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Busan, Corea del Sur
14 de Septiembre, 2024

Para mi amado Han JiSung:

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En un universo lleno de estrellas, yo era la luna.

Hannie, ¿recuerdas el día que nos conocimos? Yo estaba muy nervioso, era mi primer audición en la empresa, me sentía realmente aterrado. Me viste a lo lejos, no sé cómo te diste cuenta de mi estado, pero te acercaste y me dijiste "estarás bien, ya te has esforzado por llegar hasta aquí". Me regalaste la sonrisa más linda que pude haber visto en mi vida, creí que eras un ángel.

Y ese día me fue bien.

Quería verte de nuevo, quería darte las gracias, quería ver esa bella sonrisa y esos ojitos tiernos solo una vez más. Pero no pude encontrarte.

La siguiente audición estuvo mal, fue decepcionante, así que decidí que tú serías el apoyo que necesitaba; ahora tenía un incentivo para buscarte.

Caminé por todo el edificio, busqué en todas y cada una de las salas, y realmente deseé no haberte encontrado en esa ocasión.

Te vi temblando, tus ojos dejaban escapar lágrimas que se perdían en algún punto de tu mandíbula, él te tocaba, te tocaba como si fuera su única necesidad, su única preocupación; tú le repetías cuánto te gustaba en medio de su beso, pero él ni siquiera te miraba a los ojos.

Incluso yo podía sentir tu dolor.

Quise irme en silencio, parecía algo íntimo, no era de mi incumbencia, pero mis pies torpes hicieron demasiado ruido al tratar de retroceder.

Lo escuché gritarte, lo ví exaltarse, y recuerdo la manera en que recalcaba que era tu culpa haber dejado la puerta intencionalmente abierta aún cuando le afirmaste que no fue tu culpa.

Tuve que sacarte de ahí para evitar cualquier otra situación más grave.

Me veías con melancolía, tus ojos me decían que te dolía lo que había sucedido, así que me contaste todo.

Me contaste cómo te habías enamorado perdidamente de Christopher Bang, cómo él te había apoyado en todo hasta que decidiste confesarte, cómo su relación fue en decadencia, y la manera en que te aferrabas desesperadamente a cualquier muestra de afecto que él te diera.

Claro que no lo dijiste de esa manera, pero podía escuchar la voz de tu alma por medio de las lágrimas que bajaban por tus mejillas, ella me decía que tu felicidad pendía de un hilo.

"Eres demasiado bonito para llorar así", pensé, y es la primera vez que te lo digo: él nunca mereció una sola de tus lágrimas.

Decidiste hacerte mi amigo, y fue la mejor etapa de mi vida.

Al menos por los primeros meses, esos días en los que compartíamos nuestro día a día con el otro, comíamos, salíamos y nos divertíamos sin importar nada más, era divertido pasar tiempo contigo.

Pero entonces mi corazón empezó a latir más, fue cuando supe que no había punto de retorno.

Te amé desde que te conocí, eras una persona tan cálida y tan amable, decían que tenías un temperamento terrible, y que no sabías controlar tus emociones, pero siempre fuiste cálido para mí.

Te amé tanto, que mis días parecían vacíos si no escuchaba tu voz, hablando de cualquier cosa, contándome sobre el anime más reciente que habías visto, o contándome cómo estuvo tu día, solamente quería escuchar tu voz.

Pero justo en esos momentos, me dolía.

Me dolía escucharte hablar, me dolía ver tus ojos brillosos cuando él te mandó llamar, parecías tan emocionado que me dolía, porque eras capaz de dejar absolutamente todo con tal de atender al único hombre que jamás apreciaría realmente la increíble persona que vivía en ti.

Y era tan injusto.

Porque mientras yo me esforzaba en mantener al tierno Han JiSung, él solamente tomaba y drenaba todo mi arduo trabajo.

Era injusto porque yo me llevaba la parte de las lágrimas, esos minutos en que mi corazón se sentía estrujado por tus sollozos entrecortados; pero él recibía solamente tus sonrisas, esas que yo luchaba por mantener.

No era justo, ni siquiera para ti.

Pero lo amabas, y estaba consciente de ello.

Estaba consciente de que yo no era tu prioridad.

Por eso me tomaste por sorpresa cuando me ofreciste empezar a salir.

Admito que, al principio, creí que era mi única oportunidad, que finalmente había logrado que te fijaras en mí, que al fin habías comprendido con cuánto amor y devoción me acercaba a ti.

Pero me explicaste ese terrible plan.

Porque parecía ser que Christopher "Perfecto e Inigualable" Bang había sido descubierto por alguien más mientras se acercaba de manera íntima a ti, pero nadie podía saber que él era gay, no, ¿qué dirían sus familiares? ¿Sus amigos? ¿La gente con altas expectativas en él?

