memento mori
Otra vez el mismo despertar, la misma rutina. El despertador importunaba a las seis de la mañana, nada más y nada menos que un día lunes. Resoplé con cansancio, aunque estuviera durmiendo hasta el momento. La sábana cubría parcialmente mi cuerpo. Estaba boca arriba cuando abrí los ojos, mi torso estaba desnudo y tenía algunos mechones dificultando mi vista. He dejado crecer demasiado mi cabello.
Oigo el grito de mi madre desde abajo, tan puntual como la alarma misma y, en ocasiones, más eficiente. Me siento al borde de mi cama y miro mi habitación, buscando ubicarme, aún sigo adormilado. Tengo ropa, libros y otras cosas regadas en cualquier parte. Mamá siempre me regaña por desordenado pero la verdad no pretendo cambiar eso, así estoy bien y me entiendo, de todas formas aquí no viene nadie. Mis pies tantean el piso hasta dar con las pantuflas y me levanto finalmente, yendo directo al baño, mientras me debato la idea de decirle a mamá que he amanecido enfermo y no ir a clases. Pero sé que no va a funcionar, no de nuevo. Así que mi idea de jugar videojuegos todo el día queda descartada.
Me bastó media hora para estar relativamente listo, con el uniforme mal puesto y mi mochila con un solo cuaderno al hombro. Bajé las escaleras de dos en dos hasta la cocina, donde estaba mi mamá con el desayuno listo y mi padre hablándole de cualquier cosa. Palmeé el hombro de este para acercarme a mi madre para dejar un beso en su mejilla.
-Hoy bajaste rápido, Jungkook. ¿Tienes ganas de ir a clases? - preguntó papá en lo que yo me sentaba a su derecha, soltando la mochila en la silla vacía a mi lado.
-Claro, unas ganas enormes- dije con sarcasmo y desánimo.
-Las tengas o no, debes ir- dictó mamá poniendo frente a mí mis tostadas con mantequilla, dos tocinos y un vaso de leche. Juro que a veces solo quiero desayunar y volverme a dormir.
A veces es todas las mañanas.
-Trata de prestar más atención hijo, a lo mejor te interesa ya alguna carre...
-Mamá, no empecemos.
-¿No irás a la universidad entonces? ¿Qué piensas de la vida? ¿Vas a pasártela de mantenido pegado a tus videojuegos? - soltó ahora molesta, consiguiendo que mi ánimo empeorara.
Solté sobre el plato la tostada que empezaba a comerme y en su lugar tomé el vaso de leche, terminándome el contenido en cuestión de segundos para ponerme de pie y colgarme de nuevo la mochila.
-Nos vemos en la tarde.
-Jungkook, ven a desayunar- oí a papá, en su tono pacificador, mientras salía de casa antes de dar un portazo.
El tema era algo que ya habíamos discutido, quizás demasiado. Yo estaba negado a ir a la universidad y a mamá la idea de que no siga estudiando le aterra, sé que a papá también, aunque siempre trate de ser quien mantiene la balanza en la familia. Pero nada me motiva a estudiar, para mí ir a la preparatoria ya es agobiante.
La verdad, no recuerdo en qué punto mi vida se volvió así, pero con diecinueve años la verdad es que no hay en mí grandes aspiraciones, metas, algo por lo que luchar, un sueño propio. Todo es insípido, vacío, aburrido y me da lo mismo estar que no estar. Por decirlo de alguna manera aunque suene cliché: mi vida no tiene sentido.
Camino por la acera en dirección a la escuela como cada mañana, un poco más tarde de lo que debería ser, nunca llego a tiempo a clases. La diferencia es que esta vez alguien me llama, más bien grita mi nombre, haciendo que me detenga y mire hacia atrás. Es una chica, que no conozco, no recuerdo haberla visto nunca.
-¡JungKook! ¡Espérame! - grita corriendo hacia mí.
Una vez llegó tomó mi brazo y se inclinó hacia adelante, respirando agitada por la breve carrera. Luego se incorporó y empezó a reír, dando una palmada en mi hombro. Pude detallar mejor su rostro, notando sus ojos medianos de color café, su nariz fina y sus labios pequeños, su pelo es largo y castaño y lo lleva muy alborotado, seguro por correr.
