🐥 027 🐿
—¿Dónde estamos exactamente?.
—Busan.
Chaeyoung abre su boca totalmente sorprendida.
—Dijiste que volveríamos a casa.
—Dígamos que... Me perdí.—sonrió ladino.
—Aish! Otra vez caí en tu engaño, Park.—comentó observando el mar.
Jimin aún así, no borró su sonrisita culpable. Abrazando de la cintura a su omega, ambos quedaron en silencio viendo a las olas ir y venir lentamente. Disfrutaban de tal paisaje junto a la brisa fresca del atardecer.
—Al menos... ¿Avisaste?.—cuestionó colocando sus manos sobre las del alfa.
—Jungkook, Taehyung y Hoseok lo saben. Ellos se encargarán de decirle al resto, en especial a tu amiga.
—Tantos días sin hablar con Lisa, de seguro debe estar molesta—rió Chaeyoung dejándose ser por las caricias de Jimin—. ¿Debería llamarla?.
—Depende de tí, ¿quieres privacidad?.
Rosie niega, sacando su celular del bolsillo, marca el número de Lisa. Le sorprendió mucho en encontrarse tantas llamadas perdidas y miles de mensajes, no sólo de texto sino también de voz.
—Reza para que no invoque al demonio mismo—aludió la omega, tres tonos fueron suficientes para que Lisa respondiera—. Hey! ¿Cómo estás?.
—¡TE ATREVES A LLAMARME DESPUÉS DE CUATRO DÍAS! ¡ERES UNA MALA AMIGA! ¡YO JAMÁS TE HARÍA ESO!.
Chae alcanzó a apartar su oído antes de sus tímpanos ser reventados.
—Cálmate, lamento si me olvidé de avisarte pero tampoco esperaba que mi celo llegara—bufa—. Además, no tienes derecho a gritar si eres más mala que yo o acaso se te olvidó esas veces que te llamé y no respondiste—recordó—. ¿Lo ves? Estamos a mano, Manoban.
—Ya, quizá me excedí un poquito—la pareja aguantó reírse del cambio rotundo en Lisa—. Es que... Olvídalo... Y respondiendo a tu pregunta inicial, estoy bien. Jungkook ha estado haciéndome compañía en tu ausencia. ¿Cómo es eso de irse a Busan? Hablaré seriamente con Jimin una vez lleguen aquí.
—Quise que Chae conozca mi segunda casa. Ella es a la primera que traigo aquí y será la única de ahora en adelante—interrumpió Park—. No te enojes, sólo será por dos días más. Prometo llevarla a salvo a Seúl.
El corazoncito de Roseanne latió un poquito más rápido, no dudó nada en darle un beso sobre su mejilla.
—Supongo que, si lo dices así y Chae te cree, entonces estaré tranquila. Cuida de mi amiga, Park o ya verás.—advirtió.
—Lo haré con mi vida.
—Bien, confío en tu palabra—dijo—. Sólo avísenme cuando regresen, no quiero que se encuentren con "sorpresas".
Jimin y Chaeyoung estuvieron casi seguros del sonrojo en Lisa al mencionar lo último.
—De acuerdo, entonces... Estaremos en contacto, Lali.
—Únicamente pido que se cuiden, y saben a lo que me refiero, eh. O sino, ya sabes Jimin.—mencionó la tailandesa como último pedido antes finalizar la llamada.
—Le gusta dejarme en vergüenza, para que enemigas si tengo a mi amiga que actúa como una.—regañó Chaeyoung.
Jimin en cambio, había desviado su mirada de la omega. Si bien, en el tiempo de celo, después de haberse venido dentro de su pelirroja, olvidó prácticamente todo. Aunque agradecía habérselo dicho en el transcurso de su conversación. Desde luego, Roseanne tomó precaución ante ello.
—Andando Chim, debes enseñarme cada parte de aquí.—alentó sonriente.
