Jimin bajó del auto rápidamente, Jennie le siguió y ambos ingresaron a Times Square rápidamente, el lugar estaba repleto de personas y era muy difícil hallar a la omega entre tantos.

— Debemos dividirnos.- propuso Jennie viendo a su hermano.

El alfa asintió —. Buscaré en la segunda planta, si llegas a encontrarla, me avisas.

Antes de dividirse, Chanyeol llegó a la par de Lalisa y claramente, Jungkook se encontraba con ellos.

— Hyung, te acompaño.- habló el alfa menor.

Jimin suspiró y asiente, Chanyeol se fue con ambas, separándose en los pasillos del edificio.

La desesperación se podía sentir en él, culpándose internamente por olvidar dicha salida y descuidar a una omega tan torpe como Chaeyoung. No tenía sentido alguno para Jimin en tener que preocuparse por alguien que apenas conocía, sin embargo allí estaba, buscándola como un desesperado. Su lado híbrido pedía hallar lo más pronto posible a la chica, sólo teniéndola frente a frente y al salvo, es que dejaría de insistirle.

— Ve por el lado izquierdo, yo iré por el derecho. Llámame si la encuentras.

Jungkook acata dicho pedido y sale en dirección contraria, Jimin se detiene unos momentos, analizando el lugar y viendo en ambas direcciones. Sus ojos celestes, dieron con los mieles de ella. Su corazón pálpito rápidamente, y sus piernas actuaron por si solas rumbo a Chaeyoung.

— Gracias, ha sido muy amable.- sonríe la omega pelirroja hacía la señora y su niño.

— Espero y puedan dar contigo pronto. Una pena que justo mi teléfono se haya quedado sin batería.- comentó apenada.

Chaeyoung negó, antes de poder responder, una figura conocida junto a ese aroma que hacía sus mejillas sonrojarse, se presentó detrás.

— ¿Es su novio?.- pregunta el niño con curiosidad.

Chae parpadea con asombro, su boca se abrió de la nada pero no emitía palabra alguna. Jimin permanecía estático, sin apartar su mirada de ella. Ambos se observaban con un brillo especial que nadie podía comprender más que ellos mismos.

— Y-yo...

No sabía por qué ni entendió en que momento, se encontraba siendo abrazada por Jimin. Sus brazos rodearon la cintura de esta, apoyando su mentón en el cabello pelirrojo, logrando aspirar ese dulce perfume mezclado con ese aroma dulcemente exquisito. Chaeyoung por inercia, apoyó ambas manos sobre el pecho de Jimin, ocultando su rostro sumamente sonrojado sin evitar que sus latidos pudieran oírse.

— No vuelvas a preocuparme así, omega torpe.- comentó el alfa rubio con culpa.

— Lo siento...- responde Chaeyoung sin atreverse a mirarlo. — A veces olvido que soy muy impulsiva...- ríe con nervios.

— De eso no cabe duda.- aclara Jimin con diversión y sarcasmo. Chaeyoung le golpeó el pecho, inflando sus regordetas mejillas y ceño fruncido, una vista sumamente tierna para él.

— Ojitos celestes, idiota.- reprochó.

Ninguno de los dos aún notaba lo cerca que se encontraban. Chaeyoung no se apartó de Jimin ni Jimin alejó a Chaeyoung de él. ¿Cómo explicar tan romántica escena digna de un drama?. Es como si fuese una confesión de amor indirecto que se notaba a simple vista, o quizás ambos eran demasiado tercos para darse cuenta que no solo dos pares de ojos los observaban, sino que a estos, se unieron otros cuatro pares.

Jennie no dudó en sacar varias fotos, tales pruebas serían enviadas a su hermano menor, Taehyung. El beta sin duda no sólo hubiera puesto un grito en el cielo, también era capaz de atravesar el infinito mismo y sin exagerar.

— Su novia es muy tierna, señor.- dijo el pequeño.

Esto sacó de su trance a los dos protagonistas, Jimin fue el primero en distanciarse de Chaeyoung. Aclaró su voz, y desvió su mirada que esos momentos era totalmente rojiza. Tan absurdo se sentía, él jamás haría eso, sonrojarse no era algo que se viera todos los días en Park Jimin.

