III [+18]
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¡Hola! *le lanzan tomates* ok, merecido pero hoy es un día especial ya que regresaré nuevamente, ahora si tomando esté y otro proyecto que tengo en mente, aunque estoy enferma de covid y eso... me causa problemas que me desvían, volviendo al tema.
A partir de ahora (no sé si ya lo mencioné pero bueno) los capítulos pueden ser +18 pero no se preocupen, pondré en el título la advertencia por si gustan pasar, sin más, nos vemos en otro capítulo ¡bye's!
PD: Fanneth es mi OC.
- SkylarkFN. ✨
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- Me gustas.
Un leonin de cabellera blanca estaba enfrente de un chico rubio, estaba con las manos estiradas dándole un chocolate junto con su declaración, era día de san valentin y aprovechó ese día, sin embargo, sólo recibió una risa por parte del contrario dejándolo completamente solo cayendo al suelo de rodillas empezando a soltar lágrimas.
Los meses pasaron después de aquel incidente, había estado saliendo con casi todos los chicos de su clase a excepción de aquel pasado amor.
Era conocido por ser bueno en la cama, aunque varios de ellos de verdad se enamoraban de él sólo terminaban hiriendose entre si.
- Entonces ¿hoy en tu casa? - preguntó con picardía el leonin para acercarse al otro. - Alucard ¿me deseas mucho?
- H-Harith, no me provoques aquí. - suspiro al ver que no paraba, lo tomó de la cintura robándole un beso, beso que se intensificó al meter su lengua y empezar a jugar entre ellas.
Ambos se acercaron a un pupitre que estaba cerca de ellos para empezar a pasarse más de lo que debían aunque se separaron al oír la campana tocar.
- Tranquilo, te esperare donde siempre. - sonrio el albino para darle un beso rápido. - no faltes.
Las clases empezaron, sus pensamientos estaban en otro lado, sobre si estaba bien lo que estaba haciéndo pero después de recordar aquel día sólo asentía para sí mismo.
Se conocían desde pequeños, realmente no sabía con exactitud que era el amor pero después de varios años obtuvo una pequeña respuesta o eso es lo que pensaba.
- ¿Por qué con ellos no siento lo mismo que contigo? - miró su libreta para anotar el nombre de ese chico con quien se vería más tarde en su lista. - sólo falta él y son todos.
Estaba en sus pensamientos sin tomar notas de sus clases, aún con eso era bueno en los estudios y siempre se esforzaba para que lo reconocieran.
Mientras tanto en otro salón se encontraban un chico rubio junto con su pareja, aunque era una academia para sólo chicos ella se metía a escondidas para verlo por petición del mismo.
- H-Harley aquí no. - la azabache se separó un poco del contrario pero aún así fue acorralada en el escritorio soltando un pequeño jadeo. - pueden vernos.
- Shh... - la tomó de la cintura para empezar a besarle con desesperación el cuello de la chica. - Fanneth, te amo.
- Y-Yo también pero si eres rudo yo...
Fue interrumpida al notar que el mayor le había quitado completamente la ropa dejándola completamente expuesta, sin más suspiro para arrodillarse enfrente de aquel bulto que notó que palpitaba al tocarlo.
Bajó su pantalón junto con los bóxers del mago para tomar entre sus manos aquel miembro erecto que gritaba ser atendido.
Sin más lo metió completamente a su boca sacándolo y metiendolo repetidas veces provocando que éste soltara unos cuantos gemidos en bajo.
- F-Fanneth... Yo voy a...
Pasos empezaron a oírse asustando a la pareja pero al notar que aún no era hora del descanso se tranquilizaron un poco, era una clase que al parecer su profesora había tenido que retirarse antes por problemas personales.
El pequeño leonin alcanzó a oír un nombre en particular que lo dejó helado, se acercó lentamente al lugar para pegar su oreja en la puerta mirando a ambos lados para que no lo vieran.
Y si, era aquel chico que lo rechazó hace tiempo con otra persona.
