En el transcurso del día, ShuHua realizó diferentes actividades con YiZhuo.

Compraron mucha ropa, el regalo de ChangBin y SoYeon, sus materiales para sus clases y comida. Además de beber unos cuántos tragos que obviamente no llegaron a ser excesivos pero si los suficientes para olvidar su penuria amorosa.

—No entiendo porqué sigues insistiendo en impresionar a SeungMin, sólo te haces daño a ti misma y lo sabes, unnie.—dijo YiZhuo dejando las bolsas de ropa sobre la cama de ShuHua.

Habían cuatro que pertenecían a Kim, ShuHua se esforzó mucho por elegir aquellos atuendos para su esposo. Esperaba aunque sea, los viera.

—Sé que te molesta verme así pero sabes bien cuánto amo a SeungMin, no me daré por vencida fácilmente...—mencionó acomodando sus nuevas prendas en el amplio y gran ropero—. ¿Crees que le guste este conjunto?.—cuestiona cambiando de tema.

YiZhuo suspiró rendida, era inútil convencer a su mejor amiga y hacerle entender el daño emocional que se genera al seguir intentando enamorar a alguien que sólo le recuerda cada día lo mucho que la aborrece.

Asiente realizando una suave sonrisa.

—Este es para que use el viernes, ChangBin-oppa invitó a SeungMin a su despedida de soltero, según SoYeon-unnie, se reunirá con sus amigos únicamente y este es para asistir a la boda.—comenta orgullosa de su elección.

—Los dos conjuntos son lindos, unnie. Ojalá a tu esposo le gusten también.

ShuHua sonríe de lado y lleva las bolsas a la habitación de SeungMin. Deja éstas en sobre su cama y se dirige nuevamente a la suya.

—Listo, ahora ayúdame a acomodar los lienzos y pinceles en sus respectivos lugares—alude—. Ya tengo mentalmente planificada la primer clase de mañana, debo escribirla en mi computadora después. Aunque me dieron el plan de estudio de la profesora anterior.

—¿Ya te pasaron el listado de todos los cursos que tomaste?.

ShuHua muestra su celular, indicando que sí se los enviaron por e-mail.

—Mañana me reuniré con el resto de mi área. Somos cuatro profesores en total—dice guardando delicadamente las pinturas en su maletín—. Espero sean simpáticos y nos llevemos bien.—susurra bajito.

—Descuida unnie, con tu carisma y tu generosidad, de seguro te adoraran.—mencionó la menor al recostarse.

—Exagerada pero acepto tus halagos.—ríe dejando todo en orden.

Luego de ello, bajaron y YiZhuo se despidió ya que debía ir a clases al día siguiente.

ShuHua por su parte, fue a la cocina y pidió una infusión de canela. Esperó a la hora de cenar para cocinarle a SeungMin, con ayuda de su nana y chef, prepararon una exquisita comida de occidente.

—Señora Kim, su esposo acaba de llegar.

Una de sus empleadas mayores, dio aviso. ShuHua asintiendo, lleva los platillos a la mesa junto a dos copas y una botella de vino proveniente de las bodegas más exclusivas de América del Sur.

—Quedó todo bonito. Tal cuál imaginé.—expresa sonriente.

SeungMin apenas estaciona su auto, suspira desganado. Lo único que quería era irse a dormir, por ende, sacó su maletín de mano y subió los escalones a paso lento.

Un rico aroma a carne de res recién horneada, invadió sus fosas nasales apenas entró. Su estómago sonó de golpe.

—Bienvenido SeungMin-ssi—ShuHua apareció pocos segundos después de su llegada, radiante como siempre—. Preparamos una deliciosa comida occidental para la cena. ¿Vienes?.

Un rugido de su estómago, lo delató delante de la rubia bajita. ShuHua sonrió porque eso significaba un rotundo sí.

—Están sirviendo, prometo que no diré nada en el transcurso. Anda, necesitas alimentarte.

Kim reacio a sus comentarios, termina por asentir, sacándose su abrigo y dejando su maletín en el suelo de la entrada junto a sus zapatos, sigue a su esposa hacía el comedor principal.

Al llegar, cada uno toma asiento en sus respectivos puestos.

—Buen provecho.—dijo ShuHua como último antes de empezar a comer y guardar absoluto silencio.

SeungMin se limita a degustar su platillo servido, no iba a negarlo, estaba muy delicioso. Apenas había ingerido un café en la oficina y nada más, sin darse cuenta, lo acabó en menos de diez minutos.

—¿Desea servirse otra porción, señor Kim?.

Parpadeó avergonzado al percatarse de su efectiva falta de alimentación, termina por asentir mientras bebió un poco de aquel dulce vino.

ShuHua estuvo tentada a decirle "eso te pasa por terco y no querer desayunar."

Continuó cenando tranquilamente, para su fortuna, SeungMin no se fue como en otras ocasiones. Ambos cenaron callados, cosa que extrañó al alto pelianaranjado. Miró a su esposa casi cuestionando el porqué no hablaba como suele hacerlo en la mayoría de veces.

Podría no responder pero si escuchaba y por más que no lo admitiera, oír la voz de ShuHua le traía una cierta pizca de paz.

—¿A qué se debe este ambiente tan silencioso?.—pregunta.

