『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 80: "ᴄᴀʟʟ ʏᴏᴜʀ ɴᴀᴍᴇ"』
(...)
—Esto es lo que deseaba desde que partí. Estar contigo, así...—Levi acarició mi mejilla—juntos.
—Levi...
—¿Si?—sentí que el color de mis mejillas aumentaba al preguntarle lo que quería volver a escuchar.
—¿Puedes decirme nuevamente... que te quieres casar conmigo?—dije en voz baja—quiero responder correctamente esta vez.
Levi acercó su mano sana a la mía, mientras llevaba mi mano a su pecho y la cubría con la misma.
—_________, ¿Quieres casarte conmigo?—volvió a preguntar, pero esta vez seguro de mi respuesta.
—Si, quiero casarme contigo.—besé sus labios por sobre las vendas de su rostro.—Gracias Levi. Gracias por permanecer junto a mi siempre. Te amo.
—Yo también te amo y así será lo que me reste de vida.—Levi colocó una de sus manos en mi mejilla, acariciándola suavemente.
Una parte de mi se regocijaba por esto que estábamos viviendo, pero la otra parte se sentía muy angustiada, ya que nuestro futuro era incierto. Tal vez, yo iba a morir o ninguno lograse sobrevivir, pero si se daba el caso, daría mi vida para que él regresara a casa con Abner.
—Levi, quiero decirte algo.—Él me miró con atención.
—Te escucho.
—Por favor... no me interrumpas. Solo déjame hablar.
Tomé una bocanada de aire, esperando a que mi voz no se quebrara y comencé a hablar:»—Levi, si yo muero, no quiero que pienses que tu vida termina aquí.
Él iba a interrumpirme, pero no lo dejé.
—Tú mismo lo dijiste. No sabemos qué es exactamente lo que va a ocurrir, pero si tu sales con vida quiero que cuides bien a Abner y creo que jamás te lo dije, pero no sabes cuan agradecida estuve de que fueras el mejor padre para él—quise sostener las lágrimas pero me fue imposible. Un par escapó de mis ojos, siendo limpiadas por el pulgar de Levi—si no regreso, tienes que decirle que lo amé con todo mi corazón, que fue la luz de mi vida y... no sé que hubiera sido de mi si no te hubieses quedado a mi lado.
Levi solo me miraba, mientras yo esperaba alguna respuesta de su parte. Después de un rato, reforzó su agarre en mi mano.
—¿Has pensado qué será de mi si te pierdo?—su semblante se volvió triste—no me puedes pedir eso.
—Eso ya me lo dijiste una vez, ¿lo recuerdas?
—Esto es diferente. Si tú mueres, yo no sabría vivir. Quedaría destrozado y de tan solo pensarlo, yo...—se detuvo, notando como de su ojo libre se llenaba de lágrimas, viendo como una caía por el costado de su rostro.
Yo pasé mi mano y la limpié rápidamente.
Me acerqué y me recosté sobre su pecho, sintiendo su corazón latir con fuerza, mientras me abrazaba.
—Esto es algo que teníamos que hablar algún día... Levi, ¿recuerdas cuando hablamos días antes de volver a Shiganshina? ¿Recuerdas esa promesa que hicimos de me dejarías ir si pasaba algo?
—Cómo olvidar ese día... pero en esta ocasión me es más difícil el cuidarte.
—Si puedes cuidarme o no, ya no es importante. Ahora solo quiero que si llegase a pasar algo, solo continúa y déjame atrás.
—No entiendo por qué me estás pidiendo esto. Es como si estuvieses completamente segura de que perderás la vida.
—No podemos cerrarnos a esa posibilidad, lo sabes.—me incorporé un instante para verlo a los ojos.—solo recuérdalo, ¿si?—me acerqué y besé su mejilla.—Te amo Levi...
«Estos instantes solo se podía resumir en una sola palabra.
Paz.
Me encontraba tan a gusto que no tenía el más mínimo deseo de moverme. Al abrir mis ojos, ese recuerdo de esa noche con Levi se esfumó rápidamente. Con confusión me levanté, mirando a mi alrededor, buscando a los demás con la mirada, pero no había absolutamente nadie, ni siquiera el hangar en el que estábamos reunidos.
La paz que había en este lugar no tenía descripción. Era una especie de sendero o un campo del cual se podía descansar sin problemas. Aún confundida, me comencé a movilizar por el sitio esperando encontrar algo o alguien conocido.
¿Dónde demonios estaba?
—_________.
Escuche mi nombre, pero esta vez era una voz que creí haberla olvidado. Me detuve en seco y giré sobre mi eje para estar segura de que no era un sueño.