- H-Harley, m-más. - dijo entre gemidos audibles que trataba de contener pero era algo difícil debido a los movimientos del mayor.
- ¿Quieres que oigan tu voz gimiendo mi nombre sin piedad? - preguntó con una sonrisa en su rostro para agarrar con firmeza sus caderas. - Bien, hagamos tu deseo realidad.
Aumentó la velocidad de sus embestidas provocando que los gemidos de la azabache fueran más audibles para quienes estuvieran cerca.
Sin embargo, el mago le metió dos dedos en su boca para controlar esos gemidos que salían de su boca para no llamar la atención.
Aún así no contaban con la presencia del albino quien estaba con una erección que cada vez estaba más dura y necesitaba atenderse.
- Eres una mierda.
Dejó el lugar para ir al baño que estaba cerca del lugar para su suerte, al entrar rápidamente sacó su celular para buscar una foto del rubio dejando su celular parado a la vista de él.
Dejando expuesto su miembro empezó a masturbarse pensando en aquel chico, pensando en cómo serían sus sonidos al estar de esa manera con él, cómo se sentiría dentro de él.
Esos pensamientos hicieron que terminara más rápido de lo que imaginaba, limpió el lugar para salir como si nada del sanitario viendo como el rubio se despedía de su pareja que estaba vestido como un chico.
Suspiro para salir corriendo hacia él llamando la atención del menor quien notó quien era sonriendole con burla.
- Oh, Harith, el mejor en la cama ¿cierto? - mencionó entre risas para abrir la puerta del consejo. - veamos si es verdad, ven.
Ambos entraron al salón, sin tantos revueltos el menor se abalanzó contra el contrario besandolo, transmitía la desesperación por tenerlo dentro, quería sentirlo, sus sentimientos de hace meses estaban volviendo.
El leonin correspondió agarrandolo de la cintura, el beso se intensificó metiendo su lengua creando una lucha entre ellas.
Finalmente se separaron por la falta de aire, ambos estaban con la respiración agitada, se necesitaban.
- ¿Entonces me vas a demostrar que esos rumores son ciertos? - su voz sonaba ronca, se alejó para sentarse sobre el escritorio que estaba cerca. - Aunque, bueno, recuerdo que estabas enamorado de mí, patético.
- ¿Eso creés? - mostró una sonrisa burlona llendo hacia él. - Harley Vance, eres un idiota ¿me dices eso cuándo cogiste con una chica?
Sus ojos esmeraldas mostraron el miedo que se apareció al escuchar lo último, lo había escuchado, temía que lo usara en su contra, aunque sería un arma de doble filo ya que ahora sabía que tenia relaciones con todo el salón.
- ¿Qué? ¿acerté?
- Cállate. - respondió poniendo una mirada seria para suspirar. - ¿Qué quieres? - se dió cuenta de la confusión del albino por lo cual sacó un preservativo de su bolsa. - No te hagas ¿quieres tener relaciones conmigo a cambio de tu silencio?
- Mph... ¿acaso no es lo que querías? - colocó su mano sobre el mentón del rubio. - Oh, vamos, no pongas esa cara.
- Yo estaba siendo sarcástico. - desvió la mirada.
- Pero acepto tu oferta, pobre Fanneth, si supiera que le quitaré lo virgen a su novio. - rió. - Seré gentil... o tal vez no.
- Sólo hazlo carajo.
Hizo caso a la petición del menor empezando a besar su cuello, de vez en cuando dejaba pequeñas marcas no tan notorias, tampoco quería que la gente empezara a sospechar más de él.
Sus manos empezaron a recorrer el cuerpo del de sombrero, su respiración aumentaba, no quería que escuchara su voz temblorosa, era bastante humillante para él pero tenía que hacerlo por el bien de su novia.
- Vamos, quiero oirte.
Miró el reloj que estaba colgado en una esquina, faltaba poco para que los alumnos y maestros salieran al descansa, no tenía mucho tiempo.
Tenía que disfrutar su primera y única oportunidad con él.
