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Capítulo 27

Una hora exacta luego de que Jungkook se haya ido salgo por la ventana, tengo puesto un abrigo que es demasiado grande y nunca antes había utilizado en este pueblo pero que tiene capucha y me servirá para ir de incógnita sin ser reconocida por ninguna persona y una camisa de rayas de colores que probablemente nunca hubiera utilizado para salir de casa.

Creo que me siento más valiente para hacer algo como esto desde que yo misma enfrente a los deudores de Sunwoo y arregle todo el asunto, estoy esperando que esto funcione así y si no lo hace... Creo que aprenderé mi lección por creerme la heroína en la historia de todos.

Podría decir que no sabía exactamente a donde iba, pero no habría posibilidad de que no supiera en donde quedaba mi propia casa, según lo que escuche de Hara mi padre se había quedado con la casa y eso no me extrañaba en absoluto ¿Por qué se molestaría en dejarle las cosas fáciles a mi madre? Me preocupaba estar siendo demasiado dura así que deje de pensar en mi padre y su trato hacia los demás seres humanos.

De hecho, creo que me sentía demasiado tranquila caminando sola en la noche para ser verdad, el hecho de tener tanto nervios y miedo caminando de noche sola es porque fue una noche fría y oscura en la que me encontraba sola cuando terminé cayendo por las escaleras.

Había sentido el empujón, no sé si fue sin intención o no y tampoco tengo manera de probarlo, pero estaba segura de que ninguno de los amigos de Sunwoo se arrepentían de ello, juraban que había sido un accidente y nunca había sido capaz de contárselo a él, no iba a hacerlo a estas alturas porque eso solo traería más dolor para ambos, ahora que habíamos cerrado ese capítulo no había razón para abrirlo de nuevo.

Iba a volver a Seúl con Jungkook, tal vez después de hablar con mi madre. Sabía que Hara no quería que hablará con mi padre, pero tenía que intentarlo porque si no lo hacía sentiría que había dejado todo incompleto y algún día terminaría volviendo para terminarlo así que era mejor hacerlo ahora que tenía la oportunidad.

Si de verdad mi padre y el señor Cho tenían algún tipo de alianza o relación de negocios iba a hacer que se olvidara de eso por completo, no podía venir nada bueno de esos dos juntos.

Cuando llegué a la casa sentí un enorme sentimiento de nostalgia en mí, todos mis recuerdos de la infancia y la mitad de la adolescencia... Toda mi vida aquí y fue increíble lo rápido que eso paso a segundo plano cuando vi un auto naranja destartalado aparcado en la acera del frente.

No se trataba del mal estado o del color llamativo, se trataba de todas las veces que yo me había subido en ese mismo auto segura de que Sunwoo no le había pedido permiso a su padre para tomarlo, por ello el miedo llegó a mí, porque me di cuenta que el que tuvieran una alianza no era una opción, ahora se acercaba más a una realidad.

Me acerque aún con más prisa y urgencia, las luces de la sala estaban prendidas pero sabía muy bien que podrían darse cuenta de que estaba ahí si me acercaba por la fachada del frente y como conocía tan bien a mi padre sabía que era muy probable que tuviera la ventana de la cocina abierta así que me acerque por el lateral de la casa con el pensamiento de que ahora espiaba las conversaciones de las personas muy a menudo y con un sentimiento de triunfo tan pronto como vi la ventana abierta.

No sé si esperaba escuchar alguna conversación conspirativa o planes malignos de película, pero por supuesto no planeaba escuchar la voz furiosa de mi padre y la voz de súplica del señor Cho.

- ¿Cuantas veces tengo que decírselo? -Preguntó mi padre con más paciencia- No quiero hacer ningún trato con usted y no quiero que vuelva a venir a mi casa ¡La gente pensará que compartimos algún tipo de relación!

-¿Y no la compartimos? -Preguntó el señor Cho un poco ofendido- Le recuerdo que su hija y mi hijo están juntos en Seúl, eso de alguna manera u otra nos convierte en familia.