Al verlo sentí mis piernas temblar. No podía creer que mis propios ojos lo estaban viendo.
Era Erwin.
Se estaba acercando a mi, y ante eso, mis pies se movieron por inercia caminado hacia él. Yo sin poder creer que estaba solo a unos metros de mi.
Acelere mi paso y corrí llegando a su lado. Él abrió sus brazos y lo abracé.
Cuatro años pasaron sin verlo, creyendo que había olvidado como era, su voz y su rostro. Mis ojos se llenaron de lágrimas ante tal encuentro. No había perdido ese calor que recordaba, tan acogedor y tan propio de él. Después de un largo rato abrazados, sentí sus manos sobre mi brazo, alejándome de él.
—Erwin...—la voz apenas me salía y lo nombré sin poder creer que lo tenía frente a mi.
Acerqué mis manos a su rostro, intentando asimilar esto. Con dulzura, Erwin tomó un mechón de mi cabello y lo apartó de mi rostro.
—Tu cabello creció desde la última vez que estuvimos así, pero aún así te ves tan hermosa como siempre.
Fueron las primeras palabras que salieron de sus labios, recordando inmediatamente aquel momento en el cual nos despedimos antes de que él falleciera.
Una lágrima bajó por mi mejilla, sintiendo la cálida mano de Erwin retirándola de aquel lugar. Miré sus ojos azules, viendo en ellos el mismo color que los de Abner.
Quería decirle tantas cosas, pero no sabría por donde comenzar y ante la impresión, mi voz quedó estancada. Erwin manteniendo una de sus manos en mi rostro, continuó:»—Nuestro hijo es muy adorable. Ha crecido mucho y lo has cuidado muy bien. Haz hecho un trabajo asombroso... Estoy muy orgulloso de ti y perdóname por dejarte sola con él.
Tomé la fuerza y el valor para responderle.
—No, no te disculpes... jamás estuve sola. Levi ha estado conmigo en todo este tiempo.—Erwin volvió a mirarme a los ojos y sonrió levemente.
—Lo quieres, ¿no es así?
—No, yo lo amo.
Tenía tantos sentimientos encontrados al tenerlo frente a mi y decirle que amo a otro hombre, cuando ya una vez, lo amé a él. Pero es lo que siento en estos momentos.
No negaré que he extrañado a Erwin, ya que fue uno de los hombres más importantes en mi vida y el primer en muchos aspectos, y a pesar de todo, Levi fue quien me enseñó a seguir adelante y no se apartó de mi lado jamás.
Esta vez, Erwin volvió a sonreír con ternura.
—Que felicidad saber que has hecho una vida llena de alegrías junto a él. No pudo haber mejor hombre para que esté a tu lado.
—Disculpame... Siempre creí que mi corazón te pertenecería, pero Levi me enseñó nuevamente a querer y amar... ahora más que nunca, me siento plena a su lado.
—Tranquila. Fue lo mejor y quiero que continues tu vida junto a él.
Esta vez lo abracé, mientras él acariciaba mi espalda, sintiéndome en absoluta paz.
—Lo haré, pero aún no entiendo ¿Esto es un sueño?—Erwin me separó unos instantes de él.
—No, no lo es. ________, tienes que volver.—lo miré confundida.
—¿Volver? ¿A dónde?
—Aún esta guerra no termina, pero confío en que pronto será su fin. Levi te necesita más que nunca y nuestro pequeño también, no puedes abandonarlos.
—No, por ningún motivo los dejaría solos.
—Entonces es hora de que vuelvas a vivir.
—¿Vivir? ¿Acaso... estoy muerta?—Erwin asintió.
Erwin se acercó a mi y depósito un suave beso sobre mi frente.
—Si y es hora de que regreses. Recuerda que pesar de todo, yo siempre velo por ustedes. Ahora debo recibir a alguien.
¿Recibir a alguien? ¿De qué está hablando? ¿Qué estaba pasando?»
Abrí los ojos de golpe, tomando una bocanada grande de aire, ya que mis pulmones lo pedían desesperadamente.
Mi cuerpo lo sentía muy pesado y apenas podía lograr moverlo, el dolor de cabeza era insoportable. Y el cuello lo sentía presión. Los ruidos ambientales entraron violentamente a mis oídos, sintiendo una molestia terrible en aquel sentido.
Los sollozos de alguien en mi oido eran lo más fuerte que escuchaba, mientras me tenían abrazada, aun estando semi recostada.
No entendía nada, todo lo que vi, lo que hablé con Erwin, ¿fue un sueño? ¿Qué es lo que pasó?
