LI
You're beautiful
No dice nada pero ahora es él el que acaricia con su mano mi rostro.
Su mano está fría y mi rostro caliente, haciendo que me estremezca.
Bajo un poco la mirada a su brazo y veo que la manga de su suéter se bajó un poco, dejando ver apenas unas finas líneas ya de color rosa, cicatrizando.
Él lo nota.
-no es nada. -se baja la manga del suéter y parece avergonzado.
-no tienes porque avergonzarte -tomé su mano-. Son solo eso, cicatrices. No, déjame corregirme; son las más lindas cicatrices, ¿Sabes el porque? -negó-. Porque son las cicatrices de todas las batallas que has tenido.
-son feas. -puchereó.
Tomo su brazo, alzó un poco su manga y dejo un pequeño beso en una de ellas.
Y luego otro.
Y otro.
Y otro.
-son bellas por el simple hecho de ser parte de ti.
Estoy en mi cama, acostada sobre su pecho, el cuál sube y baja con tranquilidad, mientras me da mimos en la cabeza y vemos una película.
-Betts.
-¿Si?
-¿Alguna vez has tenido novio..antes?
-en realidad... Sí. Uno. Una vez. O, bueno, algo así. Nick, Nicolas. Tuvimos una especial de relación.. solíamos, bueno... Tener relaciones sexuales sin sentimientos de por medio. Y, ¿Sabes? Todo estaba bien hasta que publicó una fotos mías.. bastante comprometedoras.
-oh.. que feo debió ser eso para ti.
-lo fue -suspiro-. No por Nick, él, realmente es un idiota, en realidad porque de la noche a la mañana todos ya habían visto esas fotos.
-¿Qué edad tenías?
-18. Pero era una niña con falta de afecto y estaba desesperada por conseguirlo, así que volví con él -mordí mi labio-. Comencé a juntarme con él y sus amigos, especialmente con Emma. Cómo supondrás, no fueron las mejores influencias. Acabé con una pequeña adicción. Para mí suerte.. pude dejarlo luego de 3 meses de rehabilitación. Pero ya todo estaba muy jodido.
-lo siento.
-no es tu culpa.
-aún así lo siento.
Me enderecé, quedando justo arriba de él y con su cara a escasos centímetros de la mía.
-Gracias. -puso cara de confusión.
-¿Por qué?
-solo gracias. Por existir, supongo.
El se puso rojito.
Hay, que le como los cachetes.
-no pensé que fueras tan cursi.
Rodé los ojos.
-déjame ser, hombre. -él rió y uní nuestros labios, tomándolo por sorpresa, pero no tardó en corresponder. -Aprovecha mi lado cursi porque no saldrá muy seguido.
Murmuré aún sobre sus labios y el rió un poco, antes de volver a hundirnos en un beso.
Maratón 3/3
Si comentan público otro.
Disfruten del maratón 🐱
Comenten.
Bai.
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