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『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 78: "ᴠᴏʀꜱᴄʜʟᴀɢ"』

—¿Oyeron eso? Cuatro disparos consecutivos—alertó Mikasa—es la señal que Jean daría.

Ya teníamos todo preparado. Teníamos dos carretas llenas de suministros que nos mantendrían en este camino.

Estábamos todos reunidos. Jean sería llevado por el titán carguero, mientras que nosotros llegaríamos gracias a este transporte. Armin y Connie habían vuelto y para nuestra sorpresa con ambos niños ilesos. No quisieron dar los detalles a su regreso, pero con verlos bien y junto a nosotros nos bastaba.

Annie, quien había pasado años encerrada, también se encontraba junto a nosotros.

—Ya tenemos mucha comida empacada. Ahora mismo su atención debe estar enfocada en el otro lado de la fortaleza—dijo Armin mientras tomaba las riendas de los caballos sobre la carreta.

—¡Entonces vámonos!

—¡Esperen!—gritó la niña junto a nosotros—¡debemos ir por Reiner!

—¡Ese bastardo siempre dando problemas!—dijo Connie entre dientes.

Me senté junto a los pequeños al verlos tan alterados.

—Iremos por él, así que tranquilos—ambos me dieron una pequeña sonrisa.

—Gracias—respondieron al unísono.

Ya con Reiner en el grupo, las carretas se movieron en dirección al bosque. Sentía que el camino era más largo, haciéndose eterno. El corazón me latía fuertemente, ya que a pesar de que Hange me había confirmado de que Levi seguía con vida, no sabía en el estado en que lo iba a encontrar, preocupándome mucho más.

Me frotaba las manos nerviosa, esperando llegar cuanto antes.

—¿Se encuentra bien?—la voz de aquel niño que iba junto a mi me despertó de mis pensamientos. Lo miré y le sonreí ligeramente.

—Si pequeño, no te preocupes—le acaricié la cabellera notando un particular sonrojo en sus mejillas.—¿Cuáles son sus nombres?

—Y-Yo soy Falco y ella es Gabi—se presento él y a su compañera.—¿y usted como se llama?

—_______.

—Es un gusto—respondió el de cabellos claros lo cual me hizo sonreír de la ternura. Me recordaba a Abner.

—Igualmente—respondí.—tengan esto—les pasé una manta para que se cubrieran—hace un poco de frío. Cúbranse en tanto llegamos.

—Usted... estaba cuando yo... maté a su compañera. ¿Por qué? ¿Por qué todos son tan amables conmigo después de lo que hice?—dijo la pequeña en voz baja, pero escuchándolo a la perfección.

—Todos aquí estamos conscientes de que tanto a ustedes como a nosotros, mantenían sus ideales o enseñanzas en destruir a quienes residían en esta isla... pero es algo que a ustedes les impusieron solo siendo unos niños. Si se dan cuenta, todos somos iguales y solo nos divide el odio entre naciones. A pesar de eso, estamos todos reunidos y sin importar de donde vengan... todos hemos cometido errores, pero debemos seguir adelante.—miré a Gabi—ya todo pasó... no te atormentes más.

—Gracias señorita ______—dijo el pequeño Falco al ver que Gabi no respondió, notando la mirada baja en su compañera. —gracias por ser tan amable con nosotros—Yo les sonreí acariciando el cabello de ambos.

—¿Saben? me recuerdan a mi hijito.

—¿En serio? ¿Cómo se llama? ¿Qué edad tiene?—Preguntó Falco.

—Su nombre es Abner y va a cumplir cinco años. Es muy adorable.

—Me lo puedo imaginar... ¿Y donde esta él?—di un suspiro recordando lo ocurrido.

—Él está en un lugar seguro en lo que ocurría esto, pero esta muy bien.

—Lo debe extrañar...—dijo la castaña en tono bajo.

—Mucho... solo quiero que esto se acabe para regresar con él...

