Chaeyoung puchereo, ya no le hacía bien ver tanto doramas. Desde que Jimin le dijo esas palabras tan hirientes, permaneció encerrada en el departamento de su mejor amiga. No quería ni siquiera salir de allí, ni a la esquina ni nada.

Parecía una muerta viviente, aunque no tanto ya que comía a diario lo que Lalisa preparaba o llevaba. En fin, ahí estaba en su soledad, riendo o llorando por la ineptitud del protagonista. Y es que, tenía esas enormes ganas de gritarle que dejará su orgullo de lado y confesara lo que siente por la chica, tan ella con Jimin.

— Saldré con Jungkook, ¿quieres venir?.

Lalisa apareció de la nada, sentándose a la par de Chaeyoung. La bonita pelirroja niega sin despegar sus ojos del televisor.

— Cuidate.- fue lo único que dijo antes de encerrarse nuevamente en su burbuja.

Lisa rueda sus ojos, harta de verla en ese estado tan deplorable. Bien, quizás ser rechazada por tu pareja, implicaba eso. ¡Tampoco necesitaba exagerar!, habiendo tanto por hacer, decide optar por esconderse bajo sábanas. Esa no era Park Roseanne, esa no era su amiga. Es por ello que debía hacer algo, aunque se lamentaba en no saber qué. Ya hizo de todo para subir sus ánimos pero la omega no ayudaba mucho que digamos.

— Sabes, a Park Jimin no le hubiera gustado verte así.- comentó, eso llamó la atención de Chae que pauso el dorama. Lalisa suspira, logrando finalmente dar en el blanco. — Ya sabes, a veces lo entiendo, tampoco estaría con alguien que llora en silencio por un amorío fallido.- dice, conociendo a su amiga, seguramente la estaba fulminando de pies a cabeza con esa mirada aterradora. Aún así, no se detuvo. — Piénsalo Chae, ¿cómo pretendes que alguien como ese alfa te haga caso si te la pasas encerrada, detrás de tus penas mientras comes hasta el cansancio?. Jimin de seguro se iría con otra de inmediato y no lo puedo culpar.

Y eso, eso caló en lo profundo de Chaeyoung. Inflo sus mofletes, apretando fuerte la tela de su vestido. ¿Y qué importaba saberlo?. Después de todo, Jimin la rechazó sin pudor alguno. Pero, por otra parte, las palabras de Lalisa hicieron eco en ella.

— ¿Me estás diciendo inútil, Lalisa?.

— Si así lo dedujiste, entonces sí.- dijo simple.

Chae abre su boca, sin embargo nada sale de la misma. Ella no era una inútil, ni mucho menos una llorona. Claro que no, le demostraría no solo a Lalisa sino que al mismo Park Jimin que Park Chaeyoung era una mujer madura, responsable y trabajadora. Al diablo los doramas, al diablo dormir hasta tarde y despertar únicamente para comer, al diablo todo.

Se levantó de golpe, sorprendiendo a Lalisa. Rosé miró a su amiga y le señaló con el dedo índice, tenía su ceño fruncido, rara veces veía esa faceta en la omega pelirroja.

— Ya verás, yo no soy ninguna buena para nada. Te lo demostraré, se lo mostraré a Jimin y ambos se tragaran sus palabras.- dijo, yéndose hacía su habitación. Lalisa dio un respingo al ser la puerta cerrada fuertemente.

Sonrió de lado, esa si es Park Roseanne.

El timbre del departamento fue tocado, Lisa también se levantó del sillón y acomodó su atuendo. Abrió la puerta sonriente, no obstante, esa misma desapareció al ver a Jungkook, acompañado de Park Jimin.

— ¡Tú!.- instó a lanzarse contra el alfa rubio pero Jungkook se lo impidió, abrazandola entre sus fuertes y acogedores brazos.

— Tranquila.- susurró, Lalisa flaquea luego de unos buenos minutos de resistencia. — Él vino con intención de disculparse con Chae-noona.

Lalisa mira a Jimin, este tenía sus manos puestas en los bolsillos de su traje. Con aura serio y firme.

— ¿Es verdad?.