-¿Y qué espera? ¿Qué por ese hecho me una a usted en su retorcido plan? Usted lo ha dicho, su hijo y mi hija están en Seúl, una ciudad inmensa en la que nos sería imposible encontrarlos, no voy a abrir una búsqueda a mi hija para que usted vaya a atormentarles la vida.

-¿Y cree que voy a dejar que ese vago se vaya y no me pague todos los años que estuve cuidando de él?

La palabra cínico se me paso por la cabeza demasiado rápido, el señor Cho hablaba más de lo que hacía, ni una sola vez desde que conozco a Sunwoo habló bien de su padre o habló de él en absoluto y sé que era porque no había nada bueno que decir.

-Entonces encuéntrelo por sus propios medios, no voy a hacer parte de esto y es mi última palabra.

-Va a arrepentirse ¿Sabe? Va a darse cuenta de que yo tenía razón.

Unos segundos después la puerta fue azotada y por primera vez en mi vida escuche que ese destartalado auto arrancaba tan pronto.

Me tomo más de cinco minutos volver a la fachada de en frente, esta vez era porque estaba completamente nerviosa, tenía miedo de ver a mi padre y que tal vez las cosas no salieran como yo lo deseaba, pero al menos ya guardaba la tranquilidad de que él y el señor Cho no estaban ni siquiera cerca de planear algo juntos, eso me hacía preguntarme de donde habían sacado esa idea Jungkook y Sunwoo.

Luego de que tocara el timbre mi corazón latió casi tan rápido como cuando estaba con Jungkook lo que fue un recordatorio de que hacía esto para poder mejorar y ser suficiente para tenerlo en mi vida.

Cuando la puerta se abrió me quede casi paralizada esperando las primeras palabras de mi padre que llegaron demasiado pronto.

-¡Ya te dije que no volvieras! -Creo que toda la tristeza me invadió en un solo segundo-

Aunque había imaginado muchos escenarios terribles para este momento ninguno era como este, el corazón ya no me latía rápido, me dolía.

-¿Yunsoo? -La sorpresa en su voz me extraño- Pensé que eras... -Sacudió la cabeza- ¿Qué estás haciendo aquí?

Suspire, tal vez pensaba que era el señor Cho de nuevo, pero por supuesto no iba a decirme eso.

-Vine a hablar contigo... Es importante.

Mi padre miró a ambos lados en la calle antes de abrir la puerta por completo para dejarme pasar.

-Siéntate -Dijo con voz dulce que me hizo tener más esperanza que con la que había venido-

Me senté en el cómodo sofá de terciopelo sintiéndome en un hogar otra vez. Mi padre se sentó frente a mi esperando mis palabras.

-Sé que debe haberte tomado por sorpresa que esté aquí, yo tampoco esperaba venir si soy sincera, pero sé que si no lo hacía es posible que me hubiera arrepentido toda mi vida.

-Yunsoo, ve al grano por favor -Eso hizo que mis nervios aumentaran, tal vez me había dejado pasar solo por compromiso y no por escucharme-

-Me gustaría que arregláramos las cosas ¿Sabes? Que pudiera invitarte a Seúl en mi cumpleaños y poder venir aquí en el tuyo, poder dejarte mensajes o llamarte al teléfono cuando me plazca, poder hablar con mis amigos de ti sin que me den ganas de llorar, poder ser una familia de verdad está vez -Trague saliva, de repente la garganta se me secó- Sin la necesidad de temer decepcionarte al hacer algo mal, sin tener que pasar por encima de todos para tener una buena reputación, quiero quererte más de lo que te temo, quiero reír a tu causa más de lo que lloro, quiero cambiar las cosas materiales por tiempo contigo... Quisiera tener una relación padre e hija donde no tengamos que ser completos desconocidos.

Me quede callada un momento completo mientras veía a mi padre, quería creer que había visto un destello de lágrimas en sus ojos, pero desapareció tan pronto como empezó a hablar.

-¿Crees que las cosas se pueden arreglar así de fácil? Nos abandonaste a tu madre y a mí por irte con ese bueno para nada que tienes de novio Yunsoo, arruinaste tus posibilidades de tener una vida y arruinaste nuestra imagen con la familia de Seokjin.

