ᴍᴇ
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Narrador ??:
En el Omegaverse (Omega y Megaverso) hay varias cosas que tendríamos que tomar en cuenta.
Una de ellas es el gran poder que tienen los alfas puros. Estos alfas son superiores al resto en la jerarquía social del Omegaverse (omega,beta,alfa). Estos llegan gracias a la conexión de dos alfas, así teniendo un alfa puro. Tener a un alfa puro, es difícil. Un niño que nace de dos alfas, lo que podría ser considerado raro o no convencional en la sociedad, y cómo navega por las expectativas sociales y familiares mientras crece.Los omegas y betas son inferiores a los alfas, especialmente puros,ya que estos tienen dominancia extrema, fuerza física superior,feromonas más intensas, capacidad reproductiva aumentada, jerarquía y liderazgo natural, vínculo de marcaje profundo y control sobre otros alfas
Es muy raro ver a un tipo como estos,ya que no suele haber este tipo de conexiones entre alfas...Pero a veces pueden haber excepciones...En el reino de los demonios del norte,nació en primer y ÚNICO alfa puro ...Hwang Hyunjin,el heredero de su reino.
En el Omegaverse también se encuentran los Omegas puros, los cuales vienen de la conexión de dos omegas o un omega y un beta. Estos llegan a ser superiores a los omegas comunes. También es raro ver la combinación de dos omegas. Estos cuentan con una fertilidad excepcional, ciclos de celo más intensos, feromonas más potentes capacidad para formar vínculos más profundos, valor social elevada, resistencia o poder oculto e influencia emocional sobre alfas
Al igual que los Alfas puros,ver a un omega puro es raro,ya que no suele haber este tipo de conexiones entre los omegas....Aunque en el reino de los ángeles hubo una excepción.Nació el primer Omega Puro...Lee Felix,el comprometido de Seo Changbin.
El último mencionado, es algo atrevido y terco. Nunca obedece a sus padres, ni las reglas establecidas por el reino. Está comprometido con el hijo único del reino vecino...El reino de los semidioses.Seres que son mitad humanos y mitad dioses, lo que les otorga habilidades especiales y los coloca en una posición única en el mundo.
Vive en un lugar celestial lleno de luz, paz y armonía. Aunque la relación de sus padres no iba muy bien que digamos. Un detalle más son los jardines etéreos, castillos de cristal y ríos de luz. Es un reino tranquilo, que casi no tiene peleas con otros reinos...Esperen,corrección. ERA un reino tranquilo, hasta que el rey del reino de los demonios del norte, Hwang Haruto, se atrevió a hacerle hervir la sangre al padre de Felix, Lee Min Jin, el rey del reino de los ángeles.Y pensar que todo esto fue hace un buen tiempo,
Y todo por UNA chica...
Presente:
El sol comenzaba a asomarse por el horizonte, tiñendo el cielo con tonos dorados y rosados. La brisa fresca de la mañana traía consigo el aroma de la tierra húmeda, mientras los pájaros cantaban su melodía matutina. En un claro del bosque, un ángel de alas resplandecientes, Felix, se despertaba lentamente. Su luz pura brillaba intensamente bajo los primeros rayos del sol, un faro de esperanza en un mundo lleno de incertidumbre. A pesar de su belleza celestial, una inquietud latía en su corazón; su naturaleza como Omega Puro lo hacía vulnerable a los peligros que acechaban en la sombra.
Mientras Felix contemplaba el paisaje, su mente divagaba entre pensamientos de libertad y el peso de su destino.
Mientras el sol ascendía, un rayo de esperanza atravesó su tristeza. Sabía que debía encontrar su lugar en un mundo que no siempre parecía quererlo. Pero, por ahora, lo único que deseaba era que la paz regresara a su hogar, que las tensiones entre sus padres se disiparan y permitieran que su luz brillará sin miedo.
La luz del sol apenas podía iluminar la atmósfera densa en el castillo, donde los ecos de una discusión resonaban en las paredes. Felix se encontraba en su habitación, sintiendo cómo la tensión en el aire se transformaba en un nudo en su estómago. Desde el pasillo, los gritos de sus padres atravesaban las puertas cerradas, resonando con una mezcla de frustración y desesperación.
-¡No puedo creer que hayas hecho eso!- exclamó su madre, su voz temblando de ira. -Siempre has antepuesto tus deseos a lo que es mejor para nuestra familia. ¡Es inaceptable!