Para él, ser gay públicamente era caer en el fondo del pozo de la miseria.

Y, sabes lo que dicen, "un escándalo tapa otro escándalo".

Apareció en unos días, en la primer plana de todas las revistas de chismes y moda del país:

"Han JiSung (3RACHA) y Lee MinHo (solista), de JYP, anuncian estar en una relación"

Me encantó ver tu nombre escrito junto al mío, había miles de comentarios deseando que tuviéramos una vida y una relación feliz, otros tantos que se oponían y otros que se lo tomaron mal. Pero, a final de cuentas, todos nos veían como una pareja, y eso me hacía feliz.

Aún cuando sabía que todo era una farsa.

Fuiste amable en avisarme, te lo agradezco mucho, así podía estar al tanto de que cualquier gesto romántico era solamente en pro de mantener la máscara que estábamos cargando, así evitaba que mi corazón y mi mente se ilusionaran con cada uno de esos gestos.

Pero eras tan genuino, llegué a olvidar que estabas actuando.

¿Recuerdas cuando empezamos a hacer lives juntos?

Me divertía mucho, parecía que el tiempo se detenía solo para nosotros dos, ¿era el único sintiéndose así? Tal vez así lo era. No importaba, en realidad, era feliz recibiendo tu atención aunque fuera por un tiempo corto.

Era feliz, completamente feliz, cuando me decías "te amo" y me sonreías como siempre, cuando tus ojos brillantes se encontraban con los míos y mis manos sudaban por los nervios, era feliz sabiendo que te sentías cómodo compartiendo tu tiempo conmigo aún cuando yo solamente era la cortina de humo que impedía que Christopher saliera afectado.

Aún lo odio.

Sé que ahora no puedes compartir mi sentimiento, pero si lees esto en donde sea que te encuentres, quiero que sepas que él tuvo la culpa.

No quiero incriminar al amor de tu vida, sabes que no soy ese tipo de persona... Pero mereces la verdad.

Y la verdad es que mi corazón arde como el infierno tan solo recordando cómo empezó a caer todo.

¿También lo recuerdas?

Llevábamos un tiempo "saliendo", las aguas se habían calmado y ya nadie parecía sospechar que Bang fuera gay, así que volvió a buscarte, y tú volviste a ceder.

Pero esta vez fue peor.

Mirando atrás, me pregunto, Hannie, ¿creíste que el cambiaría?

Me dolió tanto verte llorar incansablemente cada vez que terminaban tus "citas" con él. Me dolió tanto cuando te lastimaba por sus ataques de celos y su toxicidad excesiva. Me dolió cuando empezaste a creer que todo era tu culpa, que eras provocativo, que eras ingenuo, que era responsabilidad tuya su manera irresponsable e irracional de actuar.

Me dolías, Hannie.

Pero no podía hacer nada más que estar ahí para ti.

Porque yo era la luna.

Mi único trabajo era cuidar que los meteoritos no te atacaran, mi trabajo era mantener un equilibrio en el océano que era tu alma, mi trabajo era solamente ser tu escudero, ti compañía, tu soporte.

Pero no podía protegerte de los rayos del sol.

Para mí, tú eras el sol... O eso creí al principio.

Después entendí que, en realidad, tú eras el planeta y yo tu satélite natural.

Podía reflejar un poco de luz, sí, y podía alumbrar un poco tu alma, sí; pero nada de eso era por mí.

Tus sonrisas brillantes, tus cambios de humor, tus preocupaciones, tus angustias, tus tristezas, tus horas de sueño... Todo era ocupado por el sol.

Y me dolía no poder protegerte de él.

Recuerdo bien la ocasión en la que simplemente fue demasiado, llegaste a mi departamento con muchísimas marcas en tu cuerpo... Incluso ahora me da pánico recordar la escena.

Te pregunté qué sucedió, dijiste que era tu culpa, que habías hecho algo que no le gustaba y por eso él te había tratado así.

Hannie, ¿por qué le creíste?

Yo te dije incontables veces que no era tu culpa, que no era tu responsabilidad, que el problema no eras tú. Pero toda tu fe estaba puesta en él.

Recuerdo cómo anunciaron que estarías en un descanso por un periodo indefinido, la cuestión de salud a tratar era reparar tu fragmentado corazón.

Te quedaste conmigo, te cuidé y te atendí con la misma devoción y el mismo cariño que siempre he expresado por ti.

Decidí que confesaría mis sentimientos, pero me aseguré de decirte que no esperaba nada a cambio, que estaba bien viéndote desde lejos, porque para mí era más importante tu felicidad.