¿Quién diablos...?
-¡Hey! ¿No te acuerdas de mí? - me miraba esperando una respuesta, con una resplandeciente sonrisa.
-¿Debería?
-Oye, si fui tu mejor amiga.
-¿Disculpa? - esta muchacha debe estar loca.
-Claro, claro. Es que éramos pequeños, seguramente no recuerdas- dijo asintiendo- Nos conocimos de niños y éramos inseparables. Pero bueno, por cosas de la vida me tuve que... ir o algo así. ¡Pero estoy aquí! ¿No es genial?
-Ahm, claro. Supongo.
Esto es demasiado raro y confuso. La chica no me sonaba de nada, pero ella definitivamente me conoce a mí. Me fijé en su vestimenta, lleva el uniforme de mi escuela.
-Oh, empiezo hoy en el mismo instituto que tú. Pero no en la misma clase, ya me había fijado en eso. Aunque no te preocupes, nos veremos mucho y me recordarás.
-Aunque sea dime tu nombre- estaba atónito.
-Claro, claro. Me llamo Ally y me aseguraré de volver a ser tu mejor amiga Jeon Jungkook.
Se enredó a mi brazo sin dejar de sonreír, mirándome para halarme y hacerme caminar.
Espera un momento...
-¿Ally?
No puede ser cierto. ¿Esta chica en serio es Ally? ¿Mi amiga de la infancia? ¿Esa Ally?
-Ya me vas recordando, ¿no?
Sonreí con amplitud contemplando su rostro. Luce tan cambiada, diferente a como la recuerdo. Es algo normal, supongo, ya que nos dejamos de ver cuando teníamos nueve o diez años. Esa parte es algo borrosa en mi memoria, de un momento a otro ella despareció y mis padres me dijeron que su familia se había mudado. Con el tiempo fue quedando en el pasado.
Lo que no es sencillo de olvidar es lo feliz que fui siendo su amigo.
-¡Claro que sí! Es que no te reconocí para nada. Te ves...mayor- y mucho más linda- ¿Cómo fue que nos dejamos de ver tan de repente? Se mudaron de un momento a otro.
-Ya te lo dije. Cosas de la vida.
Ella no me soltó en ningún momento, mientras caminamos hacia la escuela. Aún me siento algo atónito e incrédulo.
-¿Y en dónde estuviste todo este tiempo?
-Bah, eso no es importante ahora- hizo un gesto con su mano para restarle importancia- ¿Sabes lo que deberíamos hacer? Revivir los buenos tiempos de nuestra infancia.
-Mhm... ¿Como montar bicicleta? - sonreí.
-Y las guerras con pistolas de agua.
-Tocar timbres y salir corriendo.
-Jugar videojuegos.
-Bueno, mi madre ya detesta mis videojuegos- dije arrugado mi nariz y riendo.
-Oh, nada nuevo- ella rio con ganas- Me alegra volver contigo, JungKook.
Le devolví la sonrisa sincera, justo cuando íbamos entrando a la escuela. No había nadie afuera, lo cual significaba una cosa, lo de siempre: ya todos están en clases.
-Te acompaño al salón- le dije Ally, para nada preocupado de mi propio retraso.
-No, no. Vete tú a lo tuyo. Yo iré a la biblioteca primero.
-¿Segura? - encarné una ceja, ella también debe ir a clases.
-Segurísima. Anda vete, que ya estás tarde- me empujó levemente y dio palmaditas en la espalda- Nos veremos más tarde, descuida.
Se fue por otro camino tan pronto como apareció, entrando primero que yo al edificio. Yo exhalé una sonrisa y negué con la cabeza, eso fue inusual y muy extraño. Nadie espera reencontrarse así con alguien, ¿o sí?
Ally y yo fuimos amigos por mucho tiempo cuando éramos niños. Éramos inseparables, una amistad que no se repite. En algún momento la dejé de ver sin más. No me acuerdo con claridad, debo forzar mucho a mi mente para que llegara algún recuerdo. En estos años no había pensado en ella y hasta ahora no me había dado por pensar, ¿por qué no lo hice?
