-☽; Niña | Obito Uchiha
❁્᭄͜͡Ficha de Información.
ೃ࿔Pareja/s: -
ೃ࿔Personaje Principal: Uchiha Obito
ೃ࿔Advertencias: si lo digo pierde el chiste, así que idk.
ೃ࿔Anime/Manga/etc: Naruto.
Narrador Omnisciente.
La niña había pasado por miles de lugares; solitarios, viejos, tenebrosos, oscuros, todos en una ubicación totalmente alejada de los demás, pero ninguno se comparaba al nuevo hogar.
─Este será nuestro nuevo hogar. ─Habló el azabache, sosteniéndola de la mano.
─Papi, este lugar está muy bonito, ─habló la pequeña castaña observando las flores que rodeaban la pequeña casa.─ pero esta un poco... ¿abandonado?
─Esta perfecto para nosotros. ─Sonrió el Uchiha, no importaba si el lugar estaba abandonado, solitario o feo, él haría lo posible porque no lo alejaran de su niña.
─¡Claro papi! ─sonrió la de ojos negros para luego correr hacia el prado, empezando a observar y oler algunas flores.
Obito no se preocupó, le gustaba que su niña fuera tan obediente e inocente, cinco años después de todo, no haría preguntas ni reprocharia nada, todo estaba bien, hasta que el atacará, su mayor enemigo, el tiempo.
─¿Por qué no puedo salir? ─cuestionó con una mueca la niña.
─Sales al patio todo el tiempo, ─respondió el hombre mientras acomodaba los trastes recién utilizados.─ No es que vivas encerrada.
─Lo se papá, pero me gustaría ir a caminar al pueblo, algún lugar con más personas, no se, tener amigos, ir a la escuela, cosas que haría una niña normal de doce años.
─Eres una niña normal, ____. ─Respondió el Uchiha mostrando un ceño fruncido, ya no se hablaría más del tema.
La niña solo suspiró y observó a su padre, nuevamente recordó; ¿cómo sería su vida si su madre estuviera con ellos?─ Cuéntame pa', ¿Cómo te enamoraste de mamá?
─Rin... ─soltó un suspiro, como si de un enamorado adolescente se tratase, causando que la pequeña le prestará atención.─ Rin siempre me apoyo en todo, estuvo acompañandome siempre, su alegría, compasión y ternura quizá fueron los que llamaron mi atención.
─Oh... ¡Qué dulce! ─exclamó la pequeña con un sonrojo en sus mejillas, sin duda una figura exacta de Rin, a excepción de sus ojos, claro.─ ¿Y cómo era ella? Físicamente. ─volvió a preguntar.
─Ella era exactamente igual a ti. Cabello corto y marrón, al igual que sus ojos. Su piel era tan blanca, se veía muy tierna cuando se sonrojaba. ─Explicó el Uchiha.
─Entiendo... ¡Entonces! ¡Mis ojos y la rebeldía de mi cabello se deben a ti, papá! ─exclamó felizmente.
─Si... es por mi. ─respondió un poco desilusionado.
─Me gustaría haber conocido a mi mamá.
En un momento de mimar a la pequeña Obito corrió hacia el sótano, dejando como curiosidad a la niña. Antes de que ella pudiera ingresar al lugar su padre ya había salido, volviendo a dejar aquella puerta con un gran candado.
─Te tengo un regalo, este collar era de tu madre, ─habló entregándole dicho objeto,─ te lo dio cuando naciste, pero tuve que guardarlo para evitar que se perdiera, creo que ya estas en edad de poder cuidarlo.
Alegría y emoción expresaron el rostro de la pequeña castaña. Salto y abrazo a su padre, anhelaria y cuidaría aquel objeto con su vida.
Obito pensó que le había dado un gran regalo a la pequeña, sin imaginar que realmente le había sembrado nuevas dudas.
─Pāpá ─llamó alargando la primera vocal.─ ¿Enserio te tienes que ir?
─Si, cariño. ─Respondió con tristeza, no quería dejar sola a su hija.─ Pero es un asunto importante.
─Pff, de acuerdo. ─Antes de que la adolescente saliera de la habitación el azabache la detuvo.
─____, tienes quince años, por favor, no vayas a salir, si llaman a la puerta no respondas, dejaré todo con seguro. ─Advirtió con un tono severo.
─¿Por qué no? ─nuevamente la curiosidad de la chica lo frustraba.
─Solo, por favor, no quiero perderte, el mundo de afuera es malo, harían lo que fuera por separar a una hermosa niña de los brazos de su padre. ─____ vio como los ojos de aquel hombre se cristalizaban, analizó la situación y asintió.