Sin avisar, volteó al oji-esmeralda alzando su cadera, bajó el cierre de su pantalón para sacar su miembro que estaba bastante erecto desde hace un rato.
- E-Espera... ¿tan rápido? - preguntó alarmandose de las acciones del oji-cafe. - Pueden...
- Lo siento, no tenemos tiempo. - cesó al bajar un poco los pantalones junto con la ropa interior del joven. - Quisiera tocarte más, hacerte mío y que esa mocosa se aleje de ti, pero, olvídalo.
Una lágrima se deslizó por su mejilla, no quería hacerle eso, lo amaba todavía, todas sus acciones era para tratar de olvidarlo pero al parecer era imposible.
Sus celos estaban presentes, estaba celoso de aquella chica, podía tocarlo y tenerlo dentro suyo cuando ella quiera.
Lo que quería él...
Bajó el cierre de su pantalón para sacar su miembro que seguía duro, lentamente empezó a entrar dentro del menor quien empezó a rasguñar un poco el escritorio en donde estaba recargado.
- ¿Uh? ¿acaso es tu primera vez? Ow, que lindo ¿guardaste tu pobre virginidad para mí? - cuestionó con un tono orgulloso, miró como un poco de fluido empezaba a salir.
- C-Cállate, n-no me gustan los hombres. - respondió con la voz temblorosa, cerró sus ojos para soportar el dolor que estaba sintiendo en su parte baja.
- Claro, no te gustan, pero ahora mismo tienes un pene dentro tuyo.
Aquellas palabras hicieron que se pusiera a pensar sobre lo que sentía realmente por el leonin, aquel rechazo fue por miedo a que dirían sobre él.
Tenía tanto miedo de volver a repetir su pasado que rechazaba a cualquier hombre que se le acercara con otras intenciones.
Aunque estuviera en una relación con esa chica realmente lo hacía por otra situación.
Ella estaba de acuerdo.
- ¡H-Harith! ¡m-más!
Su voz estaba temblorosa, su vista estaba borrosa, el placer que sentía por las embestidas de su enemigo era inexplicable para él, se aferró más al escritorio levantando más su cadera para sentir más las embestidas.
El albino al notarlo tomó sus caderas para empezar a dar embestidas más rápidas y profundas.
Por fin lo había conseguido pero algo dentro de él no lo estaba disfrutando.
- ¿Acaso no te da vergüenza estar pidiendo más como una zorra? - se acercó a la oreja del pequeño para susurar lo siguiente. - Tu voz esta tan quebrada... me encanta esta parte de ti y sólo yo soy testigo de eso.
- Y-Ya no me importa, sólo suelta el semen dentro de mí. - suplicó entre lágrimas empezando a moverse con ritmo a las embestidas. - N-No pares.
- Que lastima, no tenemos más tiempo.
Había mirado el reloj faltando unos minutos para que empezara el descanso de todos, tomó con más fuerzas sus caderas para aumentar la profundidad, aunque fueran lentas eran más profundas que antes.
Lo cual enloqueció al poker.
Un gemido ahogado se escuchó por parte de ambos indicando que ya habían llegado a su límite.
El de iris cafes notó el hilo de semen que formaba al separarse, sonrió orgulloso al mirar que el contrario estaba sonriendo.
Había cumplido su meta de acostarse con todos los de su salón pero no acabaría ahí, quería sentirlo una vez más pero al notar las circunstancias no era posible.
- Yo...
- No tengo nada más que hablar contigo, por favor no digas nada. - interrumpió Harley con un tono serio mientras se vestia. - Si me llego a enterar te mato.
Sin mas se fue dejando al mayor solo, desechó los papeles que había dejado el otro para limpiarse, se recostó un momento en el escritorio, tenía mucho que pensar.
Por curiosidad abrió uno de los cajones de esté encontrándose una foto del rubio con su actual pareja, un error que pagó su corazón.
Empezó a soltar lágrimas tirando el retrato al suelo, ya no aguantaba sus celos, por más que intentara olvidarlo no podía, era algo difícil para él después de pasar tanto tiempo con el mago.
