⚠️Advertencia: Contenido sensible.

Una suave sábana me cubría en ese instante, mientras estaba recostada en una cama. No podía dejar de pensar en que él se haya ido... que también lo perdí y que no volvería a verlo nunca más. Mis lagrimas también lo eran para Hange, que ni siquiera logramos despedirnos ante tanto caos. No sé de qué manera voy a seguir después de todo esto. Ante la muerte de Erwin, mi sustento fue Levi, pero ahora, ya no lo tendría más a mi lado.

Sentí como un costado de la cama se hundió, mirando hacia arriba rápidamente. Mikasa se había sentado mientras me observaba. Ella llevó su mano a mi cabello mientras lo acariciaba, así como tantas veces lo hice yo con ella.

—Lo siento _______.

Una lágrima se escapó de mi ojo cayendo sobre la almohada en la cual estaba apoyada. Ella solo siguió acariciando mi cabello hasta que logré calmarme un poco.

—Traje unos vendajes... necesitas limpiar tus heridas.

Me senté sobre la cama y dejé que Mikasa me cambiara el vendaje. Mis manos aún seguían manchadas de la sangre de Floch por haberlo golpeado, mezclando la suya con la sangre en la venda de mis muñecas.

—________—Mikasa me nombró levantando mi vista para verla.—Estas marcas, son cuando te tienen sujeta por un largo periodo de tiempo... ¿Qué fue lo que te hicieron?

—Lo que me pasó ya no es importante...

—Si lo es, de no ser así, no habrías dejado a Abner con Historia. Dijiste que fueron a la casa... ¿Qué fue lo que pasó?

No quería contarle nada, ni siquiera a Armin, pero creo que necesito sacarlo de alguna manera, esta parte del dolor que siento en estos momentos.

—Fue... horrible. Dejé que pasara solo para proteger a Abner—mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—es lo que cualquier madre haría en mi lugar.

No debía decir más, creo que con esas palabras estaba más que claro lo que había pasado. Cerré mis ojos teniendo fresco ese recuerdo, mientras Mikasa me abrazó, rodeando mis brazos a su cuerpo.

—Que horror... Que impotencia no haber estado ahí para auxiliarlos—dijo cerca de mi oído—perdón.

—Nadie sabía que algo así pasaría, fue algo que escapó de nuestras manos. Aun así, quiero dejar de pensar en ese momento... es como un bucle que se repite sin detenerse en mi cabeza. Él sobre mi y yo... sin poder hacer nada.—Mikasa se separó de mi y limpió la lágrima que descendía por mi mejilla.

—De cierta manera puedo entenderte. Cuando esos hombres me secuestraron, ha sido uno de los peores momentos de mi vida y también se repite muchas veces en mi cabeza. Mi madre dio todo para que yo lograra escapar, perdiendo la vida y no pude hacer nada, es lo mismo que hiciste por Abner, pero me alegra de que tú sigas con vida... no hubiese soportado perder por tercera vez a una figura materna.

Mikasa perdió a su madre siendo muy pequeña, a  la madre de Eren, quien la cuidó como una hija más y yo hubiese sido esa tercera persona a quien menciona. El pecho de me contrajo de solo pensar en la posibilidad de haber muerto y dejar a mi hijo absolutamente solo, junto con Mikasa y Armin.

—De no ser por Dieter, tal vez yo estaría muerta.—bajé la mirada apenada recordarlo.

—No lo digas otra vez—Mikasa me volvió a abrazar y yo solo lloré en sus brazos.

—Pero Mikasa, es como si estuviese muerta en vida... es como si me hubiesen arrebatado el alma. El mismo dolor que sentí al perder a Erwin, me vuelve atacar nuevamente por perder a Levi.

Mikasa acariciaba mi espalda mientras me escuchaba sollozar.

—No vas a estar sola... estaremos contigo. Ahora Abner es por quien debes luchar.

