-☽; Deseo | Oikawa Tooru
❁્᭄͜͡Ficha de Información.
ೃ࿔Pareja/s: Oikawa Tooru x Lectora
ೃ࿔Personaje Principal: Oikawa Tooru
ೃ࿔Advertencias: Angst (?)
ೃ࿔Anime/Manga/etc: Haikyuu!!
Narrador Omnisciente.
Si en el pasado le hubieran dicho que podía desear algo, sin duda habría respondido al instante y sin titubear; "Alguien que no me deje"
¿Y quién no? Es razonable soñar con alguien que esté para contestar llamadas a las 3a.m., alguien que sospeche con algún pequeño gesto y llegue sin avisar para ayudar a calmar cualquier emoción negativa, eso deseaba a la edad de 17 años, justo en ese momento.
Sentada en el suelo, llorando y tratando de calmarse, no quería terminar con nuevas heridas, no de nuevo.
Las lágrimas humedecieron su fleco este le cubría la vista, sus mejillas ardían, sus manos temblaban, su reaparición faltaba y solo deseaba que aquel ataque de pánico parara y la dejara libre.
Solo deseaba un poco de ayuda.
—Ey, ¿estás bien?
Y lo escuchó.
Prometio nunca olvidar aquella suave y brillante voz.
Prometio tantas cosas... prometieron, mejor dicho... que lástima.
Y se alejó de él lo más rápido que pudo, más por miedo que por sorpresa.
Su respiración empezó a cortarse con más velocidad y él lo notó.
—Tranquila, tranquila, todo estará bien.
Oh, palabras que supieron conquistar y acoger su alma.
Palabras que siempre espero oír.
—Soy Oikawa...
Él buscaba alguien a quien cuidar y ella buscaba ser protegida, parecido pero no lo mismo.
Y ambos pensaron que eran lo que estaban buscando, ambos se llenaron de ilusiones que no los llevarían a nada, pero ¿qué más da?, después de todo... somos víctimas de nuestra cruel imaginación.
Oikawa nunca supo explicar el sentimiento que nacía en su ser cada vez que la veía, le gustaba ver que aquellas lágrimas cayeran, no en el mal sentido, se sentía feliz de saber que era el único capaz de poder detenerlas, se sentía feliz de ser el único que pudiera acercarse a ella sin que le diera un ataque de pánico.
—Solo quiero cuidarla, me gusta... me gusta pensar que solo yo puedo consolarla —le contó a su amigo—, _____ es alguien llena de problemas... me gustaría... quedarme a su lado.
—Quizá te gusta —respondió Iwaizumi sin importancia.
Oikawa quedó pensativo el resto del día, ¿le gustaba?
No supo responderse hasta que la vio salir de su colegio. Tampoco le importo cuestionar a su cuerpo por qué había sido guiado a la preparatoria Karasuno con tanta velocidad.
Ella caminaba con tranquilidad y intentando evitar a toda persona a su alrededor, tan pequeña y tan frágil, la siguió sin que ella lo notara, unas cinco calles observando como caminaba con audífonos, veinte minutos sentada en una banca cualquiera observando el atardecer, llanto durante unas calles más, y se detuvo fuera de una casa, parecía dudar bastante de ingresar a aquel lugar, seco lo que pudo de su rostro y sin mirar atrás ingreso a su llamado hogar.
Oikawa quedó esperando y pensando en la nada por unos minutos en la calle, no reaccionó hasta que su teléfono sonó con un mensaje de su mamá preguntando si estaba bien y que se apresurara porque ya era tarde.
Justo cuando intento retomar su camino escuchó un grito del interior de aquel lugar, entro en pánico, y temió lo peor.
Pero no pudo más que marcar el número de la chica en ese momento, estaba preocupado.
"—¿Si?"
Escucho aquella respuesta tan temblorosa que su corazón se estrujo.
—¡Ey!
Y entonces comprendió finalmente...
_____ le gustaba.
—¿Cómo estas? ¿Qué tal tu día? La verdad es que algo me dijo que te llamara —empezó a hablar mientras retomaba su camino a casa.
"—Pues... pues n-no lo sé"
—Vamos, cuéntame, o... ¿prefieres que te cuente de mi maravilloso día? ¡Sabes me di cuenta de algo impresionante! —Trato de sacar una conversación para distraerla
"—Cuéntame tu día..."