Chaeyoung ocultó entre sus manitos, el claro sonrojo. Sonriendo cabizbaja. Estaba ansiosa, nerviosa y muy pero muy avergonzada. Mordió constantemente su labio con timidez. Jimin nuevamente quedó cautivado por esos gestos.

— Ella no es mi novia.- aclaró firme, saliendo de su ensoñación. Chaeyoung levantó la cabeza hacía arriba, notando esa mirada fría y distante. — Nunca en mi vida estaría con alguien tan torpe como esta omega.

Idiota.

Chaeyoung agradecía que nadie pudiera oir como su corazoncito se rompió en pedazos pequeños, sus labios temblaron y sus ojitos empezaron a humedecerse. Jennie le fulminó con la mirada. Lalisa con enojo, jaló el brazo de su mejor amiga.

— Ni ella estaría nunca con un necio como tú. Vámonos Chae.

Jungkook negó hacía su hyung, despiendose con una reverencia a estos, siguió a Lalisa. Llevaría a las dos chicas a su hogar, dejando no sólo a una Jennie molesta sino a un Chanyeol decepcionado. Jimin la había jodido en grande con esa omega.

Y es que nadie podía entender lo que pasaba por su mente y corazón. Ni él mismo lo sabía, actuar tan bipolarmente, hiriendo a quien no lo merecía. Apenas conocía a la chica, eso no aseguraba que sintiera algo por ella, sólo era una extraña que llegó a su vida y quedó estancada en la misma sin pedir permiso.

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— Déjame ver si comprendí bien, primero se comporta como todo un protagonista de drama romántico y a los segundos vuelve a su faceta de idiota distante.

Jennie asiente, Taehyung suspira y recuesta su cuerpo en el sofá, tratando de unir los hechos que si bien, no eran tan difíciles de resolver. Todo estaba totalmente claro. Él apenas se enteró luego de un repentino viaje a Estados Unidos, ¿cómo era posible que se haya perdido de tales cosas?. Cosas sumamente importantes si se puede decir.

— ¿De verdad le hiciste eso a esa chica?.- vio a Jimin ingresar por la puerta, el rubio bufó y camino a su estudio sin prestar la mínima atención a las palabras de Taehyung.

Ya bastante tenía con los reproches de Jennie, Hoseok y Jin, porque al parecer todo el mundo se enteró de eso, y no se necesitaba ser adivino para saber quién lo difundió. Escuchar a Taehyung, fue suficiente para que encerrarse en el estudio. Arrojó su maletín al sillón. Chasqueo la lengua y miró a la nada. Pensando en todo lo ocurrido, hace dos semanas que no sabía nada de ella. Era tonto preocuparse, eso mismo quería creer este.

Camino a su escritorio, allí buscó en unos de los cajones, el pañuelo de Chaeyoung que bien guardado lo tenía. Aún tenía esa fragancia a flores combinado con los aromas de ella, haciéndolo sonreír estúpidamente.

Debes buscarla.

¿Debería?. Jimin recordó nuevamente cómo Chaeyoung lo abrazaba tiernamente, acurrucándose a él, así como si se tratara de un almuhadon cómodo y suave.

Sacó su teléfono del bolsillo, busca el número de Chanyeol e impulsivamente lo llama. Cuando quiso darse cuenta de su acción, ya se encontraba preguntando por Chaeyoung en un impulso rápido.

— ¿En verdad quieres arreglar las cosas con ella?.

— Sí.

— De acuerdo, en unos minutos te envío la dirección por mensaje.

— Gracias, hyung.

— Bien, pero no vuelvas a joderla Park. Hasta entonces.

Chanyeol cortó la llamada, Jimin se sienta sobre su silla y mira al techo. ¿Qué rayos pasó con él?. En su vida tuvo tales conflictos, ¿por qué ahora esto era diferente?. Suponía que aquello ocurría porque era ella, esa omega torpe y jodidamente hermosa.

— Ah, que me has hecho Park Chaeyoung.- sonrió para si mismo.

Omega, nuestra omega.

— Aish, mejor cállate lobo terco.

Ella es la felicidad que necesitamos...

¿Será?. El alfa rubio pronto obtendría una respuesta, aunque internamente lo sabía muy bien.