—__________, no vuelvas a hacerme esto jamás. Pensé que te había perdido para siempre.—aquella voz me susurró en el oído mientras escuchaba como sollozaba a la vez.
Esa era la voz de Levi.
Jamás lo había escuchado de esa manera, tan angustiado, derramando lágrimas y sollozos.
Él se separó de mi mientras me sujetaba y logré ver como derramaba lágrimas. Se acercó y se dirigió a mis labios, juntando los suyos con los míos.
—No vuelvas a dejarme otra vez—dijo suavemente sobre mis labios.
—No lo haré—respondí con dificultad.
Levi me volvió a abrazar y con un poco de dificultad, lleve mis manos a su espalda para poder abrazarlo.
O sea, ¿estuve fracciones de segundos muerta? Es como si hubiese sido un par de horas. Todo comenzaba a calzar. Ese reencuentro con Erwin fue para evitar que yo no dejara este mundo.
Mire a mi alrededor y Armin y Mikasa también estaban arrodillados con sus ojos llenos de lágrimas.
Estiré una de mis manos y ambos la tomaron con suavidad, manteniendo aquella mirada melancólica por la situación.
—¿Qué me paso? No recuerdo nada...—dije débilmente.
Me volvió a recostar sobre el suelo delicadamente.
—Floch te tenía de rehén y te había asfixiado. Cuando te recuperamos, tus latidos cardíacos eran muy débiles, hasta que se detuvieron. Te subimos aquí y te hicimos reanimación. Por un momento creí que ya te había perdido.—respondió Levi.
Haciendo memoria, lo último que ví antes de desmayarme fue a Floch sobre mi, pero recordando aún más, antes de eso, había visto que el retumbar estaba casi sobre nosotros.
—¿Y qué pasó con él?—pregunté.
—Mikasa acabó con su vida—respondió Armin.
No esperé que esto acabara así.
Mirando a mi alrededor noté que estábamos en un lugar cerrado y había un ruido el cual permanecía constantemente.
—¿Estamos en la avioneta?—pregunté y Levi asintió.
—Si, abordamos antes que el retumbar llegara.
Volví a mirar a mi alrededor y vi a todos menos a una persona.
—¿Dónde está Hange?—mire a todos pero nadie respondió. Solo bajaron la mirada.
Confundida mire a Levi que también tenía la mirada apartada y los demás solo comenzaron a derramar lágrimas.
—Levi, ¿dónde está Hange?—volví a preguntar insistentemente.
—Ella no subio a la avioneta.
—¿C-Cómo que no subió? el retumbar estaba cerca... ¿Cómo?—traté de sentarme sobre mi puesto para intentar levantarme—Tenemos que volver por ella, no pudo haber quedado sola...
Armin y Mikasa se acercaron a mi para evitar que me levantara.
—_________, no te levantes aún.—dijo Armin preocupado.
—¡Armin, Hange quedó sola y tenemos que volver por ella antes que el...
—¡Hange está muerta!—Jean alzó la voz. Lo miré y tenía sus manos sobre su cabeza.
Esto no podía estar pasando. Creí haber escuchado mal, pero todos mantenían la misma postura. No podía ser, esto debía ser una especie de error.
—¿Qué dijiste Jean? ¿Hange está... muerta?—musité impactada.
Mire a Levi esperando una confirmación, pero él no decía nada.
—Levi, ¿eso es cierto?—No respondió.—¡Levi!—esta vez, me miró a los ojos.
—Si. Nos dio algo de tiempo antes de despegar. Los titanes ya habían llegado.
—No, no, no, no, no. ¡No puede ser!—yo solo comencé a llorar sin poder creerlo.—¡Tenemos que volver!
Con mucha dificultad, logre quedar sentada, pero no logré levantarme. Quería volver y traerla con nosotros. Ella no podía estar muerta, me negaba a creer algo así.
Levi solo me abrazó y lloré desconsoladamente.
¿Por qué? ¿Porqué me arrebataban a quienes más quería en este mundo? Casi perdí a Levi, pero esta vez Hange se había ido.
—¡No, Hange! ¡Levi, volvamos por ella! ¡No puede estar muerta! ¡No!—alcé la voz con impotencia.
Me dolía el pecho saber que no la vería nunca más, que ni siquiera pude despedirme de ella.
Levi me acunó en sus brazos intentando calmarme, mientras sentí ni cuerpo temblar de la pena por perder a otra persona más de mi familia.
════ ʟᴇᴠɪ ════
Todo lo que pasó hace un par de horas fue una verdadera pesadilla. La partida de Hange hizo que todo esto se complicara.
Ella estaba en shock. Su mirada estaba en un punto fijo de la avioneta, sin una expresión en concreto. Esto le iba a afectar muy fuerte, ya que Hange y ella eran muy cercanas.
Me asustaba que estuviera de esa manera, después de lo que le pasó.
Al mantener la mirada sobre ella, vi como una lágrima se deslizo por su mejilla. Acerqué mi mano y la limpié. Me aproximé y la abracé, sintiendo que rodeo sus brazos alrededor de mi cuerpo, apoyándose sobre mi pecho.
—Levi—dijo en voz baja.
—Dime.
—¿Por qué hizo eso? No había razón para que Hange se marchara.—preguntó con la voz quebrada, a punto de llorar. Solo pude acariciar su espalda suavemente.
"Tú lo entiendes, así que solo déjame ir, ¿si? Sube a la avioneta con _____ antes de que sea tarde"
Fueron sus palabras antes de marcharse. De cierta manera, puedo entender cómo se sintió durante estos 4 años que tomó el poder como comandante de la legión de reconocimiento. La presión y los problemas generados la hicieron llegar a un punto en el cual no soportó más.
Mientras meditaba, seguí acariciando su espalda por un instante.
—______, sé que esto es difícil para ti y tal vez no comprendas del todo sus motivos, pero fue su decisión. Ella decidió sacrificar su vida. Ahora Hange está descansando y no seguirá sufriendo este martirio.—la separé de mi y coloqué mis manos en los costados de su rostro—Ahora, tienes que intentar estar tranquila, ¿si? Recuerda lo que te pasó, no te hará bien.
Ella solo me asintió débilmente y me volvió a abrazar. Nos quedamos un momento así, hasta que logramos ver llegar a Armin, mirándonos a todos. Se acercó y se arrodilló frente a _____, tomando su mano.
—¿Estás segura de que te sientes mejor?—preguntó preocupado. Ella pasó su mano al cabello rubio de Armin y lo acarició.
—Si, estoy bien.—Armin asintió y se levantó de su lugar.
—Muy bien, discutamos el plan.
Armin se posicionó en medio del grupo, para quedar de rodillas y hacer lo que parecía ser un dibujo sobre el suelo. Era lo que parecía ser la verdadera forma del titán de Eren.
—Capitán, Pieck ¿así es como se ve el titán fundador desde donde lo vieron, ¿cierto?
—Si, aunque no lo vi bien, es una gran pila de huesos en movimiento, como un insecto. Normalmente el cuerpo que controlaría estaría en la nuca.—respondió la pelinegra.
—Puede ser, pero recuerden lo que hacía el titán martillo de guerra. Quien lo controlaba, no estaba en la nuca, por ende, ahora Eren puede estar en cualquier lado.—complementé.
—Aún sin saber su posición, podríamos volarlo todo, así como tu aplastaste el puerto el día del ataque a Liberio.—Pieck miró a Armin, mientras que él bajó ligeramente la mirada.
—Es verdad, esa sería la forma más efectiva de hacerlo, pero solo en el caso de que no sirva dialogar con Eren. Ese será nuestro último recurso.
Es terrible pensar que tengamos que llegar al extremo de pensar matar a Eren. Lo sentía mucho sobre todo por ______ y los muchachos. Tal vez, habría otro modo de detenerlo.
—¿No podemos detener a Eren si matamos a Zeke? Recuerden que Eren activó los poderes del fundador gracias a ese simio.
—Es algo muy lógico si lo vemos así—respondió Armin.
—No estoy seguro, pero es lo que Hange predijo y tampoco sabemos la ubicación de Zeke. Lo buscaremos y yo me encargaré de matarlo... solo préstenme su fuerza.
Todos guardaron silencio ante mis palabras. Ante ese silencio, ___________ tomó mi mano suavemente. A pesar de no tener las mismas fuerzas de antes, estaba dispuesto a todo para acabar con la vida de ese maldito. Lo lograría a como de lugar.
—Capitán, nosotros tuvimos que matar a muchos para conseguir este transporte. No podemos permitir que sea una matanza sin sentido. Todo para detener el retumbar, haré lo que sea necesario—Jean rompió el silencio del lugar.
—Yo... dejé a mi hijo solo. Pasé por muchas cosas hasta llegar aquí, vi morir a mucha gente y a pesar de eso, lo único que quiero es que Abner sea libre y no viva como nosotros lo hicimos.—dijo ______ con dolor en sus palabras. Esta vez, fui yo quien tomó su mano, ayudando a amortiguar su dolor.
Mikasa se posicionó del otro lado y la abrazó por los hombros.