-Estoy intentando protegerte a ti y a nuestro hogar,- respondió su padre, su tono más frío y distante. -Pero no puedo hacerlo si no me escuchas. Este mundo está lleno de peligros, y no puedo permitir que te arriesgues por tu propia necedad.
Las palabras se entrelazan en un torbellino de acusaciones y rencores, un eco de viejas heridas que nunca habían sanado. Felix sintió cómo el corazón se le encogía al escuchar la angustia en las voces de sus padres. Las discusiones eran comunes, pero esta vez había un peso que lo hacía diferente, una desesperación palpable que hacía temblar incluso las estructuras del castillo.
-Siempre vives en la sombra de lo que podría pasar, y nunca te detienes a pensar en lo que realmente quiero, -gritó su madre, su voz quebrándose en una súplica. -Felix merece saber la verdad. No podemos protegerlo de todo.
-¿Y qué hay de su seguridad?- replicó su padre, su tono cargado de preocupación. -¿Vas a arriesgarlo todo por tu idealismo? El mundo no es como tú deseas que sea.Recuerda que allá afuera hay alguien que se llama Hwang Haruto,el cuál nos quiere hacer la vida imposible.
Felix, atrapado en su habitación, sintió que las palabras de sus padres reverberaban en su corazón. La lucha entre la esperanza y el miedo se manifestaba en la disputa, y cada grito lo alejaba más de la paz que anhelaba. Mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, supo que debía encontrar una forma de romper el ciclo de dolor que los mantenía atrapados.
Felix sabe sobre los peligros fuera de su CASTILLO, pero no más afuera de ahí; no sabe sobre la existencia del reino de los demonios. Sus padres han intentado ocultarle toda su vida sobre aquel reino, para que no hubiera problemas. Su duda siempre es "¿Quién es Hwang Haruto?". Aunque tenga 17 años, sus padres siguen tratándolo como niño de 7 años...ocultando todo lo que hay afuera de su reino.
Los padres de Felix llevaban tiempo luchando contra un enemigo que había estado acechando en las sombras, una fuerza oscura que amenazaba su existencia y la de su familia. Este enemigo, un demonio antiguo con un rencor profundamente arraigado hacia los ángeles, había jurado vengarse de aquellos que lo habían encarcelado en el pasado. Aunque sus padres habían logrado mantenerlo a raya, sabían que la calma era solo temporal.
La tensión en el castillo se debía a la creciente preocupación de su madre por el bienestar de Felix. Ella había sentido las energías del enemigo acercándose, como un frío que recorrió su piel, y su instinto maternal la llevó a tratar de proteger a su hijo a toda costa. Sin embargo, su padre, con su naturaleza más pragmática, creía que al ocultar la verdad sobre el peligro, estaba manteniéndolo a salvo.
Mientras tanto, una antigua profecía se cernía sobre la familia, una que hablaba de un ángel con el poder de cambiar el destino de su pueblo. Felix, el hijo de la luz, tenía un papel crucial en el equilibrio entre los mundos. La profecía decía que, cuando el ángel cumpla 18 años, buscaría a alguien que lo acompañe por el resto de su vida...Pero no tan bueno. Si el ángel se unía con el demonio que lo buscaba, podría traer tanto salvación como destrucción. Los padres de Felix temían que, al revelarle la verdad, lo estarían empujando hacia un destino que no podía controlar, uno que podría poner en peligro su vida y la de todos a su alrededor.
La angustia de sus padres se tornó en un dilema: ¿Deberían revelarle la verdad y arriesgarlo a convertirse en el objetivo del enemigo, o seguir manteniéndolo en la oscuridad para protegerlo? Sin embargo, la falta de comunicación y el secretismo solo alimentaban la inquietud de Felix, llevándolo a cuestionar su lugar en el mundo y su propia identidad.
¡Ah!Y un dato más... Realmente, la madre de Felix no es un ángel... Es un demonio...Pero cuando su padre se casó con ella, la obligó a cortarse sus alas y cuernos, dando así la apariencia de un ángel, después un cambio muy arriesgado de feromonas. ¿Se acuerdan de que les dije que Min Ji y Haruto se pelearon por una chica?
Pues esa chica es la madre de Felix...
Saliendo del anterior tema,sus padres tenían planeado que después de su cumpleaños número 18, le harían la celebración de su madurez. Esta se celebra cuando el omega,beta o alfa, cumplen sus 18 años. Normalmente las familias lo celebran con un festín, celebrando que su hij@ ya es maduro o lo suficientemente maduro para saber cuál va a ser su rol en la vida y cómo manejarla.
