—¿Puedo ir contigo?.

Jimin vio a Roseanne preguntar aquello con mucha seriedad. Por ello, abrió sus celestes orbes muy sorpredido.

—¿Y eso?—sonrió apenas—. ¿Acaso mi omega quiere convertirse en abogada también?.

—Aish, no. Sabes bien que esa rama no es lo mío—menciona—. Sólo quiero acompañarte.

—Supongamos que esa es tu intención real—dijo el alfa, apartando su copa de vino blanco—. ¿No te aburrirás tanto tiempo verme leyendo documentos?.

—En absoluto—prometió Chae—. De lo contrario, puedo dar un paseo por el lugar. Jeongyeon unnie será mi guía.—dice segura.

Jimin duda unos instantes, en verdad conoce las intenciones de su omega. Sin embargo, si eso sirve para hacerle entender a Mina su lugar, entonces no habría problema para él. Roseanne era dentro de todo, una persona pacífica o eso piensa. De todas formas, nadie allí se metería con ella, sabe defenderse sola y si requería respaldo, por supuesto que ayudaría con gusto.

—De acuerdo preciosa. Cuando quieras, podemos irnos.—sonrió.

Chae aplaude contenta, con entusiasmo, termina de degustar su almuerzo. Obviamente piden postre para llevar y comerlo en el despacho del alfa.

Al terminar, se dirigen directo al auto, subiendo a éste, emprenden camino al trabajo de Jimin. Roseanne iba feliz, finalmente pasaría más tiempo con su pareja.

—Mañana en la noche, iremos a cenar con mi familia. Es el cumpleaños de mi madre, y quiere que vayas. Ya sabes, para conocerte mejor.—dijo Jimin logrando captar la atención de Rosie, la cual parpadeó seguido.

—¿De verdad? Woah! No sé que decir, quieren... Oh vaya, no debería alterarme pero es inevitable no hacerlo... Por la diosa luna, mi suegra quiere conocerme...—alude abanicando su rostro, no era momento de ponerse nerviosa.

—Amor, tranquila—enuncia el alfa—. Si quieres, no asistimos y-...

—¡¿De qué hablas, Park Jimin?! Claro que quiero, por favor... Es mi suegra de quién estamos hablando, es su cumpleaños, una fecha importante y seria una falta de respeto faltar. No quiero darle una primera mala impresión.—regaña Roseanne.

—Ya, está bien. Lo que digas, Jennie y Jisoo quieren que las acompañes mañana a comprar ropa y hacerse arreglos, es decir, ir al salón de belleza. Lisa puede acompañarte, Jungkook irá y la llevará también.—mencionó el rubio al entrar en el subterráneo del edificio.

—Sí, claro que sí.—aceptó Rosie.

Ambos bajaron del auto, Jimin en una mano llevaba su maletín mientras la otra sostenía a su pareja. Caminaron hacía el ascensor, apretando el botón, las puertas se cerraron y subieron al piso correspondiente. Una vez llegaron, bajaron y saludaron a Jeongyeon, quién sonrió ampliamente al verlos juntos.

—Hoseok-sunbae pidió que usted se encargara del caso de la señorita Lee. De hecho, acaba de llamar pidiendo una reunión con usted para asesorarla y empezar el trámite de divorcio con su cónyuge—explica dejando los papeles en orden—. Aquí está el expediente del demandado y el de ella.

—Entiendo, muchas gracias. ¿Algo más?.

—Oh sí, su padre vendrá en un rato junto a su hermana. Ah!, e hicieron limpieza.

Jimin asiente mientras leía el caso, Roseanne observaba a su alfa atentamente. Jeongyeon se retiró y cerró la puerta, dejándolos solos.

—¿De qué trata?.—preguntó curiosa.

—Violencia doméstica—respondió—. Al parecer el bastardo disfruta usando a su esposa como saco de boxeo, tiene otras denuncias puestas pero se las ha arreglado para evitar la cárcel—dijo—. Lamentablemente para él, sus días de gloria terminarán. Agradezco a hyung de haberme asignado este caso, sabe que conmigo, estos imbéciles serán hundidos sí o sí. Soy el diablo en persona cuando se trata de injusticias.

Roseanne contempló la manera en cómo Jimin habló, orgullosa.

—Te ves tan caliente cuando usas ese tono—claro, no olvidemos la otra parte—. Mi alfa es tan sexy viéndose tan enojado.

—Omega, no empieces.—pidió.

—¿O qué? ¿Me pondrá una demanda por elogiarlo, abogado Park?.—comentó coqueta.

Cerrando sus ojos, Jimin internamente suplicó tener calma y control. Roseanne no jugaba limpio, le gustaba provocarlo en situaciones arriesgadas y eso en parte, un poco le excitaba, un poco mucho.

Claro que, Chaeyoung aprovechó la oportunidad de levantarse y empujar la silla de Jimin para así, sentarse sobre él. Rodeó su cuello, movió sus caderas y no tardó en besarlo suciamente. Estaba excitada, necesitaba que su alfa le diera cariño. Park en medio del beso, levantó su falda y apretó su trasero. Peligraban de ser descubiertos pero eso ahora, no importaba.

—Eres traviesa, pequeña...

—Todo es tu culpa, deja de ser tan guapo.

—Imposible, mejor tú deja de excitarme tanto.

—Denegado.

Continuaron con su guerra de besos y manoseos, Jimin introdujo tres dedos en el interior de su omega, quería prepararla aunque ésta ya estuviese lubricando por la intromisión del alfa. Gemía sobre su boca, saltando sobre el rubio mientras era penetrada por los dígitos de su chico.