Jimin no responde con palabras pero si con asentimiento de cabeza. Lalisa observó fijamente al alfa, buscando una pizca de duda, para su mala suerte no la halló.

— ¿Chaeyoung se encuentra?.- habla por primera vez.

Lalisa iba a responder, sin embargo la figura de Chaeyoung se hizo presente entre ellos. La omega se había preparado lo antes posible para salir en busca de un empleo, comprar sus materiales de estudio y de paso, pasar a degustar una rica pasta italiana. Todo aquello quedó en segundo plano al verlo parado frente a sus narices.

Parpadeó varias veces, ¿no estaba soñando o sí?. Esa pregunta fue respondida con tan solo inhalar el aroma a chocolate amargo y frutilla, acompañado por su perfume de YSL. Casi que pierde la estabilidad ante ese alfa tan masculino, sensual, serio y sexy.

— ¿Estás aquí?.- pregunta de la nada, logrando hacer contacto visual con él por segundos. Olvidándose por completo de Lalisa y Jungkook.

Jimin quedó de piedra, verla nuevamente afectó mucho a su sistema. Su lobo gruñó pidiendo cercanía de la omega. El rubio escaneo de pies a cabeza a Chaeyoung, llevaba puesto un lindo vestido de flores ajustado a su cintura y holgado hacía abajo, acompañado de sandalias blancas y plataforma baja. Su cabello rojizo suelto caía en picada con notables ondas al final, su maquillaje fresco y natural, lograron que tragara en seco. 

Jimin aclara su voz. — Hola, Chaeyoung.- dice sin apartar sus orbes celestes de los mieles de ella.

Oir su nombre salir de él, simplemente le causó un escalofrío interno que tensó su cuerpo en cuestión de milisegundos. Desvía su mirada, teniendo un leve carmín en sus mejillas regordetas.

— Hola, Ji-Jimin.- habla nerviosa. Lo que menos deseaba era que él lo notará. Intentó ocultarlo del alfa pero fue inútil, Jimin notó claramente como sus mejillas entonaron ese carmín intenso, sonriendo de lado ya que ese tono le daba un aspecto lindo, tierno y bonito.

Todo a vista de Lalisa y Jungkook.

— ¿Ibas de salida?.- se atreve a preguntar, desviando los nervios que empezaron a florecer en él.

Vaya, nunca le sucedió cosa igual. Quizás es el efecto Park Roseanne.

Chae aprieta la correa de su bolso, sus labios formaron una línea recta. Era obvio que lo sucedía en su mente, más no quería ser tan transparente frente a ellos, sobre todo con Jimin.

— Sí. De hecho, Lalisa me invitó.- dijo, y no es mentira. — De hecho, no quiero seguir atrasandolos.- susurra, intentando sonar convincente. — Así que, si no te importa...

Jimin ríe ladino, era su imaginación o Chaeyoung lo estaba echando. Debía ser mucho más para que logrará siquiera convencerlo un poco.

— Quisiera unirme a ustedes, digo uno más no creo que les moleste.- insinúa a Jungkook, este niega y asiente a la vez.

— Para nada hyung, será divertido.- sonríe, llevándose a Lalisa antes que se opusiera.

El alfa les da el paso, mirando a Chaeyoung con expectación también le invita a que pasase. Por supuesto, ella lo hace, no sin antes cerrar la puerta del departamento. Tener a Jimin cerca, le generaba demasiado en ella y su lobita.

Alfa, él vino por nosotras.

¿Será tan así o sólo era otra cosa?. Chaeyoung suspira, siendo seguida de Jimin mientras las puertas del elevador se cerraron con ellos dentro. El silencio abundó entre los dos, uno en que solo sus respiraciones podían oírse junto al latir de sus corazones. Ninguno dejaba de mirarse por el rabillo del ojo, esos segundos dentro de aquella caja metálica, fueron eternos para Chae y rápidos para Jimin.

Aunque la omega no entendiera la razón de su presencia, esperaba poder no actuar impulsivamente. Debía dominar sus sentimientos y emociones, no podía caer otra vez ante alguien como Park Jimin.

Mentirosa.

Esa cita no pintaba bien, o tal vez ¿sí?.

¿Ustedes que piensan? ¿Sale bien o sale mal? 👀👀👀