Capítulo 18
Cuando era niña mi padre nos compró una casa de muñecas a mi hermana y a mí. Originalmente la casa venía con un auto deportivo pero mi padre lo sacó y se lo regaló al hijo del vecino, había estado furiosa, la casa de muñecas era nuestra y no tenía sentido que le regalara parte del juego a un niño con el que nunca había jugado en la vida. Cuando le pregunte la razón su respuesta me pareció más decepcionante de lo que debería parecerle a una niña de diez "Las niñas no pueden tener autos deportivos "¡Que idiotez!
Entonces mi hermana mi hizo un auto con rollos de papel higiénico y tapas de botella, alegando que no importaba cuantos autos deportivos papá quisiera quitarnos siempre podíamos tener uno a nuestra manera.
A los quince me quería cortar el cabello como Miley Cyrus porque vamos, era Miley Cyrus y claro era una locura, pero el "Es un peinado de chicos" Solo hizo que quisiera hacerlo más, aunque por supuesto no lo hice, en parte me alegra haberlo hecho, no creo que tenga la estructura facial adecuada para ese estilo de cabello.
Luego de esa edad los problemas dejaron de ser simples palabras y pasaron a ser explicados con actos agresivos, luego de los quince viví con miedo a mi padre porque era un hombre agresivo que, aunque se contenía muchas veces siempre me preocupó que pasaría si no lo hacía ¿Y si un día me golpeaba con fuerza? Por supuesto lo hizo, nunca hubiera querido dejar a mi familia de no ser por eso y porque la prueba de embarazo dio positivo. Mi padre no solo era rico y una mala persona con los demás, también lo era con sus hijas.
Cuando quedé embarazada jure nunca ser como el, nunca le pegaría a mi hijo o le hablaría de una manera que le hiciera tener miedo de mí y nunca sería como mi madre y me quedaría callada y sonriente si Sunwoo llegaba a ponerle una mano encima, aunque en verdad sabía que él no lo haría.
Siempre lo pensé, pero aún me faltaba actuar, aún me faltaba dejar de quedarme bloqueada ante un golpe y luego pasó lo que pasó.
"Accidentalmente" Caí por un tramo de escaleras muy largo en una fiesta de los amigos de Sunwoo, yo sobreviví y el bebé no, semanas después empecé a drogarme y a pensar que mi vida no tenía solución.
La cosa de todo esto es que aquí estaba de nuevo, pero por una situación diferente.
Solía odiar mi vida con todas mis ganas, simplemente preguntándome cuando terminaría, otras veces me preguntaba si tenía una solución y estaba siendo muy exagerada. Cuando caí en un pozo sin fondo me di cuenta que tal vez la única solución a la vida era la muerte, las drogas eran lo más cercano a ella.
Sunwoo siempre pensó que mi adicción al adherall era mi único defecto, si tan solo hubiera descubierto todo lo que escondía tal vez jamás hubiera terminado de contar todos mis fallos. Pero me gustaba estar con él, además de que lo quería también tenía un motivo egoísta, ver que su vida era tan desastrosa hacía que la mía no fuera tan importante y centrarme en sus problemas me hacía olvidar los míos, lo extrañaba y no precisamente como novio si no como persona y como amigo, porque antes de todo Sunwoo fue mi amigo.
Salí de la farmacia mirando hacia ambos lados, sintiendo que en algún momento algún policía quisiera revisar la bolsa que llevaba y a simple vista no era algo sospechoso. Toallas sanitarias, pastillas para el dolor de cabeza y alprazolam, y en otra bolsa una botella de licor, una cajeta de cigarrillos y un pequeño celular de segunda.
Tuve que mentir un poco para conseguir el alprazolam, no me siento orgullosa de ello, pero fue fácil ya que la chica que me atendió aparecía amable y no hizo muchas preguntas.