—Eso es lo que me mantiene aquí y ustedes también... no puedo dejarlos ahora.—limpié mis lágrimas—Creo que ni siquiera podemos lamentarnos en esta instancia, lo realmente importante en estos momentos es esto... el retumbar. ¿Qué es lo que haremos? Eren... pasó todos los límites.

—N-No lo sé...—ambas nos separamos—ya no sé ni siquiera en qué pensar.

—Creo que todos estamos así... es algo que por lo menos yo, no puedo creer aún—miré a la pelinegra notando que había algo que no estaba con ella, algo de lo que no se separaba para nada y que consideraba lo más importante de su vida.

—No traes tu bufanda...—ella apartó su mirada unos instantes.

—No...

—¿La perdiste?—pregunté.

—N-No, solo la dejé—bajó su vista con tristeza.

Después de saber que los tres hablaron, tenía por seguro que Eren los iba a lastimar. No tenía dudas. Esto emocionalmente le afectaba de gran manera. Eren era lo que más amaba y su vida, el ver como se alejó de nosotros fue un fuerte golpe, tanto para ella como para Armin.

—Mikasa, aunque tires esa bufanda, aquella conexión entre tú y Eren siempre va a existir. Esa bufanda es el lazo que los une y aunque te resistas, nunca serás capaz de dejarla fácilmente.

Vi que sus ojos se llenaron de lágrimas, pero evitó a que cayeran en sus mejillas.

—Eso lo sé... lo intenté, pero no creo que pueda cerrar y cortar todo con él.—puse una de mis manos sobre las suyas.

—No te sobre exijas. Tienes que pensar lo que harás. No es fácil, pero ten presente que esto no va a terminar aquí.

—Tienes razón...—le di una pequeña sonrisa mientras acariciaba su mano con mi pulgar.

—Por cierto, ¿Dónde está Armin?

—Fue a buscar a Connie.

—Me imagino que Jean está con Floch.

—Si, eso parece.

—Ese imbécil... no me dio tiempo de acabar con él.

—Me sorprende que te haya dejado con vida. Pudo haberte matado fácilmente y no lo hizo.

—No sé que demonios pasará por su mente, pero no me interesa. Solo quiero que se pudra por todo lo que hizo.—Mikasa se puso de pie.

—Ya déjalo. No vale la pena... todo lo que hizo, lo pagará y créeme que en algún momento se hará.

Me volví a recostar, apoyando mi cabeza en la almohada, sintiendo las ganas de llorar nuevamente.

—Por él y sus estúpidos planes... Levi está muerto.—Mikasa me cubrió con la sábana de la cama.

—Tranquila... ahora solo intenta descansar. Lo necesitas mucho.

Mikasa me acariciaba nuevamente el cabello, sintiendo un poco de tranquilidad, pero no podía sacarlo de mi mente. Lo había perdido... una vez más me arrebataban lo que más amaba.

El cansancio era demasiado, mientras mis ojos se iban cerrando de a poco. Solo esperaba que las pesadillas no me atacaran en estos momentos.

No sé cuanto tiempo había pasado, cuando unos brazos me movieron despertando inmediatamente. Abrí mis ojos asustada, viendo a Mikasa a mi lado nuevamente.

—Mikasa... ¿Qué sucedió?—me senté sobre mí cama, frotando mis ojos.

—______, necesito que estés tranquila... y que seamos discretas...—la miré confundida ya reaccionando por completo.

—¡Mikasa, ¿Qué pasa?!—expresé angustiada, ya levantándome de mi cama.

—Es la comandante Hange... está aquí.

—¡Hange!—mis pies se movieron con rapidez lanzándome a sus brazos. Ella sin dudarlo me abrazó fuertemente.—¡¿Estás bien? ¿Estás lastimada?!

No podía creerlo, estaba aquí frente a mi.

—Yo estoy bien—dijo aún manteniéndome abrazada.