—¡Ahí está el titán carguero!—la voz de Armin me hizo levantar la mirada, notando a aquel titán que había mencionado.

Mi corazón se detuvo al verlo a él.

Estaba sentado cubierto de vendas por todo el rostro, montado sobre una carreta improvisada. Sentí que el alma me volvió al cuerpo al verlo ahí y con vida. Apenas el carruaje se detuvo, fui la primera en descender. Al irme acercando, noté su vista sobre la mía, viendo el desconcierto en su rostro al verme ahí casi frente a él. Mis pies se movieron, acelerando mis pasos sin detenerme.

Y lo abracé. Lo abracé tan fuerte que temí lastimarlo. Mis ojos se llenaron de lágrimas, sintiendo como caían sobre mis mejillas. Estaba feliz de volver a verlo, feliz de que estaba vivo, feliz de poder estar una vez más junto a él.

Un gemido de dolor salió de su boca, notando cuan fuerte lo tenía abrazado. Lo solté inmediatamente. Aún había sorpresa en su rostro, como si no pudiese creer que yo estuviera ahí.

—P-Perdón, no quería lastimarte...—él solo me tomó con la mano izquierda, atrayéndome a mi para ahora, él abrazarme.

Sin esperar lo rodee con mis brazos, pero ahora suavemente.

—¿Qué haces aquí?—dijo cerca de mi oído. Me separó suavemente de él—¿Dónde está Abner?

Yo lo miré, notando nuevamente el nudo en la garganta, botando las lagrimas de mis ojos.

—Está con Historia... está a salvo.—él relajó sus hombros, al responderle.

Levi llevó una se sus manos a mi rostro, limpiando aquella lágrima que se asomaba por mi ojo derecho.

—¿Por qué está con ella? ¿Tú estás bien? Estás lastimada...—no lo dejé que hablara y lo volví abrazar, escuchando sus latidos y notando cuan  acelerado estaba. Los sollozos debido a mi llanto no se hicieron esperar, para después sentir su cálido abrazo.

—Yo... creí que nuevamente iba a perder lo más importante que tenía.—solté entre sollozos—No lo hubiese soportado si te hubieses ido de mi vida...—Él acarició mi espalda con dulzura.

—Por un instante pensé que no volvería a tu lado y fuiste mi último pensamiento antes de caer rendido... de no ser por Hange, yo no estaría contigo en este momento.—intensifiqué aquel abrazo que manteníamos.

—Le estaré eternamente agradecida por esto... por permitir que vuelva a tu lado.—me separé de él, sintiendo nuevamente su mano pero esta vez, llevando un mechón detrás de mi oreja.

—Te extrañé demasiado.

—Y yo a ti... como no tienes idea.—Levi tenía cubierto casi todo su rostro, pero aún así me acerqué y lo besé por sobre las vendas que cubrían su cara.

Juntamos nuestras frentes, cerrando nuestros ojos, sintiéndonos como si estuviésemos los dos absolutamente solos. Después de más de un mes, por fin lo vuelvo a ver, a pesar de su condición y sus heridas, estaba junto a él, a su lado y esa sensación de calma la sentí apenas lo vi.

Unos pasos se escucharon acercándose a nuestro lado. Hange apareció.

—Lamento interrumpir, pero debemos adentrarnos en el bosque cuanto antes.

Los dos asentimos mientras ella tomaba las riendas de los caballos, mientras que yo ayudaba a acomodarlo para estar a su lado en la carretilla. Tomé su mano izquierda mientras avanzábamos hasta detenernos en un mejor lugar.

Todos estaban reunidos pero la tensión estaba presente. Nadie se hablaba, generando incomodidad entre todos.

—Hange, ¿necesitas que te ayude con algo?

—Solo quédate con Levi, ¿si? Es mejor que esté contigo... le hará bien—yo solo me acerqué y la abracé.

—Gracias.—se separó de mi y me sonrió.

