🌺 03
A la mañana del día siguiente, ShuHua despertó con las energías completamente renovadas. Pues, aún no caía en cuenta de haber dormido junto a SeungMin, en la misma cama.
Parecía irreal para ella, en lo que llevaba de casada con su esposo, él nunca consideró esa opción. Si se hubiesen conocido en otras circunstancias...
Negó, ShuHua se prometió para si misma, enamorarlo a como dé lugar. Daría todo de sí hasta lanzar su última carta. De alguna manera, intentaría hacerle ver a SeungMin el significado de amar sinceramente.
Como todas las mañanas, se levantó primero. Intuía que, quizá aquel desayuno lo pasaría sola de nuevo. No importaba, el hecho de haber dormido con él, le bastaba por ahora.
Saludó sonriente a todos sus empleados, en especial a su nana, quién, le miró de igual forma sabiendo la razón de su alegría.
Se encargó de todo, en menos de media hora ya tenía la mesa servida. Además, debía ir a su primer día de trabajo, otra razón más para estar emocionada.
Oyó pasos provenir desde los pasillos, ella de pie, le esperó con una gran sonrisa.
Su esposo apareció con otro de sus trajes, ShuHua notó un claro desarreglo en la corbata. Por ende, antes de algún accionar por parte de SeungMin, se acercó primero y se tomó la molestia de acomodarle el nudo de la corbata, cosa que no sorprendió al alto chico. Estaba acostumbrado a que su esposa lo ayudase.
—¿Desayunarás?.—pregunta discreta.
—Sí.—respondió.
Asintiendo, termina de ordenarle su corbata y va a su puesto. SeungMin también al suyo. Una vez sentados, sus respectivos desayunos son servidos. La rubia guardó silencio mediante este.
—¿A qué hora inicia tu clase?.—preguntó SeungMin.
—Dentro una hora.
—Bien—susurra limpiandose sus labios—. Te alcanzaré—dijo sin titubear—. Luego irá James a dejarte tu auto.
ShuHua abrió en grande su boca más no objetó absolutamente nada.
—S-sí—alude apenas—. Gracias, S-SeungMin...
Kim asiente, terminando de beber su café, se retira de la mesa en busca de sus cosas.
—Creo que debería hacer lo mismo, señora Kim—espeta una de sus nanas—. Aproveche a ponerse aún más linda de lo que es.—aconseja.
Entre balbuceos torpes, se levanta y sube directo a su habitación.
—¿Será que el señor Kim finalmente esté recapacitando?.
—Eso espero, eso espero...
Conociendo lo enamorada que ShuHua está de él, esperaba que por fin reconociera sus propios sentimientos y correspondiera de igual manera. Su niña merecía ser amada también.
ShuHua encerrandose unos minutos en el baño, retocó parte de sus mejillas y labios. Poniéndose un poco de su perfume preferido, cepilló algunas mechas de su largo y rubio cabello. Enjuagó sus dientes, buscó uno de los tantos collares que compró hace un tiempo para asi, terminar viéndose en el espejo con una sonrisa.
—Disculpe señora, su esposo aguarda por usted abajo.—anuncia su nana.
Recibió su abrigo, sus materiales y pidió que llevaran el lienzo al auto.
—Ya estoy lista, disculpa la demora...
—Andando.—salió primero, ShuHua sonríe de lado y lo sigue.
Una vez subieron, SeungMin puso en marcha el auto. Saliendo de la propiedad Kim, volvieron a la rutina de no decir nada.
—Conversa algo, es aburrido si estamos callados como dos zombies.—habló SeungMin.
ShuHua tomando una bocanada de aire, empezó a charlarle sobre lo que hizo el día anterior y lo mucho que costó hallar los atuendos perfectos para él. Omitiendo por supuesto, la parte de haber ido a beber junto a YiZhuo.
Aunque SeungMin no dijese una palabra, le alegraba mucho que al menos, la escuchara.
El viaje fue algo corto para gusto de la rubia, quién, formó un puchero.
—Te veo en la noche, SeungMin.
Con un "sí" de su esposo, bajó del vehículo. Tomando sus pertenencias, se despidió de él, agitando una de sus manitas. Viéndolo irse, ingresó dentro del complejo. A pesar de tener un poco de dificultad para subir, supo arreglárselas.
—Bienvenida.
Una de sus compañeras del área, le saludó cordialmente a la taiwanesa.
—Gracias.—sonrió alegremente.
—Debes saber que, aquí entre nos, habrá mucha competencia—mencionó—. No lo digo por mí sino por los demás profesores.
—Ya veo... Bueno, espero no tener inconvenientes con nadie...
—Seguramente no, tienes cara de ser alguien comprensiva y buena persona.
ShuHua asiente esbozando una leve sonrisa, en verdad esperaba que no se le dificultara su estadía allí.
SeungMin se encontraba totalmente estresado, ni bien llegó a la empresa, tuvo una ola de trabajo que resolver.
Varios informes aún no estaban completados, algunas reuniones se habían atrasado y ciertos proyectos por arte magia, desaparecieron.
A esta altura, no sabía si tenía empleados despitados y torpes o sólo era su mente jugando una mala pasada.