Y parecía funcionar.
"—...creo... creo que me gustaría oír de que te diste cuenta"
Si, _____ le gustaba muchísimo.
—¡Gran Rey! —exclamó Hinata al ver al castaño parado fuera de su preparatoria— ¿Es que acaso estas de infiltrado?
—¡Oikawa-san! ¿Qué necesita? ¡¿Es qué acaso busca algún enfrentamiento?! —siguió Tobio.
Tooru paso de largo ignorando por completo al par, acercándose a la chica que se había quedado estática al verlo en la entrada.
Parecía un cursi película romántica, finalmente la escena esperada por todos los espectadores, o algo parecido, ahora venía una bella declaración.
—¡Me gusta cuando lloras! Yo- es decir no que llores, pero si me gusta que llores porque yo... nono, no quise decir eso.
O el intento de esto.
—¡El punto es que me gusta saber que solo yo puedo consolarte! ¡Porque me gustas mucho!
Fue una lástima que un chico que buscaba ser amado de verdad eligiera a una chica que nunca aprendió, ni siquiera, a querer.
•••
"¿Sabes cuál es el problema de amar a alguien como ella? Una persona que ha pasado y superado tantos problemas"
Oikawa amaba poder ser la única persona que pudiera calmar el llanto de su novia.
Pero amaba más cuando ella...
—Te amo...
Cuando ella lo amaba.
Podría llamarse necedad, o estupidez, pero él finalmente pensaba que había encontrado alguien que lo quisiera con todo su ser, alguien que lo apoyara en todo... alguien que lo amara, o eso creía.
Creía que conocía todo de ella, creía que la estaba curando con todo su amor y cariño.
—Escucha, linda novia...
—¿Hmm? —cuestionó ella, observándolo con duda.
—Ven conmigo, a Argentina, —propuso sonriendole con alegría— no pienso dejarte sola aquí.
Ella se limitó a asentir y abrazar al castaño.
Y ambos desearon en ese momento, que todo fuera así siempre.
Pero uno nunca sabe lo que pasa por la mente de cada persona, mucho menos en la cabeza de una persona que no termina de curarse completamente, una persona que no sabe amar, y solo ama el hecho de no sentirse sola.
—Hijo... —la temblorosa voz de su madre lo sacó del trance en el que se quedó, y la miró con una sonrisa dudosa.
—Es un chiste ¿verdad? Es imposible que sea ella.
—Es ella.
"El problema de amar a alguien como ella, es que cuando se vaya... solo tú sufrirás... porque ella aprendió toda su vida a estar sola"
Había pasado por cosas así antes, pero nunca le había dolido tanto.
Con ropa negra y una foto de ella en mano.
"—Te amo"
Si lo amaba, ¿por qué lo había abandonado?
Y recordar aquellas dulces dos palabras le cortaban el corazón de a poco.
Sentía que se ahogaba, sentía que no podía respirar, sentía que moriría. Pero a pesar de todo eso, sabía que aún se mantendría con vida, porque dolía, dolía mucho... y no podría acompañarla, no aún.
Sus ojos ardían tanto, y su cabeza le dolía millones, pensó que había terminado de enloquecer y que la mejor idea sería ir a un psiquiátrico cuando la vio frente suyo, con una triste sonrisa y lágrimas cayendo por sus ojos, cuando
—Te amo.
Fue lo que escuchó. Y a su mente solo pudo venir un solo deseo, por última vez.
—Deseo... alguien que no me abandone —murmuró antes de caer al suelo.
Y fue el mismo deseo que pidió ella antes de sentir todas las energías abandonar su cuerpo.
—Deseo... alguien que no me abandone.
Después de mucho se pudo cumplir el deseo de alguien tan caprichoso, pues se lo llevó con ella.
Alguien que amo con profundidad, y alguien que no supo amar lo suficiente.
Es una poronga pero bueno, el one-shot estaba medio escrito y ya no sabia que escribir porque no me acordaba que iba a escribir la Arii de meses atrás.
Triste pq me rompieron el corazón, AMÉN.
Sig: Manjiro Sano, uno feliz ;)
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