Las mozas del castillo estaban super ocupadas organizando las decoraciones del cumpleaños del pecoso, Felix. El ángel tenía planeado tener una celebración solo con la familia, pero, conociendo a sus padres, obviamente invitaron a todo el reino, obvio solo gente "decente" que sabía cómo comportarse en eventos importantes. Solo un día, un día para que cumpliera 18 años.
Yendo con el ángel, miraba por su ventana, mirando el cielo que se empezaba a nublar...Eso significaba que había problemas en el reino de los semidioses. Tenía las lágrimas al borde de sus ojos; estaba a punto de estallar. Intentaba tranquilizarse , pero no podía. Los ruidos provenientes del salón aumentaban...La tensión subía,hasta que...Se escuchó como su padre golpeó a su madre. Su reacción fue, taparse los oídos con su almohada e ignorar lo que pasaba, pero, los ruidos eran demasiado fuertes.
Necesitaba a alguien que lo acompañara, alguien con quien desahogarse...Alguien que lo escuchará...
Changbin, el comprometido de Felix. Un alfa que está dispuesto a estar con el ángel sin importar la situación. Hijo único de los reyes del reino de los semidioses. Heredero de su fortuna.
Decidió mandar una paloma mensajera hacia el reino de los semidioses. Aunque había problemas ahí, Changbin siempre estaba disponible para él. Le mandó una carta, la cúal decía:
"Querido...Hay problemas en casa; me están matando. Mis padres están peleando, y todo por mi culpa. Quisiera que vinieras...Necesito un abrazo tuyo. Eres el único que puede cambiar esta situación, porque, cada vez que vienes mis padres intentan dar una buena vibra, fingiendo ser la familia feliz que no somos. Por favor, ven, te necesito..."
Amarró la carta a la paloma, susurrando unas palabras al odio, para después dejarla ir. En el mundo de los ángeles hay dos tipos de palomas; las palomas normales y las mensajeras. Las normales son normales, pero, las mensajeras son especiales. Cuando mandas una carta, tienes que decirle a dónde y a quién tienen que ir. Aparte, son muy buena compañía.
Felix sintió que la tormenta en su mente comenzaba a desvanecerse cuando Changbin, su prometido, finalmente llegó al castillo. Al verlo cruzar la puerta de su habitación, una ola de alivio lo recorrió. Había llamado a Changbin porque sabía que solo él podía darle la paz que tanto necesitaba. La pelea entre sus padres había avivado sus inseguridades, y su mundo parecía estar desmoronándose poco a poco.
Changbin, con su imponente presencia de semidios, se acercó a Felix, sus ojos oscuros suavizándose al ver el estado en el que se encontraba. Sin decir una palabra, se sentó a su lado, y Felix, que había estado temblando bajo el peso de la tensión, sintió una calma inmediata cuando Changbin liberó sus feromonas. El aire se llenó con ese aroma familiar, fuerte pero reconfortante, que siempre había tenido un efecto casi mágico sobre él.
Felix cerró los ojos, permitiendo que la presencia de Changbin lo envolviera. Las feromonas eran cálidas, como el abrazo de una tormenta de verano, calmando cada rincón de su ser.
-Gracias por venir- susurró, su voz apenas audible. Sentía que solo la cercanía de Changbin podía mantenerlo a flote en ese momento.
Changbin no necesitaba preguntar lo que sucedía; sabía que la lucha entre los padres de Felix pesaba demasiado en su frágil equilibrio emocional. Así que, sin decir una palabra, tomó la mano de Felix con suavidad, su tacto firme, pero lleno de cuidado. Las feromonas fluían entre ellos, y Felix comenzó a respirar más despacio, su cuerpo relajándose poco a poco.
-Estoy aquí- dijo Changbin, su voz baja y profunda, como el trueno antes de la calma. -No importa lo que pase con ellos, siempre estaré aquí para ti.-
Felix sintió el calor en sus palabras y, por primera vez en mucho tiempo, no se sintió solo. Aunque el mundo a su alrededor parecía estar colapsando, en los brazos de Changbin todo era más simple, más claro. Y por ahora, eso era suficiente.
Mientras la tranquilidad comenzaba a establecerse en la habitación, Felix sintió cómo la tensión que había acumulado se deslizaba lentamente, como el agua que fluye libremente por un arroyo. La conexión entre él y Changbin crecía más fuerte, cada momento compartido envolviéndolos en una burbuja de intimidad.
