Shoto

Entré en la clase con confianza. Sabía que nadie podría sospechar de mí, ya que de momento, no había hecho nada relevante para que pudiesen pensar, aunque solo fuese un segundo, que era el traidor que iba a conseguir destruir la UA además de conseguir llevarme, por fin, a mi gran amado, Keigo Takami.

- ¡Hola bro! Soy Denki Kaminari, un placer. Mira, te presento a mis bros. – Me tomó de la muñeca y me llevó hasta donde estaba un grupo de gente. No quería parecer un idiota ya el primer día, así que me dejé llevar e hice como que le escuchaba cada vez que él hablaba.

- ¿Quién es, bro?

Había visto hablar a un chico con el pelo de punta, un rojo chillón bastante intenso. A su lado, se podía apreciar a otro compañero, de pelo negro, que estaba hablando efusivamente con una chica cuya piel era rosa por completo. Mientras ellos dos hablaban, otro estaba sentado encima de la mesa, escuchando a ratos. Este rompía por completo la escala de color, cambiando del tono rosa al tono rubio. La última persona en la que me fijé fue una chica que estaba con un auricular puesto en la oreja, hablando con el recién presentado, Kaminari.

-Pues no sé bro. Me presenté, pero él no se presentó. Chico sin presentar, ellos son Kirishima, Bakugo, Sero, Jiro y Mina. Mis bros y sis.

Tuve que hacer un esfuerzo para no rodar los ojos. Este chico me parecía realmente estúpido. Se mostraba despistado y ausente en ocasiones, por lo que sería difícil tratar con él. En algunas ocasiones, era mucho más fácil tratar con alguien listo que te podría descubrir a hablar con un idiota que no sabías por donde te iba a salir. En algunas ocasiones, comenzaba una conversación con gente como Kaminari y a los pocos segundos te cambiaban de tema. No sabría decir si eran idiotas o sencillamente muy inteligentes para hacer cambios de tema tan drásticos como los que hacían.

-Creo que ayer me mordió un pulpo en la playa.

O este, sencillamente, era imbécil.

- ¿Tu quirk es de hielo? Porque llevas congelado desde que llegaste, bro. – Hace con los labios y brazos el sonido y gesto del típico platillo de broma. – Soy Sero, por cierto. Que Kaminari no nos presentó adecuadamente.

Me extendió la mano para estrechársela. Supuse que tendría que hacerlo y además presentarme, porque quedaría descortés no hacerlo aunque ser descortés me importase bien poco. Decidí estrechársela.

- Llámame Kōri. Efectivamente, tengo un quirk de hielo. Tienes buen ojo, Sero.

-No es lo único que tengo bueno, Kōri.

Me guiñó el ojo. Este maldito me guiñó el ojo. Parece que no sabe lo que yo amo a mi querido Keigo, pero pronto lo sabría. Quería rescatarle de las garras del animal en el que estaba. Curiosamente, me daba igual la forma de arrebatárselo a Endeavor. Solo quería tenerlo para mí, mantenerle alejado y protegido del mundo, aunque alguna vez me habían dicho en la Liga que mi pensamiento no era sano y que debería hacérmelo mirar. ¿Quiénes se creían ellos para decir que yo soy el que no tiene bien la cabeza? ¿Por qué no ellos?

- ¿Intentando ligar con otro, Sero? Pensaba que yo era la única persona que yo te gustaba.

De nuevo, apareció en escena la chica rosa, creo que su nombre era Mina. Se cuelga de Sero y se ríe, provocando una carcajada en su amigo. Al parecer, no intentaba nada conmigo, solo quería bromear, como hacía con sus amigos. Interesante. No tendría que ver a mi amado pelear con este intento de persona.

- ¿Quieres que te haga una playlist? Le he hecho una a cada uno de esta clase, hacerte una no me llevaría ni cinco minutos. – Se levantó y me extendió su mano. – Jiro. Encantado, Kōri. El único que no ha intervenido aún es Bakugo, lo que es raro, porque siempre le gusta gritar y cosas así.

- ¡Cállate, Jiro! Sencillamente no quiero hablar en este jodido momento. – Tenía los ojos fijos en uno de nuestros compañeros. Más concretamente, en un chico de pelo verde que me recordaba a una lechuga. Creo recordar que se llamaba Izuku Midoriya, había oído su nombre cuando le gritaron en la asamblea de presentación.

- Pues no hables. En vez de eso, puedes seguir suspirando por Midoriya. Ah espera...
No querías que se supiese.

Con esto, él se me lanzó encima para pegarme, a lo que yo respondí. Nos intentaban separar, pero no lo lograban, hasta que llegó él.

- ¡Alto!

POR FIN HE VUELTO.

Pido disculpas por faltar tanto a las actualizaciones de mis fanfics.

Espero que os haya gustado este capítulo!

Si alguno tiene dudas o quiere comentar algo, puede, excepto comentarios ofensivos, claro.

Nos vemos en el siguiente.