Por el momento y con ayuda de Jean y Armin bajaron a Levi de la carreta, manteniéndolo un poco más cómodo en el césped. Él cerró sus ojos durmiendo al instante.

Al observarlo mejor se notaba la gravedad en las heridas que tenía sobre su rostro y su mano derecha. Había perdido dos dedos de ella. Me arrodille a su lado mirando como dormía. Se veía tan indefenso y tan frágil que mi único pensamiento era cuidarlo y protegerlo sin importar lo que pasara.

Los demás bajaron las cosas de la carreta, acomodando lo necesario para formar una fogata ya que la noche estaba cubriendo el cielo en medio del bosque.

Las horas pasaron y yo me quedé en mi lugar sin alejarme de él. Todos ya estaban en medio de la fogata, escuchando la conversación que tenían, siendo para nada agradable... era como si sacaran los trapos al sol después de todo lo ocurrido. Hange en su intento de pacificadora, comenzó a compartir el estofado que estuvo preparando.

Yo solo acariciaba el delgado cabello de Levi mientras veía como su pecho subía y bajaba lentamente.

—______—sentí la voz de Hange a mi lado, levantando mi cabeza para verla—ten, debes comer algo.—me extendió un plato de aquella comida que preparó.

—Gracias, pero no tengo apetito... se lo dejaré a Levi en cuanto despierte.—hizo una mueca disgustada, arrodillándose a mi lado.

—¿Desde cuanto no has comido?—dijo bajando la voz para no despertarlo.

—No llevo la cuenta...—me miró molesta nuevamente. Aparté la mirada un instante—No sé Hange, solo no tengo hambre.

—No hemos hablado desde hace bastante... no me has dicho que ha pasado, sobre todo contigo. Noté las heridas que tienes...—dejé el alimento a mi costado, notando como mis manos empezaron a temblar.

—Hange, aquí no, no quiero que Levi escuche...—bajé la voz lo que más pude, teniendo la esperanza de que no escuchara absolutamente nada.

—¿Es muy grave?—preguntó y yo solo bajé la mirada, entendiendo que respondía afirmativamente sin mencionar palabra alguna.—Haremos guardias con los demás, yo iniciaré con una, así que ahí hablamos.

—De acuerdo...

—Iré a servirle a los demás—se levantó tomando mi hombro para alejarse hacia la fogata.

Un ruido hizo levantar mi vista notando que Jean se levantó bruscamente en dirección hacia Reiner. Con gran fuerza y sobre él lo comenzó a golpear en repetidas ocasiones siendo detenido por Armin y Connie. Al separarlo de Reiner, dio una patada para seguir lastimándolo, pero no contó con que Gabi se pondría en medio de los dos, recibiendo aquel golpe.

Falco se arrodilló rápidamente a su lado.

—Lo siento, nuestra misión era asesinarlos a todos ustedes para ser aceptados y perdonados por el mundo... esa era nuestra esperanza...—comenzó a sollozar—ahora... mamá y papá, todos en Liberio van a morir...—se incorporó dando una reverencia hacia los demás—¡sé que es descarado de mi parte pedirlo, pero por favor, ayúdennos a detener el retumbar!

—¡Por favor!—suplicó también Falco.

Jean se alejó dejando todo el ambiente en alta tensión.

—Que ruidosos... ¿se van a callar?—Levi se incorporó quedando sentado al escuchar todo el alboroto. Tenía su cabello alborotado al mantenerse acostado.

—Levi, ¿te encuentras bien?—pregunté acercándome a él.

—Si, creo que si.

—Te cambiaré el vendaje.

Me levanté y le pedí a Hange unos vendajes para limpiar sus heridas. Al irlas liberando, vi lo mal que estaban. Comencé con las de su rostro y limpié con suavidad la extensión de sus heridas, viendo como se generaban expresiones de dolor.

—Perdón, seré más cuidadosa.

—No te preocupes.—respondió.