De niños ella solía meterse en problemas y yo por cubrirla, no se quedaba callada, peleaba cuando algo no le parecía e iba encima de los líos. Yo, en cambio, era el callado. Mi timidez desaparecía con ella, quien muchas veces me defendió de los niños abusivos del salón, que se metían conmigo precisamente por hablar poco.
¿Cómo pude dejar tirados tantos recuerdos?
Al volverla a ver después de tantos años, quería pasar más tiempo con ella, pero fue imposible encontrarla en la escuela. La busqué en todos los salones de nuestro año, en la biblioteca y el resto de instalaciones, no la ví en la cafetería en horarios libres no habían rastros de ella. ¿Dónde se ha metido? Incluso estuve en vela a la hora de la salida afuera, por si la veía salir, aunque se habían ido todos. Después de tanto rato, decidí irme también, decepcionado, quería verla.
Faltaban par de calles para llegar a casa cuando se repitió lo de la mañana.
-¡JungKook, espera!
Me volteé para verla llegar dando saltitos hasta mí. Ella tan tranquila y yo buscándola como desquiciado.
-¿Dónde estabas? Te busqué por toda la escuela- dije cuando llegó hasta mí.
-¿Me estabas buscando? ¡Awww! - llevó sus manos a mi rostro para apretar mis mejillas.
-Ya, en serio- la aparté con delicadeza, tomando sus muñecas- ¿En dónde estabas?
-Pues en la escuela, ¿dónde más?
-No te hallé en todo el día.
-No habrás buscando en los sitios correctos- se encogió de hombros- Venga, vamos- tomó mis manos, que estaban sujetando aún sus muñecas- Si no te conozco mal estás muriendo de hambre y quieres una merienda de tu madre.
Reí levemente por su manera de aceptar en ese aspecto. No hay nada en el mundo mejor que las meriendas de mi madre al llegar de la escuela.
-¿Por qué no vienes conmigo? Mamá se alegrará de verte después de tanto- propuse, todo por pasar un rato más con su compañía.
-No creo que sea posible. Mi mamá me espera, ¿sí? Nos vemos en otro momento- dijo comenzando a alejarse de mí, pero lo impedí tomando nuevamente su mano.
-¿Pero cuándo? - pregunté sin querer que se fuera.
-Pronto- sonrió y me soltó- Hasta luego, JungKook- corrió en otra dirección.
Maldición. Nuevamente se ha ido.
Ella aparece y desaparece como si fuera una criatura mágica. Estoy seguro que si lo contara a mi madre ella no me creería, porque hasta yo me pregunto si es real. Pero no lo contaré, no es sea muy comunicativo con mi familia. No lo soy con nadie.
Aunque lo era con Ally.
En casa estuve distraído, pensando en lo mismo. Debí pedirle su número al menos, así podría escribirle o algo. Soy idiota, definitivamente.
Hoy, como de costumbre, cené en mi habitación. Antes solía hablar poco con mis padres, pero desde que empezamos a discutir por el tema de la univerdidad hablamos incluso menos. Prefiero evitar peleas y disgustos. Mamá insiste en que deje los videojuegos y que salga más. Pero la verdad es que a mí no me interesa mucho eso. No tengo la necesidad de hacer amigos, creo que son innecesarios. Aunque tratándose de Ally...
¿Solo la veré al ir y venir del colegio?
No. No quiero eso.
Me puse de pie y salí de la habitación tomando un abrigo. Mi padre veía la tele cuando estaba por salir sin más.
-Eh, ¿a dónde vas?
Sí, es raro verme salir a esta hora, a cualquier hora de hecho.
-No tardo- fue lo único que dije antes de salir.
¿A dónde voy? Ni idea. Estúpidamente espero algún golpe de suerte que haga que me encuentre a Ally por el mismo camino de la escuela. Me debo ver realmente patético parado en la calle vacía esperando por ella sin saber si vendrá.
-Como si fuera a andar en la noche afuera. Tks, eres un genio JungKook.
Ahora hasta hablo solo.
Pateé unas piedras en el suelo para comenzar a caminar hacia mi casa cuando pasó lo que esperaba pero que ya consideraba imposible.
-¡JungKook!
No puede ser.
