
91 / ❝ ᴘɪʟᴏᴛᴏ ❞
- Este es episodio piloto/1er episodio de "El brillo de las joyas", así que disfruten.
─ Pasen, sin miedo ─ Decía un hombre de cabello púrpura a tres personas, entrelazados.
Eran tres hermanos de cabello verde lima, diferentes alturas, su tez morena tenía diferentes tonos, ambos iban formales.
Naomi es la hija mayor, su cabello era corto y tenía una sombra lima brillante en sus ojos y los labios pintados.
Brandon y Sergio son gemelos, aunque actualmente no parezcan, el cabello de Brandon era largo y suave, mientras que el cabello de Sergio era corto, este iba algo cabizbajo.
Los tres eran hijos de una pareja, dueña de la joyería Valencia, una de las más destacadas de la ciudad.
Se sentaron en las sillas de una pequeña oficina, Benjamín, el abogado de la familia, se sentó en su escritorio con unas hojas, tenía el testamento de ambos padres.
─ Naomi Estrella Valencia Castillo, Brandon Alberto Valencia Castillo y Sergio Valentín Valencia Castillo ─ Decía el nombre completo de los tres chicos ─ Siendo los hijos de David Valencia y Ramona Castillo ─
─ Si, señor Vargas ─ Dijo el de cabello largo.
─ Creo que saben porque están aquí, para ver lo que sus padres les entregarán por sus decesos ─
Los hermanos permanecieron en silencio.
─ Apenas salimos del entierro.... ─ Comentaba Naomi ─ El cáncer se llevo primero a mamá el año pasado... Y luego a papá ─
─ Lamentó lo ocurrido, se que sus padres estarán orgullosos de lo que se convirtieron ahora ─ Les dio una sonrisa a los tres ─ Su padre decidió que después del entierro, vinieran conmigo para ver los testamentos de sus padres ─
El abogado agarro el testamento de la madre, para así leerlo.
─ Bien, su madre tenía en una caja una serie de objetos de su niñez, que ella siempre deseo que tuvieran ─ Continuó ─ Para Sergio, es una manta, para Brandon, un muñeco con cara de goma, y para Naomi, una caja musical ─
─ ¿Por qué debe ser conmigo la manta? ─
─ Su madre se basó en las cosas de su niñez que les dio una vez, y ella menciono, que tu jugabas con la manta ─ Sergio miró a otro lado. El abogado continuó
─ Esos objetos están en una caja bajo el nombre "Mi niñez", el resto de los objetos de la caja los pueden conservar como ustedes quieran ─
Luego, Benjamín agarró otra hoja, el testamento del padre.
─ El testamento de David es sobre la joyería Valencia, y lo esencial, para él, fue que compartieran buena parte... Brandon y Sergio, al ser los segundos hijos, cada uno adquiere el 30 por ciento de la joyería ─ Siguió leyendo ─ Y para Naomi, al ser la hija mayor, adquieres el restante 40 por ciento de esta ─
Los hermanos se miraron, pensaban que si hubieran sido cuatro, tal vez todos tendrían partes iguales, pero al no ser así, no tenían opción.
─ Oh, y tu Naomi, al ser la hija mayor, tu serás la encargada de la joyería... ¿Tienen alguna duda? ─
Brandon miro a sus hermanos, al notar como estos asintieron con la cabeza, miraron al abogado.
─ Como puedo ver que no, tienen dudas, se puede dar como concluido, ya saben lo que obtuvieron de sus padres ─
A Naomi se le entrego los documentos, haciendo que los hermanos se retiraran de la oficina.
Después de muchos años, por fin adquirieron el negocio familiar, era como tal, algo emocionante, pero no sabían que decir por la reciente muerte de su padre, en especial Sergio, desde lo que paso con su madre, ha sufrido de varias pesadillas.
Al salir del edificio y caminar por algunos minutos, el menor de los hermanos se adelantó, en dirección de ir a otro lugar.
─ ¿A donde vas con tanta prisa? ─
─ Saldré para tomar aire ─ Decía el menor, aún con prisa.
─ Sergio, últimamente estas saliendo mucho de casa, y eso que nunca salías de casa ─
─ Lo se, no se preocupen, estaré bien ─
─ Vuelve antes de la cena, recuerda que veremos lo de las cosas de mamá ─ Le menciono Brandon, haciendo un gesto de despedida.