Tomé aquel plato de estofado que Hange había dejado para dárselo a él. Tomé un poco con el cubierto y lo acerqué a su boca, pero no la abrió.

—Levi... por favor come algo... debes reponer mucha energía.

—No creí llegar a este punto... es algo humillante...—dijo apartando la vista.

—¿Es humillante el querer cuidarte?—pregunté un tanto dolida al escucharlo, pero de cierta manera lo entendía. De un momento a otro pasar de ser un hombre independiente y sumamente orgulloso a depender de alguien más hasta para alimentarse es algo que para Levi dolía y mucho.

Él me volvió a mirar, dándose cuenta de lo que había dicho.

—N-No quise... discúlpame...

—Está bien... solo come, ¿si?

No dijo nada más y comió sin protestar. Al vaciar su plato, cubrí su rostro con vendajes limpios, terminando mi labor con el rostro.

—¿No comerás?—preguntó al solo ver un plato de estofado.

—Lo haré después.

Mi objetivo ahora era su mano. Comencé a deshacerme de las vendas sucias de su mano y vi la herida por la perdida de sus dos dedos. Hange había cerrado la herida con puntos en ella. Solo esta parte tendría que cicatrizar. Me puedo imaginar el dolor que tiene en estos momentos.

Levi solo miraba lo que hacía en ese rato, pero sin decir palabra alguna. Todo esto sería un cambio muy radical en su vida. Sobre todo el que Zeke le haya hecho esto, daña de cierta manera su orgullo. Ni siquiera quiero tocar el tema.

Con su mano izquierda tomó mi brazo haciendo que me detuviera.

—¿Qué sucede? ¿Te duele mucho? Disculpa, tendré más cuidado... —él me interrumpió.

—¿Por qué tienes estos moretones? Aún no me explicas por qué tienes estas heridas en los brazos y en la cabeza.—yo con delicadeza me zafé de su agarre y bajé las mangas de mi camiseta.

Esas imágenes pasaron por mi cabeza nuevamente. Sacudí suavemente mi cabeza para hacer que desaparecieran en ese instante.

—Me golpeé. Fue cuando enfrentamos a los titanes en Shiganshina—le mentí descaradamente en su cara.

Pero prefería eso a que se mantuviera preocupado por lo que pasó conmigo. Ahora, solo necesita descansar y estar tranquilo lo que más pueda.

—¿Me dices la verdad?

—Si Levi—y mentí. Le mentí porque era incapaz de afrontar lo contrario y no estaba preparada para responder a esa pregunta. Me di la vuelta para no mirarlo. Odiaba tener que mentirle en la cara pero no me quedaba de otra.—Sigue durmiendo, lo necesitas mucho.—lo ayudé a que se recostara, cubriéndolo con la sábana.

—¿No piensas descansar?—me preguntó.—deberías dormir un poco.

—Me quedaré haciendo guardia con Hange... Solo duerme, ¿si? Vendré en un rato—deposité un beso en su frente.

—________, no te vayas—me volvió a tomar del brazo—Quédate conmigo hasta que me duerma.

En estos momentos se mostraba tan vulnerable que mi corazón se estrujo al escucharlo de esta manera y tampoco podía negarme a su petición. Comencé a acariciar su cabello, peinándolo con mis dedos en una misma dirección.

Levi cerró sus ojos ante mis caricias y después de unos minutos, quedó profundamente dormido.

Me levanté y me acerqué a Hange quien había comenzado la guardia. Me senté a su lado, notando que no despegaba su vista de mi. Me removí algo insegura de contarle, pero no me dejaba de mirar preocupada esperando a que le contara.

—______...

—Hange, no quiero que Levi se entere... ahora más que nunca debe descansar y aunque esté en ese estado, lo creo capaz de todo...

—No le diré nada... tienes mi palabra—tomé una bocanada de aire y continué.