La pude ver acercarse. Llevaba el pelo recogido en una coleta esta vez y anda con flequillo, le queda muy mono. Sonreí acercándome, no puedo creer que realmente la haya encontrado.
-¿Qué haces aquí? - pregunté, acortando la distancia entre nosotros.
-Pues me estabas esperando- dijo tomándome desprevenido.
-¿Cómo sabías?
-Lo imaginé- rio encogiendo sus hombros, decir que estoy confundido es poco- ¿Te apetece dar una vuelta?
-La verdad es que sí.
-¡Pues vamos! - se enganchó en mi brazo como solía hacerlo antes.
-¿A dónde quieres ir? Es tarde- la miré mientras caminamos sin rumbo en específico.
-Vayamos a algún sitio donde no haya mucha gente.
-Uff, este... ¿La biblioteca?
-¡La biblioteca! - exclamó a la par de mi pregunta, cosa que provocó que nos riéramos.
-Hemos de ser dos locos para meternos en una biblioteca vacía a esta hora.
-Vacía pero abierta, así que no es un delito. Además, así pareceremos jóvenes responsables y cultos- reímos nuevamente.
-¿Y por qué no quieres ir tú a un lugar con gente? Es justo lo contrario a tí- comenté.
-Cada quien tiene sus días, ¿no? Así podemos hablar con tranquilidad, hay mucho en lo que ponernos al día.
-Sí, tienes razón.
Llegamos a la biblioteca, que por suerte no ha cerrado. No éramos los únicos como pensé, pero aparte de nosostros solo habían dos personas más.
-Vamos al fondo.
Susurró en mi oído y yo asentí. Fuimos a la parte trasera de la biblioteca y ella se soltó de mi brazo para irse a buscar un libro. Yo me quedé de pie mirándola, con las manos en los bolsillos. No podía apartar mis ojos de ella, como si supiera que al hacerlo iba a desaparecer.
-¿Dónde estás viviendo? - pregunté acercándome.
-En la misma casa de antes.
Bien, es bueno saberlo. Así podré visitarla.
-Ally- llamé, consiguiendo que me mirara.
-¿Mhm?
-Te extrañé.
No me había dado cuenta en estos años, pero realmente la había extrañado mucho, de una forma en que dolía y me sentía capaz de llorar. Es estúpido, incomprensible para mí mismo, pero así lo siento.
-Jamás te dejaría completamente, Jungkook- sonrió y tomó un libro cualquiera antes de sentarse en el suelo- Ven.
-Hay mesas y sillas, ¿sabes? - la miré desde arriba, pero ella tomó mi mano y me haló hasta hacerme sentar a su lado.
-Léeme este libro- me lo extendió.
-¿Un libro de cuentos? - arqueé una ceja al ver la portada- ¿Sigues siendo una niña acaso?
-Por supuesto.
Reí negando con la cabeza y comencé por un cuento al azar. Ella apoyó su cabeza en mi hombro mientras yo leía. Aunque algo me dice que no ha estado presentando atención.
-¿Qué harás al terminar la preparatoria?
Su pregunta me hizo callar. Eran un tema que disgustaba tocar, pero no iba a pelear con ella. No con Ally.
-No lo sé. Trabajar en cualquier cosa, supongo. No tengo ningún deseo en específico.
-Todos tenemos deseos- puso su mentón en mi hombro, mirándome, muy cerca- ¿Aún te gusta la música?
Lo recuerda. Me la pasaba cantándole cuando éramos niños, el pensamiento me hizo sonreír levemente.
-Sí, mucho.
-Entonces ahí lo tienes.
-No es tan fácil.
-La vida pierde sentido si nos quedamos sin deseos, pasiones, metas y amor- me hizo callar- ¿Dejarás que tu vida pierda sentido?
-Creo que nunca lo tuvo- murmuré.
-Sí lo tuvo. De pequeño decías siempre que serías cantante. ¿Qué pasó?
-Supongo que no tuve a nadie que me lo recordara, menos después de que te fuiste.
-Pues aquí estoy para recordártelo. No me iré hasta que te vea recuperar la pasión.
-¿Irte? No, no te vayas de nuevo- dije rápidamente, la sola idea me aterraba, sería quedar solo de nuevo.