Detrás de esas cuatro paredes, Jeongyeon acomodaba un par de carpetas, sabía bien que no era prudente molestar ahora. Podía oler las fuertes feromonas salir por debajo de la puerta. Quiso reírse, es decir, su jefe jamás en su vida trajo consigo a una omega para únicamente saciar su apetito sexual. De todas formas, no debía entrometerse en ese asunto.

Restando importancia, iba a seguir su labor pero, oyó ruidos de tacón acercarse. Rodó los ojos, Mina había vuelta y traía consigo, una caja bien decorada con el nombre de la pastelería de Nayeon. En sus adentros, pensó que aquella omega no quería darse por vencida. Parecía ignorar los rechazos constantes de Jimin a su persona, Jeongyeon estaba al tanto de lo que hizo, Jennie le contó con lujo de detalle todo. Dió un largo y molesto suspiro, sin quitar su vista de su actividad, habló.

—No es conveniente entrar en estos momentos, el jefe está ocupado atendiendo asuntos personales.

Mina automáticamente borró su sonrisa, frunciendo levemente ambas cejas. Miró en dirección al despacho, percibiendo a través de su olfato, los fuertes aromas que inundaron el espacio. Realizó una mueca de asco, eso sólo podía deberse a una sola cosa.

—Exacto, deberías volver en otra ocasión.—sonrió hipócritamente.

—¿Está con ella?—alude incrédula, sintiéndose molesta de saber quién era la acompañante de Jimin. Vio a Jeongyeon asentir sin una pizca de seriedad—. Descarada.—susurra para ella misma.

Colocó el pastel que, planeaba compartir a solas con él como muestra de arrepentimiento sobre el escritorio de Yoo.

—Se me fue el apetito...

Sin emitir otra palabra, la japonesa se marchó por dónde vino.

—Ay, si que está loquita...—murmura inspeccionando el contenido de la caja—. "Lo lamento Jimin-ssi ♡."—leyó aquel mensaje escrito—... Sí, también lamento que ésta delicia no sea entregada a su dueño. Buen provecho, Jeongyeon... Gracias, igualmente Yoo.

No esperó a cortar el trozo de pastel para empezar a devorarlo. Pediría en recepción una taza de café con mucha espuma de crema como buen compañero para acortar lo dulce.

Mientras tanto, dentro del despacho, el olor a sexo adjuntado a los intensos aromas de ambos, indicaban el increíble momento transcurrido entre alfa y omega.

Jimin acaricia delicadamente el cabello de su hermosa pelirroja, quién, yacía descansando sobre su regazo debido al nudo creado dentro suyo. Debían al menos esperar un buen rato para que, éste mismo bajara. Roseanne tenía sus piernas débiles, estaba segura que al llegar al departamento, apenas se diera una ducha, terminaría recostada sobre su cama. Era consciente de cuánto disfruta del sexo duro, su alfa no pudo negarse a sus peticiones de embestirla más fuerte y más profundo. Le dolería todo después, de eso está segura.

—Creo que, de ahora en adelante, hacerlo en mi despacho, será mi nuevo fetiche favorito.—dijo Jimin, rompiendo la cómoda atmósfera silenciosa.

—Aish! Eres muy brusco, Park.—regaña Rosie viéndolo a los ojos.

—Pero bien que disfrutaste y pedías por más, omega.—refutó el alfa formando una sonrisita traviesa.

—Cállate, pervertido...

—¿Yo?... ¿Quién empezó este candente juego, eh?.

Rosie hundió su rostro en el cuello de Jimin, totalmente sonrojada. No pensó con claridad, dejando a su instinto animal hacerse cargo de dicha locura. Siquiera deseaba moverse ahora mismo, pues al estar anudada, temía ejercer un movimiento que sólo provocara otra larga y torturosa pero placentera sesión de sexo.

—Una vez se deshinche, me levantaré... ¿Oíste, Park Jimin?.

—¿Segura? ¿Cuánto falta para eso?.

—No much-... ¡Oh Dios!...—gimió cuándo nuevamente sintió a su alfa moverse o mejor dicho, penetrarla duramente.

Por inercia, sus caderas siguieron el ritmo de las embestidas y nisiquiera se percató que su cuerpo estaba siendo sometido sobre el escritorio. Sus piernas eran sostenidas por las manos de Jimin, quién, llevó sus rechonchos labios a los suyos sin dejar de moverse. Roseanne jaló los dorados cabellos de Park, no podía creer que otra vez, haya caído en el lago del deseo carnal.

No sabe cuántas veces, su alfa la anudó. Sólo supo que, en estos precisos instantes, sus piernas estaban entumecidas de tantas sesiones dadas. Ninguno se encontraba en su celo para disponerse a darse esos gustos tan delirantes y sucios.

—Eres mía, únicamente mía.

Bastó con escuchar esa voz de mando para que, su lubricante cayera en picada y para que, Jimin vuelva a someterla salvajemente por todo el despacho.

Obviamente los dos se habían olvidado de que, el padre de Park junto a Jennie, se hallaban ingresando al edificio.

Medio cortito pero 😈🤙🏻...

Lamento mi falta de compromiso para con ustedes, ya estoy literalmente, de vacaciones y sí o sí planeo traerles actualizaciones constantes... Tengo que terminar esta fic que lleva dos años en emisión bfjdbdjd

En fin, espero les haya gustado mucho el capítulo!!!!!<3

Lxs amodoro musho mis poshuelitos lindxs!!!!!!🐥💓🐥💓🐥💓