—Floch y parte de los Jaegeristas fueron a la casa... querían buscarme y si se les daba la oportunidad, matar a Abner...—ese fue el comienzo de mi relato.

Hange me escuchó atentamente sin interrumpirme. Me tomó de la mano mostrándome su apoyo, dejando liberar mi tristeza una vez más.

════ ʟᴇᴠɪ ════

Yo abrí mis ojos y lo primero que vi fue las estrellas que abarcaban gran parte del cielo y las copas de los arboles que nos rodeaban en ese momentos. Tal vez era de madrugada. La luz de la fogata aun se proyectaba a todos lados, dándonos algo cálido en qué refugiarnos.

El bullicio de hace un momento se había terminado. Malditos mocosos que no me dejaban descansar en paz.

Giré mi cabeza hacia mi derecha encontrándome con lo más hermoso de este mundo. Ella se encontraba durmiendo, mirando hacia mi dirección y solo estaba cubierta por la capa de la legión.

A pesar de no querer descansar, su cansancio pudo más. Que terca es.

La arrope con parte de mi sábana para cubrirla del frío. Me quedé observándola unos instantes mientras ella descansaba. No había notado del todo los golpes que tenía en su rostro. No parecían tan graves, pero si tenía cubierto una con un pequeño vendaje.

A pesar de insistir en preguntar que fue lo que le pasó, no quiere decirme y me preocupa bastante. Esas heridas no son de batalla con titanes, eso es seguro. El que esté con vida me alegra mucho, pero me puedo imaginar lo difícil que fue dejar a Abner en un lugar seguro, pero confío que estará a salvo con Historia.

Tenía tantas cosas en la cabeza y me sorprendió verla aquí. Después de lo ocurrido con Zeke, la furia de no haber hecho algo más seguía en mi, desquitándome con ella. La extrañaba demasiado, pero fui un insensible nuevamente al no pensar en ella. Solo quiere mi bienestar, a pesar de todo lo que posiblemente pasó estos días.

Vi que una lágrima se fue deslizando, cayendo a un costado de su rostro. Tal vez estaba teniendo una pesadilla. Sin pensarlo, la atraje hasta mi y la abracé, hasta que sentí sus brazos rodear mi cuerpo.

Se había despertado.

════ ᴛ/ɴ ════

El sueño que me hizo despertar era exactamente lo que viví hace ya varias horas atrás. Parte de lo que pasó con ese hombre, dejar a Abner completamente solo, era las imágenes que pasaban por mis sueños.

Sentí los cálidos brazos de Levi rodearme y atraerme hacia él. Yo al despertar de tal sueño, la angustia había vuelto, sintiéndome nuevamente asustada, por lo que me aferré a los brazos de mi amado.

Pase uno de mis brazos, abrazándolo sin querer soltarlo.

—¿Tuviste una pesadilla?—me dijo de forma tranquila y suave. Yo solo asentí.

Lo había extrañado tanto y cuanto lo necesitaba a mi lado. Me sentía protegida en su cálido abrazo.

—¿Te sientes bien?—me preguntó al ver que no respondía.

"No... Solo quiero que esto termine e irnos a casa"

Fue en lo primero que pensé, pero quería evitar seguir preocupándolo.

—Si, ahora que estoy contigo estoy mejor—dije aun acurrucada su lado.—¿aún sigues con dolor?

—Solo un poco.

—Entonces, si me sigues teniendo abrazada, te dolerá aun más.

No quería que me soltara, pero debía cuidarse mucho, ya que sus heridas eran graves, pero él se aferró más a mi, abrazándome un poco más fuerte.

—__________, quiero que nos casemos.

Abrí mis ojos, aun sin creer lo que había escuchado. Me separé de él para levantarme y verlo a la cara.

Al mirarlo, en su ojo que estaba libre de las vendas, pude notar un brillo especial, junto con el destacado azul grisáceo de sus orbes.

—¿Ca-casarnos?—pregunté con nerviosismo. Él asintió.

