🌺 01
Miró su reflejo en el espejo una ultima vez antes de bajar. Eran apenas las seis de la mañana del día lunes, ShuHua nuevamente se levantaba temprano con el fin de prepararle un rico desayuno a su esposo, como empezó a hacer desde hace casi doce meses.
Suspirando, sonrió ampliamente. Apenas abrió la puerta de su habitación, verificó que SeungMin aún estuviese dormido.
Ambos dormían en dormitorios separados por decisión de Kim, ella no podía exigir nada o al menos intentaba no hacerlo debido a los desplantes de SeungMin.
Por lo menos, le era fiel hasta dónde sabe.
Gracias a un contrato.
Enserio se esforzaba por impresionarlo, cada día, escogía su mejor prenda para recibir un halago o mirada de admiración pero ni una ni otra llegaban.
SeungMin era como un hielo frío, duro de romper y difícil de evaporar. ShuHua entendía su carácter, pues, con un matrimonio forzado donde literalmente tus sueños son destruidos y de repente te conviertes en un adulto responsable que no hace más que trabajar y trabajar para sustentarse... Si podía esperarse eso.
Sin embargo, no creía justo que sea ella quién deba pagar dicho error. Apenas le dirigía la palabra, dejaba que gastara dinero como quisiese con tal de no estorbarlo o se iba sin despedirse. Su luna de miel no fue de ensueño precisamente, a pesar de haber consumido el acto matrimonial, el resto del viaje dejó mucho que desear. Y lo peor, es que ShuHua aún así se enamoró de SeungMin como una idiota ilusionada.
Justamente esa mañana, planeaba decirle acerca de sus deseos de enseñar artes plásticas en la universidad de Seoul. Si al menos él prestara un poco de atención a sus palabras, sabría de sus habilidades para las manualidades y lo creativa que puede ser.
—Buenos días.—saluda una vez nota a SeungMin ingresar al amplio comedor que sólo ocupaban ellos dos.
Y como esperaba, no recibió respuesta de su parte.
—Te preparé el desayuno personalmente, prometo que si fui yo y no nana—sonríe sirviendole café—. ¿Dormiste bien? Noté que llegaste tarde anoche, ¿mucho trabajo?.—cuestiona sentándose frente suyo.
—No intentes mostrar empatía hacía mí, suficiente he tenido que cargar con esto para aguantarte—expresó frívolo—. Debo irme, tengo una reunión en media hora.—menciona sin más al irse y ni siquiera dirigirle una mísera mirada.
ShuHua oyó la puerta cerrarse, una lágrima escurrió su mejilla y sonrisa amarga surcó sus labios.
—Buen provecho...—dijo al aire.
Había preparado todo con tanto entusiasmo que creyó por unos momentos que a SeungMin le gustaría tal detalle. Nuevamente se equivocó porque ni el café quiso probar.
De pronto, su apetito también dejó de importarle.
—Señorita Yeh...
—Está bien, levanten todo y si quieren pueden degustarlo ustedes. Seguro les gustará o sino, pueden tirarlo.—alude yéndose en busca de su bolso.
Suponía que cambiarse de vestimenta, sería apropiado para ir a su entrevista previa en la universidad.
Contrario a SeungMin, ShuHua tomó unos cursos y realizó capacitaciones de artes plásticas y manualidades que en esos momentos, serían de mucha relevancia para ocupar tal puesto.
Entre sus atuendos, escogió un pantalón de vestir blanco y una blusa celeste. Ató su cabello en una coleta alta y se colocó sus gafas cuadradas. Eligió un par de joyas, entre éstas, sus anillos de compromiso y de casamiento.
—Buena suerte, ShuHua.—mencionó viéndose al espejo.
Si conseguía el empleo, ayudaría a su mente a distraerse y enfocarse en otra cosa que no sea su desastrozo matrimonio cubierto bajo un manto de amor fingido y sonrisas falsas.
—Señorita Yeh.—su nana de confianza estaba en la entrada de su habitación, manteniendo una cierta distancia de ShuHua por educación.
—Dime ShuShu o señora Kim, recuerda que estoy casada.—sonrió acomodando su abrigo louis vuitton negro.
—Perdón... es la costumbre de años—dijo apenada—. Señora Kim, su mejor amiga, Ning YiZhuo acaba de llegar. La está esperando en la sala principal.
ShuHua asiente, agarrando su maletín y bolso de mano, salió a la par de su nana.
—Si que eres puntual, eh.
—Así es, cuando me dijiste sobre conseguir empleo en la universidad más prestigiosa del país, no pude resistirme a acompañarte.—comenta entusiasta.
—Ya vámonos, señorita emoción. Nos vemos luego, nana.
Ambas amigas salen de la propiedad Kim, subiéndose al auto de Ning, emprenden camino hacía la universidad.
—¿Le dijiste a tu simpático esposo?.
—Anoche no pude porque llegó tarde y hoy ni siquiera desayunó... Entiendo que debe estar atareado con la empresa y n-no quería ser una m-molestia.