—Eh, sí.—aludió uniendo su mano con la de su chica.
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Hoseok llegó junto a unos colegas de su mismo bufete, después de un exitoso juicio a su favor, decidieron celebrar en el restaurante Moon. Allí solía ir desde su etapa universitaria con Jimin y Mina.
Buscaron una mesa libre. Sentándose respectivamente en cada silla de la misma, esperaron a ser atendidos.
—Tan novia y sin guapo.—murmuró Sana desde su lugar, jamás había visto un hombre tan hermoso como aquel platinado.
—Minatozaki, ve a la mesa ocho.—ordena su jefa a cargo.
Sana dio un largo suspiro, entre sus manitos llevó cuatro cartillas y se acercó a la misma mesa dónde precisamente se hallaba ese majestuoso e irreal hombre.
Su lobita de inmediato respondió regocijante, presentía que finalmente había encontrado al alfa de sus sueños.
—H-hola—no era tiempo de ponerse nerviosa ni mucho menos ansiosa, su sonrisa amplia reflejaban únicamente la obviedad de su interés—. Es decir, bienvenidos, soy Sana Minatozaki y seré su mesera hoy. Aquí traje sus cartillas. Cuando estén listos para ordenar, me avisan.—comentó siendo profesional.
Hoseok sin embargo, dándose cuenta de aquellos ojos grises puestos en él, abstuvo a pronunciar palabra alguna o más evitó hacer contacto directo con ella.
No iba a negarlo, esa muchachita es hermosa y a distancia podía notar ternura pura desprender.
—¿Listos para ordenar?.—cuestionó acercándose a ellos con su libreta y bolígrafo.
—Sí, trae el menú especial de hoy. Que sea para cuatro y el mejor vino de todos, esta celebración va por mi cuenta.—dijo uno de ellos.
—Bien, en seguida regreso con sus platillos.—enuncia.
Regresando las cartillas a la omega, Sana se movió rápidamente hacia la cocina.
—Está buena—pronunció otro de los abogados—. Claro, sólo para una noche.—añadió.
—Mirar el trasero de una mujer, no lleva a otro camino que no sea el de un idiota virgen—expresó seriamente Hoseok—. Ya sabes, esos temas no son lo mío.
—Tan aburrido Jung. El que seas un alfa de sangre pura, no significa que debamos obedecerte. Somos adultos,¿no?.—bufó su compañero irónico.
—Cierra la boca o le diré a tu esposa lo que haces a espaldas suyas. ¿No querrás arruinar tu feliz y perfecto matrimonio, verdad?.
—Oigan, vinimos aquí para celebrar.—interrumpió el tercero que hasta hace segundos permaneció silencioso.
Hoseok asintió pero no sin darle una sonrisa arrogante al imbécil que se atrevió a mirar tan asquerosamente a esa bonita omega.
Bien hecho, Jung.
Usualmente no solía hablar con su parte híbrida, sin embargo, cuando lo requería, estaba ahí para él.
Nadie puede mirar de esa forma a nuestra omega.
Y sí, también podía ser bastante territorial. No obstante, fué su primera vez que se presentaba así.
Sana regresó nuevamente, dejó copas en la mesa y platos. Posicionó los cubiertos a cada uno, dejó varias salsas en pequeños tazones de cristal y servilletas.
—Permítanme.—enuncia abriendo la botella de vino y de esa manera, servirle a sus clientes.
Pero Hoseok no quiso que fuese así. Minatozaki quedó sorprendida de ver al alfa levantarse y agarrar delicadamente de sus manos, el objeto. Decir que su corazoncito se agitó torpemente, era poco a lo que sus mejillas representaban.
—Yo lo haré—aludió. Sana asintió tragando en seco, nunca creyó ver en persona a un alfa tan caballeroso como el de cabello platinado—. Ve, otros clientes necesitan de tu disposición ahora mismo.—ordenó. Claro que, su sonrisa terminó por dejar a Sana absorta y asombrada.
