XXXV
Mum
Luke hemmings-
Terminé de anotar el pedido y me voltee, encontrándome con Verónica y un Jughead haciendo pucheros mientras entraban.
Me acerqué a ellos casi corriendo, hoy es uno de esos días en los que no puedo parar ni un segundo.
-porfis.
-no, jug. Ya te dije.
-plis.
-no. Hola Betty. -me saludó con una sonrisa mientras ignoraba al niño que seguía haciendo pucheros.
Son muy... Raritos
-hola. ¿Lo mismo de siempre?
Verónica asintió y yo me fuí corriendo a entregarle el pedido a Tabitha.
No mucho después me gustaba -super- cansada recargada en la barra, mientras veía de reojo a Verónica y Jughead hablar.
-hoy el día estuvo cansado, eh, Betty.
Suspiré. Un suspiro largo y fuerte.
-ya lo creo. No siento las piernas de tanto que caminé de un lado a otro.
Ella me sonrió divertida y vió a la mesa de Jughead, que es una de las pocas que aún están ocupadas.
-¿Te gusta?
¿Me gusta?
Es decir, es lindo.
Pero molesto.
Es adorable.
Tiene lindo pelo.
Ojos lindos.
Pero sigue siendo un niño molesto.
-no.
-lo observas mucho.
-no lo observo. -alzó una ceja.
-como sea. Deja de verlos como acosadora. -voltee a verla. Si las miradas mataran, ella ya estaría enterrada.
Solo me encontré con su mira divertida.
Y entonces la campana volvió a sonar.
-ahí viene tu propio acosador personal.
Ahora soy yo la divertida al ver cómo rueda los ojos y me voy.
Paso por la mesa de Jughead para limpiar la que está al lado, la cuál acaban de desocupar.
-¡Betts! -me volteo, encontrándome con Jughead y su enorme sonrisa- ¡Ven con nosotros!
-estoy ocupada.
El vacila un poco y no sabe que decir.
Vero le susurra algo.
-¡Cuando termines vienes!
No lo pienso mucho antes de asentir. Y el aplaude feliz en su lugar.
Esbozo una pequeña sonrisa ante la escena.
Cuando termino voy con ellos y me siento junto a Verónica, frente a Jughead.
Hoy se ve especialmente... Bien. Trae una gran sonrisa, sus mejilla coloradas y el pelo un poco más despeinado, no trae su gorrito de siempre.
-¡Beeeeetts! ¡Dile que sí!
-no, Jughead. Deja de hacer berrinche y no metas a Betty. Ya te dije que no puedo.
-p-pero... Es el último día.
Sus ojitos azules se cristalizan y yo no puedo evitar sentir mi corazón ablandarse ante esa imágen.
El con el labio abultadito, sus ojitos a punto de derramar lágrimas y sus mejillas rosaditas.
Pero solo pienso una cosa.
Contexto, plis.
-¿Qué?
-quiere que lo lleve a le feria que está en greendale. -suspira- Pero no puedo, estoy en tiempo de exámenes y necesito estudiar.
-¿No pueden ir otro día?
-mañana e-es el último día. -murmura.
-¿Mañana? Puedo... Puedo llevarte yo. -¿Qué?- e-es decir, podemos ir, si quieres¿Verdad? N-no es obligación.
Rasco mi cabeza con nerviosismo y veo sus ojitos iluminarse
Sinceramente, no sé que acabo de decir, pero no me arrepiento.
Demasiado relleno 😭
El siguiente capítulo, si sale como creo, estará bonito y les gustará.
Comenten plis.
Es mi regalo atrasado de San Valentín.
Bai
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