Creo que toda mi soledad empezó cuando ella se fue y con eso todas mis ganas de hacer algo por mí mismo. Tampoco entiendo cómo eso me afectó tanto y ni siquiera recuerdo.
-Nunca me voy por completo- sonrió y volvió a apoyar su sien, mirando al libro abierto entre mis manos.
-Dijiste que todos tenemos deseos- hablé en tono bajo- ¿Cuál es el tuyo?
Ella demoró en darme respuesta y aunque no esperaba nada en concreto, lo que me dijo me dejó muy pensativo.
-Vivir.
Los días pasaron muy parecidos a ese por algunas semanas. Solamente la veía en el camino de la escuela a casa y viceversa, en la biblioteca cada noche, en parques vacíos o en la terraza del instituto. Hasta ahora sólo nos veíamos en lugares donde no había gente. No entendía el por qué, tratándose de ella. Pero a mí no me molestaba.
Mamá me preguntaba con cierto tono feliz si me pasaba algo, ya que mis calificaciones comenzaban a subir (porque Ally me insistió en eso), pasaba menos tiempo en los videojuegos y salía a menudo. En semanas mi vida había cambiado bastante su rutina y me sentía bien, me sentía un niño. Incluso pasé por una academia de música a pedir información. Ella me ha seguido insistiendo en eso y, sin todo me sale bien, podré ir a esa academia al acabar la escuela. No es una universidad, pero es lo que me apetece.
Justo eso es lo que iba a contarle a Ally. No había ido a su casa en este tiempo, pero no puedo esperar más. Necesito verla.
Toqué el timbre nervioso, cuando la puerta se abrió y reconocí a su madre, a quien hace años no veía tampoco.
-¡JungKook! ¿Realmente eres tú? - ella sonrió al verme- Pero mira tu tamaño, eres un hombre ya. Como pasan los años- dijo con nostalgia.
-Qué bueno volver a verla. Venía buscando a Ally.
-¿A... a Ally? - dijo pausadamente, confundida.
Oh, claro
-Ah, sí. Llevamos semana ya viéndonos, nos encontramos un día de camino a la escuela de casualidad- expliqué.
-Ya veo. Ella... ella no está Jungkook.
-Oh, ¿salió?
-Seguramente la... verás después.
-Claro. Dígale que estuve aquí- sonreí antes de irme- ¡Fue un gusto volver a verla!
Grité a lo lejos mientras corría con entusiasmo a casa.
En lo que restó de día no la ví. ¿Alguien puede creerse que esa chica no tiene celular? Realmente parece seguir siendo una niña. Pero a mí me gusta de esa manera.
Sí, me gusta.
Cuando me ha sacado de mi habitual cueva, por decirlo de alguna forma y me ha permitido disfrutar los días juntos, claro que me iba a gustar. A lo mejor me estaba perdiendo de esto antes, de salir más y de conocer alguna chica con la que experimentar esto. Pero todo pasa por algo. Debe ser que yo estaba destinado para Ally.
Al día siguiente, mi despertar fue excelente.
-Despierta dormilón.
Ally estaba en mi habitación, sentada en mi cama y mirándome. Me sorprendía verla aquí. ¿Será que ya habló con mamá? ¡Al diablo! Está aquí que es lo importante.
-Ally- me senté para rodearla con mis brazos y dejarme caer de nuevo en la cama con ella sobre mí- ¿Cómo entraste aquí? ¿Viste a mamá?
-No, pero la ví salir hace un momento. Ya sabía que las llaves están bajo la alfombra. ¿Te sorprendí?
-Mucho. Este sí es un gran despertar.
-Pues no puedo demorar mucho- me miró - Supe que estuviste en casa.
-¡Fui a la Academia Ally! - nos incorporamos para poderle hablar con comodidad- Creo que entraré ahí al acabar la preparatoria.
-Todo está en que te lo propongas- sonrió- Felicitaciones.
-Pero no te vayas a ir, ¿eh?
Su sonrisa disminuyó un poco, pero no desapareció. Sostuvo mi mano con fuerza, mirando mis ojos.
-Yo siempre estaré contigo, Jungkook.