─ Claro, lo haré, hasta luego ─ Sergio se adelanto más, dejando solos a sus hermanos que se despedían de el.
El rostro de la mayor se volvió triste, debido a lo de su hermano
─ ¿Le pasará algo? Desde que mamá se enfermo esta así ─
─ Dale su espacio Naomi, aún necesita asimilar todo ─ Dijo el de en medio, intentando calmarla ─ Mejor vamos a la joyería, tenemos clientes que atender ─
La casa de los Valencia era muy grande, varios cuartos, tenía un gran patio, era como tal la casa de los sueños.
La joyería estaba a veinte minutos de la casa, teniendo un horario de nueve de la mañana a seis de la tarde, aunque no era tanto los problemas de salario, después de todo, los Valencia son sus propios jefes.
Al llegar, lo primero que hizo Naomi fue registrar la computadora que estaba ahí, donde recibían correos de clientes a domicilio, además de algunos patrocinadores que eran ignorados.
─ ¿Crees que sea buena idea pedir un patrocinio? ─ Preguntó Brandon ─ Es decir, la joyería es nuestra, podemos ir con otro negocio y así hacernos más conocidos ─
─ Pero sería muy tardado, y quien sabe si algún negocio acepte ─
─ Pues, podemos ver si alguien quiere colaborar ─
─ Tienes razón ─
Reviso el correo de la joyería, topándose con un mensaje reciente, Naomi abrio el correo.
"Saludos cordiales, D. Valencia
Soy Leonardo Arroyo, diseñador y fundador de la marca de ropa 'Lax'.
Actualmente mi modelo y yo trabajamos para la revista 'Dummkopf' la cual está interesada en su joyería y planea que este en un número de su revista.
Sería un gran honor tener sus joyas en la revista.
Para más detalles, lo veré en mi tienda el martes a las 4 de la tarde.
Espero que si llegue, lo veré ahí.
Atentamente:
Leonardo Arroyo"
Había una imagen, donde estaba la dirección de la tienda.
─ Es en veinte minutos... ─ Dijo Naomi, viendo la hora, esta se levantó ─ ¿Te molesta si te encargas de la tienda tu solo? Iré a ver eso de la colaboración de Leonardo ─
─ No hay problema, yo me encargo ─
La sonrisa del verde era sincera, haciendo que su hermana sonriera y saliera, en dirección a la otra tienda.
No le tardó mucho tiempo, después de todo, esta se encontraba en una plaza que conocía, entro a la tienda, admirándose por todo.
La ropa, el lugar, se veía muy bien, esta se acercó a caja.
─ ¿Esta aquí Leonardo? ─ Preguntó a la cajera, mostrando su credencial.
La empleada miro la credencial, impresionándose de ello.
─ Ah, ¿Eres hija de David Valencia? ─ Dijo en voz baja, luego volteó a ver al otro cajero ─ ¡Samuel, llévala con Leo, dile que ya llegó! ─
─ Claro ─ Contestó el chico con tranquilidad, para luego hacer señas ─ Ven conmigo ─
Naomi siguió al chico, hasta llegar a la oficina del diseñador, quien solo platicaba con su modelo.
─ Jefe, Valencia ya llego ─
─ Dile que pase ─ La verde abrió la puerta, para acercarse al diseñador ─ ¿Que tal Valencia? ─
─ Bien, aunque solo llámame Naomi ─ Mencionó, sentándose en un banco ─ David falleció y de ahora en adelante me encargaré del negocio ─
─ Oh, lamento lo del señor David ─ Mencionó el diseñador, algo apenado.
─ No se preocupe, pero no estamos para hablar de pérdidas ─
─ Lo se, viniste por mi correo ─ Dijo el diseñador, levantándose ─ ¿Se te antoja un café? ─
─ De hecho, si se me antoja ─
─ Perfecto, iremos a beber algo y ahí hablamos de la colaboración ─ Mencionó, ahora mirando su modelo ─ ¿Quieres ir con nosotros, Mario? ─
El mencionado asintió con la cabeza, a decir verdad la chica nunca vio el rostro del modelo hasta que se volteo, este tenía unas gafas de sol.