Él es el indicado, no lo dejes ir.
Menos deseaba esparcir su aroma dulzón delante de tanta gente gracias a su emoción, asintiendo acata lo que ese hermoso, perfecto, sexy y caballeroso alfa dice.
—No creí que el gran, intimidante y correcto Hoseok se dirigiera así a una omega desconocida.
—No empieces Lee con tus ocurrencias sarcásticas porque entre tú y yo, pierdes por mucho.—sonrió sirviéndole la copa.
Eso, pon en su lugar a este bastardo.
Una sonrisa ladina apareció en Jung, de ahora en adelante visitaría más este sitio. No iba a permitir que idiotas se refirieran tan vulgarmente hacía esa tierna omega.
Por primera vez, le haría caso a su instinto lobuno.
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Roseanne fotografió varias veces a Jimin, a veces distraído y otras siendo atrapada.
—Ups!—rió ladinamente—. Te ves muy hermoso, Chim.
—Omega—mencionó sujetando sus mejillas regordetas—. Aish! No puedo molestarme contigo, tu belleza e inocencia hace a mi lado serio desaparecer.
—¿Qué haces cuándo te toman fotos sin tu consentimiento?.
—En caso de ser ajeno a mis conocidos, una demanda que arruina completamente su vida y si se trata de alguien de mi círculo social, como Taehyung, una patada en el trasero.—explicó haciendo reír a Chaeyoung.
—Obviamente esa parte no se aplica a mí.—sonríe.
—Claro que no, tú puedes hacerlo tantas veces quieras.
—Quién diría que tengo en mis manos al mismísimo Park Jimin. Debo sentirme afortunada.—bromea.
Jimin niega sonriente y besa esos bonitos labios en forma de piquito. Chae llevó sus manitos al fornido pecho de su alfa.
Intercambiaron un par de besos suaves y abrazos tiernos, disfrutando plenamente de su estadía en Busan.
—Sabes, me gustaría hacerte una pregunta.
Deteniendo sus pasos, Roseanne abrazó la cintura de su alfa y apoyó su mentón nuevamente en el pecho de Jimin, prestando total atención a ese espléndido hombre que con cada suspiro, sólo logra enamorarla más.
—Lo que quieras.
—¿Has pensado en retomar tus estudios universitarios?.
Chaeyoung parpadeó ligeramente a la vez que realizó un puchero.
—Sí—respondió sincera—. Mucho, sin embargo creo haber llegado un poquito tarde. Ya sabes, el examen de ingreso y demás.
—Yo te puedo ayudar con eso—aludió Jimin—. Sólo dime qué carrera estabas haciendo en Australia.—dijo acariciando su cintura.
—Ah, ya de pronto te conviertes en mi sugar daddy.—menciona divertida.
—Por tí, lo que sea, pequeña—dice repartiendo besitos en su rostro, eso generó a Chaeyoung reír dulcemente—. Pero hablo en serio, me encantaría que te animes a intentarlo.
—Está bien, alfa—contestó convencida—. Gastronomía, me gusta demasiado el mundo gourmet. Descubrir nuevos sabores, platillos y demás.—habló entusiasmada.
—Ummm, creo que puedo hacer algo. Bien señorita Park, asegúrate de preparar ese examen. Ya quiero que mi omega sea la mejor de todas las chefs de este país.
—Exagerado, aún así te amo.
—Yo más, preciosa—besó su pequeña naricita—. Ahora, a dormir que mañana debemos explorar más de Busan.
—A la orden, capitán.
Roseanne tomó una última foto a su alfa antes de regresar al hotel en el cual se estaban hospedando.
Que cutes son pero... el drama sigue 😭😭😭
En fin, espero les guste mucho el capítulo.<3
Lxs amodoro musho mis poshuelitos lindxs!!!!!!.💜💜💜💜💜💜💜
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