Necesitaba el alprazolam para dos cosas: Sentirme más tranquila y calmar mi angustia de haber hecho las cosas mal, y dormir, aunque probablemente primero debía encontrar un lugar para dormir, por suerte tenía la etiqueta necesaria para que me permitieran entrar en cualquier lugar.
El hotel al que ingrese no era el mejor pero tampoco el peor, estaba en un estado medio lo que era justo lo que podía permitirme.
Pague por una noche, aún no sabía si me quedaría luego de esta noche, lo único que tenía planeado de mi vida eran las siguientes horas y sinceramente no quería pensar en ello porque probablemente me sentiría más triste de lo que estaba y claramente ese no era el plan.
Me tire en la cama para darme cuenta de que no era tan suave como la de Jungkook y ese simple pensamiento hizo que me doliera el pecho, pero no iba a permitirme sentirme mal, hoy no, tal vez lo hiciera mañana, tal vez me arrepintiera por todo lo que había hecho hoy mañana.
Tome dos pastillas de xanax y las metí en mi boca una por una, las trague y suspire, había olvidado lo difícil que era esto. Aún recuerdo la primera vez que lo tome. A Hara le habían diagnosticado depresión a los 19 luego de que mamá la llevará al psicólogo porque "Estaba siendo caprichosa" La doctora le recetó xanax pero tan pronto como salimos del consultorio mi madre tiró las pastillas al cesto de basura, tomó a Hara de la mano y la arrastró hasta el auto alegando que la doctora no sabía hacer bien su trabajo. Lo que mi madre nunca supo es que mientras ella arrastró a Hara hasta el auto recogí las pastillas y tan pronto como llegue a casa averigüe de que se trataban.
El alprazolam es un depresor con efecto calmante.
No las use de inmediato, de hecho, pensé en tirarlas de nuevo pero un día luego de la escuela cuando mis padres me contaron del compromiso con Seokjin quería explotar y simplemente pensé que eso me ayudaría a hacer las cosas mejor. No sé si hizo las cosas mejores, simplemente no pude dejar de tomarlas cada que sentía que iba a salirme de control, hasta que un día todo realmente se salió de control. Una maldita sobredosis.
Mis padres no querían que nadie se enterara sobre su "Hija drogadicta" Pensé que la descripción era exagerada, aún lo hago. Entonces decidieron enviarme a tratamiento por un año por lo que, hasta cumplir los dieciocho estuve en un tipo de internado de rehabilitación pensando que no había nada que rehabilitar ¡Podía dejar las pastillas si así quería! No tuve ningún problema en dejar de tomarlas porque nunca sentí la necesidad de explotar de nuevo, al menos hasta que volví a casa.
Supe en el momento en que me fue tan fácil conseguir dos frascos de pastillas que mis padres nunca hicieron lo del internado por mí y eso también merecía una dosis de calma, cuando me di cuenta lo llevaba a todos lados y la única otra cosa que parecía calmarme aún mejor que una pastilla era Sunwoo por lo que las dejé casi sin darme cuenta al segundo de conocerlo.
Cuando volví a probar una droga de nuevo el xanax ya no parecía la gran cosa, no necesitaba simplemente calmarme, necesitaba olvidarme de todo así que probé la clásica marihuana en un intento de sobrellevar todo mejor, no funcionó porque no era como buscaba sentirme. Llegué a tener anfetaminas en la punta de mi lengua, pero no fui capaz de hacerlo.
Hoy no buscaba simplemente drogarme a diferencia de todos esos días, buscaba dejar de existir lo cual era tan fácil como combinar drogas y alcohol, pero no iba a hacerlo incluso si tenía todo orquestado. Era una cobarde incluso para acabar conmigo misma.
Odiaba como mi vida había cambiado de filtro en solo horas, hace poco estaba intentando hacer que el chico que me gusta se diera cuenta de que yo también le gustó y ahora estoy lejos de él, molesta, decepcionada y decidida a no volver a verlo. Ni siquiera me importaba si este era el problema del que Haerin hablaba, confié en Jungkook y el problema de ello es que jamás pensé que me lastimaría y es por eso que ahora duele más.