─Claro, papá, no saldré, te esperaré aquí. ─Respondió causando felicidad en Obito.
─Gracias, mi niña. Volveré mañana por la tarde. ─Levantó su bolso y le dio un abrazo a la castaña.─ Te quiero.
─Yo también, vuelve sano.
Y con esas últimas palabras el Uchiha partió, totalmente feliz; su pequeña niña había entendido finalmente.
Las personas no estaban listas para conocer a su adorada niña, el mundo no estaba listo para encontrarla, su corazón ya no se encontraba abandonado y él no estaba dispuesto a que le quitaran a su niña, no lo estaba.
Bajo las escaleras dispuesta a almorzar un gran vaso de agua, le encantaba cuando su padre se iba, pues ella podía hacer lo que le diese en gana, almorzaba lo que quisiera, se despertaba a la hora que quisiera y dormía a la hora que deseará.
Inconsciente su mano fue hacia su collar, el collar de su madre; un veloz recuerdo vino a su mente.
"─Te tengo un regalo, este collar era de tu madre, te lo dio cuando naciste, pero tuve que guardarlo para evitar que se perdiera, creo que ya estas en edad de poder cuidarlo."
─El sótano... ─se dijo a si misma, nuevamente la curiosidad la invadió, quizá en ese sótano habría más cosas de su madre, sonrió ante la idea y corrió a el.
Desilusionada golpeó su cabeza contra la puerta, se encontraba con llave, al igual que la puerta de entrada de su hogar, pensó un momento y recordó haber visto a su padre guardando un gran monto de llaves en un cajón, sin más que esperar comenzó a buscar en todos los cajones que veía. Una hora después encontró aquel monto, corrió a la puerta del sótano, la abrió y empezó a bajar lentamente las escaleras de este.
El lugar estaba totalmente empolvado, sucio, lleno de cajas, descuidado, completamente abandonado.
Busco y busco entre las cajas, alrededor de media hora, hasta que encontró una que le llamó la atención.
Una fotografía, su padre se encontraba ahí, junto a la que deducía era su madre y otro hombre de cabellos plateados.
—"Rin Nohara, Obito Uchiha, Kakashi Hatake y el pequeño ángel del equipo" —interpretó las palabras detrás de la fotografía.
La castaña sostenía un pequeño bulto entre sus brazos, sonrió emocionada al imaginar ser ella.
Separo aquella fotografía mientras seguía buscando en la caja, no se arrepentía de haber bajado.
Sus manos pronto encontraron un periódico, observó la fecha;— Hace quince años. —Habló para si misma, no le hubiera tomado importancia, pero aquel título llamó su atención; "Desaparece la pequeña Hatake"
Lo dejo junto a la fotografía, dispuesta a leerlo luego y continuó rebuscando en la caja, se encontró con otros dos periódicos, a ambos los colocó en el mismo lugar que el anterior, sin darle demasiada importancia.
Finalmente hallo una placa.
—Obito Uchiha, oficial de Konoha. —Leyó con orgullo, al no hallar más cosas interesantes en la caja prosiguió a leer los periódicos.
Tan pronto como sus ojos pasaron por el primer párrafo de la noticia, la niña cayó al suelo, desbordada de sorpresa.
"Desaparece la pequeña Hatake.
A los cinco días de que la señora Rin Nohara, esposa de Kakashi Hatake, diera a luz a su primer hija, ambas fueron atacadas en el hospital público de Konoha, causando la desaparición de la bebé; ____ Hatake, los padres no han querido dar información y todavía se busca la ubicación de la pequeña.
[.Más información: página 8]"
Totalmente sorprendida y apunto de soltar lágrimas, su cabeza empezó a doler, decían que ella era una Hatake no Uchiha, que su madre no estaba con su padre, que ella desapareció...
"Se halla al secuestrador de la pequeña Hatake.
Luego de tres semanas de búsqueda e investigación, se encuentra como culpable a Obito Uchiha, ex oficial, compañero de Rin Nohara y Kakashi Hatake.
El acusado se encuentra prófugo, actualmente no se hayan pistas de su ubicación junto con la menor.
[.Más información: página 11]"
—Mi... mi papá —gimió entre lágrimas la castaña, intentando aclarar su mente, intentando entender. Con las manos temblando tomó el último periódico, observó la fecha.— Es de... de hace dos semanas. —Sus ojos buscaron información pero no encontraban nada que tratará del tema, hasta que leyó unas palabras resaltadas.
Sin dudar tomó el periódico y la fotografía y salió corriendo del sótano, intentando correr hacia la puerta de salida.