Sonreí al oírla. Realmente la necesito siempre conmigo. Siempre lo hice, todos estos años. No creo que pueda volver a acostumbrarme a estar sin ella de nuevo.
-Te quiero mucho, Ally- dije en tono bajo.
-Yo siempre te quise- respondió- Ahora debo irme.
-¿Tan pronto? - pregunto con desilusión.
-Sí. Mamá me necesita- dijo poniéndose de pie- Salgamos mañana, es domingo.
-¿A dónde quieres ir?
-A donde sea. Veámonos temprano, ¿sí?
-Por supuesto. No perdería esa oportunidad.
Nuevamente se iba, pero no me entristece porque sé que mañana la vería y pasaríamos el día juntos.
<<La tele estaba encendida, las noticias andando, el mismo acontecimiento del que se hablaba en todas partes. Desafortunado y fatal. Mi madre sostenía mis hombros mientras el hombre de traje en la pantalla habla y a su lado van corriendo fotos, de una calle, un charco de sangre, policías, ambulancias, familias llorando. Mamá llora y me pide que nos vayamos, que nos esperan para despedirla. Yo me aferro a su mano, de repente hay gente mirándome y hablando de mí. "Es muy pequeño", "pobre de él", "solo tiene diez años". Todo se me hace raro y poco a poco voy olvidando lo que pasa y a medida que mi mente queda en blanco, voy sintiendo menos tristeza, mi corazón más calmado.
"Mamá, ¿dónde está ella?"
Mi pregunta.
"Se tuvo que ir, hijo."
Su respuesta.>>
Desperté con una rara sensación, después de haber tenido un confuso sueño que me dejó un sabor amargo. No lo entendí, pero los sueños son así, ¿verdad? No tienen sentido, ni explicación.
No puedo perder tiempo con sueños, tratando de analizar cosas como esas. Siento que ya tuve el mismo sueño. Pero Ally me está esperando. Hoy saldremos juntos, eso es todo lo que importa.
Me levanté como un resorte de la cama y me fui a bañar. Saqué casi todo mi armario buscando qué ponerme, eligiendo una camisa celeste y un pantalón negro. Mi cabello lo peiné con flequillo, dejando parte de mi frente al descubierto. Incluso me perfumé.
Hoy quiero decirle lo que siento por ella.
Tomé mis pertenencias para bajar las escaleras de dos en dos. La escena que encontré en la sala no me gustó, me asustó. La madre de Ally estaba sentada en el sofá junto a mamá y lloraba abrazada a ella. Papá estaba de pie a un lado, callado y mirando al suelo, el padre de ella estaba también, con ojos brillante, llorosos.
El pensamiento de que algo le pasó a ella me estremeció, recorriendo mi espalda enteramente.
-¿Qué es lo que pasa?
Mi voz los hizo mirarme. Todos parecían igual de afligidos. Me desesperaba el silencio.
-Hijo- papá se acercó a mí- Debemos... decirte algo.
-Ally, ¿qué le pasó? - era eso, no es nada bueno y tiene que ver con ella.
-JungKook, escucha- ahora hablaba el padre de ella- Tú... no viste realmente a Ally, es imposible.
-¿Qué están diciendo? Mamá... - la miré esperando una explicación.
-Hijo- se puso de pie y vino hasta mí- Tienes que escuchar lo que te van a decir.
-¿Qué debo escuchar? Me están asustando.
-Ally... - la voz de su madre se quebró- Ella también vino hasta mí cuando no fui capaz de salir adelante. Me hizo ver que no todo en la vida estaba perdido, que los que tenemos vida debemos aprovecharla al máximo. Cuando vio a su amigo estancado hizo lo mismo. Ella te quería mucho.
-No lo entiendo.
O sí lo entiendo, pero no quiero aceptarlo.
-Tú eras pequeño y fue demasiado. Tu cerebro te hizo olvidarlo para que no sufrieras- dice papá.
-Después de ese accidente no fuiste el mismo.
Las palabras de mamá terminaron de destrozarme. El sueño, nuestros raros encuentros, la reacción de su madre cuando la fui a buscar a casa. Todo iba cobrando sentido.