-¿Cómo estás?- preguntó Changbin, sus ojos fijos en los de Felix, buscando cualquier indicio de lo que realmente sentía. La preocupación en su mirada era palpable, y eso hizo que el corazón de Felix se acelerara un poco.
-Un poco perdido- confesó Felix, sintiendo que la vulnerabilidad lo invadía. -No sé qué hacer con lo que está pasando entre mis padres. Me asusta pensar que nuestra familia no es lo que parece.-
Changbin lo miró con empatía.
-Es normal sentirse así. Las peleas familiares pueden ser abrumadoras, especialmente cuando sientes que no tienes control sobre ellas. Pero recuerda, no estás solo en esto.
Felix se sintió aliviado al escuchar esas palabras. Sabía que Changbin siempre había estado a su lado, incluso en los momentos más oscuros. La sinceridad en la voz de su prometido le dio fuerzas. Sin embargo, también sentía la presión de no querer ser una carga para él.
-¿Y si esto solo es el comienzo? Lo que si no pueden resolverlo... - la inquietud volvió a hacer eco en su pecho.
Changbin, viendo la angustia en los ojos de Felix, acercó su rostro.
-No permitas que sus problemas te afecten. Eres más fuerte de lo que crees, Felix. Y juntos, podemos enfrentar cualquier cosa.
El contacto cercano entre ellos intensificó la atmósfera. Felix sintió cómo su corazón latía con fuerza, no solo por la ansiedad, sino también por la cercanía de Changbin. Las feromonas seguían fluyendo, entrelazándose con la emoción que llenaba la habitación.
Sin poder resistir más, Felix se acercó un poco más, su voz apenas un susurro.
-Gracias por estar aquí, por ser mi refugio.
Changbin sonrió suavemente, un brillo en sus ojos que hacía que la ansiedad de Felix se disipara aún más.
-Siempre seré tu refugio, Felix. Siempre estaré a tu lado...Recuerdaló
Fue un momento en el que el tiempo pareció detenerse, y Felix se permitió soñar, aunque fuera por un instante, con un futuro donde la calma y la felicidad pudieran reinar de nuevo. Su corazón se llenó de una mezcla de esperanza y deseo.
Sin pensarlo dos veces, Felix tomó la mano de Changbin, entrelazando sus dedos con firmeza, un gesto que simbolizaba no sólo su apoyo, sino también la conexión que sentían.
-Quiero que enfrentemos esto juntos- dijo con determinación.
Changbin asintió, su agarre en la mano de Felix firme y seguro.
-Siempre. No te dejaré enfrentar esto solo.
Ambos compartieron una mirada profunda, una promesa silenciosa de que estarían juntos en la batalla que se avecinaba. Y, mientras el mundo exterior continuaba con sus tormentas, dentro de la habitación, todo lo que necesitaban era el uno al otro.
El silencio se asentó entre ellos, cargado de una mezcla de emociones. Felix miró a Changbin, sintiendo que cada latido de su corazón resonaba en perfecta armonía con el del semidios. Había algo reconfortante en esa conexión, una promesa implícita de que, sin importar lo que sucediera, no tendrían que enfrentar las tormentas solos.
Era un alivio El corazón de Felix se llenó de gratitud y amor. Aquel era el compromiso que siempre había deseado, y se dio cuenta de que, con Changbin a su lado, la oscuridad que se cernía sobre ellos no parecía tan abrumadora.
-Gracias, Changbin. Eres mi luz- dijo, su voz temblorosa por la emoción.
Changbin sonrió, inclinándose hacia Felix y presionando su frente contra la de él, un gesto lleno de intimidad.
-Y tú eres mi razón. Siempre estaré contigo, pase lo que pase.
Con esa promesa resonando en sus corazones, Felix sintió una nueva determinación. No solo se enfrentaría a sus padres, sino que también buscaría la verdad sobre la amenaza que acechaba a su familia.
Felix se levantó, su mano aún entrelazada con la de Changbin.
-Vamos, necesitamos averiguar qué está pasando.
Mientras caminaban hacia la puerta, la conexión entre ellos se sentía más fuerte que nunca. Sabían que la batalla que se avecinaba no solo sería contra los conflictos familiares, sino también contra los peligros externos que amenazaban su existencia. Con el apoyo del otro, estaban listos para enfrentar lo que viniera.