El Uchiha llegaría pronto, si se apresuraba quizá cuando él volviera ella estaría lejos, en definitiva, ella escaparía.
Aún temblando y llorando logró abrir la puerta dejando en el suelo aquel monto de llaves y el periódico.
—¡____! —ingresó al hogar gritando al notar como la puerta se encontraba abierta, cuando recogió el diario su rostro palideció;
"Después de años de búsqueda, la pareja Hatake cancela la búsqueda de su hija", ____ se había enterado. Dejo todo en el suelo y salió corriendo, él no estaba dispuesto a que le quitaran a su niña, no podía dejar que le quitaran al segundo amor de su vida.
Corrió y corrió, tanto como sus temblorosas piernas se lo permitieron, abrazo la fotografía tan fuerte como pudo, estuvo a punto de rendirse cuando a los lejos pudo divisar un pequeño pueblo, sonrió aún con los ojos hinchados e intentó correr.
Estaba a unos pasos de la primera casa cuando sintió que debía voltear, dio media vuelta y el miedo la invadió, él venía hacia ella, la había encontrado, sin ninguna explicación todas sus fuerzas volvieron a ella causando que volviera a correr, deseando encontrar alguna persona que pudiera ayudarla.
Nuevamente pensó en rendirse, pero desechó todas esas ideas cuando los vio, a unos diez pasos se encontraban dos chicos; uno rubio y un azabache.
—¡La próxima vez me negaré a venir contigo en vacaciones, deberas!
Ambos detuvieron su discusión al ver cómo ella se acercaba.
—Yo... por favor, yo- intentaba pronunciar palabra, lo cual no daba resultado, aún soltaba lágrimas.
—¡____! —Se escuchó a sus espaldas.
Rápidamente el azabache sacó sus conclusiones;— ¿Huyes de él? —cuestionó sosteniéndola de los hombros, logrando que se tranquilizará un poco, cuando obtuvo un asentimiento por parte de la chica miró a su rubio amigo, ambos se miraron como si ya supieran lo que debían hacer.
—Llévala con ellos, Sasuke. —Ordenó el rubio al mismo tiempo que empezaba a caminar hacia Obito.
Sin esperar más Sasuke tomo la mano de la castaña y empezó a correr con ella. ____ abrazo aún más la fotografía, siguiendo al azabache. Ahora entendía muchas cosas; el porqué no podía salir, el porque siempre vivían en lugares alejados y desolados, el porque el Uchiha siempre se entristecía cuando ella preguntaba si sus ojos y la forma de cabello era causa de él, finalmente entendía muchas cosas.
—¡Itachi! ¡Itachi! —Los gritos la sacaron de sus pensamientos.— Itachi, encontramos a esta chica huyendo de un hombre. —Escucho como Sasuke le explicaba todo al chico.
—Iré con Naruto, llévala con Minato-San. —Dijo mientras la miraba fijamente y fruncía el ceño, pronto sus ojos se abrieron y salió corriendo hacia donde se encontraba Naruto.
Las horas pasaron y luego de varios abrazos y lágrimas de una pelirroja desconocida el hermano mayor de Sasuke volvió junto al rubio, no habían podido atrapar a su "padre".
Pronto todas esas personas que la encontraron, junto a ella, emprendieron un viaje hacia "Konoha", le informaron que haya encontraría a sus padres reales.
Durante todo ese tiempo ella no habló, solo lloró en silencio, aún abrazando aquella fotografía.
Luego de concluir su viaje, el escenario cambió a una gran comisaría, le pidieron que esperará, se sentía bastante incómoda, iban seguido a preguntarle su nombre y la observaban por mucho tiempo.
Oyó como las puertas eran abiertas y cerradas abruptamente, su vista viajó a la entrada y ahí la vio; una mujer castaña, de ojos marrones, lloraba a cántaros, mientras que a su lado el mismo hombre de cabellos plateados y ojos negros de la fotografía la abrazaba por el hombro, tan pronto como sus miradas se cruzaron la mujer se acercó a ella corriendo, la observó por unos segundos y se lanzó a abrazarla, ella era su madre, Rin.
"—Rin era muy sentimental."
Escucho la voz de Obito en su cabeza, cuando pudo notarlo ella también se encontraba llorando y aquel hombre también las abrazaba.
Finalmente la niña habia encontrado a su familia, finalmente ella podía ser alguien normal.
Ella era feliz.
Pero Obito había quedado destrozado, totalmente solo.
Su pequeña niña lo había dejado, no solo a él. Ella también había dejado a su corazón totalmente abandonado.
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