<<-... por cosas de la vida me tuve que... ir o algo así.>>
<<-Jamás te dejaría completamente, Jungkook.>>
<<-Pues aquí estoy para recordártelo. No me iré hasta que te vea recuperar la pasión.>>
<<-Nunca me voy por completo.>>
<<-Yo siempre estaré contigo, Jungkook.>>
<<-Yo siempre te quise.>>
No. No, no, no. Eso no. No es posible.
<<-Dijiste que todos tenemos deseos, ¿cuál es el tuyo?>>
-No...
<<-Vivir.>>
-Ally.
-Hijo.
-No me toquen.
Di un paso atrás, bajo las miradas de los cuatro. No lo acepto. No puede ser, es imposible. Ella me dijo que saldríamos hoy. Vamos a estar juntos hoy. Le diré que me gusta. Esto es... una tontería, una broma.
Salí de casa corriendo. Ella vendrá a verme. Ella...
Diez años. Teníamos diez años.
Lo comienzo a recordar.
<<-Jungkook, hoy tenemos que hacer el proyecto de ciencias. ¿Vendrás a mi casa o quieres que vaya a la tuya? - estamos de regreso de la escuela.
-¿Puedes venir a la mía? Me da pena cuando tengo que tocar el timbre en tu casa- dije, haciendo que riera.
-Eres un tontito. Pero está bien. Déjame pasar rápido por casa y voy para allá. ¿Sí?
-Vale. Te espero. Merendaremos en mi casa- le sonreí.
-Nos vemos en un rato- besó mi mejilla y se fue corriendo.
Yo negué con la cabeza y me di la vuelta para empezar a caminar a mi casa. Pero un grito de pánico y el sonido de unas ruedas de un auto frenando forzadamente me hizo detenerme y darme la vuelta. Había un montón de gente corriendo de un lado al otro. El vehículo estaba estrellado contra un árbol en la acera.
Ally estaba entre el árbol y el auto.
-¡El auto perdió el control, yo lo ví!
-¡Llamen a la ambulancia y la policía!
-¡Hay que sacar a la niña!
-¡No la toquen!
Los gritos de la gente se mezclaban mientras mi mirada borrosa mirada solamente su cabello, su cuerpo echado sobre el auto estrellado. Me acerqué lentamente entre la multitud corriendo de aquí a allá.
-Niño- un hombre tomó mi brazo- No debes acercarte mejor- dijo calmado.
-Es... mi amiga- señalé a Ally.
-Cariño- le habló a la mujer a su lado- Aléjalo de aquí, es demasiado traumático para un niño.
La mujer parecía abatida y comenzó a llevarme hacia atrás, alejándome de mi amiga.
-D-De... Déjeme ir con ella- pedí con voz temblorosa- ¡Déjame ir con mi amiga! ¡Ally! ¡Ally despierta! ¡Ally, soy yo! ¡Ally!
Prácticamente estaba tirado en el suelo, mientras más de una persona me alejaban de ahí. Llegaban ambulancias y policías. Yo pataleaba y gritaba hasta quedarme sin garganta.
-¡Ally! ¡Ally! >>
Un conductor borracho me mató a mi mejor amiga, a él y a una parte de mí, cuando tan solo teníamos diez años. Mi vida cayó por la borda desde ese día.
Ella había regresado para ayudarme. Porque ella siempre fue eso, un ángel.
Estaba caminando por medio de la calle vacía, mirando a todas partes, llorando con el dolor de nueve años acumulados. Ella no se pudo ir ya. Ella me dijo que nos veríamos hoy.
-¡¿Dónde estás?! - grité a los cuatro vientos, como grité el día que perdió la vida- ¡No puedes volverte a ir así! ¡No arruines lo que arreglaste en mí! ¡¿Dónde estás?!
-Jungkook.
Me di la vuelta para verla, con un vestido sencillo, blanco, que llegaba a mitad de sus muslos, el cabello suelto y una mirada comprensiva.
-Ally- corrí a ella, abrazándola- Perdóname. Perdón por no recordar. Perdón por no ayudarte, por dejarte ir ese día. No te vayas de nuevo, Ally. No quiero estar solo otra vez. No te quiero perder.