Esperaba que entendieras que quería verte feliz.

Esperaba que entendieras que mi corazón se apretujaba cada vez que venías a mí, con tus ojos acuosos y tú garganta seca, lamentando las penas de un amor unilateral, uno en donde nada era seguro, donde solamente había sexo y un poco de apoyo laboral.

No esperaba que creyeras que eras una carga.

JiSung, nunca me sentí agobiado contigo, discúlpame, tal vez me expresé mal y te hice creer que eras un peso demasiado grande para mí.

No era así.

No habías sido una carga para nadie, la única persona que te hacía sentir así era ese hombre sobre el que giraba tu órbita, él te hizo pensar que todos buscábamos algo de ti y que debías estar a la talla de las expectativas de los demás.

Y no era así.

Pero tú lo creíste tanto que te dejaste morir.

Saltabas tus comidas, dejaste de salir, dejaste de tomar tus medicamentos y dejaste de comunicarte con el mundo.

Un día me llamaste y me pediste perdón, dijiste que sabías que tú no eras una molestia para mí, pero aún así, en tu mente, esa idea era turbia y parecía carecer de sentido.

No podías creer merecer un cariño genuino.

Me alarmé en esa ocasión, era un mal momento para ti, esa mañana sentí que algo no iría bien y así fue.

Entré al departamento, te busqué y te encontré, y odié haberte encontrado.

Fue horrible anunciarle al mundo que tú hiatus sería eterno ahora.

Ji, te extraño tanto.

Incluso ahora, mientras escribo esto, no pienso que hayas sido una carga para mí.

Eres más bien el recuerdo de una estrella que se extinguió en silencio, pero cuya luz aún alcanza a iluminar un poco el cielo nocturno.

Te veo en mis sueños, recuerdo cada una de tus expresiones, iluminas mis noches más oscuras y me proteges en medio de la lluvia más densa.

Pero no he dejado de ser la luna.

Siempre se habla de lo que sucedería si la luna desapareciera y dejara solo a su planeta, las catástrofes naturales y el caos que se desataría.

Pero poco se habla de lo que pasaría si la Tierra desapareciera dejando solo a su satélite natural.

JiSung, ahora no tengo razón de ser, durante los años en que nos conocimos, tú fuiste el único atisbo de felicidad y alegría que lograba tocar mi corazón. Eras mi propósito, mi motivo, mi aliento. Mi rutina giraba en derredor de ti, mis pensamientos giraban en derredor de ti, mis acciones giraban en derredor de ti. Eras lo que mantenía mi órbita estable.

¿Qué haré ahora?

Siento cómo lentamente, poco a poco, me extingo junto contigo.

Pero no puedo morir.

No, porque si me esfuerzo hasta que no pueda más, podré estar orgulloso de haber aguantado lo suficiente para volver a reunirme contigo.

¿Sería justo de esa manera?

Christopher está viviendo bien, no te preocupes por él. Todos en la empresa saben bien lo que sucedió, pero no quieren hablar porque no hay pruebas suficientes.

Yo ví todo de primera mano, pero no tengo manera de comprobarlo, perdóname, desearía poder ayudar en algo más.

Esta será mi única carta para ti. Me gustaría hacerlo en cada uno de tus cumpleaños, pero no tengo la fuerza suficiente para venir hasta acá en cada uno.

Me recuerda que habíamos planeado visitar la playa el día de tu cumpleaños.

¿Dejaste escrito que querías ser sepultado cerca de la playa por eso?

Puedes responderme cuando nos volvamos a encontrar.

No volveré a escribirte, pero te hablaré desde mis sueños todas las noches, sería genial si apsrecieras en alguno de ellos.

Ah, ¿recuerdas a Soonie, Donggie y Dorie? También te extrañan, usan tu suéter favorito como cobija por la noche, a final de cuentas, realmente te apreciaban.

No quiero terminar esto, no quiero terminar esta carta, no quiero sentir que perderé el contacto contigo.

Esta noche, mientras estoy soñando, dime si me permites tener una foto tuya en mi billetera, así podré recordarte en todo momento, aunque creo que será difícil el tratar de olvidarte.

Gracias por escuchar mis conversaciones larguísimas acerca de las estrellas y los planetas, me alegraba mucho saber que disfrutabas escuchándome hablar de algo que me apasionaba.

Te amé, Han JiSung, te amé, te amo, y probablemente te amaré por toda la vida.

Mi querido planeta, que brillaba más que cualquier estrella.

Te veré cuando llegue el momento, por favor, espera por mí.

Con amor,
Lee MinHo, tu luna.

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