Sus sentimientos eran fuertes.
- ¿Por qué ella? ¿qué tiene ella?
Empezó a recordar ese día que fue rechazado, en ese instante no quería volver al instituto, conociendo al chico póker pensó que le había contado a todos.
Su amiga le insistió que lo olvidara, al inicio era algo imposible de hacer, sin embargo, empezó a salir con otros chicos por desesperación por sanar su corazón, no le importaba que sólo lo quisieran por su cuerpo.
Quería a alguien.
- Te amo.
- Así que todavía me amas, que patético.
Al oír esa voz se paralizó, sabía de quien se trataba, alzó la mirada para encontrarse con un sonrisa burlona, ya no tenía miedo de sus palabras pero temía que esto llegara con alguien más.
- ¿No que no querías hablar conmigo?
- Si pero algo me dijo que me quedara afuera. - se acercó al mayor para mirae el cuadro que había roto. - Por esta vez no te diré nada.
El albino estaba preparado para recibir palabras humillantes de él, pero pasó lo contrario, sintió un cálido abrazo que rápidamente correspondió.
Lágrimas empezaron a aparecer otra vez, no creía lo que estaba pasando pero al menos podía desahogarse antes de que cambiara de parecer.
- ¿Por qué? ¿Por qué haces esto?
- Yo te responderé. - respondió una voz dulce que estaba entrando mirando a ambos chicos en esa situación. - Harley siente pena por ti, hablé con él y le dije que no fuera tan duro contigo, sé lo que hicieron y no me enoja.
- ¿Tú eres...?
- Fanneth. - completó la mencionada para separlos y abrazar al rubio por detrás. - Pero a partir de ahora su corazón me pertenece a mí, lo siento pero no puedo cambiar mis sentimientos.
- Lo siento Harith, sólo piensa que esto sucedió por conveniencia de ambos. - se levantó junto con la joven para tomarse de la manos. - Tú querías mi cuerpo y yo tu silencio.
El leonin se levantó dándoles las espalda, no quería estar ni un segundo más, sentía que en cualquier momento podría atacarla por el simple echo de estar con el hombre que ama.
No podía cambiar las cosas pero al menos si podía evadirlas.
- Si, si, ya entendí, tranquilo, no me interpondré en su camino. - rio un poco aguantando sus lágrimas. - Sean felices.
Se fue corriendo del lugar dirigiéndose al baño, al entrar en uno de los sanitarios se dispuso a meter dos dedos en su boca para provocarse vómitos, no quería seguir en la escuela este día al menos.
Fue llevado a la enfermería de la escuela por dos chicos que lo escucharon, no estaba ninguna enfermera así que tendría que esperar ahí.
Su mente empezó a jugar con él, recuerdos sobre ese momenro, imaginaba a su amado teniendo relaciones con la chica, tenía envidia.
Tenía envidia de que jamás volvería a sentirlo como hoy, de sentir sus labios, el calor de su cuerpo.
Tenía celos.
- Te perdí.
Pasaron las horas, se había quedado dormido, quedaba poco para salir de la escuela y no despertaba.
Sólo veían que lágrimas estaban recorriendo sus mejillas, su mejor amiga fue a visitarlo y se quedó ahí hasta que despertara.
Se sentía mal por él, por no poder ayudarlo en su momento más vulnerable, se encontró a Harley hablando seriamente con él, aunque no le contó todo supo el por qué estaba de ese modo.
- Harith...
Aunque no estuvo en su momento planearia ayudarlo a superarlo, tal vez le recomendaría cambiarse de salón por su bien, era un alumno destacado así que no habría problema alguno.
Tenía sentimientos hacia él pero jamás lo comentó después de enterarse lo que realmente Harith sentía por Harley, aunque por dentro le dolía sólo quería que fuera feliz como siempre lo ha demostrado.
Ahora sólo quedaba olvidarse de Vance.
- Harith, te amo.
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