─ El es Mario, mi modelo personal ─ Naomi saludo al escuchar ─ Bueno, ¿A dónde quieren ir? ─
─ Hay una cafetería en esta plaza, podemos ir ahí ─ Mencionó Valencia, para salir de la oficina, siendo seguida por los otros dos chicos.
La cafetería estaba algo vacía, la mayoría de sus pedidos eran por autoservicio. Por lo cual el ambiente no era tan abrumante para los únicos tres empleados de ahí.
Estos parecían divertirse, cantaban la calle de las sirenas mientras preparaban los cafés.
Los tres chicos entraron al lugar, sentándose
─ Esta vez yo invito ¿Qué se les antoja? ─ Preguntó Mario.
─ Lo mío será un café negro ─ Respondió Naomi
─ El mío ya lo conoces ─
El modelo sonrió, acercandose de inmediato al mostrador.
Un chico peliceleste estaba en el mostrador, al sentir alguien cerca se detuvo de su canto.
─ Bienvenido a "Grassy Forest Café", ¿Que puedo servirle...? ─ Se detuvo de inmediato al ver el rostro del modelo, y más al quitarse las gafas.
"Imagínate a las sirenas en la luna" maldecía el hecho de que quedara tan bien con el momento.
─ Sería un café negro, un té matcha, y yo solo deseo un agua mineral ─
─ Claro, ¿A nombre de que quienes, lindo? ─ Preguntó el celeste guiñándole un ojo, confundiendo al modelo.
─ El café es a nombre de Naomi, el té a nombre de Leo, y mi agua es a nombre de Mario ─
─ Esta bien, ¿Desea algo más? También tenemos algo de comida y podemos hacer recargas ─
─ Así estoy bien─
─ Bien, te llamaré cuando este todo listo ─
Mario se alejo del mostrador, aún con la vista del barista, quien fue de inmediato a hacer los pedidos.
─ Denis, fundador de la revista, se ha visto muy interesado, le gustaría algún día dar un tour por su joyería, además, les gustaría que usted y sus hermanos modelen las joyas para la revista ─
Eso dejo en blanco a Naomi.
─ No se, nunca me he visto siendo modelo ─ Dijo Valencia, algo nerviosa
─ No se preocupe, le diré como posar y todo, eso lo he hecho con Mario, y ahora le sale natural ─
Naomi dio una risita, se le hacía divertido aquel diseñador.
─ Mario, las tres bebidas están listas ─ Dijo el peliceleste, en un tono coqueto.
El modelo fue al mostrador, recibiendo las tres bebidas, tanto el café como el té tenía servilleta.
Mario volvió a la mesa, entregando las bebidas a sus compañeros para beber de su agua.
De ahí Naomi noto algo en una de las servilletas.
─ Esto es para ti ─ Dijo, entregándole la servilleta a Mario.
─ ¿Cómo lo sabes? ─
─ Dice tu nombre ─ Menciono para beber su café, Mario leyó la servilleta.
"Eres muy lindo, Mario
Llámame: ×××-×××-××××
- Noel ♡"
Mario guardo la servilleta, para luego ver al mostrador, donde estaba ese tal Noel, quien solo le guiño el ojo y le lanzó un beso.
─ ¿Les gustaría seguir hablando en mi tienda o aquí? ─
─ En la tienda estará bien, será mucho más privado ─ Menciono Naomi, para levantarse junto a los demás e irse.
Noel seguía en el mostrador, mirando al chico con dulzura, eso hasta ser interrumpido por su compañero.
─ Alejandro, si que ahora estás flechado ─ Dijo su amigo con burla.
─ No digas tonterías, Daniel, solo hay algo en el que me atrapa ─
Ambos muchachos se alejaron del mostrador para continuar su trabajo, aunque con los ligeros suspiros de Alejandro por aquel chico.
Aún no sabía que en que trabajaba exactamente.
Naomi solo caminaba en solitario en camino a casa, miraba a todos lados, manteniendo preparado un contenedor de gas pimienta si lo necesitaba.
Debía admitirlo, estaba muy interesada en la colaboración y Leo le dijo que contactaria con ella en unos días, solo esperaba no arrepentirse luego.