Lo mire esperando que dijera que todo era una broma, pero mi padre no hacía bromas, escasamente se reía.

-¿De verdad es más importante nuestra imagen que todo lo que tuve que pasar?

-¿Lo que tuviste que pasar? -Preguntó con incredulidad- ¿Qué pudiste haber pasado tú que fuera tan difícil? Si tuviste escases de dinero es porque así lo elegiste, si te hubieras quedado aquí y hubieras seguido nuestras ordenes...

-Entonces jamás habría descubierto que podía ser feliz, jamás habría descubierto mi propio camino si me quedaba aquí y hacía lo que tu querías padre. Vivir mi vida bajo la sombra de un hombre ¿De verdad es eso lo que quieres para tu hija?

Se quedó en silencio y creo que la respuesta era bastante obvia para ambos.

-No sé porque creíste que sería una buena idea volver Yunsoo, todos aquí estamos mejor desde que te fuiste así que si vienes con tus ideas tontas de ser una familia... Es algo que debiste haber pensado antes de haberte ido de aquí.

- ¿Entonces eso es todo? ¿Vas a guardarme rencor por el resto de tu vida por haber querido vivir mi vida a mi manera?

-¿Cuánto tiempo te costó darte cuenta de que te había equivocado al irte de aquí? Porque yo siempre supe que volverías tarde o temprano Yunsoo, porque tomaste la decisión equivocada y sabía que ibas a tener que volver arrastrándote cuando estuvieras hundida -Negué decepcionada de que esa fuera la idea que tuviera mi padre sobre mi-

-No sé porque crees que vine a pedirte ayuda o dinero pero no es así, vine porque quería intentar tener una relación parental, no quería vivir el resto de mi vida ignorando que tengo un padre que aunque no fue el mejor sigue siendo mi padre, si piensas que vengo aquí por tu ayuda monetaria o porque quiero volver se nota que no me conoces en absoluto padre -Dije levantándome del cómodo sofá manteniendo las lágrimas a raya- Es una lástima que vaya a tener que seguir siendo así.

Camine hacia la puerta más decepcionada que en toda mi vida entera.

-¿Yunsoo? -Dijo mi padre encendiendo la chispa de esperanza, me iré a verlo- No vayas a volver aquí, tampoco al pueblo, quédate en Seúl para siempre y no regreses -Esta vez me fue imposible contener la mísera lagrima que salió de mis ojos, me fue imposible que mi padre no me viera llorar a su causa-

No sé porque pensé que iba a ser más fuerte, que tal vez aguantaría hasta llegar a casa de Hara para llorar en la comodidad de la cama hasta quedarme dormida. Solo dos cuadras después de haber caminado las lágrimas nublaron mi vista y me obligue a parar pegando mi espalda en el muro junto a mí y dejándome caer al suelo.

Era lamentable como yo misma creaba expectativas sobre personas que no tenían ningún motivo para cambiar, mi padre era así, simple, sencillo, con poca demostración de sus emociones y sin ningún remordimiento por nada, no sé porque pensaba que por ser su hija me iba a salvar de su falta de emociones.

Pero por eso no dejaba de doler, creo que dolía más como mujer que uno de los hombres que te decepcionara en la vida fuera tu padre, creo que era más difícil de superar que cualquier amor fallido.

Abracé mis piernas a mi pecho y escondí mi cabeza entre ellas, al menos lo había intentado y si al final alguno de nosotros se arrepentía de esta noche no iba a ser yo.

Creía que seguir llorando sola a mitad de la calle era una buena idea, quizás porque no era consciente de la mitad de los peligros de esto pero mi cuerpo entero volvió a ser sensato demasiado tarde, en el momento en que un auto anaranjado con un motor demasiado viejo se estacionaba frente a mí y el conductor me miraba como si hubiera encontrado la solución a todos su problemas y mientras yo lo miraba a él sabía que era la causa de todos los problemas que tendría desde ese momento en adelante.

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