#06
Aquella cuanta atrás me iba consumiendo poco a poco y podía ver cómo ella disfrutaba ver del como me comía el coco tratando de avanzar en el caso. En medidas extremas había apurado a Gustabo y Horacio en la infiltración de la mafia pensando que quizás con eso me bastaría. También había alterado a Volkov, más bien a todos los de mi al rededor.
No entendía el porqué le tomaba tanta importancia en superarla. Quizás veía lo destruida que estaba y que aún así avanzaba, quizás quería demostrar que era mejor que alguien rota.
En esa semana y media mis casillas se descolocaron de lugar, no había a nadie a quien no insultara o gritara. Y eso hizo que pasara factura. A los poco días Gustabo colapso en una especie de brote psicótico o quien sabe y termino aporreando a un civil en plena comisaría, fue todo un escándalo.
-¡¿Que mierda haces anormal?!- le había taseado para calmarle- ¡Es que son unos gilipollas de mucho cuidado!
Lo espose al igual que Horacio y notaba como ella miraba divertida la escena, analizando quizás el detonante de Gustabo.
-¡Es todo tu puta culpa!- le había gritado a Klitka en la cara una vez deje a los otros dos en una sala de interrogatorios- ¡Desde que haz venido solo haz traído problemas y más problemas!
-Cuando yo llegué esto ya era un caos ¿O te olvidas que llegue porque estabas en problemas? Si no sabes resolver dilemas de manera adecuada no es mi problema
-¡Es que agh!- había gruñido colapsado de rabia- ¡Dime entonces señorita filósofa inteligente! Psicoanáliza esta situación y dime que hacer si es que tan inútil soy
-Vaya, ni siquiera sabes la diferencia entre un filósofo y un terapeuta- lo único que hacía ella era reírse en mi cara, o eso crei siempre- No hace falta ser Einstein para saber que tienes que contactar con algún terapeuta... Pero a simple vista aquí veo un claro caso de como un joven copia a su superior, de quien se siente amenazado, haciendo lo mismo que haría un hijo al copiar a su padre para que esté este orgulloso de él
-¡Solo dices estupideces!- había tomado mi radio para contactar con el hospital- No se porque pierdo el tiempo contigo
-No tienes de otra... ¡Oh y por cierto! Yo te dije que ellos causarían problemas si no les tratabas de manera adecuada, pero tu sigue pasándote mis palabras por tu orificio fecal, así te irá.
En ese preciso momento decidí ignorarle y simplemente encargarme de aquel dúo de idiotas. Estuve un rato interrogandoles, amenazandoles, tratando de descifrarlos junto a un EMS. Era todo un caos pero al final los lleve a prisión para que se calmaran, dándoles la adecuada condena que merecían.
Ese día estaba devastado, frustrado, tan enojado conmigo mismo que ni siquiera me molesté en volver a comisaría para terminar mi turno, simplemente había ido a un bar a tomar algunos licores fuertes. Los recuerdos de esa noche son aún algo borrosos pero no inolvidables.
Klitka apareció en el bar, tiempo después me enteré que ella me estaba buscando y que Volkov le dijo el donde podría estar, se que al verla discutimos un poco pero luego no se como me cargo en su auto con la ventanilla baja para que me diera el aire.
-Apestas a alcohol- recuerdo como se había quejado en el auto llegando a lo que era su departamento- Pero no me queda otra
-Si no fuera porque se trata de ti, pensaría que hasta te preocupó
-Cierra tu hocico, haces que el hedor sea mayor y las idioteces ronden en el aire
Me cargó hasta su departamento, le costó algo ya que no quería ir con ella y mis piernas tambaleaban un poco. Recuerdo como me recostaba en su sillon y luego se dirigió a la cocina para volver con algo de agua.
-Joder Conway... - quizás había sido el alcohol, no lo se con exactitud, pero notaba algo de preocupación y carisma en ella en ese momento- El alcohol es una manera tan antigua de ahogar las penas, pero puedo entenderte... Haz pasado por demasiadas cosas
-¿Y ahora que bicho te picó a tu? - mi voz sonaba con un ligero toque de alcoholismo
-Cuando el alcohol se vaya de tu sangre y tu mente se aclare, lo que pase en estos momentos será de difícil entendimiento para ti, solo pensarás en si en verdad paso o solo fue un sueño o quizás sientas que malinterpretaste todo... Y yo de manera obvia nunca te daré una respuesta contundente
-Shhh... Hablas demasiado y no te entiendo ni una puta paalabra
Creo que en ese momento me dio algo de agua, quizás hablamos un poco y luego lentamente me fui quedando dormido mientras ella me cuidaba. A mitad de la noche me levanté con algo de jaqueca, realmente tenía ganas se mear. Me levanté y observe que ella dormía en el sillón de al lado, quizás se quedó allí vigilandome y fue cayendo en sueño, caminé por un pasillo buscando el baño, abrí una habitación y era muy extraña.
Recuerdo las paredes blancas, a excepción de una que tenía tantos papeles, afiches, mapas y fotos que no se dejaba ver el color de la pared; un gran escritorio con un ordenador perfectamente arreglado con sus estanterías llenas de libros perfectamente alineados. La curiosidad me inundó, o quizás la idiotez del alcohol, entre y observe la perfecta y arreglada habitación, tan fría y ordenada que una pequeña imagen sobre el escritorio llamo toda atención. Era una foto de ella, algo más joven, junto a un hombre, en ese momento no la analice bien simplemente y sin ninguna razón la guarde en el bolsillo de mi saco para luego salir de la habitación y finalmente encontrar el baño.
Cuando finalmente me levante por la madrugada no entendía nada y recordaba poco, el hecho del como había llegado a su casa era un misterio para mi en ese entonces.
-No te secuestre- ella me habia tendido una pequeña bandeja que contenía un café, unas tostadas, un vaso de agua y una tableta de pastillas para la resaca- No se porque querria a alguien como tu en mi casa, así que desayuna y lárgate, tienes cosas que hacer
-Buenos días para ti también, - le había respondido con sarcasmo rascando mi cabeza- No hay mejor que levantarse a tu lado, al lado de una persona tan carismática y gentil
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