Lloré con su menudo cuerpo entre mis brazos, el rostro escondido en la curvatura de su cuello, mojando su piel por mis lágrimas. Su mano se posó en mi espalda para darme palmaditas.
-Vas a estar bien- susurró.
-No puedo estar bien sin tí. Nunca pude estarlo.
-Lo estarás. Llorarás por mí y reirás por mí, cuando aparezca en tus recuerdos y te abrace en sueños. Siempre estaré en alguna parte.
Se alejó y tomó mi rostro entre sus manos, secando mis lágrimas.
-Te amo.
Dije con voz quebrada.
-Gracias por tenerme aún en tu corazón.
Esta vez yo sujeté sus mejillas. No quería que se alejara de ninguna forma. Me incliné hacia ella, acortando la distancia por completo. El toque de nuestros labios fue sutil, delicado, pero muy sentimental. Ella no me lo impidió.
Este es nuestro primer y último beso.
-Concédeme un deseo antes de irme.
Que insinuara que se iba provocó un nudo en mi garganta. Suspiré profundamente.
-Dime.
-Quiero bailar contigo- dijo- Seguramente hubiese sido tu pareja de baile en todas nuestras graduaciones.
Ella ni siquiera terminó la primaria. No disfrutó nunca de la graduación, no fue a un campamento en la secundaria o a una fiesta con amigos del instituto. No ha celebrado los cumpleaños de su familia, los suyos, los míos. No ha vuelto a recibir un beso de buenas noches de su padre o un abrazo de su madre. No irá a una universidad, no se casará, no tendrá hijos. No les contará las anécdotas de la juventud. No volverá a ver el mar, la nieve.
Yo puedo hacer todo eso y no lo estoy aprovechando. Por eso ella vino.
-Bailemos, Ally.
El cielo comenzaba a nublarse, la lluvia a caer. Pero yo puse una mano en la parte baja de su espalda y la pegué a mí, sostuve su otra mano y la miré a los ojos.
-Canta algo. No tenemos música- pidió.
Yo tragué en seco, aguantando las terribles ganas de llorar que tenía para poder comenzar a cantar. Una canción que solamente me recuerda a ella.
Y comenzamos a bailar en plena calle, bajo la lluvia y sin dejar de mirarnos.
~I found a love for me
Encontré un amor para mí
Darling just dive right in
Cariño, solo lánzate de cabeza
And follow my lead
Y sígueme
Well I found a girl
Bueno, encontré una chica
Beautiful and sweet
Hermosa y dulce
I never knew you were the someone waitingfor me
Nunca supe que eras ese "alguien" esperando por mí
Cause we were just kids when we fell in love
Porque éramos niños cuando nos
enamoramos
Not knowing what it was
Sin saber lo que era
I will not give you up this time
Yo no voy a renunciar a tí esta vez
But darling just kiss me slow
Pero cariño solo bésame lento
Your heart is all I own
Tu corazón es todo lo que tengo
And in your eyes you're holding mine
Y en tus ojos estás sosteniendo el mío
Baby, I'm dancing in the dark
Bebé, estoy bailando en la oscuridad
With you between my arms
Contigo entre mis brazos
Barefoot on the grass, listening to our favorite song
Descalzos sobre la hierba, escuchando
nuestra canción favorita
When you said you looked a mess
Cuando dijiste que lucías un desastre
I whispered underneath my breath
Susurré por debajo de mi respiración
But you heard it
Pero tú lo escuchaste
Darling, you look perfect tonight
Cariño, luces perfecta esta noche~
Ella sonrió levemente, con lágrimas en los ojos al igual que yo. Llevé mi mano a su mejilla, acariciando su rostro.
-Gracias- susurró.
Comenzó a desvanecerse, hasta que mi mano no sostenía su mejilla.
Se ha ido.
Y esta vez para siempre.
▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄
Hola.
Perdón.
No me linchen.
Quiero vivir.
Bueno, este es el primer OS que publico. Ya lo tenía hace mucho tiempo en mis borradores. Es un OS que escribí para una dinámica y nada, que se me ocurrió compartirlo con ustedes.
¿Qué les ha parecido? Espero que les haya gustado. Es algo cortito.
Nos leemos en otra ocasión.
Peace & Love <3
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