VIII
El día tan esperado al fin había llegado, todo estaba saliendo tal como se planeó. Nadie sospecho, ni siquiera la misma Nurbanu quién ya se encontraba envuelta en su vestido de seda rojo.
Por otro lado, Selimiye Kadin ya traía puesto su vestido de seda azul con bordados de oro y plata. También había una corona de zafiros adornando su cabeza. Y el anillo que una vez perteneció a Hürrem ahora lo traía ella.
—Te vez hermosa —expresó Mahidevran Sultan—. Eres una novia muy radiante.
—Muchas gracias Valide Sultan, me honra con sus halagos. —Selimiye tomó el collar que el Şehzade Cihangir le había regalado y se lo colocó con sumo cuidado.
Siguieron dándole unos retoques a Selimiye hasta que Sümbül Ağa entro a los aposentos de esta. El momento había llegado.
—Ya es hora —susurró Mahidevran. Y añadió:— ¿Nurbanu Kadin y sus dos hijas están encerradas en sus aposentos?
—Tal y como usted lo ordeno mi sultana —respondió Sümbül con voz cantarina.
Mahidevran sonrió satisfecha y le pidió a Selimiye seguir a Sümbül.
“Mi nombre es Selimiye y soy aquella flor que se marchito el día en la obligaron a estar con un hombre que no quería. Y fruto de esa noche nació mi hijo Mehmet.
Yo no odio a mi hijo, pero si al hombre que me obligó a estar con él.
Sin embargo, lucharé para que la luz de mi vida jamás se extinga.
Soy Selimiye y desde este día me convierto en la esposa legal de su majestad.
En su Haseki Sultan...”
|Safiye Hanim|
Corrí lo más rápido que mi condición me permitió y llega al harén antes de que mi madre notará mi ausencia. Si bien ella aún no llegaba, mi tía si lo hizo y me interrogó con la mirada.
—¿Se puede saber dónde estabas? —Me preguntó Şah Sultan—. ¿Acaso olvidaste que hoy es un día importante para tu hermano?
—Yo... —No sabía que decir; las palabras no salían de mis labios.
—Calla de una vez Safiye —vociferó mi tía molesta—, después hablaremos de tu comportamiento.
Asentí con pena y suspiré con miedo por lo que sabía.
“¿Cómo pudimos ser tan descuidados?
¿Qué dirá mi madre de esto?
Pero no olvidemos lo más importante: ¿Qué dirá Selim?”
No importaba ya, nuestras acciones no pueden revertirse. Sólo queda enfrentar las consecuencias de las mismas.
—¡Devletlû İsmetlu Mahidevran Vâlide Sultân Aliyyetü'ş-Şân Hazretleri! —El Ağa anuncio a mi madre y todos los presentes hicieron una profunda reverencia.
Detrás de ella se encontraba Selimiye Kadin, futuro miembro de esta familia.
—Quiero que este día salga perfecto, no quiero errores ni nada por el estilo —dijo Mahidevran, pero yo no prestaba atención alguna. Unas fuertes náuseas y mareos empezaron a acecharme.
Di un paso y todo mi mundo se volvió oscuro.
Al día siguiente de la boda del sultán Selim, todo el harén era un terrible caos. Las muchachas iban y venían, y los Ağas corrían en busca del Şehzade de la Corona.
Safiye aún estaba en sus aposentos inconciente y eso tenía a Mahidevran con los nervios a flor de piel. No sabía que tenía su hija.
—¿Qué es lo que tiene mi hija? —preguntó Mahidevran por enésima vez.
—Es cansancio mi sultana, nada de gravedad —respondió la doctora con temor.
“Por supuesto que no es cansancio” pensó la mujer.
La madre sultana suspiro alegre de que su hija no tuviera otra cosa más que cansancio.
—Sólo debe guardar reposo para recuperar sus fuerzas. —La doctora tomó sus cosas y salió de los aposentos de la Hanim.
Una vez que estuvo lejos de la vista de indiscretos, corrió en busca del Şehzade Murad, pero no lo encontró.
Cansada de seguir buscando sin éxito alguno, decidió guardar silencio y esperar al momento exacto para darle la noticia al joven hijo del sultán.
✓¡Al fin hay capítulo nuevo!
✓Saquen sus teorías de lo que pueda tener Safiye.
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