—Yo asesiné a Samuel y a Daz, todo mientras me llamaban traidor.—Connie levantó la mirada y observó a Reiner—Oye Reiner, tú, Bertolt y Annie... debió ser difícil para ustedes...
—Mis pecados estás más allá de la redención, así que por lo menos salvaremos al resto de la humanidad—Reiner tomó el hombro a Connie
—Tienes razón. Si aún no podemos redimirnos, es lo que hay que hacer.
—Así es, somos iguales Reiner. Nunca tuve el derecho de culparte a nada—dijo Jean.
—Eren me dijo lo mismo la noche del ataque a Liberio. Yo creo que sé lo que esta pensando él ahora... Eren quiere que lo detengamos.—finalizó el rubio.
—¿A qué te refieres?—preguntó Mikasa.
—Solo es lo que creo—respondió Reiner.
—Siempre me he preguntado... Eren puede afectar las acciones de todos los titanes y eldianos, pero aún podemos usar el poder de los titanes a gusto propio.—las palabras de Armin tenían sentido.
Si es así, entonces, ¿por qué demonios no nos detiene?
—¿Dices que Eren no quiere interferir con nosotros?–cuestionó Pieck.
—Así es. Nos deja actuar libremente. Casi como que nos probara para ver que haremos.
—Debe ser difícil para él. Matar a toda la humanidad no es algo que puedas soportar. Si fuese yo, probablemete querría que alguien más manejara el poder del fundador y si no pudiera, querría que alguien me detuviera....
De un momento a otro, fuimos transportados a ese mismo lugar donde se escuchó la voz de Eren. Aquel lugar donde parte de la oscuridad y un árbol brillante de grandes dimensiones era el panorama de nuestra visión.
¿Que hacíamos aquí?
—¿Acaso nos estaescuchando?—sentí a _____ levantarse y quedarse junto a mi. Me mantuve cerca a ella, tomando nuevamente su mano si ocurría algo que no nos esperemos.
—¡¡Eren, por favor, escúchanos!! ¡¡Ya has hecho suficiente!! ¡¡Estoy seguro que nadie le pondrá una mano a Paradis en los próximos siglos!! ¡¡Ese es el nivel de destrucción y miedo que has traído!! ¡¡Aun puedes aceptar un trato de paz!! ¡¡No tienes que matar a nadie más!!—Armin alzó la voz, con la esperanza de que el ojiverde lo escuchara.
—¡¡Eren, nosotros nos encargaremos de lo demás!! ¡¡Así que ya no tienes que seguir matando por nuestro bien!!—Jean siguió con aquellas palabras.
—¡¡Eren, yo te odiaba por lo que le paso a Sasha!! ¡¡pero debes haber estado triste como todos nosotros y yo jamás me puse en tu lugar!!—expresó Connie con dolor.
—Eren... yo quiero compartir las cargas de tus pecados contigo. Todos somos culpables de los mismos pecados. Deja de ignorarnos y por favor, vuelve...—dijo Mikasa con lágrimas en sus ojos.
—Eren, por favor, vuelve a casa. No sabes lo que Abner te extraña y lo que yo te extraño... por favor... regresa con nosotros—de la misma manera que Mikasa, _____ se expresó hacia Eren.
Era obvio que nos estaba escuchando, de no ser así, no nos hubiese traído hasta acá.
—¿La escuchaste Eren? Detente ahora y te dejaré ir con una patada en el trasero...—dije con molestia por esta situación.
De la nada, aquella potente voz volvió a entrar a nuestros oídos.
«El retumbar no se detendrá. No dejaré que el destino decida el futuro de Paradis. Seguiré avanzando»
Mi vista se desvió al gran árbol, notando dos pequeñas siluetas a lo lejos.
—Miren...—apunté hacia esa dirección, haciendo que todos miraran.
Y sin duda, era él. Nos estaba escuchando perfectamente.
—¡¡Eren!!
¡Hola a todos! ¿Cómo están? He vuelto por estos llanos😂
Primero que nada, quería desearles una feliz navidad. Espero hayan compartido con su familia agradables momentos. Los quiero muucho ❤️🎄
Además de ser el cumpleaños de nuestro capitán, que mejor que un capítulo ¿no?
Y... la rayis se nos fue para el reino de los cielos jdjsjaj 😂 y vimos a Erwin😭 ¿qué les pareció ese encuentro?
Han pasado meses y yo aún no supero la muerte de Hange. Isayama, paga la terapia😩😭😭
Ahora comienza lo chido y ya estamos a la nada de acabar... ha sido un viaje largo, pero queda aún para terminar, además de capítulos especiales y demás.
Gracias por estar aquí y nos leemos pronto✨❤️
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