Suerte que, contaba con su eficiente primo, el cual, en esos momentos se encontraba concentrado en terminar uno de los tantos proyectos que debían presentar apenas él lo dispusiera.
—Sabes, deberías pedirle ayuda a ChangBin-hyung—sugiere JeongIn—. Él es bueno en cálculo y análisis, quizá encuentre la falla del porqué hubo una pérdida de ganancia.
—Sí sé, pero no quiero molestarlo ahora... Está ensimismado con su boda.
—Te doy la razón en eso, sin embargo, él no tendría problema con ayudarte. Piénsalo hyung.
SeungMin resignado, asintió. En verdad, necesitaba soluciones antes que dudas. Por ende, pidió a JiHyo contactarlo.
No tardó mucho en ser atendido por ChangBin. Ambos emplearon una conversación, llegando a un acuerdo de que se reunirán en la mañana del día siguiente. SeungMin agradeció su colaboración, sin sus amigos, no sabría siquiera por dónde empezar.
—Asi que... ¿Saldrás con ShuHua-noona?.—preguntó JeongIn sin discreción alguna.
—¿Cómo te enteraste?.
—Primo mío, yo sé hasta cuando te sacas las zapatillas—sonrió—. Soy como un zorro astuto.
—Sí, tienes cara de serlo—espeta dejando de lado, su computadora—. Supongo que, salir de vez en cuando con mi esposa, sirve para distraerme de todo aquí.
JeongIn alzó una ceja a la par de una sonrisa.
—Jamás de los jamases te oí hablar asi de tu esposa, hyung—mencionó divertido—. A ver, ¿te caiste de la cama y de la nada cambiaste tu forma de ver y pensar?.
SeungMin bufa, regresando su vista a la pantalla e ignorando por completo la pregunta de su primo.
—Hyung, a lo mejor, pasar tiempo con tu esposa te haga bien—aconseja—. Eres un año mayor que yo, olvídate un rato de las responsabilidades aquí. Yo te ayudaré, tienes a nuestros hyungs y gente de confianza. Relájate, vete de viaje o sólo quédate en casa...
—Lo pensaré.—dijo como último.
JeongIn suspiró volviendo a su labor. A veces su primo era demasiado terco.
ShuHua terminando su primer día de trabajo, regresó a casa y en cuánto estacionó, bajó corriendo hacía dentro. Afortunadamente encontró el vestido ideal para su cena con SeungMin.
—Hola nana, ¿puedes darme una mano?.
—Claro mi niña.
Subiendo primero, fue a darse un baño rápido. Quería estar más que perfecta esa noche e impresionar a su esposo.
No faltaba casi nada para que, SeungMin llegara.
Apenas salió de la ducha, secó su cabello. Volviendo a su habitación, con ayuda de su nana, se pudo colocar el vestido rojo correctamente junto a los tacones negros.
Tardó unos minutos en decidirse cuál peinado usaría, de ambas formas le quedaba bien.
—¿Suelto o recogido, nana?.
—Pienso que el recogido es una buena opción, te dejará relucir el respaldar y escote del vestido—opinó—. Tú déjame a mí, mi niña.
ShuHua asiente, confiando en las palabras de su nana, procedió a tomar asiento y dejar que ella hiciera su trabajo.
Pasaron alrededor de veinte minutos, SeungMin aún no llegaba y eso empezaba a preocuparla.
Debía mantener la calma, su esposo solía retrasarse un ratito. Por ende, cerró sus ojos, inhaló y exhaló aire cada cierto segundo.
—Listo mi niña, quedaste preciosa.—sonrió complacida del resultado.
Y vaya que sí, viéndose seguido en el espejo, no evitó ensanchar una amplia sonrisa.
Escogió un par de aros bañados en plata, un brazalete igual y su anillo de casada. Colocándose su fragancia favorita, dió fin a su preparación.
Ahora sólo quedaba esperar a SeungMin.
—¿No crees que está demorando mucho?.
Una hora y media había pasado, su esposo no aparecía. El cielo poco a poco empezó a tonarse oscuro, ShuHua veía seguido por la ventana y nada.
¿Sería propio si lo llamaba?.
No perdía con intentarlo.
Agarrando su celular, marcó el número de SeungMin. No hubo respuesta.
Volviendo a marcar unas diez veces más, no logró contactar a su esposo. El miedo de que le haya ocurrido algo, invadió su mente.
Llamó a la empresa, recién allí pudo tener contacto con SeungMin o bueno, JeongIn.
"Uh, ¿no llegó aún? SeungMin-hyung se fue hace una hora. Es raro, noona. Intentaré comunicarme con él, cualquier novedad que sepa, te aviso."
—Gracias Innie, cuídate por favor y descansa.
"Descuida noona, eso haré. Mantemos contacto, adiós."
ShuHua se despidió, ya no le importaba ir cenar sino saber si SeungMin está bien, esperaba que sí.
Quitándose los tacones, se recostó en su cama a la espera de alguna noticia.
¿Dónde rayos estaba su esposo?.
Tiempo sin actualizar, pido perdón por ello.
Espero les guste mucho el capítulo.<3
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