Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

III

||Şehzade Murad||

Desde que llegamos al Palacio Imperial no había tenido un solo momento de paz, mi madre siempre estaba conmigo y no me dejaba solo ni un momento. Decía que la realeza debe juntarse con la realeza.

— Saldré al jardín a caminar — informé a los presentes.

— ¿Qué te he dicho hijo? — me cuestiono mi madre, Nurbanu Kadin.

— La realeza debe juntarse con la realeza, pero yo no tengo esa visión tuya madre.

— Sabes que no me gusta que te juntes con los hijos de Mahidevran.

— Son mi familia y te guste o no me juntaré con ellos.

Salí de mis aposentos seguido de dos guardias; odiaba que me tratarán como un niño. Ya no lo soy, me he convertido en un hombre capaz de defender al imperio. Pero nadie lo veía así.

Pase enfrente del harén y escuche el murmullo de varias concubinas.

“Locas”

— Selimiye Hatun irá a los aposentos del sultán esta noche — dijo el eunuco principal.

Sonreí al escuchar eso; mi madre daría el grito en el cielo, esa concubina robaría su noche de jueves. Yo también ayudaré en eso.

— Sümbül Ağa — detuve mi andar y llamé al eunuco.

— Su alteza Şehzade Murad — la voz de él me irritaba, no entiendo como lo soportan.

— Hoy es jueves y se supone que mi madre lo debe pasar con el sultán, ¿me equivocó?

— Está usted en lo correcto alteza.

— Envía a Selimiye Hatun con mi padre y a la Kadin mándala a mis aposentos; le dirás que tengo algo urgente que decirle.

— Usted trama algo majestad.

— Mi madre debe aprender que no siempre será ella — complete mi frase y seguí mi camino hacia el jardín privado.

El sentimiento de libertad inundó mi pecho, hace varios días que no salió de mi encierro. Caminé en dirección a los tulipanes, eran hermosos y de diversos colores. Son el símbolo de la dinastía; tan absorto estaba en mis pensamientos que casi no noto a la cabellera pelirroja que pasó enfrente mío.

— Espera — ordene y ella de detuvo.

— ¿Esos son modos de hablarme Murad?

Abrí mis ojos con sorpresa al escuchar esa voz.

“Mi tía Safiye”

— Hanim — hice una torpe reverencia aún sabiendo que no debía hacerlo.

— No tienes porque hacer eso Murad — su voz, amaba su voz.

“Si tan solo no fuera prohibido”

— Lo lamento, es la costumbre Hanim.

— Hablame de tú Murad, estamos solos y nadie nos escucha ni ve.

Sonreí al escuchar eso.

— Muy bien Safiye — me acerque a ella y empezamos a caminar.— ¿Qué harás hoy?

Ella pareció dudar por un momento, pero aún así respondió.

— Ir a la Mezquita de Santa Sofía.

— ¿Y planeas ir sola? — cuestione.

— El Gran Visir y unos guardias vendrán conmigo — contestó con naturalidad.

— ¿El Gran Visir? — pregunté con asombro.— Nunca lo he visto salir del palacio.

— Me dijo que también tiene que ir a Santa Sofía, por eso accedí a que me acompañe.

Ese hombre no me inspira confianza alguna, tengo la corazonada de que un día nos traicionará.

— Iré contigo Safiye — dije con soltura.— No quiero que estés sola con ese hombre.

— Pero Murad...

— Es mi última palabra.

En realidad había un trasfondo a todo esto: celos. Siento celos de que ella esté sola con ese horrible hombre, celos de que sea él quien la enamore.

— Safiye...

— ¡MURAD!

“¿Algún día tendré paz absoluta?”

— ¿Qué sucede querida madre? — pregunté sonriente y con... cinismo.

— ¡Te he dicho mil veces que no te juntes con la chusma!

Sentí la tensión de mi tía, es muy palpable; estaba a punto de contestarle a mi madre, pero ella se me adelantó.

— ¿Chusma dices? — su voz estaba llena de odio y repugnancia.— No olvides tu posición Hatun.

— Soy la favorita de un sultán, no me hables así.

— Y yo soy la hija de un sultán y la hermana de uno, tú no me hables así — ambas se acercaron a tal punto de que sus narices rozaban.

— ¡Vámonos Murad! — ordenó la recién llegada.

— No madre, aquí me quedo.

— No te atrevas a desobedecerme.

— ¡Cállate Nurbanu! — el grito de Safiye hizo que ambos dejáramos de lado nuestra pequeña discusión.— No olvides quien mando a matar a Raziye Sultan.

Ella me dirigió una última mirada para después irse a donde un hombre la esperaba. Estaba confundido y solo mi madre puede sacarme de dudas.

— ¿Qué quiso decir Safiye?

•~•~•~•~•~•~•

||Valide Mahidevran Sultan||

Me sentía feliz, estaba con mis hijos y tenía la posición que me merezco. Aunque también me siento triste; perdí a 3 hijos y ese dolor siempre me acompañaría.

— Sultana — la voz de Sümbül Ağa me trajo a la realidad.

— ¿Qué sucede Sümbül?

— Ha pasado algo inesperado mi Sultana.

“¿Otra vez haz dado problemas Nurbanu?”

— Habla de una vez — ordene con voz impaciente.

— El Şehzade Murad ha ordenado enviar una concubina con el sultán.

Abrí mis ojos y boca con sorpresa. Mi nieto ha hecho algo nunca antes visto.

— ¿Y quién es esa muchacha?

— Selimiye Hatun, majestad.

— ¿Acaso te dijo el porque? — cuestione a mi aliado.

— Dijo que su madre debe aprender a que no será la única.

“Al fin”

— Muy bien, haz lo que ordenó el Şehzade. Envía a esa concubina esta misma noche. Que le robe a Nurbanu su noche de jueves.

•~•~•~•~•~•~•~•

∆ Dicen algunas fuentes que Selimiye Hatun fue concubina de Selim II y que también fue su primera Haseki Sultan.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro