidad.
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Gracias a esos lectores que me apoyan en este tipo de historias, gracias, por ustedes ésto posible uwu
Doy como concluido está historia de capítulo único "pesadilla en Navidad"
Vendrán más historias pero tengan paciencia, mi inspiración llega cada mil años
Quería desearles feliz navidad, que tengan excelentes fiestas con su seres queridos con toda la responsabilidad posible
En fin
Nos vemos vemos en otra historia
¡Bye's!
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