Al mirar a un parque, vio una pareja, estaban platicando, veía que un chico de traje, moreno y de cabello celeste consolaba a otro chico.
De un momento a otro, el celeste agarra del mentón a su pareja y le dio un pequeño beso en los labios, intensificando un poco aquel momento.
La mujer vio con detenimiento a la pareja, enfocándose en el otro muchacho, se le hacía familiar, mismo cabello, misma ropa, misma voz, misma...
─ ¡SERGIO VALENTÍN! ─ Grito de inmediato Naomi, mientras aún veía la pareja, no estaba muy contenta que digamos.
Sergio se separo de inmediato al ver a su hermana, se levanto de inmediato para ir con ella.
─ ¡Valentín, espera...! ─ Dijo el chico celeste, pero fue ignorado.
Casi sin aire, el menor de los Valencia fue a donde estaba Naomi, esta cambiaba su expresión de susto a una más calmada, sin quitar su enfado.
─ Naomi, puedo explicártelo todo, por favor no le vayas a enojar, yo solo... ─ El menor se enredaba en sus palabras, para luego ser interrumpido por su hermana.
─ Me explicaras todo cuando lleguemos a casa ─ Con eso, Naomi agarro de la muñeca a su hermano y se lo llevó a casa.
El camino era incómodo, ninguno se dirigía la palabra como tal, apenas llegar, encontraron a Brandon, quien no sabía nada de lo sucedido.
─ Ah, hola ¿Cómo les fue afuera? ─
─ Bien ─ Dijo Naomi ─ ¿Alguna novedad en la tienda? ─
─ No, estuvo como siempre ─
Naomi vio a uno de sus criados, se acercó a este de inmediato.
─ Raúl, ¿Sabes si ya esta lista la cena? ─
─ Aún no, a Luis y a Selene les va a tomar tiempo ─
─ Esta bien ─
─ Tal vez para celebrar debamos comprar champán ─ Dijo Brandon ─ Iré por el ─
─ Claro, no te tardes mucho ─ Dijo Naomi, se aseguró que no hubiera nadie en la sala donde estaban, su expresión de calma se volvió una de molestia ─ Ahora si, ¿Quién era ese chico? ─
El menor miro a otro lado, ciegamente creyó que se salvaría del regaño de su hermana.
─ Es mi novio ─
─ ¿Desde hace cuanto? ─
─ Hace dos años ─
Naomi hecho ojos de pistola al saber eso, hace dos años que sus padres enfermaron.
─ Te juro que lo puedo explicar ─ Dijo Sergio ─ Cuando me pidieron ir por la medicina de mamá, me lo encontré en la farmacia, me empezó a coquetear y decirme cosas lindas, se me hizo lindo y empecé a salir con el ─
─ ¿Si sabes lo que has estado haciendo, Sergio? ─
─ ¿Salir con alguien mientras nuestros padres estaban agonizando? ─
─ ¡No me refiero a eso! ¡Me refiero a que tuviste un novio y nunca nos dijiste! ─
─ Yo... ─
─ ¿¡Sabes cuantas veces nos preocupamos por ti!? Salías mucho afuera, volvías a casa a altas horas de la noche y a veces llegabas adolorido y con mordidas ─
La mayor señaló unas mordidas que tenía Sergio en su cuello, este las tapo de inmediato.
─ ¡Creíamos que te asaltaron o te lastimaron! ¡No te costaba decirnos que tenías un novio! ─
─ ¿¡Y que querías que hiciera!? ─ Preguntó Sergio ─ ¿¡Decirles que me acostaba con mi novio mientras mamá y papá estaban en sus últimos años de vida!? ─
─ Por dios, esto no puede ser posible... ─ Naomi se toco la sien, todo esto la enredaba.
─ Se que los preocupe mucho, pero no quería hacer enojar a nuestros padres ─ Los ojos del menor empezaron a llenarse de lágrimas ─ Haré lo que quieras, pero por favor no me prohíbas verlo, lo amo, lo amo demasiado ─
Naomi dio una expresión triste, le dolía ver a su hermano sufrir, ni sabía si tenía derecho a enojarse con él, después de todo, sus miedos de lo que le pasaba se fueron.
─ Sergio, no haré eso, pero sabes que tenías que decirme a mi o a Brandon... ─ Dijo, tocando el hombro del contrario ─ Soy tu hermana Sergio, me preocupo mucho por ti ─
Naomi le paso un pañuelo a su hermano, con tal de que secara sus lágrimas y se tranquilizara un poco
─ Quiero hacerte una pregunta ¿Ese chico te ama? ─
Sergio miró confundido a su hermana, no sabía a qué se debía la pregunta.
─ Si, me ama demasiado... Me ayudo mucho con el tema de nuestra familia ─
"Sabe de nosotros" Pensó Naomi
─ Cuando puedas le dices que venga, necesito conocerlo bien ─ Dijo, para luego irse a la cocina a supervisar la cena.
Sergio se fue a su cuarto con tal de tranquilizarse, miró su teléfono, encontrando un mensaje, Sergio contesto.
- Valentín
-¿Quién era la chica que te hablo?
+ Es mi hermana
- ¿Ella ya sabe de lo nuestro?
+ Si, y quiere conocerte
El chico dejo su teléfono sin responder el resto de mensajes, aún necesitaba calmarse, estos dos años ha estado muy confundido con todo esto.
Esta noche, el bar de la Hawaiana estaba abierto, donde estaban varias personas, bebiendo o jugando.
─ Es genial que después de preparar cafés todo el día, podamos tener a alguien que nos sirva otra bebida ─ Dijo Daniel, abriendo su tercera botella de cerveza en lo que han estado en el bar, como tal, los tres baristas ya estaban algo ebrios, probablemente pidan un taxi al salir.
─ Créeme, eso es mejor que nada, y con eso de que Noel es amigo de Samuel, eso lo hace mejor ─ Mencionó Nathaniel, el chico encargado del autoservicio.
El celeste no hacia mucho caso a la conversación de sus amigos, solo miraba su botella, aún seguía pensativo después de casi todo el día.
─ Alejandro, ¿Estás bien? Has estado así todo el día ─ Preguntó Daniel.
─ No es nada, supongo ─
─ A mi no me engañas, andas pensando en ese chico guapo que viste en el trabajo ─ De ahí, Daniel le dio un manotazo en la espalda ─ Te lo dije, ese muchacho te trae todo hipnotizado ─
Noel solo rodó los ojos, para luego ver la televisión del bar, viendo un comercial de ropa.
─ ¡Miren, es un chaleco de cuero "Lax"! ¡Quisiera tener una! ─ Dijo Nathaniel, apuntando a la televisión.
─ ¿No tenías que pagar el arriendo de tu casa? ─
─ ¡No me quites mis ilusiones, Dani! ─
Los dos continuaban discutiendo, en cambio Noel miro detenidamente el modelo.
El color de su piel, cabello y ojos, además del nombre, era del chico que atendió.
El celeste sintió un escalofrío, el chico que atendió resultó ser un reconocido modelo de una de las marcas de ropa más importantes.
Después de una cena tranquila, Naomi trajo la caja "Mi niñez", donde se encontraba los preciados artículos de mamá.
─ Primero sería los juguetes con los que jugamos hace años ─
La chica abrió la caja, revelando varios objetos, primero sacó el muñeco, era un alce de peluche, pero su cara era humana hecha de goma
─ Brandon, esto es tuyo ─ Dijo, entregándole el muñeco a su hermano.
Lo siguiente fue una manta de seda color verde lima, esta se lo entrego a Sergio, ambos varones sonreían al ver aquellos objetos.
Lo siguiente
─ Sería más divertido si los hubieramos tenido de niños ─
─ Lo se, pero tal vez nos ayude a decorar un poco el cuarto ─
Los hermanos continuaron viendo los objetos, quedándose con algunos de estos y acomodándolos.
Naomi se sentó en su cama, vio el marco de su mesita de noche, viendo la foto que tenía con sus hermanos.
Pensó en lo que paso con su hermano menor, no se imaginaba nada de su hermano estando con él chico que vio ahí.
─ Sergio.... Pensé que te conocía bien ─
Naomi continuo viendo la foto de sus hermanos, de inmediato apretó un poco el marco.
─ Novio de mi hermano, no se quien eres exactamente ─ Decía ─ ¡Pero si descubro que le haces daño a mi hermano... Lo pagarás muy caro...! ─
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