YiZhuo frenó apenas vio un semáforo en rojo, frunciendo el ceño por la impotencia que sentía al escuchar las palabras de ShuHua.
—Jamás vuelvas a referirte a tí como una molestia porque no lo eres. SeungMin es un imbécil por darte ese trato, tú no tienes porqué soportar su mal humor ni sus desplantes. Juro que a la próxima, si lo veo, no dudaré en darle unos buenos golpes en ese amargado rostro, a ver si con eso recapacita y deja a un lado ese rencor infantil.
Y una vez más, ShuHua guardó silencio.
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—¿Hasta cuándo seguirás con esa cara de viejo de ochenta años, eh?.
SeungMin rodó los ojos ante el comentario sin gracia de su primo, Yang JeongIn.
—Dime, ¿qué se te ofrece?.—cuestiona evadiendo su pregunta.
—Vine de parte de ChangBin-hyung, haremos una despedida de soltero en su nombre. Supongo que sabes de su casamiento con SoYeon-noona.—menciona leyendo una revista de espectáculos.
—Sí y no, no iré. Tengo demasiada labor aquí y lo que menos quiero es descuidar mis responsabilidades.—mencionó ordenando un par de carpetas con informes contabilizados, acuerdos, entre otros.
JeongIn suponía su respuesta, por ende, suspira y deja la revista a un lado con el fin de convencerlo.
—Hyung, tienes veintiún años. Aún eres joven, mereces divertirte y tomarte un descanso de tu trabajo—enuncia—. Sé que te viste en la obligación de aceptar algo que no querías pero eso no significa que te limites a sólo encerrarte en una burbuja de responsabilidad. Despejate un poco, ¿sí? Prometo que en esta reunión no habrá mujeres, a excepción de alcohol pero nada más.
SeungMin dejó de leer unos instantes, el informe respecto al nuevo proyecto empresarial de cosméticos que lanzarán a mitad del año próximo.
—¿Únicamente alcohol?.
—Sí, los demás estarán también... Después de mucho tiempo, nos reuniremos los ocho de nuevo—sonrió—. No debes preocuparte por tu esposa, ella de seguro asistirá a la despedida de SoYeon-noona, organizada por YuQi-noona.—añadió Yang.
Kim se limita a dar una afirmación a través de un simple "ah."
—Pasaré a buscarte el viernes a las siete en punto, ponte algo cómodo y deja los trajes por un rato—ordenó ya de pie, a punto de marcharse—. No me falles o sabrás de mí, hyung. Adiós.—manifiesta sonriente.
—Adiós Innie.—dice segundos posteriores de haberse quedado solo en esa gran oficina.
Tal vez esa reunión lo ayudaría a no recordar su cruel tormento al cuál está atado de manos.
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—¿Y bien?.
YiZhuo esperó fuera de la universidad por su mejor amiga. ShuHua salió de allí después de unos veinte minutos de haber entrado. Su expresión facial misteriosa, ponía nerviosa a la menor.
—Bueno...—susurra con voz baja—. ¡Conseguí el puesto!.—chilló feliz.
A Ning le volvió el alma al cuerpo y no dudó siquiera en abrazarla.
—¡Que gran noticia, unnie! Esto hay que celebrarlo a lo grande, yo invito los tragos.—dijo jalando a su mayor sin oportunidad de dejarla hablar.
—Espera ansiosa—vocifera ShuHua ya dentro del auto—. Aún no tienes edad para tomar alcohol.
—Aish! Unnie, tengo casi diecinueve años, tengo licencia para conducir. Sé cambiarme las medias yo solita, sé-...
—Está bien, pero sólo unos tragos. ¿Bien?.
YiZhuo satisfecha, pone en marcha el auto para irse a algún bar que estuviera abierto.
—Oh, SoYeon-unnie me envió un mensaje—decía mientras iban de camino a la mini celebración—. Me invita a su despedida de soltera este viernes, ¿te gustaría ir? Somos siete chicas en total, ¿quieres unirte?.
—¿No son muy mayores para una joven como yo?.—dijo en broma, ganándose un golpecito de ShuHua.
—No, la menor tiene veinte. Anda, ven conmigo, somos divertidas cuando estamos solas.—insiste.
YiZhuo realiza una mueca indecisa, lo pensó por unos minutos pero no tardó tanto en asentir.
—Genial, luego iremos a comprar algo de ropa y el regalo de bodas para SoYeon-unnie y ChangBin-oppa.
Y unas cuántas vestimentas nuevas para SeungMin.
Ahí estaba de nuevo, pensando en su esposo aún después de recordarle su desprecio hacía ella.
Aún no sé cuando dejaré de meterle tanto drama a mis fics pero de eso vivo, besties jdbdkdns
En fin, espero les guste mucho el capítulo.<3
Lxs amodoro musho mis poshuelitos lindxs!!!!!!!!!!. 🐥❣🐥❣🐥❣🐥
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