—Si, casarnos. Creo que este no es el mejor momento, pero si no lo decía ahora, no se daría otra oportunidad.

Mis labios comenzaron a temblar. Esta pequeña sensación de felicidad había vuelto a mi. Me sentía muy contenta por su pregunta ya que yo también quería unir mi vida con la de él.

Si hubiese sido en otras circunstancias, este momento sería aun más especial.

Levi solo continuó:—No sé que es lo que llegue a suceder y en qué estado llegue a quedar—levantó su brazo derecho para ver su mano lastimada—pero aún así quiero verte vestida de blanco. El camino que tenga que recorrer, quiero hacerlo contigo y lo que me reste de vida, permanecer a tu lado. ¿Acaso... no quieres?—preguntó temerario ya que yo no podía responder. En mi cabeza pasaban muchas cosas.

Yo aún aguantando las lágrimas, lleve una de mis manos a su mejilla, acariciándola delicadamente por sus heridas.

—Jamás creí que me preguntarías eso y me haces la mujer más feliz del mundo, pero... ¿Y si uno de nosotros muere antes de que esto se acabe?—ni siquiera pensé la pregunta y solo salió de mis labios.

Levi tomó mi mentón para que lo viera a los ojos.

—Escúchame... Yo no voy a permitir que mueras. Estoy dispuesto a dar mi vida para que vuelvas a casa con Abner.

—Levi, casi te perdí una vez y no seré capaz de soportar si tu me llegas a faltar... Si mueres, no sé si podré seguir adelante.—sentí mi rostro húmedo por las lágrimas que caían de mis ojos.

Levi con una de sus manos, iba limpiando cada lágrimas que iba cayendo.

—Perdóname por preocuparte tanto durante este tiempo. Te prometí que volvería con ustedes y pienso mantener mi palabra. ________, esto aún no termina, y hay cosas que debo cumplir aquí, así que hagamos el intento de regresar los dos sanos y salvos. Luchemos por nuestras vidas para regresar con Abner...

—Es lo que más quiero, que volvamos tú y yo junto con Abner y los demás a nuestro hogar.—junté mi frente con la de él, cerrando mis ojos ante sus caricias en mi rostro.—Lucharemos para vivir...

—Si. _____, perdóname... se que soy un bruto y lamento haberte dicho eso hace un rato... quiero que sepas que lo eres todo para mi y lamento si te hice sentir mal...—puse una de mis manos sobre las vendas de sus labios para silenciarlo.

—Ya no importa... me imagino como te sientes. Sé que Zeke es quien más te saca de quicio, sobre todo en estos momentos, pero no sabes cuanto agradezco de que estés con vida... y junto a mi.

—Esto es lo que deseaba desde que partí. Estar contigo, así...—Levi acarició mi mejilla—juntos.

—Levi...

—¿Si?—sentí que el color de mis mejillas aumentaba al preguntarle lo que quería volver a escuchar.

—¿Puedes decirme nuevamente... que te quieres casar conmigo?—dije en voz baja—quiero responder correctamente esta vez.

Levi acercó su mano sana a la mía, mientras llevaba mi mano a su pecho y la cubría con la misma.

—_________, ¿Quieres casarte conmigo?—volvió a preguntar, pero esta vez seguro de mi respuesta.

—Si, quiero casarme contigo.—besé sus labios por sobre las vendas de su rostro.—Gracias Levi. Gracias por permanecer junto a mi siempre. Te amo.

—Yo también te amo y así será lo que me reste de vida.








Amix, yo así escribí este capítulo😭❤️

De verdad este ha sido uno de los capítulos que más me ha gustado escribir😭❤️ el reencuentro y la propuesta de matrimonio de Levi me dan 107362718 años de vida🤧✨❤️

Me emociona saber hasta donde ha llegado la historia😭 y ya no queda casi nada para concluir💔

Espero les haya gustado y nos leemos pronto✨❤️

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