A medida que Felix y Changbin se acercaban a la puerta, una brisa fría recorrió el pasillo, como si el castillo mismo estuviera advirtiéndoles sobre los desafíos que les esperaban. Felix tomó una respiración profunda, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a fluir por su cuerpo. Sabía que enfrentarse a sus padres no sería fácil, pero la urgencia de descubrir la verdad lo impulsaba hacia adelante.
Avanzaron juntos por el pasillo, el eco de sus pasos resonando en el silencio que se había asentado tras sus palabras. La atmósfera se sentía cargada, como si cada paso los acercara más a un destino desconocido.
-¿Estás listo?-preguntó Changbin, notando la tensión en la postura de Felix. Su mano, aún entrelazada con la de él, ofrecía un consuelo silencioso.
Felix asintió, aunque su corazón latía con fuerza. -No hay vuelta atrás. Debo saber qué está pasando. No puedo permitir que esto siga así, afectando a nuestra relación y a mi familia.
Avanzaron juntos por el pasillo, el eco de sus pasos resonando en el silencio que se había asentado tras sus palabras. La atmósfera se sentía cargada, como si cada paso los acercara más a un destino desconocido.
Al llegar al final del pasillo, se encontraron con un grupo de sirvientes preocupados, sus rostros reflejando la inquietud que había llenado el castillo. Felix notó que algunos de ellos intercambiaban miradas nerviosas, conscientes de que algo estaba ocurriendo más allá de las paredes que solían ser un refugio.
-¿Qué está pasando?- preguntó Felix, dirigiéndose a uno de los sirvientes.
-Mi príncipe, hay una gran conmoción en el salón principal,- respondió el sirviente, su voz temblorosa. -Parece que las tensiones han escalado entre sus padres y los aliados. Hay rumores de que el enemigo se está acercando.
-Tenemos que ir allí- dijo Changbin, empujando suavemente a Felix hacia adelante. -Es el momento de enfrentar esto de una vez.
Felix sintió que su corazón latía con fuerza mientras se dirigían hacia el salón. Cada paso era una mezcla de miedo y valentía, un recordatorio de que debía abrazar su destino, independientemente de lo que pudiera traer.
Al entrar al salón, el ambiente era tenso. Sus padres estaban en el centro de una discusión acalorada, rodeados por miembros de la corte. La luz del fuego parpadeaba, proyectando sombras inquietantes en las paredes, como si el castillo mismo estuviera sintiendo la presión de lo que se avecinaba.
-¡Felix!- exclamó su madre al verlos. -No deberías estar aquí.
-Eso no es lo que importa ahora,- interrumpió Felix, su voz más fuerte de lo que esperaba. -Lo que importa es lo que está pasando entre ustedes. Necesito saber la verdad. ¿Por qué están peleando? ¿Qué ocultan?-
Su padre, con el ceño fruncido, cruzó los brazos. -No es tu asunto, Felix. Esto es algo que los adultos deben resolver.
-No puedo quedarme al margen,- replicó Felix, sintiendo que su determinación se intensificaba. -Mis decisiones están en juego aquí. Lo que hagan ustedes afecta a nuestra familia y a mi futuro con Changbin.
Changbin se mantuvo a su lado, su presencia un ancla en medio del caos emocional. Observó a los padres de Felix, evaluando sus reacciones, y decidió intervenir. "Felix tiene razón. Si hay algo que los involucra a ambos, deberían ser sinceros. Este silencio solo está causando más dolor."
La tensión en la habitación se palpó en el aire. La mirada de los padres de Felix se cruzó, y por un breve instante, pareció haber un acuerdo tácito.
-Está bien,- dijo su madre finalmente, la voz temblorosa. -Es hora de que conozcan la verdad.
Felix sintió que su corazón se aceleraba. ¿Qué secretos habían estado ocultando? Con una mezcla de ansiedad y esperanza, se preparó para escuchar.
-Lo que estamos enfrentando...- comenzó su padre, tomando aire profundo. -Es más complicado de lo que imaginas. Hay fuerzas que amenazan nuestra familia, y hay un motivo por el cual no hemos querido involucrarte.
Felix intercambió miradas con Changbin, quien apretó su mano con firmeza. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero ya no estaba solo. Juntos, estaban listos para desentrañar la verdad y enfrentarse a las sombras que acechaban su hogar.
-Lo que pasa...-siguió su madre-Para empezar solo te pedimos que no te pongas sensible.-aclaró. Felix solo asintió- Realmente...Yo no soy un ángel, soy un demonio con apariencia de ángel.