—¡Creí que habías muerto!—dije sintiendo mis lágrimas amenazar con salir. Hange se separó de mi tomándome por los hombros.

—Yo pensé que Floch te había hecho algo, él tomó el control de todo con los Jaegueristas. Pensé que les había hecho algo a ti y Abner... por cierto, ¿Dónde está? ¿Está con Ada?

—No, lo dejé con Historia. Abner está a salvo.—esta vez, sentí el miedo apoderarse de mi. Si Hange estaba aquí, posiblemente tenía noticias de Levi.

Ella era la única que me podía confirmar tal cosa y su respuesta me llenaba de miedo.

—Hange...—mi voz se comenzó a quebrar—Levi... ¿está vivo?—la castaña me tomó por los costados de mi rostro sintiendo su calidez en aquel toque, como si quisiera decirme que todo está bien.

—Él... no está bien, pero está vivo.

«Está vivo»

El alma me volvió al cuerpo, sintiendo mis rodillas sobre el piso. Estaba con vida y eso era suficiente para mi. Hange y Mikasa se pusieron a mi altura, con preocupación.

—Pensé que... una vez más me habían arrebatado todo... pensé que no lo volvería a ver—dije en un hilo de voz.

—______—Hange me nombró, mirándola inmediatamente.—no lo vencieron. Zeke no logró acabar con su vida. Ahora Levi nos necesita.

—¿Qué es lo que tiene? ¿Qué tan grave está?

—Tiene heridas bastante graves tanto en el rostro como sus manos, además del dolor que siente en todo el cuerpo. Está consciente que es lo importante. No podrá pelear por ahora.

Necesitaba más información, pero Jean a paso lento se reunió con nosotras.

—¡Que alegría que te nos unas!—Hange con su tan característico carisma recibió al bicolor.—Mikasa me estaba poniendo al día con la situación. Lamento no haber estado en el campo de batalla, hicieron un gran trabajo en esta agotadora situación...

Mikasa me ayudó a levantarme, mientras entrábamos a un lugar apartado para que no nos oyeran platicar. Hange tomó asiento, mientras nosotros quedamos de pie.

—Además hemos unido fuerzas con los Marleyanos rezagados incluyendo al titán carguero...esto es para detener a Eren... no deberíamos masacrarnos entre nosotros.

—¿Cómo vamos a detenerlo?—preguntó la pelinegra.

—Primero reuniendo a todos, ellos serán los que decidan que podemos hacer, pero estamos indefensos sin tu ayuda o con la fuerza de los nueve titanes. Las estructuras militares que conocemos fueron aniquiladas... pediré esto a sabiendas, pero...—Mikasa la interrumpió.

—Yo lo haré. No quiero que Eren enfrente más ataques indiscriminados, incluso si la intención es protegernos a nosotros o a esta isla, quiero detener a Eren.

—Todos queremos hacerlo. Nadie quiere permitir una masacre de tales magnitudes, pero la pregunta es cómo lo lograremos—complementé.

—Incluso si realmente podemos detener a Eren, ¿luego qué? Incluso si Eren es capaz de mantener al fundador, solo le restan cuatro años de vida, ¿Qué pasará con la isla después de eso? El odio que el mundo nos tiene no desaparecerá de la noche a la mañana y lo enfrentaremos por décadas.—Jean tenía razón. Si en el caso de que lográramos detener a Eren, ¿Qué sería de nosotros? La isla estaría amenazada y el odio hacia nosotros iría en aumento.

—Yo pienso que Marley verá la situación y asumirá que el retumbar podría iniciar en el momento en que intenten atacar la isla o al menos... no los imagino acercándose a este lugar un buen tiempo—concluyó Hange.

—Pensarán que el mundo se acabará en cualquier instante al menos que borren a la isla del mapa, eso encenderá más que el discurso de Willy Tybur.

