Érase una vez......

La reina de un reino lejano caminaba por los jardines de su palacio en una época de invierno.

La mujer de nombre Tzuyu, caminaba tranquilamente hasta que vio una rosa que luchaba con florecer en medio del clima frío.

Ella se acerco a esa valiente rosa, que aún con el clima frío intentaba florecer, cuando intentó tocarla se pinchó el dedo con una espina.

La mujer vio la sangre caer de su dedo, un deseo extraño cruzó por su mente al ver la sangre caer de su dedo.

-Quisiera tener una hija de piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre, cabello negro como el plumaje de un cuervo y la fuerza de esta rosa.

Meses después, Tzuyu dio a luz a una hermosa niña de nombre Jeongyeon.

Ella y su esposo, Jungkook, estaban fascinados con la llegada de su pequeña hija, al igual que el pueblo que celebraba la llegada de la princesa.

La princesa creció como cualquier otra, con gracia y belleza.

Era admirada por todos y amada por muchos.

Su madre siempre estaba ayudándola en cualquier cosa. Mostrándole las virtudes que cualquier persona debe tener.

***

Jeongyeon corría desde el prado hasta su palacio, estaba preocupada.

-¡Mamá!- Gritó cuando entró a su palacio buscando a su madre.

-¿Qué sucede Jeongyeon?- Preguntó al ver a su hija entrando desesperada.

-Mira- Sus manos que estaban cerradas se abrieron lentamente revelando a una pequeña golondrina con su ala rota- Lo encontré cerca del prado.

-Oh, pobrecita- Habló agarrando a la golondrina en sus manos- ¿Me ayudarías a cuidarlo hasta que se sane?

-¡Si! Te ayudaré a cuidarlo mamá ¡Déjame ayudarte cuidarlo, por favor!- Suplicó.

-Bien, vamos- Agarró la mano de su hija y se fueron.

***

Era un día soleado, habían pasado semanas desde que la golondrina había llegado y con los cuidados de la reina y la princesa, sanó.

-¿Tengo que dejarla ir?- Preguntó con tristeza la pequeña.

-Mi niña, no podemos quedárnosla. Esta pequeña vive en el aire libre, no puede vivir encerrada.

-Bien- La niña abrió sus manos con la golondrina en ellas- Te extrañaré pequeña- Le susurró a la pequeña y la dejo libre- ¡Vuela mi pequeña golondrina! ¡Se libre!

-¿Tú crees que será feliz?

-Esta en el lugar donde pertenece, será feliz. Al igual que nosotras, que pertenecemos aquí. Pero aún así tenemos libertad- Susurró lo último.

-¡Yo soy muy feliz aquí!- Exclamó con risa risueña.

-Regresemos mi niña- Agarró su mano y entraron de nuevo al palacio.

Y aquí el primer cap, me tardé un poco, pero como ven estoy tratando de hacer algo diferente utilizando los gif y una nueva trama.

Espero que esta nueva historia sea de su agrado ¡Nos vemos en el próximo cap!