¿Qué era lo que estaba haciendo tan mal para que toda mi vida estuviera llena de tragedias?
Me sentía vacía, no solo porque no había comido si no porque en ese preciso instante ya no tenía ninguna razón por la cual salir del hoyo en el que me encontraba, ya no había sentido de libertad, sueños, amor o alguien por quien valiera la pena y era triste que ni siquiera me quisiera lo suficiente para intentarlo por mí misma.
Tome el teléfono y marque el único número que creí valdría la pena memorizar.
- ¿Hola? -Pregunto con desganas, y egoístamente me gustó que no estuviera bien sin mi-
- ¿Cómo estás? -Dije dándome la vuelta, choque con la botella y escuché como cayó al suelo-
- ¿Yunsoo eres tú?
-Mmm eso creo, pero no has respondido mi pregunta.
-Joder Yunsoo ¿Cómo quieres que esté? Simplemente he pasado días sin saber nada de ti.
-Eso era lo que quería.
- ¿Entonces porque me llamas?
-Porque estoy triste y tú siempre me hacías sentir mejor, solo me pregunto porque no está funcionando.
-¿Dónde estás?
-No tengo idea de direcciones Sunwoo, probablemente te estaría enviando al lugar equivocado.
-Por favor dime donde estás e iré por ti ¿Sí?
-No te llame para que vengas por mí, te llame porque... quería despedirme.
-No vayas a hacer ninguna locura Yunsoo -Me reí suavemente, él estaba alterado, pero yo me sentía muy tranquila, casi flotando-
-Quiero que avances Sunwoo, no quiero que tu vida acabe con una sobredosis, en la cárcel o alguna enfermedad de transmisión sexual.
-Vaya, que esperanzas las que tenías en mi -Dijo sarcásticamente, sonreí- Ya cállate -Dice cambiando el tono de voz hablándole a alguien más-
- ¿Estás con alguien? -Dije sabiendo que no me hablaba a mi-
-Con un amigo, pero no importa, solo quiero que aparezcas ¿Sí? si no quieres que vaya por ti puedo decirle a Seokjin.
Si mencionaba a Seokjin significaba que debía saber que teníamos un tipo de relación, me aliviaba que no preguntara por ello.
-No, no quiero a Seokjin aquí, no quiero que nadie me vea en este momento.
- ¿Por qué? ¿Qué estás haciendo Yunsoo? -Dijo está vez más preocupado-
-Lo siento Sunwoo, no sé porque estoy haciendo esto.
Solo fui capaz de colgar en ese instante en el que me di cuenta de que había sido una estupidez, había sido egoísta y una mala persona, lo único que había hecho con mi llamada había sido preocuparlo. Apagué el teléfono antes de que se le ocurriera devolver la llamada y lo tiré al suelo.
Me había resignado a no ser feliz nunca más. Prendí el cigarrillo y lo lleve a mi boca inhalando el humo, tosí unas dos veces, esto era diferente a cualquier otra cosa que hubiera inhalado, pero no me sentía tan mal porque era legal. Si, estaba llenando un vacío con otro lo cual estaba mal pero no me importaba.
Consumí un cigarrillo más rápido de lo que creí que haría, deje que la colilla cayera en el suelo y me quede mirando el techo, de inmediato me di cuenta de que quedaría poco para caer dormida. Lastimosamente no paraba de pensar en las palabras de Jungkook y no podía evitar pensar en ese justo momento que tenía razón, mi vida era un desastre y probablemente siempre iba a serlo.
Cuando el olor llegó y vi el humo supe que tal vez había cometido un par de estupideces en las últimas dos horas, pero solo me arrepentiría si llegaba a vivir para el mañana.
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