—Puede que tengas razón, pero tenemos tiempo, incluso en la situación hipotética que planteas, deberíamos ser capaces de conseguir pocos años de tiempo incluso si vienen a destruir la isla.

—Pero la última vez que buscamos soluciones nos quedamos sin tiempo y con las manos vacías, es por eso Eren decidió borrar al resto del mundo...—Hange golpeó la mesa interrumpiendo a Jean.

—¡No voy a aceptar un genocidio! ¡no lograrán que acepte apoyar esto por ningún motivo!—hizo una pequeña pausa—yo...lo lamento, no debí gritar, pero tienes razón Jean, fue mi idealismo cobarde que convirtió a Eren en esto...—esta vez, Hange dirigió su mirada hacia mi—_____, dijiste muchas veces que la culpa de que Eren estuviera así era por tu culpa... y no es así...perdón, todo esto es mi culpa.

Bajó la mirada evitando a que notáramos que tenía lágrimas acumuladas en sus ojos. Sabía que se estaría culpando de eso y más. Me arrodillé tomando sus manos mientras las acariciaba.

—Hange—al nombrarla me observó—no digas eso. Esto no es culpa tuya. No pongas peso sobre tus hombros que no corresponde.

—______, me conoces muy bien, somos como hermanas. Sabes como soy y yo fui quien intentó huir, para dejar todo atrás para olvidar y sobrevivir, pero aun soy la 14° comandante de la legión de reconocimiento y así como ustedes, dediqué mi corazón a la libertad de la humanidad... se siente como si lograra ver a todos mis camaradas. La gran parte murió sin saber que la humanidad existía fuera de los muros, aun así "traer la libertad solo a esta isla fue suficiente para mi", ¿creen que alguno de ellos sería capaz de ser tan cerrado de mente como para decir eso?

Hange se puso de pie rápidamente y continuó:—Solo tenemos una oportunidad de destruir esta masacre y es ahora.

—¿Qué haremos entonces?—preguntó Jean.

—Debemos irnos de aquí cuanto antes y reunir a los aliados de esto. ¿Y Armin?

—Fue a buscar a Connie. Se llevó al niño que ahora porta el titán mandíbula.—respondió Mikasa.

—Espero vuelvan pronto. Ustedes les dicen todo lo que haremos... necesitamos a toda la gente posible.

Durante esa hora armamos un plan para irnos evitando algún problema de proporciones mayores. Todos habíamos acatado, entendiendo nuestro trabajo para reunirnos nuevamente.

—Ya debo irme y ustedes deben volver...—Detuve a Hange del brazo.

—Hange, quiero ir contigo... quiero estar con él.—ella se dio la vuelta y me abrazó fuertemente.

—Sé lo mucho que quieres verlo, pero ten paciencia. Pueden sospechar de nosotros. Ven con los demás... él está a salvo, así que tranquila.—ambas nos separamos.

—Es que creí que lo había perdido para siempre... pensé que la historia se repetía, así como con Erwin.

—Tranquila... él está bien. Estaba muy angustiado por saber de ti y quiere reunirse lo antes posible con ustedes. Lo que no sabe es que estás aquí y si se entera se preocupará mucho... no sé como se lo diré.—Hange rascó su cabello.

—Yo le explicaré todo. Tengo muchas cosas que hablar con él.

—Lo sé...—me dio un abrazo rápido—ya me voy. Nos vemos pronto.

—Nos vemos...

Hola! Como andan? Hace bastante no pasaba por aquí y la verdad es que tengo un bloqueo horrible en este fic😭 pero ya vamos saliendo de a poco de eso.

Le puse la advertencia por que lo creí necesario. Hablar de esos temas puede afectar la sensibilidad de algunas personas, a pesar de no querer ponerlo explicito.  Si sienten molestia háganmelo saber.

Tal vez mñn suba el cap que sigue y de verdad es uno de mis favoritos❤️ y espero les gustee❤️❤️

Gracias y nos leemos pronto❤️✨