ShuHua dejó de comer, ahora era ella quién parpadeó pero con una expresión confusa. ¿Acaso escuchó bien?.

—Uh, bueno, creí que no querías que te molestara y... preferí quedarme callada antes de que te encierres en tu estudio y no comas nada. Es todo.—responde sonriente.

—No me molesta que hables, es mejor tener algún sonido en esta enorme casa a que parezca una de esas tetricas que aparecen en las películas de terror—mencionó—. Y... Bueno, también...

—¿También?...

—Lamento si te traté mal hoy a la mañana, no estaba de humor por el poco sueño acumulado—se disculpó, cosa que dejó atónita a la rubia—. Lo recompensaré, ¿tienes algo que hacer mañana en la noche?.

Ahora sí que ShuHua no entendía absolutamente nada, ¿está muerta o le cambiaron de esposo en el camino? ¿por qué SeungMin se mostraba tan... compresivo?.

—No, estoy libre. ¿Por qué tu pregunta?.

—Creí ser obvio, ¿no?—alude sarcástico—. Iremos a cenar afuera, te pasaré a buscar apenas salga de la empresa.

—¿Lo dices de verdad?—ShuHua por más que quisiera simular su emoción, no pudo hacerlo—. B-bien, es decir, te estaré esperando lista.

SeungMin asiente.

—T-te quería contar una buena noticia...

—¿De qué se trata?.

—B-bueno... Hoy fui a una entrevista de trabajo para ocupar el puesto vacante de profesora de artes plásticas y manualidades...—murmura tímida—. M-me aceptaron y-y mañana empezaré a dar clases.—sonríe alegre.

Kim no dijo palabra alguna, sólo asintió y se levantó de la mesa. ShuHua esperaba eso de su parte, de nuevo, no recibió reacción alguna por parte de su esposo.

Al menos te escuchó y no se fue a mitad de tu conversación.

El alto chico ingresó a su habitación, hallando cuatro bolsas de diferentes marcas. Louis Vuitton, Fendi, Gucci y Loewe.

Una pequeña nota se encontraba a la par de éstas. SeungMin apenas la tuvo en sus manos, supo que se trataba de su esposa, su perfume la hizo evidente.

"Espero te gusten, compré de acorde a tus gustos. Por las dudas, separé los conjuntos para tu comodidad. Atte: ShuShu.❤"

Revisó cada bolsa, encontrándose que, en efecto, eran de su gusto. Guardó sus nuevas prendas en el armario y dejó la notita sobre su mesa de noche. Agarró su celular y llamó a su secretaria.

—JiHyo, encargate de conseguir para mañana un collar exclusivo de la última colección de Chanel y el último lanzamiento de pulseras por parte de Cartier, serán un obsequio para mi esposa. También reserva una mesa para dos en el restaurante de MinHo-hyung, por favor. Sí, gracias.

Cortando la llamada, procedió a darse una ducha y colocarse su pijama.

Ya acostado, por primera vez, sintió que su cama era demasiado amplia para él solo. Una sensación de vacio invadió su mente por unos cuántos minutos.

Miró la hora en su reloj de mano, faltaba un cuarto para que la aguja diera las once en punto.

Apagó las luces y se acomodó bien en su cama, tenía intenciones de dormir, sin embargo, el sueño pareció esfumarse de golpe en él. Encendió el televisor, no encontraba nada entretenido por lo que, dejó un canal dónde pasaban documentales de animales.

Oyó pasos en el pasillo, supuso que era ShuHua. Suspiró un tanto inquieto.

Tardó dos segundos en levantarse y dirigirse hacia la puerta de su habitación.

Como pensó, su esposa iba de camino a su dormitorio.

—ShuHua—llamó lo suficientemente audible para que la rubia bajita se detuviera a verlo—. Duerme conmigo hoy.—dictamina.

La aludida casi cae de trasero por la repentina invitación de SeungMin.

—No tardes, casi es hora de dormir.—dijo como último al cerrar la puerta sin seguro.

Una emoción enorme llegó al corazón de ShuHua, una sonrisa de oreja a oreja plasmó su rostro.

Ni siquiera tardó en ir a cambiarse, por lo que pudo visualizar, SeungMin llevaba puesto el pijama de parejas que compró hace un tiempo. ShuHua buscó el suyo para combinar.

Enjuagó bien sus dientes, se quitó el maquillaje y se puso crema para el rostro. Retocó sus labios con bálsamo de fresa y tomando su celular y bata de dormir, salió casi corriendo hasta el dormitorio de su esposo.

Al ingresar, halló a SeungMin recostado, parecía que ese cachorro corriendo fuese lo más interesante del mundo porque no despegaba su vista del televisor.

ShuHua carraspeó su garganta, llamando la atención de Kim.

—Ven, acomodate de este lado.—dijo dejándole espacio del lado izquierdo.

Con pasos tímidos, la joven taiwanesa se acercó y tal como aludió su esposo, se acostó junto a SeungMin.

Le pareció todo muy extraño, no obstante, no podía quejarse.

Después de todo, esto era una pequeña parte de lo que ha soñado desde que descubrió sus sentimientos por SeungMin.

Espero les guste mucho el capítulo.<3