Felix sentía que su mundo se desmoronaba con cada palabra que pronunciaban sus padres. La revelación de su verdadera herencia y el trasfondo de la antigua profecía lo dejaron aturdido, y en su mente giraban preguntas que no parecían tener respuestas claras.
-¿Por qué nunca me dijeron nada?- preguntó, su voz un susurro entre la confusión y el dolor. -¿Por qué me mantuvieron en la oscuridad?
Su madre cerró los ojos un momento, como si la verdad le pesara demasiado. -Lo hicimos para protegerte, Felix. Hay fuerzas en juego que no puedes comprender, y temíamos que al revelarte la existencia del reino de los demonios, podrías convertirte en un objetivo.
-¿Pero quién es Hwang Haruto?- interrumpió Felix, sintiendo que esa pregunta lo atormentaba desde hace mucho tiempo. -Siempre me ha dejado inquieto saber que hay alguien más vinculado a todo esto.-
Su padre se pasó una mano por el cabello, claramente frustrado.
-Haruto es alguien del pasado, un demonio que ha tenido su propio rencor hacia nuestra familia. Su nombre se menciona en una profecía, pero no de la manera que piensas. No es un enemigo al que debas temer directamente, pero su historia está entrelazada con la nuestra.
La angustia en la voz de su madre se intensificó.
-Felix, te hemos tratado como a un niño porque queríamos protegerte de todo esto. Pero el tiempo se está acabando, y tienes que saber la verdad. La profecía dice que, al cumplir 18 años, buscarás a alguien que te acompañe. Ese vínculo será crucial, pero también puede llevarte hacia la destrucción si no eliges sabiamente.
-¿Y si ese alguien es un demonio?- preguntó Felix, sintiendo el frío de la verdad calar hondo en su corazón. -Estoy conmprometido con Changbin, no puede pasar nada
Changbin apretó su mano con fuerza, ofreciendo su apoyo.
-Felix, independientemente de lo que la profecía diga, yo estoy aquí para ti. Juntos, enfrentaremos lo que venga. No tienes que elegir solo.
-Tu madre... no es quien crees que es,- continuó su padre, su voz temblorosa. -Ella ha hecho sacrificios inimaginables para protegerte, incluso ocultando su verdadera naturaleza. Cuando nos casamos, la obligué a cortar sus alas y cuernos, para que pareciera un ángel. Ese cambio fue un riesgo inmenso, pero fue necesario para mantenerla a salvo.
Felix sintió como si una ola de traición lo abrumara. Todo lo que había conocido, cada historia contada sobre su madre, había sido una mentira.
-¿Y por qué nunca me lo dijeron? ¿Por qué me han mantenido en la ignorancia?
-Porque la ignorancia era nuestra forma de protegerte,-dijo su madre, sus ojos llenos de lágrimas. -Pero ahora te enfrentas a una realidad que no podemos ignorar. El enemigo acecha, y tu vida está en peligro.
Felix sintió que el suelo se movía bajo sus pies. Sabía que debía enfrentar la verdad, pero la presión de todo lo que había aprendido en tan poco tiempo lo dejaba sin aliento.
-Necesito saber más. Necesito entender esta profecía y qué significa para mí, para nosotros.
-Hay una decisión que tomar, Felix,- dijo su padre, mirando a Changbin con respeto. -No solo se trata de tu futuro, sino de lo que podría suceder si decides unirte a ese demonio que te busca. Necesitamos estar preparados para lo que venga.
Con una determinación renovada, Felix se volvió hacia Changbin.
-Lo haremos juntos. Cualquiera que sea el destino que nos espera, lo enfrentaremos de la mano.
Felix tenía la cabeza mirando al suelo. Había una mezcla de emociones en él; no sabía que sentir en ese momento.
-¿Felix?-preguntaba el semidiós, notando como Felix empezaba temblar.
La reacción del pecoso fue irse corriendo hacia su habitación, con las lágrimas al borde de los ojos. Changbin lo intentó llamar, pero no hizo caso...Solo quería estar solo un momento.
Al parecer no será el mejor cumpleaños de todos...
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"El peor cumpleaños"
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Regresamos por el cumpleaños de Felix con un fanfic del Omegaverse.
Es la primera que escribo este tipo de fanfics, osea del Omegaverse. Como dijo una ramdom del tiktok: "Los primeros fanfics de una escritora con problemas familiares, examénes y escuela, siempre son los mejores"
Justo estoy en semana de examenes KJDHJASDH
Bueno.byeee
-Aly
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